Una Encan­ta­do­ra Cenicienta

MRS HARRIS GOES TO PARIS. Gran Bre­ta­ña-Hun­gría, 2021. Un film de Anthony Fabian. 115 minutos.

Para quie­nes bus­can un cine alter­na­ti­vo a los pre­va­le­cien­tes block­bus­ters del verano, segu­ra­men­te lo encon­tra­rán en la diver­ti­da come­dia Mrs. Harris Goes to Paris que está basa­da en la nove­la homó­ni­ma de Paul Galli­co publi­ca­da en 1958. Aun­que lle­va­da a la tele­vi­sión en 1982 y con­ver­ti­da en pie­za musi­cal de Broad­way en 2016, la actual ver­sión reúne sufi­cien­tes méri­tos para con­ci­tar la aten­ción del público.

Les­ley Manville

El direc­tor Anthony Fabian, basa­do en la adap­ta­ción que efec­tuó con Carroll Cartw­right, Keith Thom­pson y Oli­via Hetreed, ubi­ca la acción en 1957 pre­sen­tan­do a Ada Harris (Les­ley Man­vi­lle), una mujer lon­di­nen­se de madu­ra edad que ha per­di­do a su mari­do des­apa­re­ci­do en la Segun­da Gue­rra y que man­tie­ne amis­tad con su veci­na Vi (Ellen Tho­mas). Per­te­ne­cien­do a la cla­se tra­ba­ja­do­ra, ella se desem­pe­ña como mujer de lim­pie­za para ganar­se el sustento.

Todo cam­bia para Ada el día que des­cu­bre en la casa de una de sus clien­tas un ele­gan­te ves­ti­do de Dior que la deja des­lum­bra­da. De allí en más se pro­po­ne via­jar a París a fin de lograr un atuen­do simi­lar; la suma dis­po­ni­ble para afron­tar el via­je y la esta­día, la obtie­ne gra­cias a Archie (Jason Isaacs), su ami­go de lar­ga data que es un corre­dor de apuestas.

Una vez lle­ga­da a la céle­bre man­sión Dior de la Ave­nue Mon­tag­ne mani­fies­ta el pro­pó­si­to de que se le con­fec­cio­ne un ves­ti­do. All no poder ocul­tar su humil­de con­di­ción, ella encuen­tra resis­ten­cia en Mada­me Col­bert (Isa­be­lle Hup­pert), la esti­ra­da direc­to­ra del taller de cos­tu­ra, como asi­mis­mo por par­te del alta­ne­ro sas­tre (Ber­trand Pon­cet); pero Ada no se ami­la­na dado que su arro­lla­do­ra sim­pa­tía y su inna­ta gen­ti­le­za le per­mi­ten con­tar con el apo­yo del aris­tó­cra­ta Mar­qués de Chas­sag­ne (Lam­bert Wil­son), como tam­bién de la prin­ci­pal mode­lo Natasha (Alba Bap­tis­ta) y de los emplea­dos del local. A todo ello, la diná­mi­ca dama inter­ven­drá como hada madri­na para que se cris­ta­li­ce el víncu­lo sen­ti­men­tal de Natasha con el tími­do André (Lucas Bra­vo), el con­ta­dor de la firma.

La ama­bi­li­dad, gene­ro­si­dad de espí­ri­tu y el mági­co encan­to que des­ti­la la radian­te Ada harán posi­ble que se pro­duz­can cam­bios sig­ni­fi­ca­ti­vos en la céle­bre man­sión; así, gra­cias a ella el gran modis­to Chris­tian Dior (Phi­lip­pe Ber­lin) dis­pon­drá que los atuen­dos con­fec­cio­na­dos en su taller no estén des­ti­na­dos exclu­si­va­men­te al sec­tor de la alta cla­se social sino a todo el mundo.

Aun­que no depa­ra mayo­res sor­pre­sas, esta fan­ta­sía se dis­tin­gue por su buen elen­co enca­be­za­do por la excep­cio­nal inter­pre­ta­ción de Man­vi­lle como la moder­na Ceni­cien­ta que verá su sue­ño cum­pli­do de poder lucir a la pos­tre un regio ves­ti­do Dior. No obs­tan­te la gra­vi­ta­ción de la actriz en la remar­ca­ble carac­te­ri­za­ción de Mrs. Harris, la pelí­cu­la asi­mis­mo tras­cien­de por la flui­da direc­ción de Fabian, por el exce­len­te dise­ño de pro­duc­ción de Lucia­na Arrighi y por el fas­ci­nan­te ves­tua­rio dise­ña­do por Jenny Bea­van como un rega­lo a la vis­ta que se apre­cia en un des­fi­le de modas. Jor­ge Gutman