Fil­mes Eva­lua­dos en el TIFF (3)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Quis­ling – The Final Days (Norue­ga). Spe­cial Presentations

Aun­que no tan cono­ci­do como otros nefas­tos epi­so­dios que Euro­pa expe­ri­men­tó duran­te la Segun­da Gue­rra, el direc­tor Erik Pop­pe cen­tra aquí su aten­ción en la per­so­na­li­dad de Vid­kun Quis­ling, quien fue el Pre­si­den­te Minis­tro de Norue­ga des­de ini­cios de 1942 has­ta la con­clu­sión del omi­no­so con­flic­to bélico.

QUIS­LINGTHE FINAL DAYS

El pal­pi­tan­te rela­to basa­do en el guión de Siv Rajen­dram Elias­sen y Anna Bache-Wiig comien­za pre­ci­sa­men­te el 8 de mayo de 1945, des­pués de varios años de ocu­pa­ción ale­ma­na en Norue­ga, con la trans­mi­sión radial efec­tua­da por Quis­ling (Gard B. Eids­vold) des­de su des­pa­cho, exal­tan­do la figu­ra de Hitler. Al día siguien­te es arres­ta­do por el nue­vo gobierno sien­do acu­sa­do por alta trai­ción a la patria como cola­bo­ra­cio­nis­ta con el régi­men nazi duran­te su man­da­to. A fin de que este indi­vi­duo no lle­gue a con­ver­tir­se en már­tir, el obis­po de Oslo (Las­se Kols­rud) soli­ci­ta al pas­tor Peder Olsen (Anders Daniel­sen Lie) que actúe como con­se­je­ro espi­ri­tual del pri­sio­ne­ro y con­se­guir que lle­gue a admi­tir el daño infli­gi­do al país; esa misión debe ser man­te­ni­da en secre­to, sin que Olsen inclu­so pue­da reve­lar­la a su espo­sa Hei­di (Lisa Loven Kongsli).

Las con­ver­sa­cio­nes man­te­ni­das entre Olsen y Quis­ling abar­can con­si­de­ra­ble par­te de este rela­to, resal­tan­do los esfuer­zos del pre­la­do para que el acu­sa­do reco­noz­ca y se arre­pien­ta del mal come­ti­do aun­que de modo alguno Quis­ling se pro­po­ne hacer­lo; a tra­vés de esos diá­lo­gos, sur­gen temas filo­só­fi­cos vin­cu­la­dos con la moral, la reli­gión e inclu­sos pre­cep­tos del Nue­vo Tes­ta­men­to. En la medi­da que Olsen no logra su come­ti­do, va per­dien­do la fe en la tarea empren­di­da aun­que reci­bien­do el apo­yo de su mujer que lle­ga a impo­ner­se de lo que está sucediendo.

Cuan­do lle­ga el momen­to del jui­cio, Quis­ling fir­me­men­te recha­za la pro­po­si­ción de su abo­ga­do Hen­rik Bergh (Øyvind Brand­tzæg) para que en su defen­sa ale­gue haber pade­ci­do de pro­ble­mas men­ta­les, dado que él man­tie­ne su fir­me pos­tu­ra de haber sido fiel a su patria fren­te al comu­nis­mo ruso; es así que ade­más ale­ga haber sal­va­do a los judíos; esa afir­ma­ción con­tra­di­ce lo que mani­fies­ta Leo Eitin­ger /Benjamin L. Ros­ter), un sobre­vi­vien­te judío que denun­cia la deni­gran­te acción anti­se­mi­ta del enjui­cia­do al haber depor­ta­do judíos norue­gos hacia los cam­pos de concentración.

No obs­tan­te su dura­ción cer­ca­na a las dos horas y media, el rea­li­za­dor con­si­gue man­te­ner fir­me­men­te el inte­rés de la audien­cia, valién­do­se del exce­len­te guión y en espe­cial por las super­la­ti­vas inter­pre­ta­cio­nes brin­da­das por Eids­vold como el afe­rra­do indi­vi­duo que de nin­gún modo renun­cia a sus con­vic­cio­nes decla­rán­do­se ino­cen­te de lo que lo que se le acu­sa, así como Daniel­sen Lie trans­mi­tien­do con pre­ci­sión los prin­ci­pios mora­les que ani­dan en su per­so­na­je. En los pape­les de apo­yo ade­más de Kongs­li se luce Lisa Car­lehed ani­man­do a la mujer ucra­nia­na de Quis­ling, com­ple­ta­men­te con­sus­tan­cia­da con la ideo­lo­gía de su esposo.

En suma, Pop­pe ha logra­do un vibran­te dra­ma judi­cial capaz de sumer­gir al espec­ta­dor en la gama emo­cio­nal vivi­da por los pro­ta­go­nis­tas de esta historia.

Vik­tor (Ucra­nia-Rusia). Platform

El lamen­ta­ble con­flic­to emer­gen­te de la inva­sión rusa a Ucra­nia a par­tir de febre­ro de 2022 es nue­va­men­te tra­ta­do por el cine en este valio­so docu­men­tal del direc­tor y fotó­gra­fo fran­cés Oli­vier Sar­bil foca­li­zan­do su aten­ción en Vik­tor, un joven ucra­niano afec­ta­do de sordera.

VIK­TOR

Tenien­do en cuen­ta que Sar­bil igual­men­te sufre de esa afec­ción en su oído dere­cho, al haber sido heri­do por una gra­na­da pro­pul­sa­da por un cohe­te en oca­sión de haber esta­do docu­men­tan­do la gue­rra civil en Libia, con­si­gue una com­ple­ta iden­ti­fi­ca­ción con la suer­te corri­da por el pro­ta­go­nis­ta de la his­to­ria relatada.

La acción trans­cu­rre en Jár­kov, duran­te las pri­me­ras sema­nas en que Ucra­nia sufre los emba­tes de la sinies­tra inva­sión rusa, ini­cia­da en febre­ro de 2022. Es allí don­de Vik­tor vive con su madre y fren­te a lo que está ocu­rrien­do desea con ansie­dad con­ver­tir­se en un lucha­dor defen­dien­do a su país; en tal sen­ti­do eso es debi­do a la mar­ca­da influen­cia de su falle­ci­do padre quien le insu­fló el espí­ri­tu mili­tar así como tam­bién por los fil­mes de samu­ráis que ha vis­to, tra­tan­do de emu­lar la con­duc­ta gue­rre­ra de los mis­mos. Aun­que en prin­ci­pio, su par­ti­ci­pa­ción es dene­ga­da a cau­sa de su pro­ble­ma audi­ti­vo, con su nota­ble estoi­cis­mo logra con­ven­cer a las auto­ri­da­des de incor­po­rar­lo en cali­dad de fotó­gra­fo volun­ta­rio; tes­ti­mo­nian­do lo que acon­te­ce pron­to com­prue­ba cómo su roman­ti­cis­mo gue­rre­ro cede paso a una som­bría realidad.

Mer­ced a la diná­mi­ca comu­ni­ca­ción enta­bla­da con Vik­tor median­te el len­gua­je de los sig­nos en idio­ma ruso, Sar­bil ha segui­do sus pasos a tra­vés del pro­ce­so de fil­ma­ción trans­cu­rri­do por espa­cio de casi dos años, expo­nien­do su his­to­ria así como sus vul­ne­ra­bi­li­da­des en la tarea emprendida.

Median­te imá­ge­nes cap­ta­das en blan­co y negro, el film se bene­fi­cia de una estu­pen­da viven­cia audio­vi­sual; en tal sen­ti­do el mane­jo del soni­do adquie­re rele­van­cia en este docu­men­tal y en tal aspec­to el direc­tor reco­no­ce la valio­sa cola­bo­ra­ción obte­ni­da por el equi­po de soni­do inte­gra­do por Nico­las Bec­ker, Keik­ki Kos­si y Peter Albrechtsen; es así que las téc­ni­cas de dise­ño sono­ro per­mi­ten que el espec­ta­dor que­de sumer­gi­do en el mun­do del valien­te camarógrafo.

Glo­bal­men­te con­si­de­ra­do Sar­bil trans­mi­te en este enco­mia­ble e ínti­mo docu­men­tal la resi­lien­cia, valor y deter­mi­na­ción de Vik­tor quien a pesar de su dis­ca­pa­ci­ta­ción audi­ti­va logra con su cáma­ra regis­trar los horro­res de la gue­rra que enlu­ta a su país.

La Liber­tad de Fie­rro (Méxi­co-Cana­dá-Gre­cia). Documentaries

Des­pués de que en 2009 el direc­tor y guio­nis­ta San­tia­go Estei­nou se impu­so sobre lo acae­ci­do en 1980 con el encar­ce­la­mien­to y con­de­na a muer­te del mexi­cano César Fie­rro, comen­zó a inte­re­sar­se por este caso, lo cual lo moti­vó a fil­mar en 2014 “Los Años de Fie­rro°, reca­pi­tu­lan­do los moti­vos que lle­va­ron a dicho indi­vi­duo a esta dra­má­ti­ca situación.

LA LIBER­TAD DE FIERRO

Es así que habien­do trans­cu­rri­do una déca­da, Estei­nou vuel­ve sobre el tema en La Liber­tad de Fie­rro al haber sido libe­ra­do en mayo de 2020 por haber sido sen­ten­cia­do por error. ¿Qué es lo que sien­te una per­so­na que reco­bra su liber­tad des­pués de haber esta­do ence­rra­do duran­te tan lar­go perío­do en la uni­dad Polansky, una pri­sión de máxi­ma segu­ri­dad del esta­do de Texas. don­de en sus últi­mas dos déca­das fue man­te­ni­do en com­ple­to aislamiento?

El film no hace refe­ren­cia a los aspec­tos lega­les que invo­lu­cró su arres­to por el ase­si­na­to de un taxis­ta mexi­cano come­ti­do en El Paso en febre­ro de 1979 al cual Fie­rro siem­pre mani­fes­tó su ino­cen­cia al no haber habi­do evi­den­cia con­cre­ta de ser el homi­ci­da; sólo si se sabe que has­ta 2019 esta­ba espe­ran­do su eje­cu­ción en el pabe­llón de la muer­te y que debi­do a su ape­la­ción y a un nue­vo estu­dio de su caso, la sen­ten­cia de muer­te que­dó anulada.

A tra­vés de todos estos años ha exis­ti­do una sóli­da amis­tad entre el docu­men­ta­lis­ta y Fie­rro y es así que en esta pelí­cu­la se pue­de obser­var cómo el direc­tor, en cier­ta for­ma se con­vier­te en una suer­te de tutor a par­tir del momen­to en que el ex pre­si­dia­rio, habien­do sido depor­ta­do de Texas, arri­ba a Méxi­co. Así, en la capi­tal mexi­ca­na, Estei­nou y otros ami­gos le pro­cu­ran alo­ja­mien­to y comi­da has­ta que pudie­ra des­en­vol­ver­se por su pro­pia cuen­ta, con­si­de­ran­do que duran­te su encie­rro fue des­pro­vis­to de cual­quier apren­di­za­je dado que esta­ba des­ti­na­do a morir.

