Livia­na tragicomedia

GARÇON CHIF­FON. Fran­cia, 2020. Un film de Nico­las Maury. 108 minutos

Des­pués de varios años de actua­ción en el tea­tro, tele­vi­sión y cine, Nico­las Maury diri­ge su pri­mer film en el que tam­bién asu­me el rol pro­ta­gó­ni­co, con­si­de­ran­do las peri­pe­cias vivi­das por un come­dian­te que tan­to en su vida pro­fe­sio­nal como per­so­nal no pue­de ocul­tar sus extre­ma­dos celos.

Nico­las Maury

El guión de Maury escri­to con Maud Ame­li­ne y Sophie Fillie­res pre­sen­ta a Jéré­mie (Maury) un actor gay pari­sino de 30 años que no ocul­ta su entu­sias­mo ante la pers­pec­ti­va de par­ti­ci­par en un impor­tan­te film. Suce­de que el direc­tor (Jean-Marc Barr) deci­dió que otro actor más apro­pia­do lo ani­me. A su gran decep­ción se une el hecho de que su com­pa­ñe­ro Albert (Arnaud Valois), can­sa­do de sopor­tar sus enfer­mi­zos celos y resen­ti­mien­tos, le sugie­re fina­li­zar la rela­ción exis­ten­te. Es así que com­ple­ta­men­te humi­lla­do el des­afor­tu­na­do Jéré­mie deja París y se des­pla­za a la zona cam­pes­tre de Limou­sin para asis­tir a una cere­mo­nia en con­me­mo­ra­ción de la muer­te de su padre y al mis­mo tiem­po per­ma­ne­cer con su cari­ño­sa mamá Ber­na­det­te (Natha­lie Baye) quien empa­ti­za con la situa­ción que él atra­vie­sa. Allí deci­de pre­pa­rar­se para una audi­ción con el pro­pó­si­to de par­ti­ci­par en la pie­za musi­cal Spring Awa­ke­ning (El Des­per­tar de la Pri­ma­ve­ra) de Fred Wede­kind; es ésa la opor­tu­ni­dad para que su madre le pro­pon­ga ensa­yar jun­tos el rol que debe­rá inter­pre­tar ani­man­do a un tor­tu­ra­do adolescente.

En esta his­to­ria, un tan­to errá­ti­ca con vuel­tas de giro y algu­nas situa­cio­nes secun­da­rias que dis­traen la aten­ción del tema cen­tral, lo más rele­van­te resi­de en las esce­nas inti­mis­tas enta­bla­das entre madre e hijo en don­de a pesar de algu­nos des­en­cuen­tros que­da resal­ta­do el sóli­do lazo que los une.

Maury trans­mi­te muy bien la fra­gi­li­dad de un ego­cén­tri­co joven con una visión fan­ta­sio­sa de la reali­dad que lo rodea pero que tar­día­men­te comien­za su pro­ce­so de madu­ra­ción a fin de recom­po­ner su vida; por su par­te la vete­ra­na Baye cons­ti­tu­ye una muy gra­ta pre­sen­cia expre­san­do con acier­to la cali­dez y apo­yo brin­da­do por Ber­na­det­te. El res­to del elen­co se desem­pe­ña correc­ta­men­te don­de ade­más de Valois y Barr, inter­vie­ne Lau­ra Calamy encar­nan­do a una con­vul­si­va rea­li­za­do­ra de cine y en una apa­ri­ción de esca­sos segun­do se aso­ma el ros­to de Isa­be­lle Huppert.

