FNC 2023 (Pri­me­ra Parte)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

A par­tir de hoy y pro­si­guien­do has­ta el 15 de octu­bre tie­ne lugar en Mon­treal la 52ª edi­ción del Fes­ti­val du nou­veau ciné­ma (FNC) con la pre­sen­ta­ción de La Pas­sion de Dodin Bouf­fant del cineas­ta Tràn Anh Hùng. La pro­gra­ma­ción inclu­ye 105 lar­go­me­tra­jes y 90 cor­to­me­tra­jes pro­ve­nien­tes de 57 paí­ses. Ade­más de títu­los aplau­di­dos en los fes­ti­va­les de Ber­lín, Can­nes, Vene­cia y Toron­to de este año, hay una bue­na selec­ción de pelí­cu­las per­te­ne­cien­tes a nue­vos pro­mi­so­rios realizadores.

He aquí el comen­ta­rio de cua­tro de los fil­mes que serán exhibidos.

La Pas­sion de Dodin Bouf­fant (Fran­cia)

La comi­da fran­ce­sa como esti­lo de vida es lo que pro­po­ne el direc­tor viet­na­mi­ta Tràn Anh Hung en este rela­to que resul­ta­rá ape­ti­to­so para los aman­tes de la “hau­te cuisine”.

Adap­ta­do de la nove­la de Mar­cel Rouf La Vida y Pasión de Dodin Bouf­fant publi­ca­da en 1924, el guión del rea­li­za­dor ambien­ta su desa­rro­llo en una man­sión cam­pes­tre de Fran­cia hacia fina­les del siglo 19. En ese apa­ci­ble rin­cón se sale al encuen­tro de la impe­ca­ble coci­ne­ra Euge­nie (Juliet­te Bino­che) y del gas­tró­no­mo Dodin (Benoît Magi­mel) quie­nes duran­te 20 años con­jun­ta­men­te han tra­ba­ja­do en la pre­pa­ra­ción de exqui­si­tas deli­cias culinarias.

La Pas­sion de Dodin Bouffant

Duran­te los pri­me­ros 30 minu­tos del rela­to se obser­va cómo Euge­nie pre­pa­ra para el desa­yuno una ape­ti­to­sa tor­ti­lla de hue­vos reco­men­dan­do de que para su con­su­mo es nece­sa­rio valer­se de una cucha­ra. Pos­te­rior­men­te con la ayu­da de su asis­ten­te Vio­let­te (Gala­tea Bellu­gi) efec­túa los pre­pa­ra­ti­vos de una comi­da para cua­tro ami­gos de Dodin (Emma­nuel Salin­ger, Patrick D’Assumçao, Fré­dé­ric Fis­bach y Jan Ham­me­nec­ker), pre­via­men­te apro­ba­do por el chef, con­si­de­ra­do como el Napo­león de la gas­tro­no­mía. A su vez Dodin se encar­ga­rá de pre­pa­rar el “pot au feu”, el clá­si­co pla­to fran­cés de len­ta coc­ción que será des­ti­na­do a un supues­to prín­ci­pe de Esto­nia. Asi­mis­mo Dodin remar­ca la impor­tan­cia que tie­ne dis­po­ner de un vino ade­cua­do para degus­tar una bue­na comida.

La his­to­ria narra­da es míni­ma y en su mayor par­te no exis­ten mayo­res con­flic­tos dra­má­ti­cos sal­vo algu­nos des­va­ne­ci­mien­tos que expe­ri­men­ta Euge­nie, apa­ren­te­men­te por can­san­cio, aun­que se pre­su­me que pade­ce de una enfer­me­dad aun­que ella ter­mi­nan­te­men­te lo nie­gue. Para mati­zar el rela­to, se apre­cia el víncu­lo sen­ti­men­tal de la pare­ja; si bien es cla­ro el amor que los une, Euge­nie en prin­ci­pio ama­ble­men­te recha­za la pro­pues­ta de casa­mien­to de Dodin, pero pos­te­rior­men­te acep­ta­rá su invi­ta­ción en la medi­da que culi­na­ria e inte­lec­tual­men­te exis­te una armo­nio­sa complementación.

La exce­len­te direc­ción de Anh Hung per­mi­te resal­tar bri­llan­te­men­te la pasión de la pare­ja por el arte culi­na­rio; en tal sen­ti­do la par­ti­ci­pa­ción del renom­bra­do chef Pie­rre Gag­nai­re como con­sul­tor refle­ja la auten­ti­ci­dad de los man­ja­res pre­pa­ra­dos. Pero pre­ci­sa­men­te por su pro­pio bien, el rela­to se extien­de más allá de lo nece­sa­rio en la medi­da que a la pos­tre en la mayor par­te se asis­te a un cur­so de comi­da que aun­que sin duda remar­ca­ble pue­de ase­me­jar­se a los que sue­len difun­dir­se en la televisión.

No obs­tan­te la obje­ción que ante­ce­de, el film se valo­ri­za por la insu­pe­ra­ble actua­ción de Bino­che y Magi­mel quie­nes com­pe­ne­tra­dos por com­ple­to en sus per­so­na­jes irra­dian la inmen­sa ter­nu­ra que los ani­ma. Así, una de las esce­nas emo­ti­vas del film tie­ne lugar cuan­do Dodin por pri­me­ra vez le pre­pa­ra a su com­pa­ñe­ra que yace enfer­ma un exqui­si­to pla­to de comi­da, o bien en el poé­ti­co des­en­la­ce de esta his­to­ria que resul­ta­ría indis­cre­to comen­tar. Una vez más que­da demos­tra­do como en cier­tos casos bri­llan­tes acto­res pue­den engran­de­cer la visión de una pelí­cu­la, sin dejar de lado la nota­ble pues­ta escé­ni­ca del rea­li­za­dor que le valió en Can­nes el pre­mio a la mejor dirección.

Los Colo­nos (Chi­le-Argen­ti­na-Fran­cia-Dina­mar­ca-Gran Bretaña-Suecia-Taiwán)

Resul­ta gra­ti­fi­can­te para el crí­ti­co de cine com­pro­bar el sur­gi­mien­to de nove­les rea­li­za­do­res capa­ces de mos­trar inusi­ta­da madu­rez en sus pri­me­ros tra­ba­jos. Ese es el caso del direc­tor chi­leno Feli­pe Gál­vez quien des­pués de una expe­rien­cia como guio­nis­ta y edi­tor en cor­to­me­tra­jes debu­ta en el lar­go­me­tra­je ilus­tran­do lúci­da­men­te de mane­ra fic­cio­nal un dra­ma his­tó­ri­co sobre el tra­ta­mien­to reci­bi­do por la pobla­ción autóc­to­na de Chile.

Los Colo­nos

El guión del rea­li­za­dor escri­to con Anto­nia Girar­di y la cola­bo­ra­ción de Mariano Lly­nás en su comien­zo ubi­ca la acción en 1901 en la región pata­gó­ni­ca de Chi­le y Argen­ti­na. Allí el pode­ro­so terra­te­nien­te José Menén­dez (Alfre­do Cas­tro), dedi­ca­do a la explo­ta­ción de ove­jas, quie­re des­pe­jar la vas­ta ruta con­du­cen­te a una sali­da en el Océano Atlán­ti­co. Para efec­tuar el reco­rri­do de esa zona con­tra­ta los ser­vi­cios del fun­cio­na­rio esco­cés MacLen­nan (Mark Stan­ley) para que eli­mi­ne a la pobla­ción autóc­to­na que pue­da encon­trar en el camino; para rea­li­zar su tarea con­ta­rá con la cola­bo­ra­ción del mer­ce­na­rio ame­ri­cano Bill (Ben­ja­mín West­fall) y del ayu­dan­te Segun­do (Cami­lo Aran­ci­bia) que es un mes­ti­zo oriun­do de la isla Chi­loé. En con­se­cuen­cia, para cum­plir su misión este hete­ro­gé­neo gru­po no vaci­la­rá en sem­brar a lo lar­go del camino un sen­de­ro de san­gre al per­se­guir y ase­si­nar a la comu­ni­dad indí­ge­na Selk’nam.

Sie­te años des­pués de la masa­cre, el pre­si­den­te chi­leno Pedro Montt desig­na al ofi­cial Vicu­ña (Mar­ce­lo Alon­so), con el bene­plá­ci­to de Menén­dez, para que visi­te Chi­loé a fin de tener un pre­ci­so cono­ci­mien­to acer­ca del ase­si­na­to come­ti­do al pue­blo autóc­tono; para ello inten­ta obte­ner infor­ma­ción de Segun­do que aho­ra modes­ta­men­te habi­ta allí jun­to con su mujer Kiep­ja (Mishell Gua­ña). En todo caso, las bue­nas inten­cio­nes no repa­ran el geno­ci­dio producido.

Los per­so­na­jes están muy bien esbo­za­dos y sobre todo el más elo­cuen­te es el de Segun­do que a tra­vés de su ópti­ca se asis­te a lo que acon­te­ce en el rela­to; si bien se pue­de empa­ti­zar con el mis­mo, lo cier­to es que él fue un cola­bo­ra­dor pasi­vo de los gra­ves inci­den­tes ocu­rri­dos a pesar de su ori­gen autóctono.

Con un buen elen­co, Gál­vez tie­ne la deli­ca­de­za de suge­rir antes que demos­trar en toda su mag­ni­tud las atro­ci­da­des come­ti­das. Impri­mien­do un apro­pia­do rit­mo, el rea­li­za­dor con­tó con el valio­so apor­te de la foto­gra­fía de Simo­ne D’Arcangelo cap­tan­do el agres­te pai­sa­je en que trans­cu­rre la acción. Que­da como resul­ta­do un muy buen arti­cu­la­do dra­ma que con­tun­den­te­men­te denun­cia la acción arra­sa­do­ra y des­truc­ti­va de los pue­blos ori­gi­na­rios que tuvo lugar en la Pata­go­nia a comien­zos del siglo pasa­do; todo ello en nom­bre de una tris­te colo­ni­za­ción ten­dien­te a apli­car el racis­mo y el cri­men a fin de lograr una civi­li­za­ción más purificada.

