Cró­ni­ca de un Cele­bra­do Escritor

THE PER­SO­NAL HIS­TORY OF DAVID COP­PER­FIELD. Gran Bre­ta­ña, 2019. Un film de Arman­do Ian­nuc­ci. 120 minutos

Des­pués de la sáti­ra polí­ti­ca de The Death of Sta­lin (2017), el rea­li­za­dor Arman­do Ian­nuc­ci retor­na con una tra­gi­co­me­dia basa­da en la cono­ci­da nove­la David Cop­per­field de Char­les Dic­kens quien la con­si­de­ró su pre­fe­ri­da tenien­do en cuen­ta su con­te­ni­do semi-auto­bio­grá­fi­co. Superan­do el desa­fío de adap­tar una nove­la tan den­sa a la pan­ta­lla, Ian­nuc­ci ha logra­do un film pleno de encan­to que balan­cea satis­fac­to­ria­men­te los momen­tos de gra­cia con las ins­tan­cias dra­má­ti­cas vivi­das por su protagonista.

Dev Patel

El guión del rea­li­za­dor escri­to con Simon Black­weel intro­du­ce a Cop­per­field (Dev Patel) quien fren­te a una aten­ta audien­cia comien­za a rela­tar su vida. Naci­do en la Ingla­te­rra vic­to­ria­na pocos meses des­pués de la muer­te de su padre, su infan­cia no ha sido pre­ci­sa­men­te color de rosa. Des­pués de haber pasa­do cier­to tiem­po en la casa tipo bar­co de la seño­ra Peg­gotty (Daisy May Cooper), la cari­ño­sa ama de lla­ves de la fami­lia, el niño (Jai­raj Var­sa­ni) retor­na a su hogar y encuen­tra que su madre Cla­ra (Morfydd Clark) con­tra­jo matri­mo­nio con Edward Murds­to­ne (Darren Boyd); este hom­bre sinies­tra­men­te cruel con David deci­de enviar­lo a Lon­dres para que tra­ba­je en su fábri­ca de bote­llas. Allí Cop­per­field encon­tra­rá un nue­vo hogar en lo del señor Micaw­ber (Peter Capal­di), un noble indi­vi­duo que es per­se­gui­do por sus acree­do­res. Cuan­do pasa­do algu­nos años, se ente­ra por su des­pre­cia­ble padras­tro que su madre ha muer­to, el joven se tras­la­da a Dover para vivir en casa de su alo­ca­da tía Betsey (Til­da Swin­ton) don­de tam­bién se alo­ja el excén­tri­co y diver­ti­do señor Dick (Hugh Lau­rie). Entre otros per­so­na­jes ani­man­do el rela­to se encuen­tran Wick­field (Bene­dict Wong), el admi­nis­tra­dor de las finan­zas de su tía, su hija Agnes (Rosa­lind Elea­zar) que ado­ra a David, así como el arri­bis­ta y malin­ten­cio­na­do Uriah Heep (Ben Whishaw).

La recrea­ción efec­tua­da por el cineas­ta res­pe­ta el espí­ri­tu de la cele­bra­da nove­la de Dic­kens demos­tran­do a tra­vés de su alter ego el gran cuen­tis­ta que ha sido. Otro de los méri­tos del film radi­ca en el impe­ca­ble guión al haber com­bi­na­do armo­nio­sa­men­te la reali­dad con la fic­ción; así, ade­más de narrar la vida del pro­ta­go­nis­ta efec­túa una implí­ci­ta crí­ti­ca sobre la mar­ca­da dife­ren­cia social exis­ten­te entre los pudien­tes y la cla­se humilde.

En el rubro de la actua­ción Patel carac­te­ri­za remar­ca­ble­men­te al pro­ta­go­nis­ta de esta his­to­ria. El agra­cia­do y ver­sá­til intér­pre­te de Slum­dog Millio­nai­re (2008) trans­mi­te viva­men­te el sen­ti­mien­to de opti­mis­mo que ani­ma a Cop­per­field des­per­tan­do enor­me sim­pa­tía; es así que fácil­men­te resul­ta empa­ti­zar con este humil­de indi­vi­duo que fren­te a los alti­ba­jos que le ha toca­do atra­ve­sar en su vida, la expe­rien­cia man­te­ni­da con la gen­te cru­za­da en su camino le ins­pi­ró para con­cre­tar su voca­ción de escri­tor. Acom­pa­ñan­do a Patel, el rea­li­za­dor ha reu­ni­do un sóli­do elen­co mul­ti­rra­cial don­de entre otros nom­bres se des­ta­can los de Swin­ton, Capal­di, Lau­rie y Elea­zar quie­nes ofre­cen una mag­ni­fi­ca pres­ta­ción en sus res­pec­ti­vos roles.

Den­tro de un esti­lo clá­si­co, el flui­do rit­mo que Ian­nuc­ci impri­me a esta his­to­ria pro­vis­ta de un alec­cio­na­dor des­en­la­ce per­mi­te que el públi­co la dis­fru­te plenamente.
Jor­ge Gutman