En suma, el espec­ta­dor asis­te a una lige­ra come­dia teñi­da de melan­co­lía que sin lle­gar a tras­cen­der se deja ver siem­pre y cuan­do el espec­ta­dor no sea dema­sia­do exigente.
Jor­ge Gutman

El Retorno de LGB

ECHOES

Con la reaper­tu­ra de los espec­tácu­los auto­ri­za­dos por el gobierno de Que­bec, des­pués de un año de con­fi­na­mien­to por la dra­má­ti­ca pan­de­mia Les Grands Ballets (LGB) reanu­da sus actua­cio­nes para satis­fac­ción del públi­co aman­te de la dan­za. En tan sen­ti­do Ivan Cava­lla­ri, el Direc­tor Artis­ti­co de la com­pa­ñía, expre­sa su gran satis­fac­ción con este retorno des­ta­can­do la emo­cion de los bai­la­ri­nes quie­nes se encuen­tran pre­pa­ra­dos para el gran momen­to de vol­ver al esce­na­rio y actuar fren­te a la audiencia.

LES GRANDS BALLETS (Foto: Sasha Onyshchenko)

Para cele­brar la oca­sión, la pres­ti­gio­sa com­pa­ñía de dan­za pre­sen­ta­rá Echoes que inclu­ye una varie­dad de pie­zas cap­tan­do la diver­si­dad de su reper­to­rio, des­de los gran­des ballets clá­si­cos has­ta la dan­za con­tem­po­rá­nea. Con­se­cuen­te­men­te en esta mix­ta pro­gra­ma­ción el públi­co ten­drá oca­sión de des­cu­brir Talis­man, un pas de deux del clá­si­co ballet del gran coreó­gra­fo Marius Pet­pa y un extrac­to de La Bella Dur­mien­te de la renom­bra­da coreó­gra­fa Mar­cia Hay­dée. Los pres­ti­gio­sos coreó­gra­fos Peter Quanz y Andrew Skeels pre­sen­ta­rán Blushing y Réquiem, dos impor­tan­tes pie­zas con­tem­po­rá­neas. Hélè­ne Black­burn, otra per­so­na­lli­dad de la dan­za cana­dien­se, ofre­ce­rá una nue­va pie­za crea­da para la com­pa­ñía inti­tu­la­da Fête sau­va­geDes­pués de haber sido aplau­di­do por el púbi­co en febre­ro de 2020 con Dan­cing Beetho­ven, el des­ta­ca­do coreó­gra­fo Garrett Smith retor­na con Sola­ce. Los bai­la­ri­nes de LGB ten­drán la opor­tu­ni­dad de demos­trar nue­va­men­te sus peri­cias téc­ni­cas con Majis­si­mo de Jor­ge Gar­cia y Spring Waters coreo­gra­fia­do por Asaf Mes­se­rer, famo­so bai­la­rín del Bolshoi.

Echoes será pre­sen­ta­do sin entre­ac­to el 21, 22 y 23 de Abril a las 19h00 y el 24 y 25 de abril a las 14h.en la sala del Tea­tro Mai­son­neu­ve de la Pla­ce des ArtsLas entra­das pue­den adqui­ri­ri­se en línea o bien lla­man­do al 514 849‑0269

Es nece­sa­rio acla­rar que la capa­ci­dad máxi­ma admi­ti­da para cada fun­ción no exce­de­rá 250 per­so­nas así como serán estric­ta­men­te res­pe­ta­das las medi­das de segu­ri­dad de acuer­do al pro­to­co­lo esta­ble­ci­do en tal sentido.

El Poder de la Música

BIG GIANT WAVE / COM­ME UNE VAGUE. Cana­dá, 2020. Un film de Marie-Julie Dallaire

El efec­to musi­cal tra­vés de sus dife­ren­tes mani­fes­ta­cio­nes es abor­da­do por la direc­to­ra Marie-Julie Dallai­re en esta muy bue­na obra de ensayo.

Tenien­do en cuen­ta que la músi­ca es el arte de com­bi­nar los soni­dos, la direc­to­ra se sin­tió intere­sa­da en inves­ti­gar cómo sus ecos pro­ve­nien­tes de los ins­tru­men­tos musi­ca­les y los ema­na­dos de otras fuen­tes gra­vi­tan en el ser humano. Para ello reali­zó un via­je que la tras­la­dó des­de Cana­dá hacia algu­nos paí­ses de Euro­pa, Méxi­co y el oes­te ame­ri­cano para entrar en con­tac­to con emi­nen­tes cien­tí­fi­cos y artis­tas quie­nes a tra­vés de sus expe­rien­cias ofre­cen impor­tan­tes comen­ta­rios sobre este tópico.