Here (Bél­gi­ca)

El res­pe­ta­do cineas­ta y guio­nis­ta bel­ga Bas Devos ofre­ce una pelí­cu­la de aus­te­ra dimen­sión y de valio­sa cali­dad que ha sido apre­cia­da en oca­sión de su estreno mun­dial en el fes­ti­val de Ber­lin de este año don­de obtu­vo el pre­mio al mejor film de la sec­ción Encounters.

Here

A tra­vés de un esti­lo diá­fano la dimi­nu­ta his­to­ria pre­sen­ta a dos seres que se des­co­no­cen pero cuyo encuen­tro for­tui­to per­mi­te brin­dar­les el con­fort de trans­mi­tir sus inquie­tu­des. Uno de ellos es Ste­fan (Ste­fan Gota), un obre­ro rumano que tra­ba­ja en Bru­se­las en el rubro de la cons­truc­ción. Apro­ve­chan­do sus vaca­cio­nes de verano se dis­po­ne via­jar a su país natal y para ello coci­na los vege­ta­les que aún res­tan en el refri­ge­ra­dor, pre­pa­ran­do una sopa que le ofre­ce­rá a sus más cer­ca­nos com­pa­ñe­ros de labor. A su vez apro­ve­cha la oca­sión para des­pe­dir­se de su her­ma­na Anca (Ali­na Cons­tan­tin) que es enfer­me­ra y que tam­bién resi­de en la capi­tal belga.

El otro per­so­na­je es Shu­xiu (Liyo Gong), una cien­tí­fi­ca inves­ti­ga­do­ra chi­na que se dedi­ca a ana­li­zar con su micros­co­pio las plan­tas no vas­cu­la­res con espe­cial énfa­sis en los mus­gos sil­ves­tres; ade­más par­te de su tiem­po lo des­ti­na a ayu­dar a su tía que tie­ne a su car­go un peque­ño restaurante.

Mien­tras Ste­fan aguar­da unos días para que le repa­ren su auto­mó­vil a fin de tras­la­dar­se a Ruma­nia, en una jor­na­da de inten­sa llu­via, entra al res­tau­ran­te don­de se halla Shu­xiu; pos­te­rior­men­te pasean­do por un par­que de la ciu­dad el azar quie­re que Ste­fan nue­va­men­te se encuen­tre con la inves­ti­ga­do­ra. Es allí don­de cada uno apren­de algo del otro y todo hace pre­su­mir que se esta­ble­ce una mutua cone­xión entre el taci­turno rumano y la soli­ta­ria china.

Con míni­mos diá­lo­gos que­da con­cre­ta­da una his­to­ria sen­ci­lla pero lo sufi­cien­te­men­te pre­ci­sa en el estu­dio de carac­te­res que rea­li­za el com­pe­ten­te rea­li­za­dor de sus dos pro­ta­go­nis­tas como a su vez la pre­pon­de­ran­cia que adquie­re el mar­co de la natu­ra­le­za que les rodea. En esen­cia, Devos brin­da un film sutil y aun­que nada dra­má­ti­ca­men­te acon­te­ce, des­ti­la la sen­si­bi­li­dad nece­sa­ria para sedu­cir al espec­ta­dor ávi­do de un cine dia­me­tral­men­te opues­to a lo ofre­ci­do por los tra­di­cio­na­les block­bus­ters. Ade­más de Devos, pala­bras de elo­gio igual­men­te mere­ce la extra­or­di­na­ria foto­gra­fía de Grimm Van­de­kerckho­ve brin­dan­do una cau­ti­van­te sin­fo­nía de luz y color, sobre todo crean­do una espe­cial atmós­fe­ra de la ciu­dad en las horas nocturnas.

El Ros­tro de la Medu­sa (Argen­ti­na)

La novel rea­li­za­do­ra Meli­sa Lie­benthal en su pri­mer lar­go­me­tra­je de fic­ción par­te de una pre­mi­sa extra­ña cuyo pro­pó­si­to resul­ta difí­cil de cap­tar a tra­vés de su desarrollo.

El guión de Agus­tín Godoy y Lie­benthal pre­sen­ta a Mari­na (Rocío Ste­lla­to), una docen­te de 30 años de edad que ha vis­to su ros­tro cam­bia­do como resul­ta­do de una hin­cha­zón que comen­zó tiem­po atrás. Habien­do recu­rri­do a varios médi­cos para resol­ver su situa­ción y retor­nar a su cara ori­gi­nal, aún no ha encon­tra­do solu­ción al pro­ble­ma que le aflige..

El Ros­tro de la Medusa

Nada se sabe sobre la cau­sa de su infla­ma­ción pero lo cier­to es que su acti­tud la impul­sa a man­te­ner­se ocul­ta en la medi­da de lo posi­ble, lo que impli­ca el haber soli­ci­ta­do licen­cia en su tra­ba­jo como asi­mis­mo evi­tar el encuen­tro con su novio (Vla­di­mir Durán), por temor de que fue­se recha­za­da por su nue­vo aspec­to. Eso exclu­ye a sus padres que ya están habi­tua­dos a ver­la tal cual es.

En prin­ci­pio se pue­de acep­tar el hecho de que la iden­ti­dad de una per­so­na se aso­cie a cómo ella se vea y que cual­quier cam­bio rotun­do afec­te la pér­di­da de la mis­ma. Pero la direc­to­ra adop­ta un tra­ta­mien­to con­fu­so en que el trau­ma psi­co­ló­gi­co de Mari­na no lle­ga a com­pren­der­se cla­ra­men­te. Afron­tan­do su cri­sis ella visi­ta un zoo­ló­gi­co para obser­var los sem­blan­tes de los ani­ma­les tra­tan­do de bus­car algu­na aso­cia­ción con el suyo. A todo ello Lie­benthal intro­du­ce esce­nas de ani­ma­ción digi­tal con imá­ge­nes de ros­tros que dis­traen la narra­ción; tam­po­co ayu­da mucho la rela­ción espe­cial que Mari­na man­tie­ne con su abue­la y el affai­re con un estu­dian­te de la facul­tad a fin de escla­re­cer la cri­sis de iden­ti­dad que la aflige.

Deci­di­da­men­te expe­ri­men­tal y sin que el pun­to de par­ti­da adquie­ra enver­ga­du­ra dra­má­ti­ca, la enig­má­ti­ca pro­pues­ta de la rea­li­za­do­ra si bien inten­cio­nal­men­te audaz no alcan­za a tras­cen­der; en con­se­cuen­cia, al final de la pro­yec­ción que­da abier­ta la pre­gun­ta ¿y aho­ra qué?

Fil­mes Vis­tos en el TIFF (3)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Cerrar los Ojos (Espa­ña-Argen­ti­na)

El céle­bre rea­li­za­dor Víc­tor Eri­ce que ofre­ció títu­los tan valio­sos como El Espí­ri­tu de la Col­me­na (1973), El Sur (1983) y El Sol del Mem­bri­llo (1992), des­pués de 31 años de ausen­cia retor­na con este excep­cio­nal dra­ma melan­có­li­co. Sin duda algu­na el octo­ge­na­rio cineas­ta emer­ge más lúci­do que nun­ca, per­mi­tien­do que el ciné­fi­lo goce con la his­to­ria pro­pues­ta por él con la cola­bo­ra­ción de Michel Gaztambide.

Cerrar los Ojos

Las pri­me­ras imá­ge­nes del rela­to trans­cu­rren des­pués de la Segun­da Gue­rra en un majes­tuo­so cas­ti­llo ubi­ca­do en algún lugar no espe­ci­fi­ca­do de la Fran­cia rural; allí está radi­ca­do su millo­na­rio pro­pie­ta­rio (Josep María Pou), un judío espa­ñol refu­gia­do que le soli­ci­ta a un com­pa­trio­ta suyo (José Coro­na­do) que tra­te de loca­li­zar y traer de retorno a su hija des­apa­re­ci­da en el con­flic­to béli­co y que aho­ra se encuen­tra en Shanghái.

Para gran sor­pre­sa del espec­ta­dor, lo que has­ta ese momen­to obser­vó en la pan­ta­lla era la fil­ma­ción de una pelí­cu­la (La Mira­da del Adiós) que en 1990 esta­ba diri­gien­do el cineas­ta espa­ñol Miguel Garay (Mano­lo Solo) y que no pudo con­cluir­la por­que repen­ti­na­men­te des­apa­re­ció sin dejar hue­lla algu­na su pro­ta­go­nis­ta Julio Are­nas (José Coronado).

Con estos ante­ce­den­tes la acción se des­pla­za a 2012 don­de en un pro­gra­ma tele­vi­si­vo de gran audien­cia titu­la­do Casos sin Resol­ver, Garay es invi­ta­do para que sumi­nis­tre deta­lles de aquel pro­yec­to malo­gra­do y ofrez­ca algu­nos datos del actor des­apa­re­ci­do quien a su vez había sido su gran ami­go. Ese pro­gra­ma moti­va a que Garay, que des­pués de su pelí­cu­la incon­clu­sa dejó de fil­mar y se des­pla­zó a una aldea de pes­ca­do­res de Anda­lu­cía para vivir, tra­te de inves­ti­gar cuál ha sido el para­de­ro de su ami­go; entre algu­nos de sus con­tac­tos se encuen­tra el edi­tor y archi­vis­ta del film (Mario Par­do), una can­tan­te ami­ga (Sole­dad Vila­mil) que ha sido su aman­te como tam­bién de Are­nas y Ana (Ana Torrent), la hija del des­apa­re­ci­do actor. Si bien su bús­que­da en prin­ci­pio resul­ta infruc­tuo­sa, una tra­ba­ja­do­ra social se comu­ni­ca con la res­pon­sa­ble del pro­gra­ma de tele­vi­sión para brin­dar valio­sa infor­ma­ción sobre Arenas.

Aquí comien­za la segun­da y apa­sio­nan­te his­to­ria del rela­to que de mane­ra algu­na con­vie­ne divul­gar, excep­to men­cio­nar que el ciné­fi­lo que­da­rá com­ple­ta­men­te con­cen­tra­do con el desa­rro­llo de los acon­te­ci­mien­tos has­ta cul­mi­nar en un remar­ca­ble y con­mo­ve­dor des­en­la­ce en don­de la memo­ria y el olvi­do adquie­ren relevancia.

