Crónica de Jorge Gutman
Como en anteriores ediciones la selección de este año es remarcable. Cada una de los cinco filmes de ficción expresan una inquietud artística reflejando de diferente manera la época en que vivimos.
1. Ala Kachuu (Kirgistán-Suiza). 38 minutos
En su tercer corto la realizadora Maria Brendle ilustra lo que aún perdura en algunas áreas del mundo. La protagonista es Sezim (Alina Turdumamatova), una joven que vive con su familia en una aldea rural de Kirgistán donde aún subsisten ciertas arcaicas tradiciones con respecto al rol que debe desempeñar la mujer. Ella intenta escapar del estilo de vida que alberga a esa comunidad y por eso anhela conseguir una beca para estudiar en Bishkek, la capital de este país de Asia Central. Sin embargo sus padres, a fin de mantener la dignidad y el orgullo de la familia, se oponen a tal situación obligándola a contraer matrimonio con Dayrbek (Nurbek Esengazy Uulu), un joven de otra aldea al que conoce el día de la boda. La forzada situación en la que Sezim se halla la impulsa a adoptar una drástica medida a fin de poder vivir con completa independencia y ser capaz de elegir su propio camino en la vida.
La gran sensibilidad de la cineasta denunciando la ausencia de los derechos humanos de la mujer y la remarcable interpretación de Turdumamatova permiten lograr un emotivo corto que se asocia muy bien con las prédicas del movimiento #metoo.
2.The Dress (Polonia) 29 minutos
Resulta de gran interés este corto creado por estudiantes de la Escuela de Cine de Varsovia y dirigido por Tadeusz Lysiak. El guión del realizador centra su atención en Julka (Anna Dzieduszycka), una joven cuyo enanismo la hace sentir diferente de los demás. Sin que haya matiz alguno en su vida, ella se gana el sustento trabajando en las tareas de limpieza den un motel ubicado en un lugar no especificado de Polonía; su único vínculo social es Renata (Dorota Pomykala), una entrañable compañera de trabajo quien trata de animarla dándole aliento para que pueda esbozar una sonrisa.
Ansiosa de compartir su vida sentimental con un compañero, ella cree hallarlo en Bogdan (Szymon Piotr Warszawski), un camionero que demuestra cierto interés en ella. Mientras aguarda que él regrese de un viaje de 4 días a Kiev, Julkaa intenta recibirlo con un lindo vestido y además adecuadamente maquillada para cambiar su sombrío rostro. El reencuentro resulta a todas luces excitante y con él ella experimentará por primera vez el goce sexual. ¿Podrá Bogdan cambiar la solitaria vida de Julka? En esencia, he aquí un bello cortometraje agraciado con la notable realización de Lysiak y la maravillosa actuación de Dzieduszycka.
3. Please Hold (Estados Unidos) 19 minutos
Podría tratarse de ciencia ficción, pero no lo es. Este corto que transcurre en un futuro no tan lejano retrata a Mateo (Erick López) quien erróneamente es arrestado mediante un dron policial automatizado. Encontrándose confinado en una cárcel que igualmente funciona con inteligencia artificial, se asiste a las desventuras de este inocente hombre que para tratar de lograr su liberación, en su desesperación intenta comunicarse con una voz humana que trate de comprender lo que le está aconteciendo. Muy bien construido y magníficamente narrado el director K.D. Davila disecciona impecablemente las grietas de un sistema judicial mecanizado que afecta la vida de honestos ciudadanos.
4.On My Mind (Dinamarca). 18 minutos
Si hubiese que premiar un guión por su sorprendente originalidad, sin duda que este corto de Martin Strange-Hansen merecería ser galardonado.
Nada es lo que parece en los primeros 15 minutos del relato. En el transcurso de la mañana de un día laborable Henrik (Rasmus Hammerich) que parecería ser un hombre sin hogar, ingresa a un bar de Dinamarca donde él es el único cliente; siendo atendido por la amable cantinera Louise (Camilla Bendix), le solicita un trago de whisky que lo repite tres veces más. Cuando observa una máquina de karaoke allí instalada, pide que se le ponga el disco “Always on My Mind” con el propósito de quererlo cantar. Preben (Ole Boisen), el poco agradable dueño del local, se niega a complacerlo diciéndole que la máquina solamente la echa a andar los fines de semana; debido a su insistencia y con el pago de 500 coronas, Henrik consigue su propósito. Tras haber pedido a la camarera que lo filme al compás de la música comienza a entonar la mencionada canción que la dedica a su querida esposa. ¿Por qué su insistencia y su urgencia para hacerlo?
En los tres minutos finales, el director devela la incógnita que sería inapropiado revelar; lo cierto es que el desenlace de esta ingeniosa y convincente lección de amor es sumamente conmovedora.
5.The Long Goodbye (Gran Bretaña-Holanda) 12 minutos.
Este cortometraje dirigido por Aneil Karia y coescrito con Riz Ahmed demuestra cómo en escasos minutos se puede obtener un sólido relato exponiendo una triste situación que no es ajena a lo que acontece en la actualidad.
En un suburbio londinense una familia británica de origen paquistaní se halla en los últimos preparativos para la celebración de una boda familiar donde en un clima de alegría y felicidad todo está dispuesto para que la fiesta resulte exitosa. Sin embargo la paz se altera cuando una milicia de enmascarados blancos con ayuda de la policía arremeten violentamente en ese hogar y a punta de pistola amenazan y golpean a los horrorizados miembros de la familia.
Con un enfoque semi improvisado, el muy bien elaborado relato demuestra su intencionalidad en el excelente monólogo final recitado por el remarcable actor Ahmed quien magníficamente caracteriza al jefe de la familia. Si bien este es un film de ficción, la violencia expuesta no es ajena a la candente realidad que acontece en Gran Bretaña en donde grupos de extrema ideología de derecha con la retórica de la antiinmigración discriminan al inmigrante por el color de la piel y el lugar de donde proviene.