Una esce­na de BIG GIANT WAVE

Entre las diver­sas per­so­na­li­da­des par­ti­ci­pan­tes se halla la artis­ta cana­dien­se Tia­na Malo­ne que en su carác­ter de tera­peu­ta musi­cal des­ta­ca el impac­to del soni­do musi­cal como ele­men­to que influ­ye bene­fi­cio­sa­men­te en la salud psi­co­ló­gi­ca de la per­so­na. No menos impor­tan­te es la inter­ven­ción del pres­ti­gio­so eco­lo­gis­ta acús­ti­co cali­for­niano Gor­don Hem­pton quien como apa­sio­na­do colec­cio­nis­ta de los soni­dos enfa­ti­za la belle­za de los mis­mos que pro­vie­nen de los bos­ques y del mar. El docu­men­tal per­mi­te cono­cer la noble y con­mo­ve­do­ra tarea del vene­zo­lano Ron Davis Álva­rez; este pres­ti­gio­so vio­li­nis­ta que es el direc­tor artís­ti­co de El Sis­te­ma en Sue­cia y fun­da­dor de la Dream Orches­tra, ade­más es pro­fe­sor de niños refu­gia­dos pro­ve­nien­tes del Medio Orien­te y Áfri­ca a quie­nes el poder de la músi­ca les ha cam­bia­do radi­cal­men­te sus vidas. Igual­men­te emo­ti­vo son las con­fi­den­cias ver­ti­das por el vio­li­nis­ta Ezra Azmon quien ofre­ce su músi­ca en las calles de Cana­dá, así como los encuen­tros con el can­tan­te y com­po­si­tor cana­dien­se Patrick Watson, el com­po­si­tor ame­ri­cano Osun­la­de y el vio­lon­che­lis­ta Stépha­ne Tétrault quien des­cri­be la magia que se des­pren­de de su ins­tru­men­to Stradivarius.

La muy bue­na con­cep­ción de Dallai­re ha sido plas­ma­da en un irre­pro­cha­ble mon­ta­je de Louis-Mar­tin Para­dis. A todo ello, es impor­tan­te resal­tar el inva­lua­ble apor­te brin­da­do por la foto­gra­fía en blan­co y negro de Tobie Marier-Robi­tai­lle y Josée Des­haies que visual­men­te se com­ple­men­ta con el vigor del soni­do emer­gen­te de esta inusual expe­rien­cia intelectual.

Para con­cluir este muy buen docu­men­tal se bene­fi­cia de los extrac­tos musi­ca­les de Los Pla­ne­tas de Gus­tav Holst, el Ada­gio Para Cuer­das de Samuel Bar­ber, y la Ele­gía de Gabriel Fau­ré. Jor­ge Gutman

Cor­tos Nomi­na­dos al Oscar (2)

A con­ti­nua­ción se comen­ta los 5 cor­to­me­tra­jes nomi­na­dos al Oscar 2021 que per­te­ne­cen al géne­ro docu­men­tal, cuya exhi­bi­ción se rea­li­za en el Ciné­ma du Parc de Montreal.

DO NOT SPLIT (Norue­ga-Esta­dos Uni­dos, 34 minutos)

Aun­que los medios de difu­sión opor­tu­na­men­te han infor­ma­do sobre la intran­qui­la situa­ción impe­ran­te en Hong Kong duran­te los últi­mos años, este docu­men­tal per­mi­te visua­li­zar con mayor deta­lle el enfren­ta­mien­to de los habi­tan­tes de la isla y la poli­cía china.