Con el sen­sa­cio­nal elen­co que Eri­ce logró con­vo­car cabe resal­tar la hip­nó­ti­ca actua­ción de Solo así como la mag­ní­fi­ca expre­si­vi­dad des­ti­la­da por Coro­na­do; asi­mis­mo para quie­nes aplau­die­ron en 1973 a la peque­ña Ana Torrent de 7 años de edad en El Espí­ri­tu de la Col­me­na, resul­ta­rá nos­tál­gi­co y cau­ti­van­te con­tem­plar aho­ra a la vete­ra­na actriz, nue­va­men­te de la mano del gran cineasta.

La magia del cine, tal como había sido con­ce­bi­da por los her­ma­nos Augus­te y Louis Lumiè­re, ha sido mara­vi­llo­sa­men­te revi­vi­da por Eri­ce en esta remar­ca­ble película.

El Rap­to (Argen­ti­na)

La direc­to­ra Danie­la Gog­gi, bien cono­ci­da por sus logros en Abzur­dah /2015) y El Hilo Rojo (2016) enfo­ca aho­ra un dra­ma his­tó­ri­co vivi­do en Argen­ti­na duran­te el pro­ce­so de tran­si­ción de la demo­cra­cia des­pués de la. dic­ta­du­ra militar.

El Rap­to

El guión de Gog­gi y Andrea Garro­te está basa­do en la nove­la de Mar­tin Sivak El Sal­to de Papá mos­tran­do algu­nas de las gra­ves ano­ma­lías exis­ten­tes en los pri­me­ros años del perío­do en que el espe­ran­za­do pue­blo de Argen­ti­na comen­zó a expe­ri­men­tar los vien­tos de liber­tad que aso­ma­ban tras la san­grien­ta repre­sión vivi­da duran­te 7 años.

El comien­zo es aus­pi­cio­so refle­jan­do la emo­ción de Julio Levy (Rodri­go de la Ser­na) y su fami­lia retor­nan­do del exi­lio en 1983 para ini­ciar una nue­va eta­pa de su vida en Bue­nos Aires. De inme­dia­to Julio se rein­cor­po­ra a la ins­ti­tu­ción finan­cie­ra fami­liar a car­go de su padre (Jor­ge Marra­le) jun­to con la par­ti­ci­pa­ción de su her­mano Miguel (Ger­mán Palacios).

El cli­ma jubi­lo­so es de cor­to alcan­ce cuan­do Miguel sor­pre­si­va­men­te es secues­tra­do en la calle y a par­tir de allí Julio se encuen­tra en la difí­cil tarea de nego­ciar con los secues­tra­do­res siguien­do las ins­truc­cio­nes reci­bi­das. A pesar de la entre­ga de dine­ro reque­ri­da por los mal­he­cho­res, su her­mano no es libe­ra­do. Des­pués de varias sema­nas sin noti­cias, Julio con su cuña­da Ali­cia (Andrea Garro­te) ‑la espo­sa de Miguel- soli­ci­tan una entre­vis­ta con el Pre­si­den­te Alfon­sín quien acce­de a la mis­ma y empa­ti­zan­do con los visi­tan­tes, deri­va el caso a la ase­so­ría mili­tar para que se ocu­pe del gra­ve problema.

La situa­ción se com­pli­ca cuan­do se des­cu­bren algu­nas grie­tas de la inci­pien­te demo­cra­cia, al com­pro­bar­se que varios de los res­pon­sa­bles del secues­tro habían par­ti­ci­pa­do en la dic­ta­du­ra y que aho­ra direc­ta o indi­rec­ta­men­te están infil­tra­dos en las esfe­ras polí­ti­cas del gobierno. Es así como la corrup­ción, intri­gas, mano­seos y trai­cio­nes van crean­do un asfi­xian­te cli­ma don­de la demo­cra­cia es pues­ta a prue­ba a pesar de las nobles inten­cio­nes del pri­mer man­da­ta­rio tra­tan­do de sobre­lle­var su ges­tión en la mejor for­ma posible.

Para­le­la­men­te a la situa­ción rei­nan­te, el film rese­ña cómo el secues­tro ha afec­ta­do a la fami­lia de Julio, con espe­cial refe­ren­cia a su abne­ga­da espo­sa Sil­via (Julie­ta Zyl­ber­berg), como asi­mis­mo a la deses­pe­ra­da mujer de Miguel. En tal sen­ti­do, uno de los sus­ten­tos de este con­mo­ve­dor dra­ma des­can­sa en su sóli­do elen­co, espe­cial­men­te agra­cia­do por la exce­len­te carac­te­ri­za­ción de Rodri­go de la Ser­na en el per­so­na­je protagónico.

Aun­que el rela­to abun­da en refe­ren­cias de lo acon­te­ci­do en el país sud­ame­ri­cano, la sóli­da direc­ción de Gog­gi per­mi­te que el film adquie­ra tras­cen­den­cia internacional.

Copa 71 (Gran Bretaña)

No es nece­sa­rio ser adic­to al fút­bol para apre­ciar este efi­caz docu­men­tal demos­tran­do que este popu­la­rí­si­mo depor­te mun­dial no es atri­bu­to exclu­si­vo del géne­ro masculino.

A tra­vés de impor­tan­te mate­rial de archi­vo y de entre­vis­tas rea­li­za­das a la hora actual, el film de Rachel Ram­say y James Ers­ki­ne con­si­de­ra la cele­bra­ción del cam­peo­na­to mun­dial feme­nino que tuvo lugar en Méxi­co en 1971. En esa épo­ca la prác­ti­ca de este depor­te rea­li­za­do por muje­res no era bien mira­do por el con­tex­to social rei­nan­te. Esa limi­ta­ción no solo alcan­za­ba a los fami­lia­res de las depor­tis­tas sino tam­bién a la FIFA (Fede­ra­ción Inter­na­cio­nal de Fút­bol Aso­cia­ción) que de nin­gu­na mane­ra apo­ya­ría ni reco­no­ce­ría un tor­neo mun­dial femenino.

Es la voz de Sere­na Williams quien en su comien­zo intro­du­ce al espec­ta­dor en la géne­sis de esta his­to­ria para pos­te­rior­men­te pro­se­guir con el rela­to comen­ta­do por algu­nas de las muje­res que habían par­ti­ci­pa­do en el even­to. Entre las mis­mas inter­vie­nen Elba Sel­va (Argen­ti­na), Nico­le Man­gas (Fran­cia), Sil­via Zara­go­za y Elvi­ra Ara­cén (Méxi­co), Carol Wil­son (Ingla­te­rra), Ele­na Schia­vo (Ita­lia), Bir­te Kjems y Ann Sten­gard (Dina­mar­ca) quie­nes comen­tan sus his­to­rias per­so­na­les y los obs­tácu­los que tuvie­ron que supe­rar para con­cre­tar su voca­ción depor­tis­ta; asi­mis­mo es de espe­cial inte­rés la con­tri­bu­ción del his­to­ria­dor David Gold­blatt efec­tuan­do una rese­ña del depor­te a lo lar­go del siglo pasado.

Al pro­pio tiem­po gran par­te del metra­je expo­ne los momen­tos más emo­cio­nan­tes de los par­ti­dos dispu­tados por Argen­ti­na, Fran­cia, Méxi­co, Ingla­te­rra, Ita­lia y Dina­mar­ca a par­tir del 15 de agos­to de 1971. Este Cam­peo­na­to Mun­dial Feme­nino cul­mi­nó el 5 de sep­tiem­bre con la asis­ten­cia de más de 100 mil per­so­nas en el Esta­dio Azte­ca de la Ciu­dad de Méxi­co don­de se reali­zó el elec­tri­zan­te encuen­tro de los juga­do­res de Méxi­co y Dina­mar­ca con el rotun­do e indis­cu­ti­do triun­fo del equi­po danés que fue galar­do­na­do con la céle­bre Copa.

La Copa 71 que­da regis­tra­do como el más con­cu­rri­do even­to depor­ti­vo de la his­to­ria y tal como se acla­ra en los cré­di­tos fina­les su esta­tus de copa mun­dial aún no es reco­no­ci­do por la FIFA, no obs­tan­te que hoy día el depor­te de fút­bol feme­nino es el de mayor cre­ci­mien­to en el planeta.

En esen­cia, Ers­ki­ne y Ram­say ofre­cen con este ameno docu­men­tal un cáli­do y jus­ti­cie­ro home­na­je a las muje­res que aman y prac­ti­can el fútbol.

The Dead Don’t Hurt (Méxi­co-Cana­dá-Dina­mar­ca)

El apre­cia­ble géne­ro del wes­tern cobra nue­vo alien­to en esta pro­duc­ción fil­ma­da con sumo esme­ro por Vig­go Mor­ten­sen quien ade­más de rea­li­za­dor y guio­nis­ta par­ti­ci­pa como actor.

The Dead Don’t Hurt

La acción comien­za en la fron­te­ra del oes­te ame­ri­cano en los años 60 del siglo 19 don­de el inmi­gran­te danés Hol­ger Olsen (Mor­ten­sen) sepul­ta a Vivien­ne Le Coudy (Vicky Krieps), su que­ri­da mujer fran­co cana­dien­se que falle­ció de una enfer­me­dad no especificada.

De inme­dia­to la his­to­ria retro­ce­de al pasa­do en don­de se obser­va como Hol­ger y su mujer lle­ga­ron a cono­cer­se en San Fran­cis­co, sur­gien­do de inme­dia­to una rápi­da comu­ni­ca­ción y sim­pa­tía que moti­vó a unir sus vidas a pesar de que ella ha rehu­sa­do a casar­se. Vivien­do en un remo­to y deso­la­do sec­tor de Neva­da, como mujer inde­pen­dien­te ella que solía ven­der flo­res con­si­gue un empleo en la taber­na local, en tan­to que Hol­ger se desem­pe­ña como carpintero.

La región tie­ne como alcal­de a Rudolph Schi­ller (Danny Hus­ton), un corrup­to indi­vi­duo vin­cu­la­do con el pode­ro­so terra­te­nien­te Alfred Jef­fries (Garret Dillahunt) cuyo vio­len­to hijo Wes­ton (Solly McLeod) se sola­za matan­do a mexi­ca­nos sin moti­vo alguno.