El direc­tor sigue cada uno de sus pasos impo­nién­do­se al prin­ci­pio del esta­do aní­mi­co de Fie­rro al que para­dó­ji­ca­men­te le cues­ta adap­tar­se a la liber­tad exte­rior habien­do esta­do con­fi­na­do duran­te lar­go tiem­po en los muros de la cár­cel; entre otros aspec­tos, Estei­nou le ense­ña a mane­jar el telé­fono celu­lar que le es pro­vis­to, como asi­mis­mo poder encen­der y ope­rar un apa­ra­to de tele­vi­sión en esta épo­ca digital.

Sin des­bor­dar en un for­za­do sen­ti­men­ta­lis­mo, el docu­men­tal ilus­tra la visi­ta de Fie­rro a Ciu­dad Juá­rez, don­de había resi­di­do, encon­trán­do­se con algu­nos anti­guos cono­ci­dos de la zona, así como es cáli­da­men­te reci­bi­do por sus fami­lia­res. En tan­to, sin mucho futu­ro en dicha ciu­dad retor­na a la capi­tal azte­ca don­de siguió cur­sos de coci­na ade­más de prac­ti­car tai chi, una vía reco­men­da­ble para mejo­rar la salud men­tal y poder mane­jar mejor sus emociones.

A todas luces, se asis­te a un sobrio y con­mo­ve­dor docu­men­tal en el que el docu­men­ta­lis­ta pro­po­ne a su audien­cia un via­je emo­ti­vo jun­to a Fie­rro, hoy de 67 años de edad, a tra­vés de su rein­te­gro a la vida normal.

Ain­da Estou Aqui / I’m Still Here (Bra­sil-Fran­cia). Spe­cial Presentations

Para rei­vin­di­car la memo­ria colec­ti­va de un tris­te pasa­do his­tó­ri­co regis­tra­do en su tie­rra, el direc­tor bra­si­le­ño Wal­ter Salles retor­na exi­to­sa­men­te con este valio­so drama.

AIN­DA ESTOU AQUÍ

En el mag­ní­fi­co guión de Muri­lo Hau­ser y Hei­tor Lore­ga, la acción comien­za en 1971 en ple­na dic­ta­du­ra mili­tar de Bra­sil, pre­sen­tan­do al ex con­gre­sis­ta Rubens Pai­va (Sel­ton Mello), su espo­sa Euni­ce (Fer­nan­da Torres) y su fami­lia inte­gra­da por 4 hijas y un hijo de varia­da edad, vivien­do en Río de Janei­ro. En los pri­me­ros 35 minu­tos del rela­to se asis­te a un armo­nio­so núcleo fami­liar don­de nin­guno de sus inte­gran­tes ima­gi­na lo que sobre­ven­dría. El idí­li­co pano­ra­ma se ensom­bre­ce cuan­do tres miem­bros del ejér­ci­to se aper­so­nan al hogar de los Pai­va para lle­var al jefe de fami­lia a un inte­rro­ga­to­rio que no debe­ría insu­mir mucho tiem­po; a medi­da que las horas trans­cu­rren y Rubens no retor­na, el temor de Euni­ce comien­za a cun­dir, sobre todo cuan­do al poco tiem­po ella jun­to con su hija Elia­na de 12 años son for­za­das a acu­dir a un for­mal inte­rro­ga­to­rio que en reali­dad no lo es tal; mien­tras que la niña es libe­ra­da pron­ta­men­te, su madre es some­ti­da a una inten­sa humi­lla­ción y tor­tu­ra por espa­cio de varios días para pos­te­rior­men­te per­mi­tir­le regre­sar a su hogar.

Fren­te a su mari­do ausen­te, Euni­ce ini­cia con deses­pe­ra­ción una lucha des­ti­na­da a saber su para­de­ro. Es así que a par­tir de enton­ces, ella es exclu­si­va­men­te res­pon­sa­ble de sos­te­ner y man­te­ner uni­da a su fami­lia como asi­mis­mo se con­vier­te en una férrea acti­vis­ta defen­so­ra de los dere­chos huma­nos. El rela­to se tras­la­da a 1996, fecha en la que Euni­ce uni­da a sus hijos ya adul­tos cele­bran que el Poder Judi­cial de Bra­sil haya reco­no­ci­do la muer­te de Mar­ce­lo a los pocos días de haber sido secues­tra­do por los mili­ta­res. A todo ello la pelí­cu­la ilus­tra los regis­tros fíl­mi­cos de la fami­lia logra­dos por la hija mayor Vera (Valen­ti­na Hers­za­ge) con su cáma­ra Super 8. Como epí­lo­go de esta his­to­ria basa­da en acon­te­ci­mien­tos reales se obser­va a la fami­lia reu­ni­da en 2014 don­de Fer­nan­da Mon­te­ne­gro ‑la gran actriz de Cen­tral do Bra­sil (1998) y madre de Fer­nan­da Torres en la vida real- ani­ma a la frá­gil ancia­na Euni­ce pos­tra­da en silla de rue­das; rodea­da del clan fami­liar, ella obser­va la ale­gría ema­na­da por sus hijos y nie­tos revi­ta­li­zan­do el indes­truc­ti­ble lazo de los Pai­va como lo era antes de la des­apa­ri­ción de su patriarca.

Nue­va­men­te Salles, reafir­ma su talen­to narra­ti­vo con este subli­me y con­mo­ve­dor dra­ma humano imbui­do de indis­cu­ti­ble auten­ti­ci­dad y resal­ta­do por la excep­cio­nal carac­te­ri­za­ción logra­da por Torres como la madre cora­je capaz de mover mon­ta­ñas en su recla­mo de jus­ti­cia, ponien­do en evi­den­cia la cruel­dad del régi­men mili­tar que enlu­tó al país en los años 60 y 70.

El film deja un sabor amar­go cuan­do en los cré­di­tos fina­les se lee que nin­guno de los res­pon­sa­bles de los crí­me­nes come­ti­dos duran­te la dic­ta­du­ra mili­tar fue enjui­cia­do como tam­po­co envia­do a prisión.

En suma, esta remar­ca­ble pelí­cu­la fue galar­do­na­da en el fes­ti­val de Vene­cia con el pre­mio al mejor guión com­par­ti­do por Hau­ser y Lorega.

Pol­vo Serán (Espa­ña-Ita­lia-Sui­za). Platform

El deli­ca­do tema de la euta­na­sia es mesu­ra­da­men­te con­si­de­ra­do por el rea­li­za­dor espa­ñol Car­los Marqués-Marcet.

POL­VO SERÁN

El dere­cho del indi­vi­duo a poner fin a su exis­ten­cia estan­do con­ven­ci­do de que no tie­ne ya más sen­ti­do seguir vivien­do con extre­ma­da dolen­cia físi­ca es un tópi­co que no con­ci­ta uná­ni­me adhe­sión; sin embar­go la his­to­ria rela­ta­da por Mar­qués-Mar­cet median­te su guión com­par­ti­do con Cla­ra Roquet y Coral Cruz adquie­re espe­cia­les carac­te­rís­ti­cas que logran con­ci­tar interés.

El rela­to está ambien­ta­do en Espa­ña en don­de resi­de el matri­mo­nio de edad madu­ra inte­gra­do por Clau­dia (Ange­la Moli­na), una actriz, y Fla­vio (Alfre­do Cas­tro), un direc­tor tea­tral. La armo­nía de la pare­ja se ve con­fir­ma­da a tra­vés de 40 años de exce­len­te con­vi­ven­cia con­yu­gal y es por ello que al estar Clau­dia afec­ta­da de un cán­cer ter­mi­nal, ese dolo­ro­so acon­te­ci­mien­to entur­bia la feli­ci­dad rei­nan­te. La situa­ción adquie­re un cli­ma de ten­sión cuan­do ella deci­de some­ter­se a una euta­na­sia a rea­li­zar­se en Sui­za para evi­tar su degra­da­ción corporal.

La deci­sión de Clau­dia es acom­pa­ña­da por la de su mari­do que a pesar de que él no enfren­ta nin­gún pro­ble­ma de salud debi­do al gran amor que le pro­fe­sa deci­de igual­men­te ser pasi­ble de una muer­te asis­ti­da para que ambos pue­dan reen­con­trar­se en el más allá. Natu­ral­men­te, esa dra­má­ti­ca deci­sión reper­cu­te en los hijos del matri­mo­nio don­de Vio­le­ta (Móni­ca Almi­rall), actuan­do como inter­me­dia­ria, es la úni­ca pri­mo­gé­ni­ta que tra­ta de com­pren­der la acti­tud de sus padres. No obs­tan­te el pate­tis­mo que emer­ge del tema tra­ta­do, el rea­li­za­dor con­si­gue ate­nuar las ten­sio­nes con momen­tos de con­vin­cen­te humor.

Abor­dan­do un tópi­co tan rele­van­te como el des­crip­to, Mar­qués-Mar­cet per­mi­te que su rela­to alcan­ce con­si­de­ra­ble enver­ga­du­ra emo­cio­nal sin caer en gol­pes bajos. Si algu­na obser­va­ción mere­ce este film es la incur­sión de algu­nos núme­ros musi­ca­les que aun­que bien coreo­gra­fia­dos solo per­si­gue brin­dar un cli­ma surrea­lis­ta que bien pudo haber sido evi­ta­do sin menos­ca­bar lo que se está con­tem­plan­do; de todos modos esta obser­va­ción de modo algu­noa menos­ca­ba el pro­fun­do huma­nis­mo que nutre a este historia.

Con la extra­or­di­na­ria actua­ción de la vete­ra­na Moli­na y del nota­ble Cas­tro ani­man­do el apa­sio­na­do amor de sus pro­ta­go­nis­tas y la irre­pro­cha­ble pues­ta escé­ni­ca del cineas­ta se asis­te a este genuino dra­ma sobre la muer­te asis­ti­da que per­sis­te en la men­te de la audien­cia una vez fina­li­za­da su proyección.

Por sus inne­ga­bles méri­tos, el film fue pre­mia­do como el mejor de los 10 pre­sen­ta­dos en Plat­form, la úni­ca sec­ción com­pe­ti­ti­va del Tiff.