Esta cró­ni­ca del docu­men­ta­lis­ta Anders Ham­mer enfa­ti­za los esfuer­zos rea­li­za­dos por jóve­nes acti­vis­tas de Hong Kong ante la cre­cien­te intro­mi­sión de las auto­ri­da­des chi­nas tra­tan­do de supri­mir la demo­cra­cia exis­ten­te. El foco que encen­dió la chis­pa del des­con­ten­to popu­lar se pro­du­jo en junio de 2019 con la pro­pues­ta de ley per­mi­tien­do la extra­di­ción a Chi­na con­ti­nen­tal de sos­pe­cho­sos cri­mi­na­les de la isla. De allí en más, a par­tir de octu­bre de 2019 comien­za la vio­len­cia poli­cial para sofo­car las mani­fes­ta­cio­nes de pro­tes­ta. Es allí don­de se refle­ja en toda su dimen­sión la intré­pi­da fil­ma­ción rea­li­za­da por Ham­mer quien bajo el fue­go de las balas y los gases lacri­mó­ge­nos ha logra­do cap­tar inten­sa­men­te las con­fron­ta­cio­nes que se suce­den dia­ria­men­te en las calles de Hong Kong, prác­ti­ca­men­te con­ver­ti­da en un esta­do poli­cial. En ese recuen­to tam­bién se regis­tra el asal­to poli­cial a la Uni­ver­si­dad Poli­téc­ni­ca de la región que que­dó sitia­da por espa­cio de 2 meses.

La pan­de­mia detu­vo las pro­tes­tas a prin­ci­pios de 2020 pero eso no impi­dió que Chi­na adop­ta­ra medi­das más auto­ri­ta­rias con la san­ción de la Ley de Segu­ri­dad Nacio­nal de junio de 2020. Entre algu­nas de las voces que se hacen oír en el docu­men­tal se encuen­tra la de la joven acti­vis­ta Joey Siu que con dedi­ca­ción y valen­tía defien­de la cau­sa de la demo­cra­cia de la isla aun­que fren­te al pano­ra­ma actual mani­fies­ta su incer­ti­dum­bre sobre la carre­ra docen­te que desea­ba emprender.

Con un muy buen mon­ta­je efec­tua­do por Ham­mer, Mark Luken­bill y Bill Ross, el equi­po de fil­ma­ción ha logra­do un exce­len­te cor­to­me­tra­je refle­jan­do la repre­sión y bru­ta­li­dad ejer­ci­da por Chi­na con­tra la pobla­ción de Hong Kong deseo­sa de pro­te­ger su libertad.

HUN­GER WARD (Esta­dos Uni­dos, 40 minutos)

Loa­ble y huma­ni­ta­ria es la labor empren­di­da por el rea­li­za­dor Skye Fitz­ge­rald con este pene­tran­te cor­to­me­tra­je. Su tema se cen­tra en la mayor ham­bru­na del mun­do ente­ro que acon­te­ce en Yemen, un país seve­ra­men­te fla­ge­la­do por la gue­rra civil ini­cia­da hace más de 5 años. Lo alar­man­te es que los más cas­ti­ga­dos son los niños ‑espe­cial­men­te los que habi­tan en el sur del país- cuya des­nu­tri­ción es alarmante.

Fitz­ge­rald ubi­có su cáma­ra en el Hos­pi­tal Sada­qa y la Clí­ni­ca Aslam del desan­gra­do país, resal­tan­do la enco­mia­ble tarea des­ple­ga­da por la doc­to­ra Aida Hus­sein Alsa­deeq y la enfer­me­ra Mek­kia Mah­di. Con gran devo­ción, estas pro­fe­sio­na­les de la salud luchan deses­pe­ra­da­men­te por sal­var las vidas de niños mal nutri­dos debi­do a la dra­má­ti­ca esca­sez de ali­men­tos que afec­ta al país; en tal sen­ti­do pue­de adver­tir­se la aten­ción brin­da­da a la niña de 6 años Abeer cuyo peso es de ape­nas 5 kilos y medio y a Omei­na que con sus 10 años pesa esca­sos 10 kilos; más tris­te aún es con­tem­plar a la bebi­ta Asi­la cuya piel está com­ple­ta­men­te ulce­ra­da por el ede­ma cau­sa­do por fal­ta de alimentación.

