SERRE MOI FORT / HOLD ME TIGHT. Francia, 2021. Un film escrito y dirigido por Mathieu Amalric. 97 minutos
El renombrado actor francés Mathieu Amalric quien además ha incursionado en la dirección, ahora vuelve a ubicarse por sexta vez detrás de la cámara y al hacerlo se somete a un inmenso desafío en la medida que su tema, difícil de sintetizar, está expuesto de manera fragmentaria y no cronológica asemejándose a un rompecabezas en donde es necesario ordenar sus diferentes piezas a fin de que tenga sentido. En todo caso el espectador estará confundido al principio del relato pero a la postre su paciencia y esfuerzo serán recompensados como asimismo apreciará el talento del realizador brindando una obra innovadora y trascendente.
Basado en la obra Je reviens de loin’ de Claudine Galea, Serre moi forte ofrece un exhaustivo estudio de la perturbación de la mente que afecta a su protagonista. Ella es Clarisse (Vicky Krieps), una mujer de treinta y tantos años, casada con Marc (Arieh Worthalter) y madre de dos pre adolescentes, la mayor Lucie (Anne-Sophie Bowen-Chatet y el menor Paul (Sacha Ardilly). Una mañana, antes que los suyos se despierten, deja preparado el desayuno para sus hijos y asimismo una lista para su marido a fin de que pueda comprar ciertos comestibles para el hogar; de inmediato toma uno de los dos coches del matrimonio y se lanza a la ruta abandonando a los suyos sin saber el motivo. Observando a esta mujer se tiene la sospecha de que algo raro le acontece y a los 15 minutos de metraje uno puede observar que ese viaje es producto de su imaginación. De allí en más, Amalric obliga a que la audiencia se sumerja en la historia mediante dos líneas narrativas independientes y atemporales. Mientras que Clarisse prosigue su fantasioso viaje, se aprecia que el resto de la familia no se inmuta por su ausencia y que todo continúa normalmente, aún cuando a un momento dado la imaginación se topa con la realidad en un encuentro que ella tiene con su esposo. Nuevamente la trama se disgrega y se observa cómo en la mente de Clarisse el tiempo se adelanta avizorando el futuro de sus hijos como adolescentes (Juliette Benveniste y Aurèle Grzesik); así Lucie habiendo desde pequeña demostrado su vocación hacia el piano es ahora una talentosa pianista y además Clarisse supone que su hija es la extraordinaria pianista Marta Argerich, después de haberla visto en clips ejecutando música de Mozart y Chopin.
El realizador se ha valido del remarcable montaje de François Gedigier para crear este singular crucigrama donde en su desenlace todos los hilos sueltos del relato se encuentran adecuadamente cohesionados. Al excelente logro narrativo de Amalric debe asimismo destacarse la excepcional caracterización de Krieps componiendo un papel extremadamente difícil al haber fehacientemente transmitido dramáticas instancias en que su personaje se enfrenta a la realidad así como en los momentos en que su espejismo trata de negarla.
Queda como resultado un crucial y cautivante drama familiar reflejando cómo la pérdida irreparable que motiva un profundo dolor sigue latente durante el proceso del duelo alterando la salud mental de una persona. Jorge Gutman