La vida trans­cu­rre apa­ci­ble­men­te sin que nada per­tur­be la feli­ci­dad de la pare­ja has­ta que al comen­zar la gue­rra civil Hol­ger deci­de enlis­tar­se como volun­ta­rio en el ejér­ci­to; si bien Vivian­ne no está de acuer­do con la deci­sión de su mari­do, ella evi­ta inter­fe­rir en la misma.

La situa­ción se com­pli­ca para Vivian­ne cuan­do estan­do sola recha­za ter­mi­nan­te­men­te los avan­ces amo­ro­sos de Wes­ton quien final­men­te la aba­te y vio­la salvajemente.

Cuan­do des­pués de algu­nos años de ausen­cia Hol­ger retor­na al hogar, com­prue­ba muy a su pesar que su mujer es madre de un niño. Aun­que él acep­ta con noble­za el rol de padre para un hijo que no es suyo, no dura­rá mucho el enfren­ta­mien­to que man­ten­drá con el villano Wes­ton y cuyo resul­ta­do es obvia­men­te predecible.

Sin lle­gar a nive­les de excep­ción, la his­to­ria atrae por la entra­ña­ble y román­ti­ca rela­ción de Vivien­ne y Hol­ger, a pesar de algu­nas ins­tan­cias de des­acuer­do y obs­tácu­los que deben supe­rar. Con una bue­na rea­li­za­ción, Mor­ten­sen se valió de un buen elen­co en don­de pre­do­mi­na la irre­pro­cha­ble actua­ción de Vicky Krieps. En los aspec­tos téc­ni­cos se des­ta­ca la muy bue­na foto­gra­fía de Mar­cel Zys­kind otor­gan­do al film un atrac­ti­vo esti­lo visual.

A Nor­mal Family (Corea del Sur)

Del renom­bra­do rea­li­za­dor sur­co­reano Hur Jin-ho lle­ga a la pan­ta­lla un inquie­tan­te rela­to imbui­do de con­si­de­ra­ble con­no­ta­ción moral. Basa­do en la nove­la holan­de­sa Het Diner (La Cena) de Her­man Koch, la adap­ta­ción rea­li­za­da por los guio­nis­tas Park Eun-kyo y Joon-seok con­fi­gu­ra un valio­so apor­te en la medi­da que el cineas­ta cap­tó en toda su dimen­sión las vici­si­tu­des pro­du­ci­das en el seno de dos fami­lias que a des­pe­cho del títu­lo del film se apar­tan de los cáno­nes normales.

La pelí­cu­la comien­za con un enco­le­ri­za­do inci­den­te calle­je­ro que se pro­du­ce entre dos con­duc­to­res de autos en don­de uno de ellos ter­mi­na­rá muer­to dejan­do en el vehícu­lo a su hiji­ta heri­da. El exi­to­so abo­ga­do cri­mi­na­lis­ta Jae-wan (Sol Kyung-gu) asu­me la defen­sa del homi­ci­da en tan­to que su her­mano menor Jae-gyu (Jang Dong-gun) que es médi­co pedia­tra tie­ne a su car­go la ope­ra­ción de la niña gra­ve­men­te mal­tre­cha. De allí se van cono­cien­do las per­so­na­li­da­des de dos her­ma­nos con prin­ci­pios éti­cos bien dife­ren­tes; así, mien­tras el legis­ta sólo está intere­sa­do en el bene­fi­cio pecu­nia­rio que le pro­vee su pro­fe­sión sin impor­tar­le a quien tie­ne que defen­der, el médi­co en cam­bio ante­po­ne el sanea­mien­to de sus pacien­tes como obje­ti­vo pri­mor­dial sin que el dine­ro entre en juego.

Jae Wan con su joven espo­sa Ji-su (Clau­dia Kim) y Jae-gyu con su cón­yu­ge Yeon-kyung (Kim Hee-ae) sue­len reu­nir­se con cier­ta fre­cuen­cia para cenar en sun­tuo­sos res­tau­ran­tes man­te­nien­do entre ellos una bue­na rela­ción fami­liar. Eso se extien­de tam­bién a la amis­tad rei­nan­te entre los pri­mos ado­les­cen­tes Si-ho (hijo de Jae-gyu) y Hye-yoon (hija de Jae-wan).

Si bien el rela­to está impreg­na­do de varias situa­cio­nes vio­len­tas, la más con­tun­den­te se pro­du­ce cuan­do ambos ado­les­cen­tes des­pués de haber sali­do de una fies­ta, a tra­vés de un bru­tal epi­so­dio con un hom­bre sin hogar que se encuen­tra en la calle le oca­sio­nan su muer­te y eso que­da regis­tra­do en una cáma­ra de video. Es ahí don­de ese cri­men moti­va a que el rela­to cobre con­si­de­ra­ble dra­ma­ti­ci­dad en la medi­da que los res­pec­ti­vos padres adop­tan posi­cio­nes drás­ti­ca­men­te opues­tas con res­pec­to a cómo tra­tar esta tra­ge­dia. En tan­to que Jae-gyu a toda cos­ta quie­re pro­te­ger a su hijo dejan­do de lado sus altos prin­ci­pios mora­les, Jae-wan posi­ble­men­te por un pro­ble­ma de con­cien­cia está resuel­to a denun­ciar a la poli­cía el ase­si­na­to come­ti­do por los ado­les­cen­tes. En con­se­cuen­cia, la rela­ción de ambas fami­lias se desin­te­gran por com­ple­to gene­ran­do un cli­ma de máxi­ma ten­sión que con­du­ce a un des­en­la­ce que si bien pue­de ser obje­to de dis­cu­sión de todos modos resul­ta con­vin­cen­te tal como está expuesto.

Con una des­crip­ción minu­cio­sa de sus per­so­na­jes y adop­tan­do un diná­mi­co rit­mo, Hur Jin-ho brin­da un exce­len­te film resal­tan­do cómo la mora­li­dad huma­na pue­de refle­jar dis­pa­res sen­ti­mien­tos cuan­do entra en jue­go la pro­tec­ción de los hijos.

Without Air (Hun­gría)

Nue­va­men­te en la sec­ción Dis­co­very del TIFF resul­ta gra­ti­fi­can­te des­cu­brir a nove­les cineas­tass como en este caso acon­te­ce con Kata­lin Mol­do­vai quien en su pri­mer lar­go­me­tra­je demues­tra poseer un sóli­do talento.

Without Air

El guión de la rea­li­za­do­ra y Zita Palóc­zi ubi­ca la acción en una peque­ña ciu­dad de Hun­gría pre­sen­tan­do a Ana (Ágnes Krasz­nahor­kai), pro­fe­so­ra de lite­ra­tu­ra en la escue­la Balas­si de ense­ñan­za media. A tra­vés de varios años de deno­da­da labor se ha gran­jea­do el res­pe­to de Eva (Tün­de Sko­vrán) que es la direc­to­ra del esta­ble­ci­mien­to, de sus cole­gas y sobre todo del alum­na­do inte­gra­do por jóve­nes de 17 años quie­nes han vis­to en ella a una pre­cur­so­ra e ins­pi­ra­do­ra lite­ra­ria median­te los tex­tos leí­dos en cla­se, inclu­yen­do las poe­sías. Como lo ha hecho en el pasa­do, des­pués de una cla­se dedi­ca­da al poe­ta Arthur Rim­baud, Ana sugie­re a los alum­nos que vean el film de 1995 Total Eclip­se de Agniesz­ka Holland, en don­de se ilus­tra la rela­ción amo­ro­sa man­te­ni­da entre Rim­baud y el poe­ta Paul Ver­lai­ne; sin duda algu­na el pro­pó­si­to de la visión resi­de en su con­te­ni­do poé­ti­co y de nin­gu­na mane­ra en el víncu­lo sexual de estos poetas.

El con­flic­to dra­má­ti­co del rela­to se pro­du­ce cuan­do el con­ser­va­dor padre de Vik­tor (Soma Sán­dor), uno de sus más des­ta­ca­dos alum­nos, obser­va a su hijo vien­do el film; de mane­ra impul­si­va se diri­ge a la escue­la adu­cien­do la inapro­pia­da con­duc­ta de Anna por reco­men­dar una pelí­cu­la que pue­de corrom­per a los alum­nos por su con­te­ni­do homo­se­xual. A par­tir de ese momen­to Ana se encuen­tra en un labe­rin­to kaf­kiano sin ima­gi­nar cómo ese film lle­ga a ser la cau­sa de reci­bir una posi­ble amo­nes­ta­ción. Tenien­do en cuen­ta que la escue­la está por cele­brar el ses­qui­cen­te­na­rio de su fun­da­ción y que el inci­den­te pro­du­ci­do pue­da dañar su ima­gen con la posi­bi­li­dad de no obte­ner sub­si­dios finan­cie­ros de la alcal­día, la direc­to­ra no obs­tan­te tener una exce­len­te opi­nión de la pro­fe­so­ra, la san­cio­na con una reprimenda.

Ante seme­jan­te injus­ti­cia, Ana deci­de ape­lar la sen­ten­cia para que la mis­ma sea anu­la­da. Sin embar­go, su acti­tud cau­sa inusi­ta­do revue­lo y para peor se agra­va al alcan­zar difu­sión públi­ca. A tra­vés de la mar­gi­na­li­za­ción que va expe­ri­men­tan­do ella com­prue­ba el pusi­lá­ni­me medio social que la rodea.

Sin caer en dema­go­gia algu­na, con este valien­te y audaz film remar­ca­ble­men­te eje­cu­ta­do la novel rea­li­za­do­ra efec­túa una cla­ra denun­cia de la into­le­ran­cia, cinis­mo, per­ver­sión y des­in­for­ma­ción rei­nan­te así como la ausen­cia de una autén­ti­ca liber­tad de expresión.

Nota: Las fotos han sido sumi­nis­tra­das por el TIFF

Fil­mes Vis­tos en el TIFF 2023 (2)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Lim­bo (Aus­tra­lia)

Si aca­so hay una per­so­na cine­ma­to­grá­fi­ca­men­te com­ple­ta, ésa es Ivan Sen. El reco­no­ci­do y aplau­di­do rea­li­za­dor autóc­tono es ade­más el guio­nis­ta, fotó­gra­fo, músi­co y por aña­di­du­ra el edi­tor de este dra­ma. Como lo ha refle­ja­do en fil­mes pre­ce­den­tes, Sen logra expo­ner, la mane­ra en que la jus­ti­cia aus­tra­lia­na deja de actuar como tal cuan­do se tra­ta de la pobla­ción indígena.