Fil­mes Eva­lua­dos en el TIFF (2)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Ernest Cole, Lost and Found (Esta­dos Uni­dos). Documentaries

ERNEST COLE, LOST AND FOUND

El remar­ca­ble direc­tor hai­tiano Raoul Peck, quien fue­ra un des­ta­ca­do polí­ti­co en su país natal para dedi­car­se pos­te­rior­men­te al cine, ya ha dado mues­tras de su talen­to abor­dan­do per­so­na­li­da­des que con­si­de­ra­ron el tema de la dis­cri­mi­na­ción racial. Así en el docu­men­tal I Am Not Your Negro (2016) con­si­de­ró el pro­ble­ma del racis­mo en Esta­dos Uni­dos, a tra­vés de James Bald­win (1924 – 1987), un emi­nen­te escri­tor e inte­lec­tual afro­ame­ri­cano que dedi­có impor­tan­tes años de su vida a ana­li­zar este urti­can­te tema. En esta opor­tu­ni­dad Peck exa­mi­na al excep­cio­nal fotó­gra­fo suda­fri­cano Ernest Cole (1940 – 1990), exi­lia­do en Esta­dos Unidos.

En 2017 ha sido des­cu­bier­to en la bóve­da de un ban­co de Esto­col­mo más de 60 mil nega­ti­vos de fotos de Cole cap­ta­das en 35 milí­me­tros que se habían con­si­de­ra­do per­di­das; ese acon­te­ci­mien­to ha sido el moti­vo que ins­pi­ró a Peck para rea­li­zar este docu­men­tal. Para su imple­men­ta­ción el direc­tor ha ela­bo­ra­do un guión en base a escri­tos del artis­ta como asi­mis­mo reco­gien­do tes­ti­mo­nios de sus ami­gos y fami­lia­res y en espe­cial de la impor­tan­te cola­bo­ra­ción obte­ni­da de Les­lie Matlai­sa­ne, el sobrino de Cole quien tuvo a su car­go la super­vi­sión de las fotos halla­das en Sue­cia. En con­se­cuen­cia el film revi­ve a Cole a tra­vés de la remar­ca­ble voz del actor LaKeith Stan­fi­eld a car­go de la narración.

Des­de sus pri­me­ros años de exis­ten­cia Cole fue tes­ti­go de la humi­lla­ción y vejá­me­nes sufri­dos por la comu­ni­dad negra de Sudá­fri­ca quie­nes esta­ban obli­ga­dos a ganar­se su pan tra­ba­jan­do al ser­vi­cio de sus racis­tas patro­nes blan­cos. Su pasión por la foto­gra­fía moti­vó que su cáma­ra cons­ti­tu­ye­ra su ins­tru­men­to vital de tra­ba­jo y con ella fue cap­tan­do dra­má­ti­cas fotos refle­jan­do esa dis­cri­mi­na­ción. En 1966 se tras­la­da a New York y habien­do sido emplea­do por Drum Maga­zi­ne con­si­gue reco­pi­lar las fotos denun­cian­do el apartheid que fue­ron publi­ca­das en el libro Hou­se of Bon­da­ge, cuya gran reper­cu­sión lo con­vir­tió en uno de los gran­des artis­tas negros de su generación.

Sin embar­go, duran­te los pri­me­ros años de su estan­cia en la gran metró­po­li, don­de el país vive la lar­ga lucha del movi­mien­to por los dere­chos civi­les, el artis­ta cons­ta­ta que la segre­ga­ción racial hacia los afro­ame­ri­ca­nos no es muy dife­ren­te de la exis­ten­te en Sudá­fri­ca; eso lo vuel­ve a docu­men­tar con su cáma­ra al igual que en sus via­jes rea­li­za­dos a varias ciu­da­des de Esta­dos Unidos.

En esen­cia, Peck refle­ja la sole­dad y ais­la­mien­to que Cole expe­ri­men­ta al pro­pio tiem­po que sien­te una pro­fun­da nos­tal­gia por su tie­rra y el deseo de retor­nar aun­que es cons­cien­te que resul­ta impo­si­ble de hacer­lo. Simul­tá­nea­men­te el film ilus­tra los acon­te­ci­mien­tos acae­ci­dos duran­te ese perío­do en Sudá­fri­ca, así como el boi­cot inter­na­cio­nal al país por el detes­ta­ble sis­te­ma racial. Curio­sa­men­te, cuan­do nue­vos vien­tos soplan en el país afri­cano con el fin del apartheid y la libe­ra­ción de Nel­son Man­de­la en febre­ro de 1990, seis días des­pués un cán­cer cobra la vida de Cole.

El docu­men­ta­lis­ta logra un vibran­te film muy bien cons­trui­do y exce­len­te­men­te edi­ta­do por Ale­xan­dra Strauss a la vez que cons­ti­tu­ye un mere­ci­do home­na­je al memo­ra­ble artis­ta dejan­do un lega­do a las nue­vas gene­ra­cio­nes con sus anto­ló­gi­cas fotos. En los cré­di­tos fina­les se mani­fies­ta que Peck dedi­ca este tra­ba­jo “en memo­ria de todos aqué­llos que mue­ren en el exi­lio”.

Sad Jokes (Ale­ma­nia). Discovery

SAD JOKES

Des­pués de su logra­da ópe­ra pri­ma Bones and Names (2023) el direc­tor y guio­nis­ta Fabian Stumm rati­fi­ca su talen­to en su segun­do tra­ba­jo detrás de la cáma­ra y en el cual se reser­va el rol protagónico.

En su pró­lo­go el títu­lo del film hace una vaga refe­ren­cia a una rápi­da serie de chis­tes sin mucha gra­cia comen­ta­dos por varias per­so­nas, aun­que a lo lar­go del rela­to sí hay uno ver­da­de­ro alu­dien­do a que a un café depri­mi­do se lo pue­de deno­mi­nar “depres­so”. Dejan­do de lado dicho humor, la his­to­ria cobra vue­lo intro­du­cien­do a Joseph (Stumm), un direc­tor de cine gay que jun­to con su gran ami­ga Son­ya (Haley Loui­se Jones) com­par­ten la crian­za del hiji­to Pino (Jus­tus Meyer). Sin embar­go la fuer­te depre­sión que atra­vie­sa Son­ya moti­va a que deba retor­nar a la clí­ni­ca psi­quiá­tri­ca y es así que su madre (Hil­de­gard Schroed­ter) se ocu­pa de cui­dar a Pino cuan­do Joseph debe ausen­tar­se del hogar.

Hay algu­nas razo­nes para que Joseph esté preo­cu­pa­do; por un lado tra­ta de supe­rar su rup­tu­ra sen­ti­men­tal con el joven Marc (Jonas Dass­ler) y en lo que con­cier­ne a su pro­fe­sión, el guión que ha escri­to para su pró­xi­mo film no satis­fa­ce a su fac­ti­ble pro­duc­tor (Godehard Gie­se). Para­le­la­men­te, él asis­te a la cla­se de pin­tu­ra a car­go de la pro­fe­so­ra Elin (Ulri­ca Flach) don­de cono­ce a Domi­nik (Knut Ber­ger), que se desem­pe­ña como mode­lo y con quien estan­do a pun­to de vin­cu­lar­se ínti­ma­men­te en su hogar duran­te una noche, el inten­to se ve malo­gra­do por los llan­tos de Pino.

En líneas gene­ra­les, el rea­li­za­dor con­ci­be una melan­có­li­ca come­dia dra­má­ti­ca narran­do las vici­si­tu­des de su cáli­do y afec­tuo­so pro­ta­go­nis­ta; en tal sen­ti­do, Stumm como actor refle­ja muy bien el sen­ti­mien­to que lo ani­ma a fin de lograr el equi­li­brio de sus ambi­cio­nes artís­ti­cas con la res­pon­sa­bi­li­dad de asu­mir la pater­ni­dad de mane­ra casi exclu­si­va debi­do al dete­rio­ro de la salud men­tal de Son­ya. El direc­tor per­mi­te asi­mis­mo el luci­mien­to de los inte­gran­tes de su elen­co don­de espe­cial­men­te se dis­tin­gue Flach que en una esce­na vuel­ca inten­si­dad emo­cio­nal reci­tan­do un monó­lo­go de La Pasión de Jua­na de Arco de Carl Dreyer.

En los rubros de pro­duc­ción se des­ta­can temas musi­ca­les de Johann Strauss, Cho­pin, Bach, Debussy, Mozart y Schu­mann, muy bien aso­cia­dos con el con­te­ni­do del relato.

Caught by the Tides (Chi­na). Spe­cial Presentations

CAUGHT IN THE TIDES

Jia Zhang-Ke, uno de los más impor­tan­tes repre­sen­tan­tes de la sex­ta gene­ra­ción de cineas­tas chi­nos, vuel­ve a des­lum­brar con esta admi­ra­ble pelí­cu­la don­de como en otros tra­ba­jos de su valio­sa fil­mo­gra­fía echa una mira­da sobre la trans­for­ma­ción vivi­da por Chi­na a lo lar­go de las últi­mas déca­das. Al hacer­lo ofre­ce un rela­to de fic­ción que mucho se ase­me­ja a un docu­men­tal en don­de su natu­ra­le­za con­tem­pla­ti­va nutri­da de pocos diá­lo­gos se apar­ta de las carac­te­rís­ti­cas que con­fi­gu­ran a una narra­ti­va tradicional.

El film tie­ne la par­ti­cu­lar carac­te­rís­ti­ca de haber sido roda­do a lo lar­go de dos déca­das por­que si bien la fil­ma­ción pro­pia­men­te dicha ha sido efec­tua­da hace dos años, Jia ha uti­li­za­do metra­jes resi­dua­les de sus anti­guas pelí­cu­las, inclu­yen­do Unk­nown Plea­su­res (2002). Es así que nue­va­men­te se asis­te a la inun­da­ción de varias ciu­da­des que van des­apa­re­cien­do a raíz del fun­cio­na­mien­to de la gigan­tes­ca repre­sa Tres Gar­gan­tas del río Yangtze, lo que moti­vó la reubi­ca­ción de sus habitantes.

A tra­vés de un guión del rea­li­za­dor com­par­ti­do con Wan Jiahuan la his­to­ria comien­za a prin­ci­pios de siglo en la nor­te­ña ciu­dad de Datong don­de se obser­va a un gru­po de muje­res bai­lar y can­tar ani­ma­da­men­te para tra­ba­ja­do­res jubi­la­dos. En ese gru­po se halla Quiao­qiao (Zhao Tao) una atrac­ti­va joven que man­tie­ne una román­ti­ca rela­ción con Brother Bin (Li Zhu­bin) quien al poco tiem­po se ale­ja de la ciu­dad en pro­cu­ra de un mejor tra­ba­jo en otra pro­vin­cia. Cuan­do con el paso de los años Quiao­qiao no tie­ne noti­cias de su ena­mo­ra­do empren­de una bús­que­da para poder reen­con­trar­se con él.

