Un Dra­ma Familiar

LES MIENS. Fran­cia, 2022. Un film de Roschdy Zem. 85 minutos

En su sex­ta incur­sión ubi­cán­do­se detrás de la cáma­ra Roschdy Zem, ade­más de par­ti­ci­par como actor, brin­da un rela­to dra­má­ti­co ins­pi­ra­do en su pro­pia expe­rien­cia cuan­do un her­mano suyo sufrió un acci­den­te que lo con­vir­tió en una per­so­na des­inhi­bi­da y hos­til afec­tan­do el equi­li­brio familiar.

El guión del cineas­ta com­par­ti­do con la direc­to­ra y actriz Mai­wenn pre­sen­ta a una fami­lia fran­ce­sa ori­gi­na­ria de Marrue­cos don­de a pri­me­ra vis­ta se apre­cia que hay un lazo de unión a pesar de las diver­gen­cias que pue­den sur­gir. Todo empie­za con una comi­da cele­bran­do un cum­plea­ños en don­de se hallan reu­ni­dos los her­ma­nos Ryad (Zem), Mous­sa (Sami Boua­ji­la), Salah (Rachid Bou­cha­reb), Adil (Abel Jafri) y la her­ma­na Samia (Meriem Ser­bah); ellos están acom­pa­ña­dos por los tres hijos de Mous­sa, la espo­sa de Salah como así tam­bién por Emma (Maï­wenn), la com­pa­ñe­ra de Ryad.

El dra­ma acon­te­ce cuan­do estan­do en un club noc­turno Mous­sa se des­va­ne­ce y sufre una fuer­te heri­da en la cabe­za; des­pués de haber sido hos­pi­ta­li­za­do por un tiem­po y pos­te­rior­men­te dado de alta, su tam­ba­lean­te com­por­ta­mien­to demues­tra que men­tal­men­te no se halla total­men­te res­ta­ble­ci­do del daño pro­du­ci­do. A ese hecho con­cu­rre la cir­cuns­tan­cia que antes de su acci­den­te su segun­da mujer lo dejó con la inten­ción de no regre­sar y que debi­do a su actual con­di­ción ha per­di­do el cali­fi­ca­do pues­to que ocu­pa­ba como direc­tor de finan­zas de una empresa.

Como secue­la del trau­ma­tis­mo cra­neal Mous­sa devie­ne una per­so­na ruda y agre­si­va hacia los que lo rodean, sobre todo hacia uno de sus hijos y espe­cial­men­te a Ryad a quien le cri­ti­ca en no haber pres­ta­do la debi­da aten­ción a su fami­lia por estar absor­bi­do por su tra­ba­jo de anfi­trión en un popu­lar pro­gra­ma tele­vi­si­vo de depor­te. Esa acti­tud es tam­bién repro­ba­da por Emma quien ha esta­do con­vi­vien­do con Ryad por dos años y se encuen­tra des­alen­ta­da al no haber logra­do que su pare­ja se incli­na­ra a for­mar su pro­pia familia.

A tra­vés del desa­rro­llo de esta his­to­ria no fal­tan los repro­ches, recri­mi­na­cio­nes, dis­cu­sio­nes y alter­ca­dos que se pro­du­cen en el núcleo fami­liar, debi­do en par­te a la fal­ta de comu­ni­ca­ción en los momen­tos reque­ri­dos. No obs­tan­te es loa­ble el empe­ño vol­ca­do por los miem­bros de la fami­lia en apo­yar y cui­dar de Mous­sa duran­te su cura­ción, con espe­cial énfa­sis por par­te de la abne­ga­da her­ma­na Samia y de Ryad tra­tan­do de con­for­tar­lo como asi­mis­mo reco­nec­tar­se con los suyos.

En el tra­ba­jo más per­so­nal de su fil­mo­gra­fía que con­du­ce a un lumi­no­so des­en­la­ce, Zem narra una emo­ti­va e ínti­ma his­to­ria de las rela­cio­nes diná­mi­cas que se esta­ble­cen entre los miem­bros de una nume­ro­sa fami­lia. Lo cier­to es que Les Miens per­mi­te gene­rar la empa­tía con sus per­so­na­jes muy bien des­crip­tos y carac­te­ri­za­dos por el sol­ven­te elen­co que el rea­li­za­dor ha logra­do reu­nir, inclu­yén­do­se a sí mis­mo. Jor­ge Gutman