A todo ello el bom­bar­deo aéreo lan­za­do por Ara­bia Sau­di­ta y otros paí­ses ára­bes con­tra el gru­po insur­gen­te de hutíes con­tri­bu­ye a aumen­tar el núme­ro de víc­ti­mas de la pobla­ción civil, inclu­yen­do a los infan­tes. Fren­te al lamen­ta­ble pano­ra­ma la situa­ción se ve más agra­va­da con el blo­que impues­to a Yemen que le impi­de reci­bir comi­da y medi­ci­na pro­ve­nien­te de otros paí­ses. Debi­do a la gue­rra y al ham­bre vigen­te la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal para las Migra­cio­nes con­si­de­ró que en 2020 más de 100.000 per­so­nas de Yemen se vie­ron obli­ga­dos a dejar sus hogares.

En esen­cia, este lace­ran­te y con­mo­ve­dor docu­men­tal cons­ti­tu­ye un lla­ma­do de aler­ta al mun­do civi­li­za­do para que adquie­ra con­cien­cia de lo que suce­de en Yemen y acu­da en su ayuda.

COLET­TE (Fran­cia-Ale­ma­nia-Esta­dos Uni­dos, 25 minutos)

Un epi­so­dio vin­cu­la­do con el geno­ci­dio nazi duran­te la Segun­da Gue­rra es lo que abor­da el rea­li­za­dor Anthony Giac­chino enfo­can­do la espe­cial rela­ción for­ja­da entre dos per­so­nas de dife­ren­te generación.

Aún cuan­do es bien sabi­do que el Holo­caus­to ha pro­du­ci­do 17 millo­nes de víc­ti­mas, el rea­li­za­dor aquí se cen­tra espe­cial­men­te en Jean-Pie­rre Cathe­ri­ne que ha sido ase­si­na­do en el cam­po de con­cen­tra­ción de Mit­te­bau-Dora ubi­ca­do cer­ca de Nordhau­sen. Es la nona­ge­na­ria Colet­te Marin-Cathe­ri­ne, una de las sobre­vi­vien­tes de la gue­rra, que desea retor­nar a Ale­ma­nia para visi­tar el lugar don­de su her­mano ado­les­cen­te que había inte­gra­do la resis­ten­cia fran­ce­sa fue cap­tu­ra­do por los nazis poco antes de que con­clu­ye­se el nefas­to con­flic­to bélico.

Para hacer este via­je des­de Fran­cia don­de habi­ta has­ta Ale­ma­nia, ella cuen­ta con el apo­yo físi­co y espi­ri­tual brin­da­do por Lucie Fou­ble, una joven estu­dian­te de his­to­ria que está rea­li­zan­do un tra­ba­jo docu­men­ta­do de los fran­ce­ses que fue­ron depor­ta­dos a dicho cam­po. Duran­te este tra­yec­to entre ambas muje­res que­da cimen­ta­da una gran empa­tía en don­de la ancia­na con­si­de­ra a Lucie como si se tra­ta­ra de su pro­pia nie­ta por el cari­ño­so tra­to que ella le brin­da. La visi­ta al sitio que había sido el cam­po de con­cen­tra­ción pro­du­ce en la ancia­na una fuer­te con­mo­ción al remo­ver las heri­das trau­má­ti­cas de haber per­di­do a Jean-Pie­rre; para Lucie, cons­ti­tu­ye una vital expe­rien­cia el com­par­tir los sen­ti­mien­tos de Colet­te a tra­vés de los tris­tes recuer­dos que aflo­ran en su memoria.