La odi­sea atra­ve­sa­da por esta mujer está exce­len­te­men­te logra­da por Zhao Tao quien par­ti­ci­pó en varias de las pelí­cu­las del rea­li­za­dor, sien­do su musa ins­pi­ra­do­ra como asi­mis­mo su espo­sa. La artis­ta inten­sa­men­te trans­mi­te la resi­lien­cia de Quia­qiao quien silen­cio­sa­men­te se va des­pla­zan­do a lo lar­go del país car­gan­do en su inte­rior las emo­cio­nes que expe­ri­men­ta al ir cons­ta­tan­do la gran trans­for­ma­ción eco­nó­mi­ca y social de su país. Ese mis­mo sen­ti­mien­to es el que cap­ta el rea­li­za­dor quien a lo lar­go de 20 años valién­do­se de sus cáma­ras ha segui­do a la mis­ma gen­te en dife­ren­tes regio­nes de Chi­na; en ese queha­cer el cineas­ta per­mi­te que su film efec­túe una remar­ca­ble refle­xión sobre la mane­ra en que el pasa­do ha influi­do en el pre­sen­te y qué es lo que pue­de vis­lum­brar sobre el futu­ro del gigan­tes­co país.

Con esta ori­gi­nal y pal­pi­tan­te obra, Jia prue­ba una vez más ser uno de los gran­des maes­tros del cine mundial.

The Subs­tan­ce (Gran Bre­ta­ña-Esta­dos Uni­dos-Fran­cia). Mid­night Madness

THE SUBS­TAN­CE

Des­pués de haber debu­ta­do en Reven­ge (2017), la rea­li­za­do­ra fran­ce­sa Cora­lie Far­geat vuel­ve a abor­dar el géne­ro de horror con The Subs­tan­ce, una impla­ca­ble sáti­ra ilus­tran­do has­ta qué pun­to cier­tas muje­res en la eta­pa de enve­je­ci­mien­to desean reco­brar la juven­tud de sus cuer­pos aun­que para ello ten­gan que ven­der su alma al dia­blo. Ese pac­to fáus­ti­co y su reper­cu­sión es lo que Far­geat ilus­tra a tra­vés de un rela­to que le pertenece.

Es muy gra­to apre­ciar el retorno de Demi Moo­re, pro­ba­ble­men­te en la mejor actua­ción de su carre­ra, ani­man­do a Eli­sa­beth Spar­kle; en el pasa­do ella fue una con­sa­gra­da actriz de Holly­wood, en tan­to que aho­ra acer­cán­do­se a los 50 años tie­ne a su car­go un pro­gra­ma tele­vi­si­vo de gim­na­sia, a la mane­ra de lo que ofre­cie­ra Jane Fon­da. Sin embar­go el cíni­co pro­duc­tor de la emi­sión (Denis Quaid) con­si­de­ra que ella ya está pasa­da de edad y por lo tan­to es nece­sa­rio reem­pla­zar­la por alguien mucho más joven.

Fren­te a esa con­tra­rie­dad Eli­za­beth ve agra­va­da su situa­ción des­pués de haber sufri­do un casi fatal acci­den­te de auto­mó­vil. En medio de su depre­sión se impo­ne de un extra­ño pro­gra­ma por el cual pue­de reju­ve­ne­cer­se median­te la apli­ca­ción de un pro­duc­to bio­quí­mi­co. Ella no duda en some­ter­se a tal expe­ri­men­to con­sis­ten­te en inyec­tar a su orga­nis­mo un líqui­do vis­co­so, la sus­tan­cia del títu­lo; para ello, debe­rá tener en cuen­ta cier­tas ins­truc­cio­nes pre­ci­sas por las que su cuer­po com­par­ti­rá la juven­tud desea­da por espa­cio de 7 días para vol­ver a su esta­do ori­gi­nal a la sema­na siguien­te, pro­si­guien­do con la mis­ma tra­yec­to­ria cada dos sema­nas. En prin­ci­pio todo mar­cha mara­vi­llo­sa­men­te don­de su doble es la joven Sue (Mar­ga­ret Qua­lley), que adquie­re rápi­da popu­la­ri­dad con su des­par­pa­jo, irre­ve­ren­cia y sim­pa­tía. Sin embar­go, lle­ga­do a un pun­to dado esa alter­na­da con­vi­ven­cia cor­po­ral atrae­rá serias com­pli­ca­cio­nes que no resul­ta apro­pia­do detallar.

Cier­ta­men­te Far­geat ofre­ce un rela­to femi­nis­ta en don­de que­da expues­ta la sis­te­má­ti­ca miso­gi­nia impe­ran­te en cier­tos sec­to­res del mun­do de Holly­wood; así no es extra­ño que muy pocas actri­ces de edad madu­ra como el caso de las bri­llan­tes sep­tua­ge­na­rias Meryl Streep y Glenn Clo­se como tam­bién en este caso Moo­re de 61 años, aún tie­nen opor­tu­ni­dad de ofre­cer su talen­to; es por ello que la idea cen­tral de la rea­li­za­do­ra en su voraz rela­to adquie­re autén­ti­ca realidad.

La remar­ca­ble con­cep­ción escé­ni­ca de la cineas­ta, su logra­da narra­ción y las excep­cio­na­les carac­te­ri­za­cio­nes logra­das por Moo­re y Far­geat cons­ti­tu­yen los fac­to­res esen­cia­les que valo­ri­zan a The Subs­tan­ce. No obs­tan­te sus méri­tos, los exce­sos de la bru­tal vio­len­cia impreg­na­da en la par­te final del rela­to gene­ran­do un abe­rran­te baño de san­gre, debe­rían haber sido evi­ta­dos dado que eso no habría alte­ra­do el pro­pó­si­to del film.

Fil­mes Eva­lua­dos en el TIFF (1)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

All We Ima­gi­ne As Light (India-Fran­cia-Paí­ses Bajos-Luxem­bur­go). Spe­cial Presentation

Des­pués de haber impre­sio­na­do con su muy buen docu­men­tal A Night of Kno­wing Nothing (2021), la rea­li­za­do­ra Payal Kapa­dia efec­túa su debut con el lar­go­me­tra­je de fic­ción median­te un mag­ní­fi­co retra­to de tres muje­res indias de dife­ren­tes gene­ra­cio­nes vivien­do en la mul­ti­tu­di­na­ria ciu­dad de Mumbay.

En un enfo­que deci­di­da­men­te femi­nis­ta el guión de Kapa­dia pre­sen­ta a Prabha (Kani Kus­ru­ti) quien des­de hace tiem­po tra­ba­ja en un hos­pi­tal de Mum­bay espe­cia­li­zán­do­se en la salud de la mujer; aun­que casa­da median­te un matri­mo­nio arre­gla­do, su mari­do se encuen­tra tra­ba­jan­do en Ale­ma­nia y por lo tan­to esa ausen­cia de hace más de un año sin tener noti­cias de él se hace sen­tir. El piso en que habi­ta lo com­par­te con Anu (Div­ya Prabha), una cole­ga más joven del mis­mo hos­pi­tal quien está secre­ta­men­te ena­mo­ra­da de Shiaz (Hridhu Haroon), un joven de ori­gen musul­mán y en con­se­cuen­cia infrin­gien­do la nor­ma vigen­te de no man­te­ner rela­cio­nes entre hin­dúes y musul­ma­nes. Pron­ta­men­te se une a ellas Pavarty (Chha­ya Kadam), de mayor edad y coci­ne­ra del noso­co­mio, que habien­do enviu­da­do ha sido expul­sa­da de su casa por no tener la docu­men­ta­ción per­ti­nen­te que prue­be su posesión.

La gran vir­tud del film resi­de en la suti­le­za que emplea Kapa­dia para refle­jar la her­man­dad que se gene­ra entre estas tres muje­res tan­to a tra­vés de los diá­lo­gos man­te­ni­dos como asi­mis­mo median­te sus silen­cios. Todo ello trans­cu­rre en el mar­co de la moder­na India, muy bien cap­ta­do por la cáma­ra de Rana­bir Das que en cier­tos momen­tos con­fie­re al film el tono de un documental.

La direc­to­ra ilus­tra cómo pue­de resul­tar difí­cil para que una mujer pue­da ser due­ña de su pro­pia vida debi­do a que aún rigen ana­cró­ni­cas tra­di­cio­nes. En tal sen­ti­do se obser­va a la abne­ga­da Prabha eva­dir los avan­ces de un bien inten­cio­na­do médi­co del noso­co­mio (Azees Nedu­man­gad), a pesar de que su mari­do no tie­ne con­tac­tos con ella; asi­mis­mo es el caso de Anu que es cons­cien­te que sus padres jamás apro­ba­rían que una su vida a Shiaz debi­do a cier­tos ana­cro­nis­mos resal­ta­dos por las ten­sio­nes reli­gio­sas; no menos sig­ni­fi­ca­ti­vo es el hecho de que una mujer viu­da no pue­da poseer los docu­men­tos per­ti­nen­tes a la pro­pie­dad en que resi­de como en el caso de Pavarty.

Kapa­dia ideal­men­te ha con­vo­ca­do a tres mag­ní­fi­cas actri­ces quie­nes con su inter­pre­ta­ción brin­dan vita­li­dad a esta lúci­da obra femi­nis­ta. Por sus indis­cu­ti­bles méri­tos, el film mere­ci­da­men­te obtu­vo el Gran Pre­mio del Jura­do en el fes­ti­val de Cannes.

L’histoire de Sou­ley­ma­ne (Fran­cia). Centrepiece

L’HISTOIRE DE SOULEYMANE

La dura expe­rien­cia vivi­da por refu­gia­dos afri­ca­nos que lle­gan a Euro­pa en pro­cu­ra de un por­ve­nir más aus­pi­cio­so es lo que se apre­cia en este vibran­te dra­ma humano del rea­li­za­dor Boris Lojkine.

El pro­ta­go­nis­ta es Sou­ley­ma­ne (Abou San­ga­re), un esfor­za­do y deci­di­do joven de 23 años oriun­do de Gui­nea quien indo­cu­men­ta­do pro­cu­ra obte­ner asi­lo en Fran­cia, aguar­dan­do a que den­tro de pocos días la auto­ri­dad per­ti­nen­te adop­te una deci­sión al res­pec­to. En tan­to, dado que legal­men­te no pue­de tra­ba­ja­ro, se gana el sus­ten­to ope­ran­do ilí­ci­ta­men­te como sub­con­tra­ta­do repar­ti­dor de comi­das para un abu­sa­dor usu­re­ro (Emma­nuel Yovanie).

