AVANT QUE LES FLAMMES NE S’ÉTEIGNENT. Francia, 2023. Un film escrito y dirigido por Mehdi Fikri. 96 minutos
En su primera incursión en el largometraje, el director y guionista Mehdi Fikri aborda en Avant que les flammes ne s’éteignent un potente thriller en el que se inspiró en la experiencia vivida en su antiguo trabajo de periodista en asuntos policíacos donde tuvo oportunidad de constatar episodios de manifiesta violencia policial acaecidos en sectores desfavorecidos de Francia.
La acción transcurre en la época actual y está ambientada en los suburbios de Estrasburgo, en un barrio popular habitado por una comunidad árabe de descendencia norteafricana, como los personajes de esta historia. En su comienzo, Malika (Camélia Jordana), perteneciente a una familia de inmigrantes, recibe telefónicamente la noticia de que su distanciado hermano Karim (Abdelmalik Yahyaoui) de 25 años de edad ha sido detenido por la policía por uso de drogas. A las pocas horas mediante otro llamado se entera que Karim está hospitalizado; cuando apresuradamente concurre al hospital se encuentra con la triste noticia que él murió debido a un ataque de epilepsia. De inmediato queda la sospecha que algo raro aconteció y que la causa del deceso ofrecida en la conferencia de prensa por el jefe policial dista de ser verdadera; por lo tanto después de un intercambio con su núcleo familiar quienes desean enterrar a la víctima lo antes posible ella les convence de posponer el sepelio hasta esclarecer lo sucedido. Cuando en la morgue se le permite a Malika tomar una foto del desnudo torso de su hermano, comprueba que exhibe graves heridas infligidas por quienes lo han arrestado.
A partir de allí la joven decide emprender una enconada lucha a fin de que se imponga la verdad de lo realmente acontecido. Para ello recolecta fondos para sufragar el trabajo de Harchi (Makita Samba), un eficiente abogado privado a fin de presionar al inmoral procurador del distrito (François Raison) y a las corruptas instituciones deseosas de encubrir el provocado crimen. En esas circunstancias, Malika igualmente se sentirá apoyada por Slim (Samir Guesni) un emprendedor activista de la comunidad, su hermano Driss (Sofian Zermani) y hermana Nour (Sonia Faidi), como asimismo por las manifestaciones de protesta realizadas por el vecindario denunciando la muerte de Karim yr la sistemática discriminación racial sufrida por la colectividad árabe de la zona.
A medida que avanza el relato se genera una apreciable tensión en la medida que al dolor experimentado por Malika y su familia por la pérdida del ser querido se agregan los numerosos obstáculos interpuestos por parte de un prevaleciente sistema de justicia prejuicioso de las minorías étnicas; es así que en un momento dado, algunos familiares se preguntan si vale la pena proseguir la batalla judicial emprendida.
El caso de ficción aquí enfocado no es atributo exclusivo de Francia dado que lamentablemente la exclusión de comunidades de inmigrantes humildes del marco social es también una realidad en otras regiones del mundo; pero observando lo que este drama ilustra queda la pregunta de si los ideales de la clásica consigna de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” proclamada por la Revolución Francesa, resultan aplicables en la actualidad.
El film se ve favorecido por un magnífico reparto en el que Jordana destella en su magnífica caracterización de Malika, una heroína que con brío y pasión está dispuesta a no claudicar y perseverar para que se admita que su hermano ha sido vilmente asesinado por la policía. Además de los artistas mencionados en esta crónica, asimismo se distinguen Sofian Khammes, Louise Coldely, Hammou Graïa, Shams Fikri y Kaoutar Harchi.
Globalmente considerado, en su promisorio debut Mehdi Fikri ha logrado un absorbente drama social cuya fluida narración permite concentrar la atención a lo largo de su desarrollo. Jorge Gutman