Con gran sen­si­bi­li­dad Giac­chino sigue el derro­te­ro de estas dos almas huma­nas brin­dan­do una esce­na de gran emo­ción cuan­do en el momen­to de la des­pe­di­da Colet­te ofre­ce a Lucie un obse­quio de su per­te­nen­cia que tuvo espe­cial tras­cen­den­cia en su vida. A todas luces este es un cor­to­me­tra­je deci­di­da­men­te recomendable.

A CON­CER­TO IS A CON­VER­SA­TION. (Esta­dos Uni­dos, 13 minutos)

Este con­ci­so rela­to abor­da al pia­nis­ta de jazz y com­po­si­tor Kris Bowers pre­sen­tan­do a Hora­ce Bowers, su que­ri­do abue­lo de 91 años afec­ta­do de cán­cer. En la con­ver­sa­ción que ambos man­tie­nen van reve­lán­do­se aspec­tos de la genea­lo­gía fami­liar así como los vin­cu­la­dos con la iden­ti­dad negra. A tra­vés de films case­ros de la fami­lia, se pue­de apre­ciar cómo Hora­ce sien­do joven dejó su hogar de Flo­ri­da, por­que debi­do al color de su piel debió enfren­tar el racis­mo y la segre­ga­ción; tras­la­dán­do­se al sur de Los Ánge­les allí con­si­guió un tra­ba­jo en una tin­to­re­ría y años des­pués jun­to con su espo­sa esta­ble­cie­ron su pro­pio nego­cio con exi­to­sos resultados.

En ese ínti­mo diá­lo­go el nie­to des­ta­ca que su logro como músi­co negro se debe a los esfuer­zos rea­li­za­dos por su fami­lia así como los estí­mu­los que de ella reci­bió. De allí que resul­te emo­ti­vo con­tem­plar a Kris acom­pa­ña­do de su abue­lo asis­tien­do a la pri­me­ra eje­cu­ción de su con­cier­to para vio­lín “For a Youn­ger Self” en el audi­to­rio Walt Dis­ney. En sín­te­sis, este sen­ci­llo y cáli­do cor­to es un enco­mia­ble tri­bu­to del com­po­si­tor a su abue­lo y a su que­ri­da fami­lia que con su apo­yo ha lle­ga­do a ser lo que es.

A LOVE SONG FOR LATASHA (Esta­dos Uni­dos, 18 minutos)

Tal como lo enun­cia su títu­lo, la direc­to­ra Sophia Nah­li Alli­son brin­da una can­ción de amor para Latasha, median­te un rela­to que evi­den­cia la mane­ra en que los pre­jui­cios pue­den cobrar vidas inocentes.

El 16 de mar­zo de 1991, Latasha Har­lins de 15 años de edad fue ase­si­na­da por Soon Ja du, una corea­na ame­ri­ca­na que ha esta­do a car­go de una lico­re­ría ubi­ca­da en el cen­tro sur de Los Ánge­les. Ese día la joven de color inten­tó com­prar un jugo de naran­ja por valor de 1,79 $ pero como la due­ña del nego­cio supu­so que esta­ba roban­do le dis­pa­ró un tiro mor­tal en la par­te pos­te­rior de su cabe­za; cuan­do la poli­cía lle­gó al lugar del cri­men com­pro­bó que la chi­ca por­ta­ba un bille­te de 2 dóla­res con la inten­ción de efec­tuar el pago de la bebi­da. La jue­za Joy­ce Kar­lin decla­ró a Soon cul­pa­ble del ase­si­na­to; no obs­tan­te la gra­ve­dad del hecho, el cas­ti­go sola­men­te se limi­tó a rea­li­zar 400 horas de tra­ba­jo comu­ni­ta­rio y pagar 500 $ de mul­ta, sin haber res­trin­gi­do su liber­tad. La muer­te de Latasha, agra­va­da por el homi­ci­dio del acti­vis­ta negro Rod­ney King per­pe­tra­do por la poli­cía blan­ca que había acon­te­ci­do 13 días atrás, fue el fac­tor cata­li­za­dor que ori­gi­nó en 1992 los dra­má­ti­cos dis­tur­bios de Los Ánge­les rea­li­za­dos por afro­ame­ri­ca­nos y latinos.

