Con­mo­ve­dor Film Canadiense

RU. Cana­dá, 2023. Un film de Char­les-Oli­vier Michaud. 116 minutos

Habien­do sido calu­ro­sa­men­te aplau­di­do en oca­sión de su estreno mun­dial en el fes­ti­val de Toron­to, Ru es uno de los mejo­res fil­mes cana­dien­ses de este año. La pelí­cu­la basa­da en el exi­to­so libro homó­ni­mo de Kim Thúy publi­ca­do en 2009 y dis­tin­gui­do con el pres­ti­gio­so Pre­mio del Gober­na­dor Gene­ral de Cana­dá, ha sido mag­ní­fi­ca­men­te tras­la­da­da a la pan­ta­lla, en la adap­ta­ción efec­tua­da por el rea­li­za­dor Char­les-Oli­vier Michaud y Jac­ques Davidts.

La his­to­ria se ubi­ca a media­dos de la déca­da del 70 don­de en el san­grien­to perío­do de la gue­rra de Viet­nam, el afluen­te padre de la fami­lia Ngu­yen An Tinh (Jean Bui) que resi­de en Sai­gón, sufre con los suyos los emba­tes del nor­te del país, sin tener otra opción que esca­par con la caí­da del sur de Vietnam.

Con nota­ble sen­si­bi­li­dad el direc­tor rela­ta las vici­si­tu­des atra­ve­sa­das por dicho núcleo fami­liar que tras vivir tran­si­to­ria­men­te en un cam­po de refu­gia­dos en Mala­sia final­men­te logra tras­la­dar­se a Que­bec, afin­cán­do­se en Granby. Todos los even­tos son enfo­ca­dos a tra­vés de la tris­te mira­da de Tinh (Chloe Djandjl), la tími­da y reser­va­da niña mayor de la fami­lia que es el alter ego de la auto­ra Kim Thuy.

Chan­tal Thuy

Den­tro de una estruc­tu­ra cro­no­ló­gi­ca­men­te no lineal se asis­te a los esfuer­zos de Tinh por ajus­tar­se al entorno cul­tu­ral de Que­bec al tener que apren­der en la escue­la un nue­vo idio­ma, tra­tar de rela­cio­nar­se con gen­te de su edad y habi­tar en una vivien­da menos con­for­ta­ble que la de su hogar en Sai­gón; es así como su exis­ten­cia des­preo­cu­pa­da de Viet­nam la obli­ga aho­ra a enfren­tar una reali­dad dife­ren­te. Pero lo más impor­tan­te para ella es el poder supe­rar sus nefas­tas pesa­di­llas como la de los sol­da­dos de Viet­nam del Nor­te incen­dian­do los libros de la biblio­te­ca fami­liar; asi­mis­mo ella recuer­da los dra­má­ti­cos momen­tos vivi­dos al dejar Sai­gón en un inse­gu­ro bote nave­gan­do a tra­vés del océano, con su madre (Chan­tal Thuy) pro­te­gién­do­la jun­to a sus peque­ños her­ma­nos (Oli­vier Dinh y Xavier Nguyen).

Una de las esce­nas tras­cen­den­tes del rela­to acon­te­ce cuan­do Tinh se encuen­tra con un anciano com­pa­trio­ta (Richard Fré­chet­te) quien le cuen­ta que estan­do enca­de­na­do y a pun­to de ser fusi­la­do por el ejér­ci­to de Viet­nam del Nor­te, su mira­da al cie­lo pro­du­jo el mila­gro que le per­mi­tió sobre­vi­vir; es así que el hom­bre le sugie­re a la niña de ser posi­ti­va y tra­tar de enca­rar el futu­ro con sano opti­mis­mo. Esa luz de espe­ran­za la ofre­ce la fami­lia de Que­bec que fue la aus­pi­cia­do­ra para que la suya pudie­ra resi­dir en Cana­dá; en tal sen­ti­do resul­ta con­mo­ve­dor con­tem­plar la calu­ro­sa aco­gi­da brin­da­da por Nor­man Girard (Patri­ce Robi­tai­lle), su espo­sa Liset­te (Kari­ne Vanas­se) así como su madre Jean­ni­ne (Marie-Thé­rè­se For­tin), al pro­pio tiem­po que Tinh logra vin­cu­lar­se amis­to­sa­men­te con Johan­ne (Mali Cor­beil-Gau­vreau), la hiji­ta del matri­mo­nio Girard.

En esta som­bría his­to­ria exce­len­te­men­te narra­da por Michaud y estu­pen­da­men­te inter­pre­ta­da por la novel y talen­to­sa actriz Chloé Djand­ji se refle­ja el aspec­to de la inmi­gra­ción y el pro­ble­ma de los refu­gia­dos; no obs­tan­te. lo más remar­ca­ble es el espí­ri­tu de soli­da­ri­dad de la pro­vin­cia anfi­trio­na así como el esfuer­zo de adap­ta­ción a la nue­va cul­tu­ra por los recién lle­ga­dos. Aun­que no se acla­ra al final del rela­to si los trau­mas de Thin han des­apa­re­ci­do, todo hace supo­ner que lle­ga­rán a ate­nuar­se y con­ver­tir­se en el futu­ro en una remar­ca­ble escri­to­ra como lo es Kim Thuy. Jor­ge Gutman