A lo lar­go de los días en que trans­cu­rre la acción Sou­ley­ma­ne debe supe­rar varios obs­tácu­los. Así, al peli­gro de peda­lear ver­ti­gi­no­sa­men­te con su bici­cle­ta en medio del agi­ta­do trán­si­to de las calles de París, se agre­ga la pre­sión de tener que entre­gar muchos pedi­dos a tiem­po y el estrés de lidiar con clien­tes exi­gen­tes o has­ta con poli­cías, ade­más de esta­fa­do­res que se quie­ren apro­ve­char de él. Pero nada doble­ga la volun­tad del empren­de­dor mucha­cho que ade­más le preo­cu­pa saber acer­ca de su madre y de su ena­mo­ra­da que resi­den en Guinea.

A todo ello para la pre­pa­ra­ción de la cru­cial reu­nión que deci­di­rá su per­ma­nen­cia en Fran­cia cuen­ta con la cola­bo­ra­ción de Barry (Alpha Oumar Sow), una suer­te de tutor que a cam­bio de dine­ro pres­ta sus ser­vi­cios pro­cu­rán­do­le una his­to­ria obvia­men­te inven­ta­da que él debe memo­ri­zar a fin de con­ven­cer a la per­so­na que lo entre­vis­te. Con­se­cuen­te­men­te, la esce­na de mayor ten­sión es la que tie­ne lugar cuan­do lle­ga­do el día deci­si­vo, el joven enfren­ta a la ofi­cial de turno (Nina Meu­ris­se) fren­te a la incer­ti­dum­bre de lo que le habrá de acontecer.

Valién­do­se de su pro­pio guión com­par­ti­do con Delphi­ne Agut, Loj­ki­ne brin­da un con­mo­ve­dor dra­ma social que en muchos aspec­tos se ase­me­ja al cine rea­lis­ta de los her­ma­nos Dar­den­ne. Cui­dan­do en todo momen­to de no acu­dir a gol­pes bajos, el rea­li­za­dor expo­ne cómo en cier­tas cir­cuns­tan­cias la vul­ne­ra­bi­li­dad de los refu­gia­dos que pro­cu­ran­do asi­lo pue­den ser explo­ta­dos a tra­vés de las falen­cias de un sis­te­ma de migra­ción exen­to de con­mi­se­ra­ción humana.

Ade­más de la talen­to­sa direc­ción de Loj­ki­ne la pelí­cu­la se enri­que­ce por la bri­llan­te carac­te­ri­za­ción de San­ga­re quien ofre­ce un sin­gu­lar mag­ne­tis­mo en el rol pro­ta­gó­ni­co, per­mi­tien­do que el espec­ta­dor empa­ti­ce con la suer­te atra­ve­sa­da por Soulemayne.

Los valo­res de este nota­ble film fue­ron reco­no­ci­dos por el jura­do del fes­ti­val de Can­nes de la sec­ción Una Cier­ta Mira­da habién­do­le otor­ga­do el Pre­mio del Jura­do, así como dis­tin­guien­do a San­ga­re con el pre­mio al Mejor Actor.

Whi­plash. (Esta­dos Uni­dos). Spe­cial Events

WHI­PLASH

En esta sec­ción dedi­ca­da a Espe­cia­les Even­tos, el TIFF repo­ne este segun­do film del direc­tor y guio­nis­ta Damien Cha­ze­lle que cons­ti­tu­yó uno de los más impac­tan­tes vis­tos en 2014.

Pese a que el cine ha con­si­de­ra­do más de una vez las dife­ren­tes mani­fes­ta­cio­nes que pue­den adop­tar los víncu­los que se esta­ble­cen entre pro­fe­so­res y alum­nos, pocas veces esa rela­ción alcan­zó el nivel de extre­ma cru­de­za que se apre­cia en esta pelí­cu­la dis­tin­gui­da en el fes­ti­val de Sun­dan­ce con el Gran Pre­mio del Jura­do y el del público.

El prin­ci­pal méri­to de este exce­len­te dra­ma es la nota­ble carac­te­ri­za­ción de carac­te­res logra­da por Damien Cha­ze­lle. En esen­cia, la pelí­cu­la expo­ne el encuen­tro de dos per­so­na­li­da­des cuya rela­ción se desa­rro­lla en un nivel de con­si­de­ra­ble ten­sión. La acción que se desa­rro­lla en la ciu­dad de Nue­va York pre­sen­ta a Andrew Ney­man (Miles Teller), un mucha­cho de apro­xi­ma­da­men­te 20 años apa­sio­na­do de la bate­ría que estu­dia en un con­ser­va­to­rio de músi­ca muy com­pe­ti­ti­vo. Sus espe­cia­les dotes son apre­cia­das por Teren­ce Flet­cher (J.K. Simons), quien es uno de los más impor­tan­tes pro­fe­so­res de jazz de la aca­de­mia; por esa razón es inme­dia­ta­men­te invi­ta­do a que par­ti­ci­pe en un pres­ti­gio­so con­jun­to musi­cal del esta­ble­ci­mien­to. A par­tir de ese momen­to sur­ge un víncu­lo sado­ma­so­quis­ta entre el pro­fe­sor y su alumno, en la medi­da que Flet­cher uti­li­za su ins­tin­ti­va natu­ra­le­za bru­tal para exi­gir de sus estu­dian­tes y fun­da­men­tal­men­te de Andrew esfuer­zos sobre­hu­ma­nos para lograr la perfección.

Si en prin­ci­pio uno podría com­pren­der la volun­tad del maes­tro de obte­ner los máxi­mos valo­res poten­cia­les del alumno al que ins­tru­ye, en el caso pre­sen­ta­do por Cha­ze­lle el edu­ca­dor se com­por­ta con un exa­cer­ba­do sadis­mo que prác­ti­ca­men­te des­tru­ye el equi­li­brio emo­cio­nal de Andrew. Eso es trans­mi­ti­do en el rela­to con tal auten­ti­ci­dad que uno se olvi­da que está asis­tien­do a una his­to­ria de fic­ción para en cam­bio supo­ner­la com­ple­ta­men­te ver­da­de­ra en la inten­sa bata­lla psi­co­ló­gi­ca enta­bla­da entre sus dos per­so­na­jes centrales.

Aun­que el libre­to des­cri­be mag­ní­fi­ca­men­te a Andrew y Teren­ce, tal esfuer­zo habría que­da­do miti­ga­do de no haber con­ta­do con dos acto­res que se entre­gan en cuer­po y alma a dichos per­so­na­jes. Miles Teller es remar­ca­ble trans­mi­tien­do el esfuer­zo físi­co que rea­li­za Andrew con las esco­bi­llas emplea­das para gol­pear los pla­ti­llos a fin de lograr el jus­to tono reque­ri­do por la músi­ca eje­cu­ta­da, a la vez que sufre los emba­tes infli­gi­dos por su abu­si­vo ins­truc­tor pero que no pue­de aban­do­nar­lo por­que su entre­ga por la músi­ca y el jazz supera lo indes­crip­ti­ble; más aún, su gra­do de dedi­ca­ción es tan gran­de que has­ta renun­cia a la posi­bi­li­dad de pro­se­guir una rela­ción sen­ti­men­tal con una bue­na chi­ca (Melis­sa Benoist) por­que podría sig­ni­fi­car­le un obs­tácu­lo para su carre­ra. Por su par­te J.K.Simmons des­lum­bra como el pro­fe­sor que per­si­guien­do la exce­len­cia de su alumno recu­rre a pro­ce­di­mien­tos huma­na­men­te denigrantes.

Final­men­te, el gran elo­gio va para Cha­ze­lle quien ade­más de rela­tar mag­ní­fi­ca­men­te esta dra­má­ti­ca his­to­ria la mis­ma se valo­ri­za con la exce­len­cia de la músi­ca de jazz que en su núme­ro final alcan­za una dimen­sión incon­men­su­ra­ble como pocas veces se ha vis­to en cine.

Misé­ri­cor­de (Fran­cia-Espa­ña-Por­tu­gal) Spe­cial Presentations

MISÉ­RI­COR­DE

La repre­sión del deseo sexual es uno de los tópi­cos que con­si­de­ra el direc­tor y guio­nis­ta fran­cés Alain Gui­rau­die. en esta acer­ta­da tra­gi­co­me­dia que ha sido elo­gia­da por la crí­ti­ca en opor­tu­ni­dad de su estreno mun­dial en el últi­mo fes­ti­val de Cannes.

La acción se desa­rro­lla en un peque­ño pue­blo rural de Fran­cia; a dicho lugar retor­na Jéré­mie (Félix Kysil) pro­ce­den­te de Tou­lou­se para asis­tir al fune­ral de Jean-Pie­rre, el vie­jo pana­de­ro local con quien tra­ba­jó duran­te su ado­les­cen­cia. Aun­que es muy bien reci­bi­do por su viu­da Mar­ti­ne (Cathe­ri­ne Frot), que lo invi­ta a per­ma­ne­cer en su hogar, su hijo Vin­cent (Jean-Bap­tis­te Durand), mani­fies­ta cier­to rece­lo con su pre­sen­cia. En tan­to, Jéré­mie pro­lon­ga su esta­día resi­dien­do en lo de Mar­ti­ne más tiem­po de lo aguardado.

Sutil­men­te, Gui­rau­die deja entre­ver que entre Jéré­mie y el difun­to exis­tió un víncu­lo amo­ro­so así como con Vin­cent, aun­que él es casa­do en tan­to que el visi­tan­te mani­fies­ta tener una novia en Tou­lou­se. A todo ello duran­te su esta­día Jéré­mie se reen­cuen­tra con el vie­jo gran­je­ro Wal­ter (David Aya­la) y a su vez entra en con­tac­to con el enig­má­ti­co sacer­do­te Gri­so­lles (Jac­ques Deve­lay) de la aldea.

El rela­to adquie­re un tono intri­gan­te con la des­apa­ri­ción de un per­so­na­je que ori­gi­na la inter­ven­ción poli­cial tra­tan­do de escla­re­cer el mis­te­rio. Sin pro­se­guir con el desa­rro­llo de la tra­ma, lo cier­to es que el rea­li­za­dor con­si­de­ra varios aspec­tos rele­van­tes; así va resal­tan­do la ambi­güe­dad sexual de sus prin­ci­pa­les per­so­na­jes a tra­vés de los mis­te­rios del deseo, los secre­tos y men­ti­ras que emer­gen en el seno de la comu­ni­dad rural, así como no des­car­ta tra­tar lige­ra­men­te la reli­gión median­te las inti­mi­da­des con­fe­sa­das por el cura. En últi­ma ins­tan­cia, a tra­vés de su rela­to Gui­rau­die per­mi­te refle­xio­nar sobre algu­nos ras­gos de con­no­ta­ción moral vin­cu­la­dos con la cul­pa, el remor­di­mien­to y el perdón.

Cier­ta­men­te este fas­ci­nan­te melo­dra­ma dota­do de cier­to sus­pen­so y de un cáus­ti­co humor per­mi­te la gra­ti­fi­ca­ción del espectador.

