THE IRON CLAW. Estados Unidos, 2023. Un film escrito y dirigido por Sean Durkin. 132 minutos.
En su juventud Sean Durkin fue un entusiasta aficionado del deporte de lucha y ese hecho lo motivó a realizar un film sobre el mismo centrando su atención en la historia de una familia de luchadores profesionales. Basado en hechos reales, el realizador ofrece en The Iron Claw un emotivo drama humano resaltando la influencia del deporte en el comportamiento del núcleo familiar.
El film está ambientado en Texas durante la década del 80 presentando a Fritz Von Erich (Holt McCallany) quien en el pasado se desempeñó en la lucha libre y que ahora se dedica a la promoción y entrenamiento de este deporte. Junto con su devota esposa Doris (Maura Tierney) han criado a sus hijos suministrando el cariño propio de buenos padres. Con todo, Fritz está obsesionado en que ellos puedan llegar a ser campeones profesionales de lucha libre; habiendo perdido a Jack, el mayor de ellos, en un lamentable accidente, su gran pena de padre no permite que esa desgracia interfiera en sus planes y por lo tanto está dispuesto a exigir lo máximo de sus otros vástagos a fin de que triunfen en este deporte. Kevin (Zac Efron), su segundo hijo, debe tolerar las desmedidas exigencias de su padre mientras lo está adiestrando, situación que no es diferente para los otros hijos. Así David (Harris Dickinson), quien es considerado por Fritz más carismático que Kevin, está dispuesto a complacerlo sometiéndose al deporte; por su parte Kerry (Jeremy Allen White) es el decepcionado atleta de lanzamiento de disco quien no pudiendo participar en el campeonato olímpico de 1980 de Rusia por el boicot de Estados Unidos, no tiene otra opción que seguir a sus hermanos y agradar a su padre; finalmente el poco atlético y sensible Mike (Stanley Simons),que es adicto a la música rock, es forzado por Fritz a entrenarse en un deporte con el que no guarda afinidad, en reemplazo de su hermano David quien inesperadamente falleció.
El director no incluye en su relato a Chris, el menor de los hijos de la familia, pero esa licencia no afecta su contenido en la medida que se refleja el triste derrotero de esta familia que pareciera haber estado acosada por una maldición, en la medida que resulta inaudito que Fritz haya sobrevivido a casi todos sus hijos, con excepción de Kevin.
En lo que hace a este especial deporte el film ilustra las características que rodean al mismo a la vez que registra las alternativas de los encuentros disputados; esas escenas aunque están filmadas con máximo realismo se alargan demasiado y el elevado nivel de violencia que emerge de las mismas dista de ser confortable.
En la que es sin duda la mejor interpretación de su carrera Efron elocuentemente impresiona cuando se halla en el ring, demostrando su masculinidad como diestro luchador, a la vez que estando fuera de combate no puede ocultar su vulnerabilidad por la presión psicológica de su padre. Por su parte McCallany persuade como el patriarca familiar que a la vez afable y dominante quiere que sus hijos logren la gloria que él no pudo alcanzar. Tierney satisfactoriamente caracteriza a la ecuánime esposa y entrañable madre que observa lo que acontece en el seno familiar. En el resto del solvente elenco, igualmente se destaca Lily James como Pam, la esposa de Kevin quien brindándole su ternura y apoyo constituye el bastión moral que le permite salir a flote. Aunque los roles de White, Dickinson y Simons, merecerían un mayor nivel de descripción, esta omisión está compensada por sus muy convincentes performances.
En resumen, Durkin ofrece un buen retrato del clan de la familia Von Erich en el marco del competitivo mundo de la lucha libre. Asimismo el film permite reflexionar acerca de la naturaleza de la conducta humana observando a Fritz como un padre que no respeta la personalidad de sus hijos adultos pretendiendo imponer el camino que ellos deben transitar por la vida. Jorge Gutman