La Filia­ción al Desnudo

LA PETI­TE. Fran­cia-Bél­gi­ca, 2023. Un film de Gui­llau­me Nicloux. 93 minutos

Con apre­cia­ble sen­si­bi­li­dad el rea­li­za­dor Gui­llau­me Nicloux con­si­de­ra en La Peti­te un dra­ma humano en el que están pre­sen­tes el dolor por la des­apa­ri­ción de un ser que­ri­do y la filia­ción que se pro­du­ce a fin de ate­nuar esa pena.

Mara Taquin y Fabri­ce Luchini

El film que se basa en la nove­la Le Ber­ceau de Fanny Ches­nel median­te un guión pre­pa­ra­do por su auto­ra y Nicloux, intro­du­ce en su pri­me­ra secuen­cia a Joseph (Fabri­ce Luchi­ni), un sexa­ge­na­rio eba­nis­ta tra­ba­jan­do en su taller cuan­do un lla­ma­do tele­fó­ni­co le comu­ni­ca que su hijo homo­se­xual acom­pa­ña­do de su pare­ja han pere­ci­do en un funes­to acci­den­te. A la gran pena expe­ri­men­ta­da por la muer­te de su que­ri­da espo­sa acae­ci­da hace 5 años, se agre­ga aho­ra esta trá­gi­ca pér­di­da don­de tan solo le que­da su hija Aude (Maud Wyler).

Sabien­do que su hijo y su com­pa­ñe­ro anhe­la­ban cons­ti­tuir una fami­lia ellos habían loca­li­za­do a una mujer para que se desem­pe­ña­ra como madre subro­ga­da duran­te la ges­ta­ción, el máxi­mo deseo de Joseph es el de ubi­car a la emba­ra­za­da per­so­na cuya iden­ti­dad des­co­no­ce a fin de que pue­da tener con­si­go a la cria­tu­ra de su difun­to hijo . Para ello, Aude le ayu­da en su ges­tión; aus­cul­tan­do los e‑mails de su her­mano des­cu­bre que la por­ta­do­ra es Rita Van­de­wae­le (Mara Taquin) que vive en Bél­gi­ca, en la ciu­dad fla­men­ca de Gent.

No obs­tan­te su frá­gil esta­do físi­co aque­ja­do por un dolor en la colum­na cer­vi­cal, Joseph deja Bor­deaux, su ciu­dad de resi­den­cia, para diri­gir­se a Bél­gi­ca. A pesar de las difi­cul­ta­des idio­má­ti­cas por no domi­nar la len­gua fla­men­ca, logra con­tac­tar a Rita, una joven madre mono­pa­ren­tal de una niña de 9 años (Juliet­te Met­ten). Al prin­ci­pio el futu­ro abue­lo encuen­tra resis­ten­cia en ella dado que su hijo y su com­pa­ñe­ro no le habían lle­ga­do a pagar la tota­li­dad de la suma adeu­da por el ser­vi­cio de subro­ga­ción. Sin embar­go, a tra­vés del con­ti­nua­do tra­to rena­ce la con­fian­za entre los dos y es así que él cui­da­rá de seguir su emba­ra­zo has­ta el momen­to de parir.

Es intere­san­te obser­var cómo podrá Joseph tener legal­men­te la tenen­cia de la cria­tu­ra, ya que si bien la ges­ta­ción subro­ga­da es tole­ra­da en Bél­gi­ca siem­pre que no sea pecu­nia­ria, Joseph vive en Fran­cia don­de la subro­ga­ción no está permitida.

Sin ahon­dar en mayo­res deta­lles acer­ca de las carac­te­rís­ti­ca que asu­me la adop­ción del bebé, cabe des­ta­car el víncu­lo esta­ble­ci­do entre Joseph con Rita que a pesar de la dis­pa­ri­dad social y cul­tu­ral exis­ten­te entre ambos a la pos­tre se crea un lazo afec­ti­vo que des­ti­la com­ple­ta autenticidad.

En mate­ria acto­ral, el vete­rano Luchi­ni, en uno de los más bri­llan­tes roles de su exi­to­sa carre­ra, con­mo­ve­do­ra­men­te trans­mi­te el due­lo de un hom­bre por la pér­di­da de su hijo al que tra­ta­rá de reem­pla­zar­lo brin­dan­do como abue­lo toda la ter­nu­ra, amor y pro­tec­ción a esa cria­tu­ra que su bio­ló­gi­co padre habría desea­do si hubie­se vivi­do. La actua­ción del vete­rano actor no empa­li­de­ce la de la joven Taquin quien con gran con­vic­ción carac­te­ri­za a la humil­de mujer ague­rri­da y fogo­sa que para com­ple­men­tar sus modes­tos ingre­sos se pres­ta a some­ter­se a una mater­ni­dad subrogada.

Den­tro de una rea­li­za­ción tra­di­cio­nal pero suma­men­te efec­ti­va, Nic­kloux logra un dra­ma rea­lis­ta de huma­na con­no­ta­ción que per­mi­te al espec­ta­dor com­par­tir las emo­cio­nes sus­ci­ta­das por sus dos per­so­na­jes pro­ta­gó­ni­cos. Jor­ge Gutman