Lim­bo

Ambien­ta­da en una zona desér­ti­ca del sur de Aus­tra­lia, el rela­to pre­sen­ta al detec­ti­ve Tra­vis Hur­ley (Simon Baker) quien ha sido comi­sio­na­do para que con­si­de­re si hay indi­cios que per­mi­tan reabrir el caso de Char­lot­te Hayes, una joven indí­ge­na que ha sido ase­si­na­da hace 20 años en el fic­ti­cio encla­ve mine­ro de Lim­bo; ese caso no resuel­to debi­do a la apa­tía poli­cial habría sido tra­ta­do con mayor inte­rés si una chi­ca blan­ca hubie­ra sido la víctima.

Allí lle­ga Tra­vis uti­li­zan­do como alo­ja­mien­to una pie­za del motel igual­men­te lla­ma­do Lim­bo y el lugar en don­de se alber­ga se ase­me­ja a una extra­ña caver­na, sin que se avis­te a otros pasa­je­ros ni tam­po­co a nadie encar­ga­do de la recep­ción. En su pri­me­ra noche y antes de comen­zar la tarea se inyec­ta una dosis de heroí­na aun­que su dro­ga­dic­ción no afec­ta­rá la rea­li­za­ción de su trabajo.

En su inves­ti­ga­ción el ins­pec­tor loca­li­za en pri­mer lugar a Char­lie (Rob Collins) y su dis­tan­cia­da her­ma­na Emma (Natasha Wan­ga­neen), ambos her­ma­nos de la difun­ta que en prin­ci­pio se mues­tran escép­ti­cos y poco dis­pues­tos a cola­bo­rar con nin­gún poli­cía blan­co. Asi­mis­mo en su tarea tam­bién entre­vis­ta a habi­tan­tes blan­cos del lugar don­de entre ellos se encuen­tra un dema­cra­do anciano (Nicho­las Hope) cuyo her­mano ya des­apa­re­ci­do cons­ti­tu­yó el prin­ci­pal sos­pe­cho­so del cri­men cometido.

En el tra­ta­mien­to del tema, que­da refle­ja­do el ais­la­mien­to exis­ten­te entre la comu­ni­dad abo­ri­gen y la pobla­ción blan­ca. Asi­mis­mo y fre­cuen­tan­do cada vez más a Emma y a sus hijas emer­ge un tierno víncu­lo a la vez que se refle­ja cómo la muer­te de Char­lot­te ha crea­do un pro­fun­do trau­ma tan­to en ella como en su her­mano. Al pro­pio tiem­po eso no exclu­ye impo­ner­se de los demo­nios inte­rio­res refle­ja­dos en Tra­vis, que de algún modo lo indu­je­ron a la drogadicción.

Aun­que el rit­mo del film no alcan­ce una com­ple­ta flui­dez la his­to­ria rela­ta­da por el direc­tor cala en el áni­mo del espec­ta­dor, per­mi­tién­do­le infe­rirr cómo las aris­tas racis­tas del pasa­do colo­nial del país aún per­sis­ten así como la exis­ten­cia de un sis­te­ma judi­cial des­igual para la comu­ni­dad indí­ge­na. Ade­más de la remar­ca­ble inter­pre­ta­ción brin­da­da por Baker y de Wan­ga­neen cabe des­ta­car la visual­men­te fas­ci­nan­te foto­gra­fía en blan­co y negro cap­tan­do en toda su dimen­sión el pano­ra­ma desértico.

Les Jours Heu­reux (Cana­dá)

Así como en el remar­ca­ble film Tar (2022) de Todd Field se asis­te a la his­to­ria de una con­sa­gra­da com­po­si­to­ra y direc­to­ra musi­cal, en este caso en su ter­cer lar­go­me­tra­je la direc­to­ra Chloé Robi­chaud abor­da un tema que en prin­ci­pio pare­ce ase­me­jar­se pero su enfo­que es sus­tan­cial­men­te diferente.

Les Jours Heureux

En un guión que le per­te­ne­ce la rea­li­za­do­ra cen­tra su aten­ción en Emma (Sophie Des­ma­rais) una apa­sio­na­da y ambi­cio­sa direc­to­ra musi­cal tra­tan­do de encon­trar un rum­bo defi­ni­ti­vo en su carre­ra en tan­to que hay fac­to­res que le impi­den lograr ple­na satis­fac­ción en su vida.

Uno de las difi­cul­ta­des que enfren­ta Emma es la rela­ción con su padre Patrick (Syl­vain Mar­cel). Sien­do su agen­te artís­ti­co, con­tro­la en dema­sía su actua­ción musi­cal has­ta el pun­to en que su exi­gen­cia adquie­re un tono abu­si­vo; así en los ensa­yos de sus con­cier­tos siem­pre tie­ne algo que obje­tar­le, ya sea por­que no brin­da dema­sia­da emo­ción a las pie­zas que diri­ge o bien por­que no impri­me la vita­li­dad nece­sa­ria reque­ri­da en las obras de cier­tos auto­res difí­ci­les como lo es la músi­ca de Arnold Shöenberg.

El otro ele­men­to que a ella le preo­cu­pa es su víncu­lo con Naë­lle (Nour Belkhi­ria), una mujer mono­pa­ren­tal de un niño de 5 años y que a la vez es vio­lon­che­lis­ta de la orques­ta.. Si bien, ambas están liga­das por un gran amor, Naë­lle no está del todo con­ven­ci­da de lle­var a cabo una vida jun­to a Emma.

Cuan­do se le pre­sen­ta la posi­bi­li­dad de lle­gar a ser direc­to­ra de una pres­ti­gio­sa orques­ta, es el momen­to en que Emma debe resol­ver si seguir tenien­do como agen­te a su padre y a la vez tomar una deci­sión con rela­ción a su vida sentimental.

El com­ple­jo dra­ma está muy bien abor­da­do por Robi­chaud y sin duda uno de los fac­to­res que gra­vi­tan exi­to­sa­men­te es la nota­ble com­pli­ci­dad que exis­te entre ella y Des­ma­rais, habien­do jun­tas tra­ba­ja­do ante­rior­men­te como rea­li­za­do­ra y actriz res­pec­ti­va­men­te (Sarah Pre­fers to Run, en 2013). Es así que la come­dian­te trans­mi­te mag­ní­fi­ca­men­te la varia­da gama emo­cio­nal que atra­vie­sa su per­so­na­je fren­te a los obs­tácu­los y desa­fíos enfrentados.

Ade­más de la sóli­da actua­ción del elen­co, es impor­tan­te des­ta­car el gran apor­te brin­da­do por el extra­or­di­na­rio maes­tro Yan­nick Nézet-Séguin quien ha actua­do como con­se­je­ro artís­ti­co a la vez que con­sul­tor musi­cal de este pro­yec­to. Si bien en la fic­ción es el per­so­na­je de Des­ma­rais que diri­ge la orques­ta, en reali­dad ha sido Séguin el direc­tor musi­cal logran­do otro triun­fo nota­ble de la Orches­tre Métro­po­li­tain y a la vez favo­re­ci­do por la vivaz foto­gra­fía de Ariel Méthot cap­tan­do a los exce­len­te músi­cos que inte­gran la OM.

I Don’t Know Who You Are (Cana­dá)

Nada resul­ta más gra­to para un crí­ti­co de cine que des­cu­brir un sober­bio film como es el caso del aquí comen­ta­do, que inte­gra la sec­ción Dis­co­very del TIFF cuyo pro­pó­si­to es resal­tar tra­ba­jos de nue­vos rea­li­za­do­res. Es así que el novel direc­tor M.H. Murray demues­tra una nota­ble madu­rez expo­nien­do las vici­si­tu­des de un hom­bre común fren­te a un ate­rra­dor acontecimiento..

I Don’t Know Who You Are

El impe­ca­ble guión deL actor Mark Clen­non com­par­ti­do con Vic­to­ria Long y Murray cen­tra su aten­ción en Ben­ja­min (Clen­non), un can­tan­te y músi­co gay de Toron­to que actual­men­te está salien­do con Mal­colm (Anthony Diaz). Cuan­do el vier­nes des­pués de haber asis­ti­do a una fies­ta sale a la calle embria­ga­do y marea­do, un des­co­no­ci­do (Michael Hogan) lo abor­da en la oscu­ri­dad de la noche, sal­va­je­men­te lo gol­pea y ter­mi­na vio­lán­do­lo. Temien­do las con­se­cuen­cias de dicho asal­to, al día siguien­te su ami­ga Ariel (Nat Manuel) lo some­te a un rápi­do test san­guí­neo (un pin­cha­zo en uno de sus dedos) demos­tran­do que en prin­ci­pio el resul­ta­do es nega­ti­vo. Con todo y asis­ti­do por una doc­to­ra local para evi­tar que pudie­se even­tual­men­te con­traer HIV, ella le pres­cri­be unas pas­ti­llas que debe­rá inge­rir por un cier­to tiem­po pero advir­tién­do­le que las pri­me­ras dosis deben ser toma­das en un lap­so no mayor a las 48 horas del gra­ve incidente,

Cuan­do lle­ga a la far­ma­cia con la pres­crip­ción, el far­ma­céu­ti­co (Chris Wong) le hace saber que el cos­to de las cáp­su­las no está cubier­to por el segu­ro de salud pro­vin­cial. Ben­ja­min debe sufra­gar 950 dóla­res de su pro­pio bol­si­llo; eso impi­de a Ben­ja­min obte­ner el medi­ca­men­to por estar esca­so de dine­ro. Es así que fren­te a esa situa­ción la deses­pe­ra­ción hace pre­sa de él en la medi­da que debe luchar con­tra el tiem­po que trans­cu­rre para inge­rir el reme­dio antes que fina­li­ce el día domingo.

Si en prin­ci­pio el rela­to cla­ra­men­te demues­tra cuan difí­cil resul­ta supe­rar una situa­ción como la des­crip­ta para quien no dis­po­ne de los medios sufi­cien­tes para afron­tar un pro­ble­ma de salud, al pro­pio tiem­po aquí se exal­ta el gra­do de soli­da­ri­dad exis­ten­te entre los cono­ci­dos de Ben­ja­min, dis­pues­tos a pro­veer­le par­te del dine­ro que necesita.

