Crónica de Jorge Gutman
El 4 de noviembre comienza la 26ª edición del festival de Cinemania que se extenderá hasta el 22 de noviembre. Debido a los acontecimientos de dominio público, esta muestra de filmes hablados en francés con subtítulos en inglés, será difundida exclusivamente en línea en todo Canadá. La programación incluye 43 largo metrajes de los cuales algunos títulos son ofrecidos en carácter de primicia mundial.
Para obtener una información completa de las películas que serán difundidas y sobre la adquisición de billetes en línea el sitio a consultar es festivalcinemania.com
He aquí el comentario de algunos filmes ya vistos.
Sous les étoiles de Paris (Francia-Bélgica)
Bajo las estrellas de París brilla una artista excepcional en este film de Claus Drexel. No puede calificarse de otra manera la actuación de la veterana Catherine Frot quien con alma y vida se sumerje en un personaje no muy sencillo de caracterizar.
Mostrando un París muy lejos de la imagen turística que se suele apreciar de esta bella ciudad, aquí el espectador se encuentra con su lado oscuro contemplando las paupérrimas condiciones de vida de los itinerantes que no tienen domicilio fijo. Ésa es la situación que atraviesa Christine (Frot), una mujer de edad madura que sin techo propio utiliza como vivienda un reducto ubicado bajo uno de los puentes de París. Socialmente apartada de familiares y amigos esta patética mujer se vale de los bancos de comida donde en forma gratuita logra alimentarse como al propio tiempo durante el día deambula por las calles de París. Su rutina cambia cuando una noche de pleno invierno, próxima a conciliar el sueño, observa a un niño africano perdido (Mahamadou Yaffa); un tanto recelosa, accede a cobijarlo transitoriamente. Aunque el pequeño de 8 años no domina el idioma, lo único que atina pronunciar en su lengua materna es la palabra “madre”; gradualmente a través de una documentación que él lleva consigo, ella se entera que el chico ha llegado al país con su madre procedentes de África como refugiados sin documentación legal y él solo quiere reencontrarse con ella quien ha sido arrestada.
Esta es una historia que dentro de su sencillez, se distingue por la pintura que el director realiza de un estrato de la sociedad que privado de recursos ha perdido el derecho de vivir dignamente; asimismo el guión del realziador escrito con Olivier Brunhes expone la dramática situación que afronta el mundo frente a refugiados indocumentados donde en numerosas oportunidades los menores son separados de sus padres.
Con una remarcable puesta escénica Drexel obtiene un drama conmovedor en el que Frot, omnipresente en toda esta historia, ofrece una perfecta simbiosis con su personaje en el que a través de un encuentro tan inesperado como afortunado es capaz de reencontrar su latente humanidad. No cabe duda que a la hora de los premios el cine francés sabrá recompensarla.
A Good Man (Francia-Bélgica)
Un tema delicado es lo que considera la directora Marie-Castille Mention-Schaar en este sorprendente drama.
Al comienzo de la narración se asiste a una escena íntima mantenida por el enfermero Benjamin (Noemi Merlant) con su pareja Aude (Soko), una profesora de danza. Compartiendo una relación armoniosa por espacio de 6 años, ambos ahora residen en la tranquila isla de Groix después de haber dejado Aix-en-Provence y su único deseo es tener un hijo propio aunque Aude se encuentra imposibilitada de concebir.
La gran sorpresa para el espectador ‑y que no resulta indiscreto anticiparlo- es que a los 20 minutos de transcurrido el relato, ambos se encuentran con el ginecólogo y es allí que Benjamin manifiesta el deseo de quedar embarazado para que así junto a Aude puedan coronar su felicidad al constituir una familia.
Es sencillamente asombroso comprobar que Benjamin, con la total presencia física de ser un hombre, nació mujer y que ahora solamente le está faltando someterse a la operación quirúrgica para adquirir su completa condición y legalidad masculina.
