Crónica de Jorge Gutman
He aquí el comentario de otros cinco filmes juzgados en el Festival du Noveau Cinéma.
Sin La Habana (Cuba-Canadá), es una buena comedia dramática del director y músico Kaveh Nabatian explorando algunos aspectos de la vida cubana actual.
El relato comienza en La Habana con una buena pintura de la ciudad como así también de la situación apremiada que económicamente aflige a ciertos sectores de la población. En ese medio Leonardo (Yonah Acosta), un joven dotado bailarín de danza clásica, aspira lograr un amplio reconocimiento interpretando el rol principal del ballet Romeo y Julieta; sin embargo, cuando el director de la compañía de ballet le asigna un papel secundario, el terminante desacuerdo que se produce motiva su despido de la misma. En tanto Sara (Evelyn O’Farrill), su novia abogada, lo insta a que dejen la isla en procura de un porvenir más venturoso en Norteamérica. La oportunidad se presenta cuando Leonardo ofreciendo clases de salsa en la escuela donde enseña conoce a Nasim (Aki Yaghoubi), una turista canadiense divorciada de ascendencia iraní que simpatiza con él; después de haberla seducida ella lo invita con un pasaje de avión para que se traslade a Montreal donde reside. Todo parecería indicar que está abierta la posibilidad para que el bailarín pueda obtener a través de Nasim, la residencia legal en Canadá y poder posteriormente conseguirla para su novia.
Más allá de ilustrar cómo el apasionado triángulo romántico constituido irá desintegrándose por los avatares del destino, el director ofrece interesantes contrastes culturales entre Cuba y Canadá, como asimismo aspectos no muy conocidos de la cultura iraní montrealense en donde afloran prejuicios raciales. Nabatian ofrece una narración bien articulada que mantiene permanentemente la atención además de estar agraciada por actores carismáticos que se adentran satisfactoriamente en la piel de sus personajes.
Un excelente documental es lo que deparan Eric Friedler y Andreas Frege en Wim Wenders, Desperado (Alemania). A diferencia de otros relatos biográficos este documental profundiza el proceso de creación de este excelente realizador alemán, quien también se ha destacado como productor, fotógrafo y autor, además de haber sido uno de los pioneros más importantes del nuevo cine alemán surgido en la década del 70.
La primera imagen ofrece una visión fascinante del desierto de Texas donde Wenders filmó Paris Texas (1984), el film que lo encumbró internacionalmente. Es allí donde manifiesta su profunda compenetración con la cultura americana y su pasión por los westerns americanos. Asimismo analiza la motivación e inspiración que generó varios otros de sus célebres filmes como The American Friend (1977) por el que llegó a ser conocido más allá de las fronteras de su país, Wings of Desire (1987) en el que poéticamente transmite su visión sobre lo que es Alemania y el inspirado documental Buena Vista Social Club (1999) en donde se involucra con la cultura cubana; precisamente en el género del documental Friedler y Frege destacan su incursión en este género refiriéndose a Pina (2011), donde Wenders magistralmente enfoca a la brillante coreógrafa de danza contemporánea Pina Bausch, así como The Salt of the Earth (2014) centrándose en el renombrado fotógrafo brasileño Sebastião Salgado.
El film cuenta con la participación de algunos de los actores, integrantes del equipo de las películas de Wenders como así también algunos de los directores que han sido testigo de su filmografía, como es el caso de Willem Dafoe, Andie Mac Dowell, Bruno Ganz, Patrick Bachau, Amanda Plummer, Denis Hooper y Donata Wenders, la fotógrafa y esposa del cineasta. Otros de los aspectos salientes de este documento son las conversaciones mantenidas entre Wenders y el realizador Werner Herzog, del mismo modo que el encuentro en Viena del cineasta con Erika Pluhar casi media década después de haber protagonizado The Goalie’s anxiety and the Penalty Kick (1972). Interés especial revisten las declaraciones del director Francis Ford Coppola en el que alude al conflicto surgido entre él y Wenders, cuando en calidad de productor lo contrató para filmar Hammett (1982) y durante el rodaje modificó el guión original aprobado; de todos modos, esa fricción no ha alterado el mutuo respeto existente y es así que Coppola considera que su colega es un gran cineasta.
Con este documental Friedler y Frege han ofrecido un merecido tributo a un cineasta que contribuyó a enriquecer la cinematografía con historias de resonancia universal.