El Mun­do del Cine en Toronto

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Una vez más Toron­to cele­bra­rá la cine­ma­to­gra­fía mun­dial en su cua­dra­gé­si­ma nove­na edi­ción que se desa­rro­lla­rá des­de el 5 has­ta el 15 de sep­tiem­bre. Con­sa­gra­do como la mues­tra de cine más impor­tan­te de Amé­ri­ca del Nor­te, el Fes­ti­val Inter­na­cio­nal de Toron­to (TIFF) ha pro­gra­ma­do 278 títu­los que inclu­yen 48 cor­to­me­tra­jes de dife­ren­tes regio­nes del mundo.

El TIFF es un tras­cen­den­te even­to cul­tu­ral que con­gre­ga a un inmen­so públi­co no sólo para asis­tir a la exhi­bi­ción de pelí­cu­las sino asi­mis­mo para fes­te­jar­lo a tra­vés de múl­ti­ples acti­vi­da­des rea­li­za­das al exte­rior de las salas de cine. Es así que uno de los acon­te­ci­mien­tos popu­la­res es el que ten­drá lugar en la calle King West que esta­rá cerra­da al trán­si­to des­de Uni­ver­sity Ave­nue has­ta la calle Peter; allí se efec­tua­rá el deno­mi­na­do Fes­ti­val Street con nume­ro­sas acti­vi­da­des gra­tui­tas para todas las eda­des, inclu­yen­do el TIFF Art Mar­ket en cola­bo­ra­ción con el Toron­to Film School, don­de habrá expo­si­cio­nes de arte.

La gran fies­ta del cine se inau­gu­ra con el estreno mun­dial de Nut­crac­kers (Esta­dos Uni­dos) de David Gor­don Green que será pre­sen­ta­do en la sec­ción Galas. Esta come­dia dra­má­ti­ca tie­ne como pro­ta­go­nis­ta al popu­lar come­dian­te Ben Sti­ller quien carac­te­ri­za a un indi­vi­duo muy adic­to a su tra­ba­jo que se ve for­za­doa a via­jar a una zona rural a fin de cui­dar de sus cua­tro sobri­nos cuyos padres han muer­to en un acci­den­te de automóvil.

NUT­CRAC­KERS

La pelí­cu­la de clau­su­ra a exhi­bir­se el 14 de sep­tiem­bre es The Deb (Aus­tra­lia), igual­men­te pro­gra­ma­da en la sec­ción Gala en don­de la actriz Rebel Wil­son efec­túa su debut detrás de la cáma­ra. Se anti­ci­pa como una diná­mi­ca come­dia musi­cal en la que una ado­les­cen­te gran­je­ra mar­gi­na­da de la escue­la secun­da­ria se une a su pri­ma de la ciu­dad para atraer la aten­ción de depor­tis­tas y chi­cas popu­la­res en el bai­le anual de debutantes.

La Sec­ción Galas, que es la de mayor visi­bi­li­dad cuen­ta con 21 fil­mes que ade­más de los de aper­tu­ra y clau­su­ra, sus­ci­tan con­si­de­ra­ble expec­ta­ti­va. Entre los mis­mos se halla Eden (Esta­dos Uni­dos) del renom­bra­do cineas­ta Ron Howard; basa­do en even­tos his­tó­ri­cos, este thri­ller inter­pre­ta­do por Jude Law y Vanes­sa Kirby rela­ta el deve­nir de una pare­ja euro­pea que bus­can­do ini­ciar una nue­va vida en una isla pre­via­men­te des­ha­bi­ta­da de Galá­pa­gos, des­cu­bre que nada se ase­me­ja al supues­to paraí­so ima­gi­na­do. Un ínti­mo retra­to del céle­bre tenor ita­liano Andrea Boce­lli más allá de su actua­ción en esce­na, es efec­tua­do en el docu­men­tal Andrea Boce­lli: Becau­se I Belie­ve (Gran Bre­ta­ña) de Cosi­ma Spen­der. Otra pelí­cu­la de con­si­de­ra­ble atrac­ción es William Tell (Ita­lia-Gran Bre­ta­ña) de Nick Hamm que cuen­ta con un elen­co este­lar enca­be­za­do por Sir Ben Kings­ley, Jonathan Pri­ce, Claes Bang y Rafe Spall; su tema se cen­tra en el legen­da­rio gue­rre­ro del siglo XIV que libe­ró a Sui­za con­vir­tién­do­se en un héroe fol­cló­ri­co a tra­vés del tiempo.

EDEN

El pro­gra­ma de Spe­cial Pre­sen­ta­tions inclu­ye pelí­cu­las de dife­ren­tes géne­ros y esti­los de gran cali­dad artís­ti­ca y algu­nas de las mis­mas con­sa­gra­das en fes­ti­va­les inter­na­cio­na­les. Entre las 57 pelí­cu­las selec­cio­na­das se encuen­tra Daho­mey (Benín- Fran­cia-Sene­gal) de Mati Diop que obtu­vo el Oso de Oro en Ber­lín; su tra­ma gira en torno de valio­sos teso­ros que en 1892 Fran­cia saqueó del pala­cio real de Daho­mey y que des­pués de varios años de ape­la­cio­nes, en 2021 se lle­gó a un acuer­do para su res­ti­tu­ción a la repú­bli­ca de Benín. Tam­bién en este pro­gra­ma se halla Ano­ra (Esta­dos Uni­dos), la pelí­cu­la de Sean Baker gana­do­ra de la Pal­ma de Oro en el fes­ti­val de Can­nes; la román­ti­ca come­dia se cen­tra en una tra­ba­ja­do­ra sexual de Brooklyn que cono­ce y se casa con el hijo de un pode­ro­so oli­gar­ca, pero su cuen­to de hadas corre peli­gro de nau­fra­gar cuan­do sus sue­gros pro­ve­nien­tes de Rusia lle­gan a New York con el pro­pó­si­to de anu­lar el matri­mo­nio. Igual­men­te en Can­nes fue calu­ro­sa­men­te reci­bi­da Emi­lia Pérez (Fran­cia-Esta­dos Uni­dos-Méxi­co) que ganó el Pre­mio del Jura­do así como el de la mejor inter­pre­ta­ción feme­ni­na en con­jun­to (Zoé Sal­da­ña, Sele­na Gómez y Adria­na Paz); su rea­li­za­dor Jac­ques Audiard con­si­de­ra un dra­ma social nutri­do de músi­ca rela­tan­do las vici­si­tu­des del líder de un car­tel mexi­cano ansio­so de que­rer cam­biar­se de sexo. Des­pier­ta gran inte­rés The Room Next Door (Espa­ña) que es el pri­mer lar­go­me­tra­je fil­ma­do en inglés por el genial Pedro Almo­dó­var con las actua­cio­nes pro­ta­gó­ni­cas de Julian­ne Moo­re y Til­da Swinton.

Por noveno año con­se­cu­ti­vo el TIFF inclu­ye el pro­gra­ma com­pe­ti­ti­vo Plat­form cuyo pro­pó­si­to es el de resal­tar a talen­to­sos e inno­va­do­res direc­to­res emer­gen­tes. Entre los 10 fil­mes repre­sen­tan­do a 17 paí­ses se encuen­tra Danie­la Fore­ver (Espa­ña-Bél­gi­ca) del cineas­ta espa­ñol Nacho Viga­lon­do; su tema gira en torno de un des­con­so­la­do hom­bre que se invo­lu­cra en el tra­ta­mien­to de una dro­ga que le per­mi­ti­rá reu­nir­se con su per­di­do amor a tra­vés de lúci­dos sue­ños. En Daughter’s Daugh­ter (Tai­wán) de Huang Xi, se asis­te al dra­ma de una madre que des­pués de haber per­di­do a su hija más joven a cau­sa de un fatal acci­den­te aho­ra debe con­fron­tar a su hija mayor a quien cedió cuan­do que­dó emba­ra­za­da en su ado­les­cen­cia. Vik­tor (Ucra­nia-Esta­dos Uni­dos) es un docu­men­tal de Oli­vier Sar­bil quien como direc­tor y vete­rano fotó­gra­fo de gue­rra ofre­ce su visión per­so­nal acer­ca de la inva­sión rusa a Ucra­nia. En The Wol­ves Always Come at Night. (Aus­tra­lia-Mon­go­lia-Ale­ma­nia) la direc­to­ra y gujo­nis­ta aus­tra­lia­na Gabrie­lle Bra­di con­si­de­ra las rup­tu­ras pro­du­ci­das por el fuer­te cam­bio cli­má­ti­co y la migra­ción urba­na de pas­to­res de Mon­go­lia, a tra­vés de las expe­rien­cias de una familia.

La sec­ción Cen­ter­pie­ce cuyo pro­pó­si­to es el de refle­jar el pano­ra­ma de la actual pro­duc­ción cine­ma­to­grá­fi­ca, pre­sen­ta 44 fil­mes de cineas­tas repre­sen­tan­do a 41 paí­ses. Uno de los títu­los es El Joc­key (Argen­ti­na-Méxi­co-Espa­ña-Dina­mar­ca-Esta­dos Uni­dos) del direc­tor argen­tino Luis Orte­ga y pro­ta­go­ni­za­do por Nahuel Pérez Bis­ca­yart, Daniel Gimé­nez Cacho y Úrsu­la Cor­be­ró; el rela­to se cen­tra en Remo Man­fre­di­ni, una leyen­da de las carre­ras de caba­llos cuya excén­tri­ca y des­truc­ti­va con­duc­ta empie­za a nublar su talen­to; Abril, su pare­ja e igual­men­te una jine­te, espe­ra un hijo suyo y debe deci­dir entre con­ti­nuar su emba­ra­zo o seguir corrien­do, don­de ambos tra­ba­jan para el empre­sa­rio Sire­na; la situa­ción se com­pli­ca cuan­do Remo sufre un acci­den­te y des­apa­re­ce del hos­pi­tal sin dejar hue­lla. En Une part man­quan­te (Bél­gi­ca-Fran­cia), el rea­li­za­dor Gui­llau­me Senez rela­ta la deses­pe­ra­da bús­que­da de un padre por su hiji­ta a quien no ha vis­to des­pués de haber trans­cu­rri­do 9 años des­de que se sepa­ró de su mujer sin haber sido capaz de lograr su cus­to­dia; la situa­ción adquie­re un giro dra­má­ti­co cuan­do cir­cuns­tan­cial­men­te lle­ga a pro­du­cir­se un encuen­tro en don­de ella no lo reco­no­ce. The Mother and the Bear (Cana­dá-Chi­le) de Johnny Ma pre­sen­ta a una madre sobre­pro­tec­to­ra que vue­la de Seúl a Cana­dá para estar al lado de su hija de 26 años quien se encuen­tra en esta­do de coma tras haber sufri­do un acci­den­te en las hela­das calles de Win­ni­peg duran­te el rigu­ro­so invierno; cuan­do la mujer se entro­me­te en la vida de su hija a tra­vés de un app de citas, su vida cobra­rá un ines­pe­ra­do giro. Seven Days (Ale­ma­nia) de Ali Sama­di Aha­di se cen­tra en una mujer ira­ní de 46 años de edad que es una fer­vien­te acti­vis­ta de los dere­chos huma­nos y ha esta­do en pri­sión duran­te los últi­mos 6 años; cuan­do por razo­nes de salud se le otor­ga un per­mi­so de una sema­na en liber­tad, ella tie­ne la opor­tu­ni­dad de huir pero eso impli­ca­ría tener que clau­di­car en su lucha por la igual­dad y democracia.