Con una extra­or­di­na­ria inter­pre­ta­ción de Clen­non, quien en su debut acto­ral por­ta sobre sus hom­bros el exi­gen­te peso de un hom­bre deses­pe­ra­do, Murray logra con su ópe­ra pri­ma un film de hon­do con­te­ni­do humano y sin duda una una de las mejo­res pelí­cu­las cana­dien­ses del año en curso.

Nota: Las fotos han sido sumi­nis­tra­das por el TIFF

Fil­mes Vis­tos en el TIFF 2023 (1)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

The Tea­chers Loun­ge (Ale­ma­nia)

Una seve­ra crí­ti­ca al sis­te­ma edu­ca­cio­nal impe­ran­te en una escue­la de Ale­ma­nia es lo que ofre­ce el direc­tor Ilker Çatak en este mag­ní­fi­co film. En una satis­fac­to­ria com­bi­na­ción de la acer­ta­da direc­ción y del remar­ca­ble guión escri­to por el rea­li­za­dor y Johan­nes Dunc­ker se apre­cia un impac­tan­te dra­ma mati­za­do de sus­pen­so que ha sido muy bien aco­gi­do en opor­tu­ni­dad de su estreno mun­dial en el fes­ti­val de Ber­lín del año en curso.

The Tea­chers Lounge

La his­to­ria pre­sen­ta a Car­la Novak (Leo­nie Benesch) que en su pri­mer tra­ba­jo como docen­te impar­te mate­má­ti­cas y edu­ca­ción físi­ca a estu­dian­tes que cur­san el sép­ti­mo año de estu­dios. Con entu­sias­mo e idea­lis­mo la joven pro­fe­so­ra se esme­ra en brin­dar la mejor edu­ca­ción a sus alumnos.

El fac­tor que impul­sa la acción es una serie de robos que han teni­do lugar en la sala de pro­fe­so­res lo que moti­va a que la direc­to­ra del esta­ble­ci­mien­to esco­lar Bet­ti­na Bohm (Anne-Kath­rin Gum­mich) jun­to con otros docen­tes comien­cen a revi­sar los bol­sos de los estu­dian­tes; de inme­dia­to acu­san a Ali (Can Roden­bos­tel), un alumno de ros­tro moreno pro­ve­nien­te de una fami­lia de inmi­gran­tes de Tur­quía que a su vez sufre el bull­ying de sus com­pa­ñe­ros. Sor­pren­di­da y frus­tra­da por el pro­ce­di­mien­to rea­li­za­do Car­la defien­de a Ali y al pro­pio tiem­po tra­tan­do de inves­ti­gar por su cuen­ta el pro­ble­ma sos­pe­cha que la ladro­na es la seño­ra Kuhn (Eva Löbau), una de las secre­ta­rias de la escue­la; eso pro­du­ce un gran revue­lo, sobre todo en Oskar (Leo­nard Stett­nisch), el hijo de Kuhn, uno de los alum­nos más des­ta­ca­dos del curso.

Como una bola de nie­ve que se va agran­dan­do, la acti­tud de Car­la moti­va a que resul­te mar­gi­na­li­za­da por sus cole­gas, repren­di­da por la direc­to­ra Bohm sin­tien­do que su acu­sa­ción daña la ima­gen de la ins­ti­tu­ción, reci­ba la agre­si­vi­dad de algu­nos de sus alum­nos lide­ra­dos por Oskar, asi como el encono de cier­tos padres; inclu­so lo que acon­te­ce alcan­za difu­sión en el perió­di­co de la escue­la. A medi­da que el rela­to pro­gre­sa la ten­sión va incre­men­tán­do­se has­ta lle­gar a un des­en­la­ce con­vin­cen­te que resul­ta­ría indis­cre­to revelar.

En su cuar­ta pelí­cu­la, el direc­tor acer­ta­da­men­te ilus­tra el ámbi­to esco­lar como un micro­cos­mos de lo que acon­te­ce en el medio social don­de los rumo­res y las noti­cias fal­sas pue­den afec­tar la vida de per­so­nas ino­cen­tes que por empe­ñar­se en la bús­que­da de la ver­dad ter­mi­nan destruidas.

A los méri­tos de la rea­li­za­ción y de la rique­za del guión se aña­de el irre­pro­cha­ble elen­co en el que los acto­res ofre­cen com­ple­ta auten­ti­ci­dad a los per­so­na­jes que les ha toca­do com­po­ner; entre los mis­mos, se dis­tin­gue Benesch quien en el rol pro­ta­gó­ni­co man­tie­ne una pos­tu­ra tran­qui­la y nada impe­tuo­sa para no afec­tar a sus alum­nos, a pesar de la angus­tia que está vivien­do por den­tro. En los ren­glo­nes téc­ni­cos se des­ta­ca la bue­na ban­da sono­ra de Mar­vin Miller, deci­di­da­men­te fun­cio­nal al cli­ma de inquie­tud e incer­ti­dum­bre del relato.

La exce­len­cia de este pro­vo­ca­ti­vo film sin duda será apre­cia­da por los ciné­fi­los del TIFF.

Per­fect Days (Japón)

El remar­ca­ble rea­li­za­dor, escri­tor y autor ger­mano Wim Wen­ders efec­túa un triun­fal retorno des­pués de cier­to tiem­po de ausen­cia con esta pelí­cu­la mini­ma­lis­ta que cons­ti­tu­ye una bella car­ta de amor a Japón. Des­pués de su expe­rien­cia en ese país en la déca­da del 80 con bue­nos docu­men­ta­les como lo fue­ron Tok­yo-Ga (1985) y Note­book on Cities and Clothes (1989) aho­ra abor­da un rela­to de fic­ción que trans­cu­rre en la capi­tal de Japón.

Per­fect Days

En su guión com­par­ti­do con Taku­ma Taka­sa­ki, Wen­ders intro­du­ce a Hira­ya­ma (Koji Yakusho), un apo­sa­do hom­bre de media­na edad que vive solo en un peque­ño depar­ta­men­to de la ciu­dad. De mane­ra ruti­na­ria, por las maña­nas al des­per­tar­se se ocu­pa de poner su vivien­da en orden y des­pués de los aseos per­ti­nen­tes se diri­ge en su mini­ván hacia su lugar de tra­ba­jo que con­sis­te en la lim­pie­za los baños públi­cos de un sec­tor de Tokio en don­de cuen­ta con la cola­bo­ra­ción de su errá­ti­co ayu­dan­te Takashi (Tokio Emo­to). Todo hace pre­su­mir que él es un hom­bre feliz de la vida; así se lo ve dis­fru­tan­do de la bue­na lec­tu­ra, escu­chan­do en casets temas musi­ca­les de Lou Reed, Van Morri­son, entre otros, mien­tras con­du­ce su vehícu­lo, con­cu­rrien­do a bares loca­les, toman­do fotos en los par­ques y sola­zán­do­se con algu­nas vis­tas de la arqui­tec­tó­ni­ca urbe.

Aun­que sin diá­lo­gos duran­te la pri­me­ra de sus dos horas de metra­je, la acer­ta­da for­ma en que Wen­ders expo­ne a su per­so­na­je impi­de que el rela­to pue­da abu­rrir. Pos­te­rior­men­te se escu­cha­rá la voz de Hira­ya­ma en sus encuen­tros con un hom­bre divor­cia­do (Tomo­ka­zu Miu­ra) y con la visi­ta que reci­be de su sobri­na Niko (Ari­sa Nakano), en don­de aso­ma­rán algu­nos indi­cios de su pasa­do y las razo­nes para lle­var ese dis­tin­ti­vo esti­lo de vida.

Con una estu­pen­da pues­ta escé­ni­ca resul­ta sen­ci­llo empa­ti­zar con Hira­ya­ma quien com­ple­ta­men­te ale­ja­do del mun­do tec­no­ló­gi­co actual es un indi­vi­duo que dis­fru­ta con las cosas sim­ples de la vida. Con­tan­do con la extra­or­di­na­ria actua­ción de Yakusho que mere­ci­da­men­te le valió el pre­mio al mejor actor en el fes­ti­val de Can­nes, el direc­tor brin­da un lumi­no­so film silen­cio­so, medi­ta­ti­vo e impreg­na­do de poe­sía y que den­tro de su sen­ci­llez sedu­ce al espectador.

La Chi­me­ra (Ita­lia-Fran­cia-Sui­za)

La direc­to­ra y guio­nis­ta ita­lia­na Ali­ce Rohr­wa­cher, des­pués de haber rea­li­za­do cua­tro nota­bles fil­mes, Cor­po Celes­te (2011), Le Mera­vi­glie (2014), Laz­za­ro Feli­ce (2018) y Futu­ra (2021), vuel­ve a ofre­cer en La Chi­me­ra, otro tra­ba­jo que des­pier­ta inte­rés median­te el dis­tin­ti­vo esti­lo que sue­le emplear.

La acción trans­cu­rre en la déca­da del 80 en la región de Tos­ca­na; allí regre­sa Arthur (Josh O’Connor), un anti­guo arqueó­lo­go inglés pero bien inte­gra­do a la cul­tu­ra ita­lia­na quien recien­te­men­te ha sali­do de la cár­cel y que aho­ra habi­ta en un subur­bio de Tus­cia, en el mar Tirreno. Pron­ta­men­te se rela­cio­na con un gru­po de com­pin­ches dedi­ca­dos a pro­fa­nar tum­bas en bus­ca de reli­quias a fin de ser ven­di­das clan­des­ti­na­men­te en el mer­ca­do de arte. En tal sen­ti­do Arthur, valién­do­se de un palo bifur­ca­do apli­ca su don espe­cial que le per­mi­te detec­tar los sitios pre­ci­sos para exca­var las tum­bas don­de se hallan valio­sos teso­ros ente­rra­dos por la gen­te de la anti­gua civi­li­za­ción etrus­ca, antes de haber sido asi­mi­la­da por la socie­dad romana.