El epi­so­dio men­cio­na­do ins­pi­ró a la rea­li­za­do­ra revi­vir el dra­má­ti­co caso a tra­vés de los tes­ti­mo­nios brin­da­dos por Tybie O’Bard, la mejor ami­ga de Latasha, así como la de su pri­ma Shir­le­ne Har­lins, don­de a tra­vés de la memo­ria des­ta­can los valo­res huma­nos de la víc­ti­ma y su ambi­ción de lle­gar a gra­duar­se en el futu­ro de abo­ga­da que obvia­men­te no pudo concretarse.

El docu­men­tal es un tra­ba­jo deci­di­da­men­te expe­ri­men­tal basa­do en con­ver­sa­cio­nes que en cier­tos momen­tos se inter­ca­lan con la ani­ma­ción de dibujos.

Aun­que la fil­ma­ción resul­ta un tan­to des­igual, lo que aquí tras­cien­de es el cons­ta­tar cómo en el cri­men de Latasha la jus­ti­cia no supo ser ser­vi­da. Jor­ge Gutman

La Direc­to­ra de Orquesta

LA CHEF D’OR­CHES­TRE / THE CON­DUC­TOR Holan­da, 2018. Direc­ción y guión: Maria Peters. 138 minutos

Este emo­ti­vo film de Maria Peters enfo­ca de mane­ra fic­cio­nal a Anto­nia Bri­co, la pri­me­ra mujer reco­no­ci­da y acep­ta­da como direc­to­ra de una orques­ta sin­fó­ni­ca en una épo­ca en que el mun­do musi­cal no con­ce­bía que una repre­sen­tan­te del sexo feme­nino pudie­se estar al fren­te de una orquesta.

Chris­tan­ne de Bruijn

El rela­to comien­za en 1926, pre­sen­tan­do a Willy Wol­ters (Chris­tan­ne de Bruijn) de 24 años naci­da en Roter­dam, que vive en Esta­dos Uni­dos con sus padres adop­ti­vos holan­de­ses (Ray­mond Thiry y Annet Mal­her­be) quie­nes lle­ga­ron al país en pro­cu­ra de un mejor por­ve­nir. Su gran pasión por la músi­ca moti­va que apro­ve­chan­do su tra­ba­jo de aco­mo­da­do­ra en una sala de con­cier­tos, asis­ta a uno de los mis­mos; vien­do cómo diri­ge el direc­tor holan­dés Willem Men­gel­berg (Gijs Schol­ten van Aschat), Willy anhe­la que algún día ella tam­bién pue­da hacerlo.

El deseo de Willy habrá de encon­trar serias difi­cul­ta­des en la medi­da que con­ti­nua­men­te se le hace recor­dar que el des­tino de una mujer es casar­se y tener hijos, como se lo rati­fi­ca Mark Golds­mith (Seu­mas F. Sar­gent), su pro­fe­sor de piano. En ese deve­nir encon­tra­rá un gran apo­yo en Robin Jones (Scott Tur­ner Scho­field), un músi­co que ten­drá un impor­tan­te impac­to en su vida; a todo ello en el terreno sen­ti­men­tal man­tie­ne un cáli­do roman­ce con Frank Thom­sen (Ben­ja­min Wainw­right), un joven per­te­ne­cien­te a una fami­lia de alta con­di­ción social.