EL JOC­KEY

La sec­cion Dis­co­very englo­ba 26 títu­los resal­tan­do los pri­me­ros y segun­dos tra­ba­jos de una nue­va gene­ra­ción de rea­li­za­do­res. En su debut detrás de la cáma­ra, Ryan Cooper y Eva Tho­mas rela­tan en Aber­deen (Cana­dá) la tur­bu­len­ta vida de una mujer luchan­do por la esta­bi­li­dad de sus que­ri­dos nie­tos. En Boong (India) Laksh­mi­pri­ya Devi abor­da una tier­na his­to­ria de reuni­fi­ca­ción fami­liar; en la mis­ma un niño esco­lar, desa­fian­do lar­gas dis­tan­cias y lími­tes fron­te­ri­zos, deja su hogar en Moreh, ciu­dad india pró­xi­ma a Myan­mar, para tra­tar de loca­li­zar a su padre que habien­do par­ti­do en pro­cu­ra de mejo­res opor­tu­ni­da­des labo­ra­les dejó de man­te­ner con­tac­to con su fami­lia. Un exci­tan­te thri­ller pro­me­te The Quiet Ones (Dina­mar­ca) del rea­li­za­dor y guio­nis­ta danés Fre­de­rik Louis Hviid quien se ha basa­do en la ver­da­de­ra his­to­ria de uno de los más gran­des robos regis­tra­dos en Dina­mar­ca resal­tan­do el pro­fe­sio­na­lis­mo de hom­bres ope­ran­do al mar­gen de la ley.

ABER­DEEN

El pro­gra­ma Tiff Docs está inte­gra­do por 21 docu­men­ta­les pro­ve­nien­tes de 24 paí­ses que cubren una amplia varie­dad de temas polí­ti­cos, his­tó­ri­cos, bio­grá­fi­cos y per­so­na­les, entre otros. En Mis­tress Dis­pe­ller (Chi­na-Esta­dos Uni­dos) que se ambien­ta en Chi­na, la direc­to­ra Eli­za­beth Lo enfo­ca a una mujer cono­ci­da como Tea­cher Wang, cuyo tra­ba­jo es el de inter­ve­nir cuan­do un matri­mo­nio atra­vie­sa una cri­sis, como es el caso de una espo­sa cuyo mari­do está salien­do con una mujer más joven. El docu­men­tal Men of War (Esta­dos Uni­dos-Cana­dá) de Billy Cor­ben y Jen Gatien se cen­tra en mer­ce­na­rios ame­ri­ca­nos tra­tan­do de derro­car al gobierno de Vene­zue­la. En Blue Road – The Edna O’Briens Story (Irlan­da-Gran Bre­ta­ña) la direc­to­ra Sinéad O’Shea cen­tra su aten­ción en la renom­bra­da nove­lis­ta irlan­de­sa quien desa­fió tabús con su can­do­ro­sa sexua­li­dad. El docu­men­tal Sudan, remem­ber us (Fran­cia-Túnez-Qatar) de Hind Med­deb cap­ta un momen­to de ale­gría por par­te de jóve­nes acti­vis­tas de Sudán cuan­do en 2019 el dic­ta­dor Omar Al-Bashir había sido derro­ca­do del gobierno cuyo régi­men estu­vo impreg­na­do de geno­ci­da vio­len­cia en Dar­fur; sin embar­go esa espe­ran­za de liber­tad se esfu­ma con la gue­rra infer­nal que sobre­vino en los años siguientes.

La sec­ción Mid­night Mad­ness inclu­ye 10 títu­los cele­bran­do lo mejor del cine de acción, horror, shock y fan­ta­sía. Entre los mis­mos figu­ra Esca­pe from the 21st. Cen­tury (Chi­na) del direc­tor chino Yang Li enfo­can­do un rela­to fan­tás­ti­co don­de en 1999 tres ado­les­cen­tes trans­fie­ren sus almas al año 2019, sal­van­do así al mun­do por acci­den­te. En Friendship (Esta­dos Uni­dos) el rea­li­za­dor Andrew DeYoung narra las vici­si­tu­des de un hom­bre que tra­ta de pro­te­ger a su fami­lia, cuan­do la lle­ga­da de un nue­vo vecino ame­na­za su tran­qui­la vida.

La sec­ción Wave­lengths que se carac­te­ri­za por pro­gra­mar fil­mes expe­ri­men­ta­les, radi­ca­les y de van­guar­dia pre­sen­ta en esta edición11 lar­go­me­tra­jes y 3 cor­tos. Entre lo más des­ta­ca­ble se encuen­tra Pepe (Repú­bi­ca Domi­ni­ca­na-Ale­ma­nia-Fran­cia-Nami­bia) del cineas­ta domi­ni­cano Nel­son Car­lo de los San­tos Airas que en Ber­lín ganó el Oso de Pla­ta al mejor direc­tor; su tema gira en torno del hipo­pó­ta­mo Pepe que es el pri­me­ro y últi­mo de su espe­cie muer­to en Amé­ri­ca, con­tan­do su historia.

Una com­ple­ta infor­ma­ción de todos los fil­mes de las dife­ren­tes sec­cio­nes inclu­yen­do las de los Cor­to­me­tra­jesPri­me­ti­me sobre las nue­vas series de video, así como los hora­rios y salas de pro­yec­ción se podrá encon­trar en el sitio tiff.net/schedule.

Comen­ta­rio de Fil­mes del Fes­ti­val Fantasia

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

He aquí un comen­ta­rio de cua­tro fil­mes que han sido juz­ga­dos en Fan­ta­sia, el fes­ti­val de cine fan­tás­ti­co que cull­mi­na el 4 de agosto.

Los Impac­ta­dos (Argen­ti­na-Chi­le)

La mane­ra en que la deto­na­ción de un fenó­meno de la natu­ra­le­za pue­de afec­tar físi­ca y psi­co­ló­gi­ca­men­te a una per­so­na es lo que con­si­de­ra la talen­to­sa direc­to­ra argen­ti­na Lucía Puen­zo en este ori­gi­nal drama.

LOS IMPAC­TA­DOS

La his­to­ria con­ce­bi­da por la cineas­ta y Lore­na Ven­ti­mi­glia dis­ta de ser sen­ci­lla así como su tema pocas veces ha sido con­si­de­ra­do por el cine. En la mis­ma Ada (Maria­na Di Giró­la­mo) es una vete­ri­na­ria quien en una fuer­te tor­men­ta ha sido alcan­za­da por un rayo en medio de un cam­po cuan­do asis­tía al par­to de una vaca; eso pro­vo­có que estu­vie­se en coma duran­te varias sema­nas en un cen­tro hos­pi­ta­la­rio. En el momen­to de su recu­pe­ra­ción, se encuen­tra rodea­da por su noble mari­do Jano (Gui­ller­mo Pfe­ning) y su psi­có­lo­go padre (Osmar Núñez) quie­nes cele­bran que haya vuel­to a la nor­ma­li­dad sin tras­tor­nos físi­cos, aun­que su cuer­po reve­la mar­cas deja­das por la des­car­ga eléctrica.

Cuan­do es dada de alta y retor­na al hogar la situa­ción de Ada se entur­bia en la medi­da que el impac­to del inci­den­te le ha deja­do com­ple­ta­men­te alte­ra­da pade­cien­do de insom­nio, ansie­dad, des­ve­los, con­fu­sión y una extre­ma sen­si­bi­li­dad al efec­to del soni­do. En la medi­da que ella duda de la medi­ca­ción psi­quiá­tri­ca que le es sumi­nis­tra­da, deci­de par­ti­ci­par en un gru­po de auto­ayu­da don­de sus inte­gran­tes tam­bién son sobre­vi­vien­tes que han sido impac­ta­dos por los rayos; el gru­po es diri­gi­do por el médi­co Juan (Ger­mán Pala­cios) que igual­men­te fue obje­to de un acci­den­te simi­lar duran­te su infan­cia. A medi­da que las sesio­nes trans­cu­rren Ada expe­ri­men­ta una extra­ña meta­mor­fo­sis en don­de su cuer­po se sien­te más ali­via­do: asi­mis­mo, la cone­xión que man­tie­ne con el expe­ri­men­tal facul­ta­ti­vo la indu­ce a ale­jar­se gra­dual­men­te de su núcleo familiar.

Obvian­do con­si­de­rar si su con­te­ni­do temá­ti­co se basa o no en un caso real, lo cier­to es que el plan­teo del rela­to resul­ta intri­gan­te dejan­do abier­ta la dis­cu­sión si aca­so la tera­pia eléc­tri­ca cons­ti­tu­ye una alter­na­ti­va mejor a la de los medi­ca­men­tos sumi­nis­tra­dos por la far­ma­co­lo­gía tra­di­cio­nal. Al pro­pio tiem­po resul­ta intere­san­te cómo Puen­zo ilus­tra la adic­ción de Ada y los inte­gran­tes hacia la pro­vo­ca­ción de des­car­gas eléctricas.

Aun­que en su tra­mo final la narra­ción se des­me­jo­ra al apar­tar­se del enfo­que cen­tral y adop­tar en su lugar un tono melo­dra­má­ti­co poco con­vin­cen­te, la pelí­cu­la reúne ele­men­tos que la favo­re­cen. Entre los mis­mos se des­ta­can la pul­cra direc­ción de Puen­zo así como, el inob­je­ta­ble elen­co, sobre todo por la remar­ca­ble com­po­si­ción que logra Di Giró­la­mo en el rol pro­ta­gó­ni­co trans­mi­tien­do los con­flic­tos que expe­ri­men­ta su cuer­po. Men­ción espe­cial mere­cen los efec­tos visua­les resal­tan­do en nume­ro­sas esce­nas el des­te­llo de luz de los relám­pa­gos y la pre­sen­cia de los rayos que cons­ti­tu­yen en la tra­ma un fac­tor esencial.

En esen­cia, sin ser un film per­fec­to, lo cier­to es que la rea­li­za­do­ra acep­tó el desa­fío de abor­dar un tema audaz; habien­do emer­gi­do airo­sa del mis­mo Puen­zo rati­fi­ca una vez más su artís­ti­ca idoneidad.