Alter­nan­do su acti­vi­dad arqueo­ló­gi­ca con su vida per­so­nal, Arthur visi­ta a Flo­ra (Isa­be­lla Ros­se­lli­ni) que vive en una aris­to­crá­ti­ca villa y es la madre de Ben­ja­mi­na (Yle Via­ne­llo) ya falle­ci­da por quien él sin­tió una gran pasión; con todo en la medi­da que él la ubi­ca en sus sue­ños, esa ilu­sión apa­ren­te­men­te irrea­li­za­ble aspi­ra con­cre­tar­la reu­nién­do­se con ella espi­ri­tual­men­te. Entre tan­to Arthur esta­ble­ce­rá un víncu­lo sen­ti­men­tal con Ita­lia (Carol Duar­te), la emplea­da domés­ti­ca de Flora.

Resul­ta atrac­ti­vo vis­lum­brar cómo Rohr­wa­cher logra ensam­blar las dos his­to­rias, don­de los ves­ti­gios del pasa­do reper­cu­ten en el pre­sen­te y lo terre­nal se con­ju­ga con lo sobre­na­tu­ral, infun­dien­do a su rela­to un tono surrea­lis­ta y oní­ri­co no exen­to de ternura.

La foto­gra­fía de Hélè­ne Lou­vart cap­tan­do las imá­ge­nes en 35 mm, Super 16 y 16 mm y con diver­sos encua­dres de pan­ta­lla se aso­cia muy bien a los dife­ren­tes cli­mas emo­cio­na­les que tra­sun­ta el rela­to. A los méri­tos de la bue­na pues­ta escé­ni­ca de Rohr­wa­cher, la pelí­cu­la se valo­ri­za por su mag­ní­fi­co elen­co en don­de ade­más del efi­caz desem­pe­ño de O’Connor, Ros­se­lli­ni y espe­cial­men­te de Duar­te, en roles de apo­yo salen airo­sos Vin­cen­zo Nemo­la­to, Gui­liano Man­to­va­ni, Lou Roy Leco­lli­net, así como la her­ma­na de la cineas­ta Alba Rohr­wa­cher carac­te­ri­zan­do un sin­gu­lar personaje.

Les Filles d’Olfa (Túnez-Fran­cia-Ara­bia Saudita-Alemania)

Con bue­nos ante­ce­den­tes en fil­mes docu­men­ta­les y de fic­ción, la cineas­ta tune­ci­na Kaouther Ben Hania adop­ta en esta opor­tu­ni­dad un sin­gu­lar híbri­do mez­clan­do ambos géne­ros. Su rela­to explo­ra a Olfa Ham­rou­ni, una mujer tune­ci­na y madre de cua­tro hijas, en don­de dos de ellas, Gho­fra­ne y Rah­ma, en ese enton­ces de 16 y 15 años res­pec­ti­va­men­te, desaparecieron.

Les Filles D’Olfa

La cáma­ra de Ben Hania pene­tra en 2023 en la inti­mi­dad del hogar de Olfa a fin de repro­du­cir la vida de esa fami­lia. Para ello acu­de a actri­ces pro­fe­sio­na­les para per­so­ni­fi­car a Gho­fra­ne (Ichraq Matar) y Rah­ma (Nour Karoui) y en cier­tas ins­tan­cias a Olfa (Hend Sabri) en tan­to que Eya y Tays­sir se repre­sen­tan a sí mismas.

A tra­vés de ese sin­gu­lar meca­nis­mo, Olfa cuen­ta su vida deta­llan­do el trau­ma reci­bi­do por par­te de su madre, su boda con un mari­do al que no qui­so y que lue­go lle­gó a dejar­lo para unir­se a otro hom­bre y cómo su acti­tud ambi­gua adop­ta­da para con sus hijas lle­gó a influir en sus vidas. Asi­mis­mo se repro­du­ce la diná­mi­ca exis­ten­te entre las cua­tro her­ma­nas don­de no fal­tan momen­to de humor y ale­gría. En la recons­truc­ción efec­tua­da pue­de con­tem­plar­se cómo en cier­tas oca­sio­nes las hijas son ata­ca­das por su madre como así tam­bién los abu­sos sufri­dos por el aman­te de Olfa (Majd Mastoura).

Refle­jan­do la con­di­ción de la mujer ára­be den­tro del patriar­ca­do impe­ran­te, Gho­fra­ne y Rha­ma desean eman­ci­par­se y para ello esca­pan del hogar para pos­te­rior­men­te adop­tar una acti­tud radi­cal; sin deve­lar el des­en­la­ce se lle­ga a saber qué es lo que acon­te­ció con ellas, dón­de se encuen­tran y en qué con­di­cio­nes trans­cu­rren sus vidas.

Aun­que no es la pri­me­ra vez que el cine ape­la a un dra­ma­tis­mo fic­cio­nal en el mar­co de un docu­men­tal, en esta oca­sión la direc­to­ra no logra ple­na­men­te ensam­blar esta his­to­ria lle­gan­do a situa­cio­nes que en algu­nas ins­tan­cias des­con­cier­tan y resul­tan con­tra­dic­to­rias. No obs­tan­te lo apun­ta­do, hay esce­nas que legí­ti­ma­men­te con­mue­ven y glo­bal­men­te con­si­de­ra­do, el film intere­sa en la com­ple­ja rela­ción materno-filial ilus­tra­da por la rea­li­za­do­ra, como así tam­bién, por medio de extrac­tos de archi­vos, per­mi­te impo­ner­se de la recien­te his­to­ria de Túnez con sus aten­ta­dos terro­ris­tas y cómo eso ha afec­ta­do a la población.

Insi­de the Yellow Cocoon Shell (Viet­nam-Sin­ga­pur-Fran­cia-Espa­ña)

Pre­mia­da en Can­nes con la Cáma­ra de Oro, que se atri­bu­ye a la mejor ópe­ra pri­ma pre­sen­ta­da en cual­quie­ra de las sec­cio­nes del fes­ti­val, esta pelí­cu­la del novel direc­tor viet­na­mi­ta Pham Thien An cons­ti­tu­ye un jus­to reco­no­ci­mien­to por su nota­ble calidad.

Insi­de the Yellow Cocoon Shell

El rea­li­za­dor que es a su vez el guio­nis­ta y edi­tor del film pre­sen­ta a Thien (Le Phong Vu), un agnós­ti­co edi­tor de video que tra­ba­ja en Sai­gón sin que su vida resul­te dema­sia­do exci­tan­te. Un cam­bio ines­pe­ra­do se pro­du­ce cuan­do se impo­ne de la muer­te de su cuña­da Hanh en un acci­den­te de moto­ci­cle­ta en el cual Dao (Ngu­yen Thinh), su hiji­to de cin­co años, logró sal­var­se. En la medi­da que su her­mano mayor Tam y padre del niño ha des­apa­re­ci­do des­de lar­go tiem­po, es Thien quien se encar­ga tem­po­ral­men­te de cui­dar al peque­ño, así como tras­la­dar el cadá­ver de la occi­sa a la aldea don­de vivió y a su vez tra­tar de loca­li­zar a Tam.

A lo lar­go del via­je va pro­du­cién­do­se una meta­mor­fo­sis en Thien en la medi­da que su ambi­güe­dad con res­pec­to a la fe cede lugar a un pro­fun­do vuel­co espi­ri­tual; en tal sen­ti­do la con­ver­sa­ción que man­tie­ne con su sobrino refle­xio­nan­do sobre la vida y la muer­te adquie­re rele­van­cia. Duran­te el tra­yec­to man­tie­ne con­tac­to con un vete­rano de gue­rra de Viet­nam, aho­ra ocu­pa­do de los suda­rios fune­ra­rios, revi­vien­do el pasa­do del país así como se encuen­tra con Thao (Ngu­yen Thi Truc Quynh), una anti­gua novia que aho­ra es mon­ja y ense­ña en una escue­la católica.

Más allá de su tra­ma, lo des­ta­ca­ble es la mane­ra impe­ca­ble en que la pues­ta escé­ni­ca de Pham apo­ya­da por la exce­len­te foto­gra­fía de Dinh Duy Hung per­mi­te que a tra­vés de exten­sos pla­nos secuen­cia se obten­gan valio­sas imá­ge­nes que van sur­gien­do a lo lar­go del via­je des­de la ciu­dad hacia el cam­po y que están al ser­vi­cio de lo que se está narran­do; así la flo­ra y la fau­na que rodean a los via­je­ros, el gor­jeo de los pája­ros, el soni­do de las cas­ca­das y en gene­ral la sere­ni­dad que ofre­ce el pano­ra­ma, lle­gan a fascinar.

En esen­cia el joven cineas­ta ofre­ce un subli­me film mís­ti­co y pro­fun­da­men­te espi­ri­tual que no obs­tan­te su len­to rit­mo col­ma las expec­ta­ti­vas del ciné­fi­lo exigente.

Nota: Las fotos han sido sumi­nis­ta­das por el TIFF

A Pocos Días del TIFF 2023

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

LA GRAN FIES­TA DEL CINE EN TORONTO

Nue­va­men­te el cli­ma de fies­ta se hace sen­tir en la ciu­dad de Toron­to que duran­te 10 días alber­ga­rá la 48ª edi­ción del Fes­ti­val Inter­na­cio­nal a par­tir del 7 has­ta el 16 de sep­tiem­bre. Con­si­de­ra­do como el más impor­tan­te even­to cine­ma­to­grá­fi­co de Amé­ri­ca del Nor­te, el TIFF ofre­ce una varia­da pro­gra­ma­ción que abar­ca 211 lar­go­me­tra­jes y 42 cor­tos pro­ve­nien­tes de dife­ren­tes rin­co­nes del mundo.

THE BOY AND THE HERON

Por pri­me­ra vez es un film de ani­ma­ción que inau­gu­ra­rá el TIFF el 7 de sep­tiem­bre con la pre­sen­ta­ción en pri­mi­cia inter­na­cio­nal de The Boy and the Heron (Kimi­ta­chi wa Do Iki­ru­ka)

del gran direc­tor japo­nés Hayao Miya­za­ki quien es igual­men­te el autor del guión. Recien­te­men­te acla­ma­da esta pelí­cu­la en Japón como una obra maes­tra, según se anti­ci­pa el film comien­za como una sen­ci­lla his­to­ria de pér­di­da y amor para con­ver­tir­se en un des­lum­bran­te tra­ba­jo de ima­gi­na­ción. De acuer­do a mani­fes­ta­cio­nes del octo­ge­na­rio cineas­ta, esta pelí­cu­la será la últi­ma de su remar­ca­ble carre­ra que inclu­ye entre otros magis­tra­les títu­los My Neigh­bor Toto­ro (1998) y Spi­ri­ted Away( 2001).