Aunque el tema de la transexualidad tiene en el cine entre otros referentes,al remarcable film Una Mujer Fantástica (2017) de Sebastián Lelio, el enfoque de la directora difiere. Merced al excelente y original guión que ha concebido junto a Christian Sonderegger, el nudo dramático reside en que la decisión de Benjamin trastorna el equilibrio de la pareja, dado que para Aude resulta dificultoso aceptar su maternidad cuando es su marido quien lo está gestando.
Mention-Schaar enfoca este audaz tema con suma delicadeza transmitiendo completa verosimilitud en su exposición aun cuando el planteo pueda no llegar a ser aceptado por parte de ciertos sectores de la comunidad transexual. Con una realización clásica y apelando a efectivos primeros planos, la realizadora logra de Merlant una prodigiosa interpretación; esta actriz que se distinguiera notablemente con su prestación en Portrait de la Jeune Fille en Feu (2019), en este caso mediante una prodigiosa transformación física expresa fehacientemente la personalidad de Benjamin ya no como un personaje transexual sino decididamente heterosexual trasuntando la nobleza del buen hombre, que anticipa el título de este emotivo film.
Madre (España)
En 2017 Rodrigo Sorogoyen realizó Madre, un excelente corto metraje que deleitó al público y a la crítica; en escasos minutos logró sintetizar una apasionante historia en donde Elena (Marta Nieto) acompañada en su departamento madrileño por su madre (Blanca Apilánez) recibe un llamado telefónico de su hijito Iván (voz de Álvaro Balas) quien está de vacaciones con su padre en una playa de Francia; él le dice que se halla sólo y temeroso en la costa porque su padre lo dejó por algunos minutos sin haber regresado y no hay nadie a su lado; la desesperación de Elena tratando de protegerlo desde la lejana distancia cobra máxima tensión cuando el menor le anuncia que un hombre extraño lo observa y se le va acercando. De este modo el corto concluye sin que se llegue a saber su desenlace.
De lo que antecede cabía esperar que Sorogoyen convirtiendo la historia original en un largo metraje consideraría la suerte corrida por el niño. Sin embargo, esa esperanza se diluye a medida que el relato va desarrollándose.
Los primeros 15 minutos del film son prácticamente una repetición del corto; de inmediato el guión del director escrito con Isabel Peña traslada la acción 10 años después en donde se contempla a Elena desempeñándose como camarera de un restaurante ubicado en una playa cerca de Biarritz; ese sitio pudo haber sido el lugar donde su hijito se hallaba en el último contacto que mantuvo con él. Viviendo aparentemente tranquila, mantiene una sólida relación de pareja con su amigo Joseba (Alex Brendemühl). El arco dramático de esta historia se produce cuando Jean (Jules Porier), un muchacho parisino de 16 años veraneando con sus padres (Frédéric Pierrot, Anne Consigny), comienza a frecuentar el lugar donde trabaja Elena con quien simpatiza. En un principio, ella no le brinda mayor confianza en el trato dispensado, pero a medida que transcurren los días existe en esta mujer una extraña fijación que la impulsa a seguirlo y a entrometerse en la intimidad de su vida familiar.
Si bien en un principio uno cree predecir lo que vendrá, rápidamente la presunción desaparece, aunque no por ello puede justificarse la particular relación espiritual entablada entre Elena y el adolescente turista. A primera vista podría comprenderse la actitud de una madre que al no haber podido cicatrizar la profunda herida causada por la desaparición de Iván, encuentra en Jean algunos rasgos que lo asocien a aquél. Sin embargo, la historia se torna inverosímil cuando su alucinada obsesión la motiva a sembrar el caos a la vez que arriesga el vínculo sentimental mantenido con su pareja. No menos creíble resulta la actitud de Jean quien perteneciendo a una familia unida y muy querido por sus padres llega a enfrentarse con ellos para querer estar al lado de Elena. De este modo Sorogoyen deja al espectador confuso al no lograr compenetrarse en el inusual comportamiento de sus dos personajes centrales.