Wake Up (Cana­dá)

Uti­li­zan­do como excu­sa un men­sa­je social, los direc­to­res Fra­nçois Simard, Anouk Whis­sell y Yoann-Karl Whis­sell han logra­do un inge­nio­so film uti­li­zan­do como fuen­te el buen guión de Alber­to Marini.

WAKE UP

La his­to­ria intro­du­ce a Ethan (Benny O. Arthur), Yas­min (Jac­que­li­ne Moré), Gra­ce (Ales­sia Yoko Fon­ta­na), Tyler (Kyle Scud­der), Emily (Char­lot­te Stoi­ber) y Karim (Tom Gould), quie­nes son jóve­nes acti­vis­tas preo­cu­pa­dos por la eco­lo­gía. A fin de con­cien­ti­zar a la pobla­ción por la defo­res­ta­ción de los bos­ques que se está rea­li­zan­do, quie­ren denun­ciar a aque­llas gran­des cor­po­ra­cio­nes que los des­tru­yen a fin de uti­li­zar­los para sus nego­cios; es así que deci­den ata­car a una gran com­pa­ñía de mue­bles que uti­li­za la made­ra para la ela­bo­ra­ción de sus productos.

Des­pués de haber­se intro­du­ci­do en el local apa­ren­tan­do ser comu­nes clien­tes, cada uno de los seis acti­vis­tas aus­cul­tan dife­ren­tes rin­co­nes del mis­mo. Poco antes de fina­li­zar la jor­na­da dia­ria, ellos se ocul­tan y cuan­do ya está cerra­da la inmen­sa tien­da, pro­vis­tos de más­ca­ras comien­zan a efec­tuar diver­sos actos de van­da­lis­mo que ade­más los difun­den en las redes socia­les a fin de resal­tar la for­ma en que la com­pa­ñía aten­ta al medio ambiente.

A todo ello, los her­ma­nos Kevin (Tur­lough Con­very) y Jack (Aidan O’Hare), se desem­pe­ñan como guar­dias de segu­ri­dad, encar­ga­dos de cen­trar su aten­ción para que el orden se man­ten­ga per­ma­nen­te­men­te. Al escu­char cier­tos rui­dos, eso los man­tie­nen aler­ta­dos y tra­tan­do de ave­ri­guar lo que acon­te­ce. Al que­dar Jack acci­den­ta­do y fue­ra del esce­na­rio, es el for­ni­do y muscu­loso Kevin quien se ocu­pa del asun­to y a par­tir de ese momen­to la situa­ción se tor­na alta­men­te peli­gro­sa para el gru­po. Con su expe­rien­cia de hábil caza­dor y dota­do de un ins­tin­to cri­mi­nal, Kevin tra­ta de cap­tu­rar y eli­mi­nar a los inva­so­res del inmue­ble median­te el jue­go del gato y el ratón.

Sin entrar en deta­lles adi­cio­na­les sobre la pro­gre­sión del rela­to, se pue­de anti­ci­par que el mis­mo adquie­re un cli­ma de exor­bi­tan­te enfu­re­ci­mien­to nutri­do de con­si­de­ra­ble violencia.

Con un buen elen­co de jóve­nes artis­tas, en el repar­to se impo­ne la pre­sen­cia de Tur­lough Con­very quien brin­da una muy bue­na carac­te­ri­za­ción del impla­ca­ble y des­con­tro­la­do ofi­cial de seguridad.

Los tres cineas­tas que die­ron mues­tra de satis­fa­cer a una nutri­da audien­cia con Tur­bo Kid (2015) y Sum­mer of 84 (2018), con­fir­man aquí su com­pe­ten­cia en la ela­bo­ra­ción de un film que osci­lan­do entre el dra­ma, la come­dia, acción y sus­pen­so, resul­ta con­si­de­ra­ble­men­te entretenido.

Con­fes­sion (Japón)

El expe­ri­men­ta­do rea­li­za­dor japo­nés Nobuhi­ro Yamashi­ta ofre­ce un dra­ma psi­co­ló­gi­co de sos­te­ni­do sus­pen­so median­te un elo­gia­ble esti­lo narrativo.

CON­FES­SION

Basa­do en el guión de Shu­ji Yuki y Ryo Taka­da la his­to­ria enfo­ca a Asai (Toma Iku­ta) y Ji-yong (Yang lk-june), dos ami­gos de lar­ga data que per­te­ne­cien­tes a un club mon­ta­ñés, anual­men­te duran­te la tem­po­ra­da inver­nal rea­li­zan un sen­de­ris­mo a la mon­ta­ña. En esta oca­sión ambos recuer­dan a Sayu­ri (Nao Hon­da), la novia de Asai, que hace 16 años des­apa­re­ció. Cuan­do en la expe­di­ción rea­li­za­da irrum­pe una fuer­te tor­men­ta de nie­ve y Ji-yong que­da seria­men­te heri­do en una pier­na, cre­yen­do que está por morir, le con­fie­sa a su ami­go que por un rap­to de celos ase­si­nó a Sayu­ri. No obs­tan­te esa sór­di­da reve­la­ción, Asai rea­li­za un gran esfuer­zo por sal­var a su com­pa­ñe­ro y es así que logra trans­por­tar­lo has­ta una cabi­na cer­ca­na para pro­te­ger­se de la tem­pes­tad y aguar­dar allí el momen­to en que las auto­ri­da­des de res­ca­te lle­guen a socorrerlos.

Una vez en la cabi­na, len­ta­men­te Asai comien­za a sos­pe­char que al haber sobre­vi­vi­do Ji-yong está arre­pen­ti­do de la con­fe­sión rea­li­za­da y que pue­da lle­gar a matar­lo con el cuchi­llo que por­ta con­si­go. Esa duda se con­fir­ma al poco tiem­po don­de la ten­sión que se va gene­ran­do entre ambos esta­lla estre­pi­to­sa­men­te que­brán­do­se obvia­men­te la amis­tad que los unió.

De allí en más el rela­to prác­ti­ca­men­te se con­vier­te en un bru­tal des­cen­so a los infier­nos median­te el due­lo gene­ra­do entre Asai y Ji-yong, des­per­tan­do la intri­ga en saber quién de los dos con­trin­can­tes que­da­rá a sal­vo. No obs­tan­te que el film se desa­rro­lla total­men­te en un redu­ci­do espa­cio, esa limi­ta­ción no pro­du­ce claus­tro­fo­bia en la medi­da que su ela­bo­ra­da cons­truc­ción per­mi­te con­cen­trar la com­ple­ta aten­ción de la audiencia.

Si bien esta his­to­ria intro­du­ce algu­nos giros impre­vis­tos que no resul­tan com­ple­ta­men­te con­vin­cen­tes, esta obje­ción es amplia­men­te com­pen­sa­da por la flui­da direc­ción de Yamashi­ta y por la sóli­da inter­pre­ta­ción de los dos úni­cos acto­res del elen­co que ame­ri­tan su visión.

Not Friends (Tai­lan­dia)

Muy apro­pia­da ha sido la incor­po­ra­ción de esta come­dia de ado­les­cen­tes en Fan­ta­sia, que como ante­ce­den­te posi­ti­vo fue la ele­gi­da por Tai­lan­dia para optar a la mejor pelí­cu­la inter­na­cio­nal en los Oscar de este año, aun­que no lle­gó a ser nomi­na­da. Lo impor­tan­te es que Not Friends cons­ti­tu­ye un meri­to­rio debut del rea­li­za­dor Atta Hem­wa­dee y bien mere­ce su difu­sión comer­cial en Canadá.

NOT FRIENDS

La his­to­ria comien­za con el ingre­so a un nue­vo cole­gio de ense­ñan­za media del joven estu­dian­te Pae (Anthony Buis­se­ret), poco antes de su gra­dua­ción; allí se vin­cu­la con su com­pa­ñe­ro de aula y de asien­to Joe (Pisit­pol Ekaphong­pi­sit), un alumno que es uno de los más que­ri­dos del colegio.

La gran pena cun­de en la escue­la cuan­do ines­pe­ra­da­men­te Joe mue­re a cau­sa de un acci­den­te de trán­si­to. Pero la vida sigue su cur­so en la medi­da que los estu­dian­tes se pre­pa­ran para ingre­sar a la universidad.

Para no tener que tra­ba­jar en el nego­cio de su padre y poder seguir una carre­ra uni­ver­si­ta­ria, Pae deci­de par­ti­ci­par en el roda­je de un cor­to metra­je, en una com­pe­ten­cia aus­pi­cia­da por el depar­ta­men­to de artes de la escue­la, con la espe­ran­za de poder ser pre­mia­do para faci­li­tar su ingre­so a la uni­ver­si­dad. El con­te­ni­do del cor­to está basa­do en una his­to­ria que había escri­to Joe.

Logran­do la cola­bo­ra­ción de la joven Boken (Thi­ti­ya Jira­porn­silp), que había sido ami­ga de Joe y de otros com­pa­ñe­ros de estu­dio, el pro­yec­to comien­za a tomar vue­lo, con­tan­do con el bene­plá­ci­to de los padres del difun­to estu­dian­te al ver que su libre­to sería revi­vi­do en un film a la vez que cons­ti­tui­ría un tri­bu­to a su memoria.

Esta atrac­ti­va pri­me­ra par­te del rela­to se entron­ca con su segun­da mitad cuan­do retor­na a la escue­la Ohm (Ing­ka­rat Dam­rong­sak­kul), un alumno que estu­vo ausen­te a cau­sa de una enfer­me­dad. La rela­ción con Pae es muy cor­dial y es así que Ohm lo invi­ta a la fies­ta de su cum­plea­ños; es en esa reu­nión don­de se abre la caja de Pan­do­ra reve­lan­do un aspec­to ines­pe­ra­do que gene­ra un serio con­flic­to moral, ponien­do a prue­ba el sen­ti­mien­to de amis­tad que en últi­ma ins­tan­cia es el, ele­men­to esen­cial de Not Friends.

El film del novel rea­li­za­dor impre­sio­na narran­do remar­ca­ble­men­te las viven­cias de un gru­po de ado­les­cen­tes en el pro­ce­so de madu­rez hacia la eta­pa adul­ta en pro­cu­ra de su pro­pia iden­ti­dad; a ello se agre­ga la mag­ní­fi­ca carac­te­ri­za­ción de Anthony Buis­se­ret y Thi­ti­ya Jira­porn­silp en los roles pro­ta­gó­ni­cos des­ti­lan­do auten­ti­ci­dad y encan­to al igual que el res­to del elen­co. En suma, he aquí una come­dia ágil, entre­te­ni­da, con­mo­ve­do­ra y sin duda recomendable.