Moara Passoni que fue la co-guionista del remarcable documental Al Filo de la Democracia (2019) nominado para el Oscar, retorna ahora con Êxtase (Brasil) donde narra su propia experiencia como anoréxica en un estilo en el que se entremezcla la ficción con la realidad. Ese híbrido funciona muy bien en la medida que el film sumerge al espectador en un viaje emocional que desnuda claramente a esta particular anomalía caracterizada por el trastorno alimenticio.
A través de un relato que transita entre pasado y presente se asiste a la relación antagónica que la joven Clara mantiene con su cuerpo frente al temor intenso de aumentar de peso; es así que su salud llega a un punto crítico cuando con apenas 29 kilos y su corazón latiendo a escasos 37 latidos, debe ser hospitalizada. A través de distintas etapas de su vida la camarógrafa Janice d’Avila va proporcionando imágenes visualmente estilísticas reflejando el estado emocional que vive Clara. Lo más importante de este documento es la forma en que la directora va transmitiendo las características de esta anomalía que corroe a Clara como así también la forma en que llega a ser dueña de su control experimentando un estado de plenitud máxima, a lo que alude el título de este film. La batalla entablada por la protagonista con su enfermedad y la forma de superarla puede constituir un buen predicamento para quienes atraviesan una experiencia similar.
Cocoon (Alemania) es un drama sentimental escrito y realizado por Leonie Krippendorff quien sin pretenciosidad alguna logra trascender por la ternura que despierta su principal personaje. La acción se desarrolla en Kreutzberg, un vecindario de Berlin durante el verano de 2018 en donde Nora (Lena Urzendowsky), una tímida adolescente de 14 años, convive con su poco responsable madre alcohólica (Elina Vildanova) y su hermana mayor Jule (Lena Klenke). Discreta y no enteramente cómoda con el grupo juvenil multicultural que la rodea, ella experimentará su primera indispoisición, a la vez que se sentirá atraída por Romy (Jella Haase); ese primer amor le deparará satisfacción pero también un desencanto posterior.
Aunque el proceso de madurez de una adolescente así como el despertar de una orientación sexual diferente son temas ya considerados anteriormente por el cine, lo que distingue al film es la forma sobria sutil, íntima y atenta a los mínimos detalles con que la directora describe psicológicamente a su protagonista. Remarcablemente filmada, Krippendorff utiliza la transformación de una oruga en mariposa que comienza a volar como metáfora de la suerte corrida Nora. Para concluir cabe distinguir la autenticidad con que la realizadora traduce los sentimientos y emociones que bullen en la heroína logrando así un emotivo, sensual y ponderable film.
Moving On (Corea del Sur), la ópera prima de Yoon Dan-Bi, ratifica una vez más la solidez de la cinematografía surcoreana después del gran triunfo logrado internacionalmente con Parasite (2019). De allí que resulte auspicioso descubrir en la programación del FNC un film tan sensible y humano como el presente en el que, con reminiscencia a ciertas películas del gran director japonés Hirokazu Koreeda, la joven realizadora y guionista coreana ilustra el devenir de una familia cuando uno de sus miembros deserta.
En el transcurso de un caluroso verano, la joven Okju (Choi Jung-woon) de 18 años, su hermano menor Dongju (Park Seung-joon) junto con su padre se ven forzados a dejar el departamento donde viven después de que la madre abandonó el hogar, para mudarse a la casa del viudo abuelo paterno afectado en su salud. En esta nueva recomposición familiar se unirá una querida tía quien también se encuentra en vías de separación. En la medida que los hermanos tratan de ajustarse a la nueva dinámica familiar, donde el padre atraviesa dificultades financieras, se une la circunstancia de que el abuelo se agrava y es necesario adoptar ciertas decisiones importantes.
El film que es analizado bajo la óptica de Okju refleja el trauma que experimenta frente al cuadro de descomposición del núcleo familiar, lo que la motiva a guardar un inmenso resentimiento hacia su madre, como así también el proceso propio de madurez que atraviesa en su transición de la adolescencia a la edad adulta. La realizadora permite que esta emotiva comedia dramática sea apreciada con agrado a través de la buena pintura que efectúa de esa familia intergeneracional. A la excelente dirección cabe agregar la riqueza del guión y la notable interpretación lograda tanto por Jung-woon como de Seung-joon. Sin dudarlo, esta película constituye una magnífica carta de presentación de Yoon Dan-Bi para futuros proyectos.