Con una buena puesta escénica el realizador permite que el film, a pesar de no convencer como debiera, logre captar la atención mediante una aceptable intriga apoyada por la magnífica actuación de Nieto. Sin embargo, a diferencia de lo que acontece en el corto metraje, las objeciones previamente efectuadas motivan a que las expectativas creadas con la prolongación de la historia original no hayan sido colmadas.
L’Audition (Alemania-Francia)
En este psicológico drama la directora Ina Weisse ilustra cómo una inusitada devoción puede resultar contraproducente.
La talentosa actriz alemana Nina Hoss anima a Anna, una profesora de violín que se desempeña en una prestigiosa academia de música de Berlín; ella es madre de Jonas (Serafin Mishiev) de 10 años y esposa de Philippe (Simon Abkarian) que se dedica en el taller del hogar a fabricar instrumentos de música. En la reunión anual para la admisión de futuros aspirantes al renombrado conservatorio, Anna junto con sus colegas juzgan a los candidatos que aspiran ingresar al mismo; es allí que a diferencia de la opinión de los otros profesores ella aprecia el talento de Alexander (Ilja Monti), un joven violinista, permitiendo su ingreso al establecimiento. A partir de ese momento, Anna destina la mayor parte de su tiempo a instruir a Alexander para que esté bien preparado en el momento que deba participar en un concierto a fin de que pueda aprobar los exámenes intermedios.
La extrema obstinación de Anna y su escasa pedagogía al demandar a su alumno un perfeccionamiento a todas luces exagerado motiva a que justificadamente él se sienta frustrado. A todo ello, su hijo que también estudia violín con otra instructora resiente que su madre lo presione en sus estudios para que pueda alcanzar su mismo nivel de virtuosismo musical. No menos importante es que la relación conyugal comienza a deteriorarse en la medida que Anna va dejando de lado a su familia al enfocar su atención exclusivamente en su discípulo. El clima de tensión aumenta aún más en la medida que mantiene un affaire con Christian (Jens Albinus), un violonchelista que la invita a participar como violinista en su conjunto de cámara. El guión de Weisse y Daphné Charizani conduce a un dramático y perturbador desenlace que resultaría indiscreto revelar.
En un fascinante análisis del comportamiento obsesivo de una persona a expensas de su vida familiar, la directora ofrece un intrigante e impredecible relato que mantiene la atención permanente del público quien asimismo es convidado a escuchar bellos extractos musicales, en gran parte pertenecientes a Bach.
Si le vent tombe. (Francia-Bélgica-Armenia)
Basado en hechos reales, la novel directora Nora Martirosyan ofrece un film que se desarrolla en Nagorno-Karabakh, una autoproclamada república ubicada al sur del Cáucaso, prácticamente ignorada por el mundo y que bordeando la frontera entre Armenia y Azerbaiyán se encuentra en permanente conflicto bélico. Es allí donde llega Alain (Grégoire Colin), un ingeniero militar francés, quien como auditor debe producir un informe en donde determinará si el aeropuerto local reúne las condiciones necesarias para que con su apertura pueda garantizar una completa seguridad para los vuelos internacionales que allí aterricen.
Tratando de cumplir sus funciones de manera objetiva, al principio el visitante adopta una actitud parca sin permitir que nadie pueda influir o inmiscuirse en el reporte que deberá producir. Lentamente y tomando contacto con varios de sus habitantes, entre ellos el director del aeropuerto, una periodista, un taxista, un viejo paisano y sobre todo Edgar (Hayk Bakhryan), un niño de la ciudad vendiendo el escaso agua a sus habitantes, Alain va apreciando las características de un contexto cultural muy diferente al suyo. A través de su estancia en ese recóndito lugar montañoso, va cobrando conciencia de la humanidad y solidaridad que advierte en esta gente étnicamente armenia, sobre todo teniendo en cuenta cómo la misma trata de superar las tensiones bélicas existentes.
https://www.youtube.com/watch?v=-J_UELhKFJA
Aunque narrativamente la directora ha evitado en su guión referirse con más profundidad lo que acontece en esta disputada república, con todo, entrega un noble documento revelando algunos aspectos socio-culturales de la misma que hasta el presente no han sido difundidos.