El momen­to deci­si­vo para ella se pro­du­ce cuan­do a raíz de una dis­cu­sión con su mamá, esta mujer le hace saber que no es su ver­da­de­ra madre dado que su legí­ti­ma pro­ge­ni­to­ra la ven­dió cuan­do tenía 2 años y que su ver­da­de­ro nom­bre es Anto­nia Bri­co. Esa impre­sio­nan­te noti­cia que Willy había igno­ra­do has­ta ese enton­ces le pro­du­ce un vuel­co emo­cio­nal que la impul­sa a via­jar a Áms­ter­dam a fin de pro­cu­rar su ver­da­de­ra iden­ti­dad, saber quién fue su madre y por­qué la cedió en adop­ción. En ese via­je sale al encuen­tro de Men­gel­berg a quien le supli­ca que le dé lec­cio­nes de direc­ción orques­tal; este hom­bre con­ven­ci­do de la fir­me deter­mi­na­ción de Anto­nia la reco­mien­da al renom­bra­do direc­tor ale­mán Karl Muck (Richard Sam­mel); por tal razón ella se des­pla­za a Ber­lín en don­de a tra­vés de las ense­ñan­zas de su seve­ro pro­fe­sor logra ser admi­ti­da en la pres­ti­gio­sa Aca­de­mia de Músi­ca de Ber­lín. Des­pués de su gra­dua­ción de direc­to­ra de orques­ta, final­men­te con­cre­ta su ansia­do obje­ti­vo cuan­do en 1930 se con­vier­te en la pri­me­ra mujer que diri­ge a la céle­bre Orques­ta Filar­mó­ni­ca de Ber­lín; a ello se une pos­te­rior­men­te su acla­ma­da carre­ra en París y Lon­dres. Su amor por la músi­ca pre­va­le­ce de tal mane­ra que a fin de no tener que dejar su carre­ra recha­za la pro­pues­ta matri­mo­nial de Thomsen.

El tra­mo final del rela­to tie­ne lugar en 1933 en Esta­dos Uni­dos, cuan­do Anto­nia ‑a pesar de su fama euro­pea- tro­pie­za con obs­tácu­los para diri­gir con­cier­tos por su con­di­ción de mujer. Para supe­rar ese incon­ve­nien­te fun­da la New York Wome­n’s Symphony Orches­tra, inte­gra­da obvia­men­te por ins­tru­men­tis­tas feme­ni­nas, que logra un cla­mo­ro­so suce­so en opor­tu­ni­dad del pri­mer con­cier­to ofrecido.

No obs­tan­te su lar­ga dura­ción Peters brin­da un bello film de impe­ca­ble narra­ción cuyo ágil rit­mo per­mi­te que la aten­ción se man­ten­ga per­ma­nen­te­men­te. Todas las actua­cio­nes del elen­co resul­tan alta­men­te con­vin­cen­tes aun­que por la impor­tan­cia de su rol Bruijn sub­yu­ga; ella impri­me a su per­so­na­je el máxi­mo entu­sias­mo, bra­vu­ra y deter­mi­na­ción en la lucha que rea­li­za en una socie­dad machis­ta para demos­trar que la músi­ca no dis­tin­gue el géne­ro sexual.

La belle­za del film que­da real­za­da a tra­vés del apor­te musi­cal de Quin­ten Schram y Bob Zim­mer­man ofre­cien­do extrac­tos de obras de cele­bres com­po­si­to­res como Beetho­ven, Bruck­ner, Dvořák, Gersh­win, Grieg, Mah­ler y Pro­ko­fiev, eje­cu­ta­dos por la Orques­ta Filar­mó­ni­ca de la Radio Holandesa.

En los cré­di­tos fina­les se hace saber que a pesar de su inne­ga­ble talen­to Bri­co nun­ca obtu­vo la posi­ción de direc­to­ra per­ma­nen­te de una orques­ta. Ade­más se men­cio­na una publi­ca­ción de la reco­no­ci­da revis­ta musi­cal Gra­mophone seña­lan­do que en 2017 en el ran­king de los 50 mejo­res direc­to­res de orques­ta de todos los tiem­pos nin­gu­na mujer se encuen­tra en la lis­ta. De todos modos, esa infor­ma­ción no des­car­ta el hecho de que la haza­ña de Anto­nia Bri­co per­mi­tió la aper­tu­ra del camino para futu­ras direc­to­ras de orques­ta. Jor­ge Gutman