El docu­men­tal Sly cerra­rá ofi­cial­men­te la mues­tra el 16 de sep­tiem­bre; en esta pelí­cu­la que se exhi­bi­rá como pri­mi­cia mun­dial el direc­tor Thom Zimny cen­tra su aten­ción en Syl­ves­ter Sta­llo­ne, des­de su pro­ble­má­ti­ca infan­cia has­ta haber logra­do una inusi­ta­da popu­la­ri­dad como actor, escri­tor, direc­tor y pro­duc­tor de cine en casi 50 años de su pro­lí­fi­ca carrera.

Ade­más de The Boy and the Heron y Sly  que se verán en la sec­ción Gala Pre­sen­ta­tions, en la vein­te­na de títu­los que la inte­gran se encuen­tra A Nor­mal Family (Corea del Sur) de Hur Jin-Ho rela­tan­do una tra­ge­dia en la que dos her­ma­nos que no com­par­ten las mis­mas creen­cias de mane­ra acci­den­tal des­cu­bren un acia­go secre­to que lle­ga­rá a afec­tar­los. Tam­bién en esta sec­ción se verá Thank You for Coming (India) de Karan Boo­la­ni que se anun­cia como una moder­na come­dia sexual en la que una chi­ca de 32 años que nun­ca tuvo un orgas­mo final­men­te lo logra pero que desea saber quién fue el que lo ha generado.

LA CON­TA­DO­RA DE PELÍCULAS

En Spe­cial Pre­sen­ta­tions con­for­ma­do por 53 pro­duc­cio­nes se verá en pri­mi­cia mun­dial El Sabor de la Navi­dad (Méxi­co) de Ale­jan­dro Lozano, una come­dia inte­gra­da por tres his­to­rias para­le­las que con­ver­gen duran­te la cele­bra­ción de la Navi­dad en Ciu­dad de Méxi­co. En La Con­ta­do­ra de Pelí­cu­las (Espa­ña-Fran­cia-Chi­le) de la direc­to­ra dane­sa Lone Scher­fig, la actriz Béré­ni­ce Bejo ani­ma a una joven mujer que uti­li­za su espe­cial habi­li­dad de narrar his­to­rias para com­par­tir la magia de las pelí­cu­las que ha vis­to en el cine con los humil­des habi­tan­tes de una comu­ni­dad mine­ra del Desier­to de Ata­ca­ma. Las popu­la­res actri­ces Awk­wa­fi­na y San­dra Oh lide­ran el repar­to de Quiz Lady (Esta­dos Uni­dos); en esta ani­ma­da come­dia de Jes­si­ca Yu, dos dife­ren­tes her­ma­nas de una fami­lia dis­fun­cio­nal se encuen­tran obli­ga­das a can­ce­lar las deu­das de jue­go de su madre y para poder reu­nir el dine­ro nece­sa­rio, una de las her­ma­nas se trans­for­ma­rá en una ver­da­de­ra cam­peo­na de jue­gos tele­vi­si­vos. La vete­ra­na actriz Kris­tin Scott Tho­mas se ubi­ca por pri­me­ra vez detrás de la cáma­ra en North Star (Gran Bre­ta­ña) con la actua­ción de Scar­lett Johans­son y Sien­na Miller; la his­to­ria enfo­ca a tres her­ma­nas que retor­nan a su hogar con moti­vo de la ter­ce­ra boda de su madre y en ese encuen­tro madre e hijas están for­za­das a revis­tar el pasa­do y avi­zo­rar el futuro.

SHA­ME ON DRY LAND

La sec­ción Plat­form, la úni­ca com­pe­ti­ti­va del fes­ti­val y en la que se pre­sen­tan fil­mes de direc­to­res con pers­pec­ti­vas espe­cia­les de crea­ti­vi­dad, pre­sen­ta­rá 10 pelí­cu­las de estreno mun­dial pro­ve­nien­tes de 12 paí­ses de tres con­ti­nen­tes. El film de aper­tu­ra es Dream Sce­na­rio (Esta­dos Uni­dos) del direc­tor y escri­tor norue­go Kris­tof­fer Bor­gli con la actua­ción pro­ta­gó­ni­ca de Nico­las Cage. Den­tro del mar­co de una come­dia satí­ri­ca, el actor ani­ma a un hom­bre de fami­lia y cate­drá­ti­co que desea man­te­ner su ano­ni­mi­dad pero su exis­ten­cia cobra un ines­pe­ra­do vuel­co cuan­do des­cu­bre que él ha comen­za­do a apa­re­cer en los sue­ños de otras per­so­nas con­vir­tién­do­se en des­ta­ca­da cele­bri­dad. El Cuerno del Cen­teno (Espa­ña-Bél­gi­ca-Por­tu­gal) de Jaio­ne Cam­bor­da rela­ta la con­mo­ve­do­ra his­to­ria de una mujer for­za­da a huir de Por­tu­gal a tra­vés de una anti­gua ruta de con­tra­ban­dis­tas en la Gali­cia rural de la déca­da del 70. Dear Jassy (India) de Tar­sem Singh Dhand­war se anun­cia como una dra­má­ti­ca y román­ti­ca his­to­ria real ubi­ca­da en India don­de una joven pare­ja deses­pe­ra­da­men­te desea unir­se pero se encuen­tra sepa­ra­da por el tiem­po, la dis­tan­cia y las expec­ta­ti­vas fami­lia­res. En Sha­me on Dry Land (Sue­cia), el cineas­ta sue­co Axel Peter­sén brin­da un thri­ller en el que un ex esta­fa­dor lle­ga a Mal­ta don­de encuen­tra pro­ble­mas en una hedo­nís­ti­ca comu­ni­dad de sue­cos expa­tria­dos. I Told You So (Ita­lia) es una come­dia dra­má­ti­ca del direc­tor Gine­vra Elkann que trans­cu­rre en Roma duran­te un fin de sema­na en el que azo­ta una ola de calor y cuan­do la tem­pe­ra­tu­ra alcan­za un nivel inso­por­ta­ble, la gen­te y los ani­ma­les pier­den por su con­trol; en su elen­co par­ti­ci­pan impor­tan­tes acto­res del cine ita­liano inclu­yen­do entre otros a Vale­ria Golino, Alba Rohr­wa­cher, Vale­ria Bru­ni Tedes­chi y Ric­car­do Scarmacio.

SIM­PLE COM­ME SYLVAIN

La sec­ción Cen­tre­pie­ce cuyo nom­bre reem­pla­za a lo que se deno­mi­na­ba Con­tem­po­rary World Cine­ma, inclu­ye 47 pelí­cu­las de 45 paí­ses del actual pano­ra­ma cine­ma­to­grá­fi­co mun­dial, inclu­yen­do pelí­cu­las galar­do­na­das en otros fes­ti­va­les. El direc­tor tur­co Cemil Aĝa­ci­koĝ­lu ubi­ca la acción de The Reeds (Tur­quía-Bul­ga­ria) en una aldea de Ana­to­lia don­de un hom­bre se encuen­tra invo­lu­cra­do en una lucha entre el bien y el mal cuan­do su exis­ten­cia está ame­na­za­da por ham­po­nes loca­les. Loui­se Archam­bault es la rea­li­za­do­ra de Irena’s Vow (Cana­dá-Polo­nia); la tra­ma enfo­ca a una ex enfer­me­ra que brin­da pro­tec­ción a una doce­na de muje­res y hom­bres judíos duran­te la ocu­pa­ción de Polo­nia en la Segun­da Gue­rra. En About Dry Gras­ses (Tur­quía-Fran­cia-Ale­ma­nia-Sue­cia) el cineas­ta Nuri Bil­ge Cey­lan, con la pre­ci­sión narra­ti­va que lo carac­te­ri­za en su pues­ta escé­ni­ca, expo­ne a un joven maes­tro tra­tan­do de encon­trar un sen­ti­do a su vida en el medio rural que lo cir­cun­da. La vete­ra­na cineas­ta Agniesz­ka Holland con­si­de­ra en Green Bor­der (Polo­nia-Repú­bli­ca Che­ca-Fran­cia-Bél­gi­ca) un tema de impac­tan­te actua­li­dad como lo es la cri­sis de los refu­gia­dos en la fron­te­ra pola­ca. El cine de Áfri­ca está repre­sen­ta­do por I Do Not Come To You By Chan­ce (Nige­ria) de Isha­ya Bako; la his­to­ria basa­da en la pre­mia­da nove­la de 2009 de Adao­bi Tri­cia Nwau­ba­ni se cen­tra en un joven nige­riano gra­dua­do de uni­ver­si­dad quien sin empleo y para poder sufra­gar los gas­tos médi­cos de su padre recu­rre a su esta­fa­dor tío que le ofre­ce tra­ba­jo a tra­vés de frau­du­len­tas manio­bras median­te el uso del correo elec­tró­ni­co. En Sim­ple Com­me Syl­vain (Cana­dá-Fran­cia) la direc­to­ra Monia Cho­kri narra una román­ti­ca come­dia en don­de que­dan invo­lu­cra­das las dife­ren­cias de cla­se y la infi­de­li­dad. La ópe­ra pri­ma A Cie­lo Abier­to (Méxi­co-Espa­ña) de los her­ma­nos Maria­na y San­tia­go Arria­ga rela­ta la his­to­ria de dos her­ma­nos ado­les­cen­tes quie­nes jun­to a su her­ma­nas­tra efec­túan un via­je de carre­te­ra has­ta la fron­te­ra de Méxi­co con Esta­dos Uni­dos para ubi­car a la per­so­na res­pon­sa­ble del acci­den­te que cau­só la muer­te de su padre.

ACHI­LLES

El pro­gra­ma Dis­co­very des­ti­na­do a resal­tar los pri­me­ros y segun­dos tra­ba­jos de la nue­va gene­ra­ción de rea­li­za­do­res inclu­ye 26 títu­los de 25 paí­ses. En pri­mi­cia mun­dial se verá La Mujer Sal­va­je (Cuba) del debu­tan­te rea­li­za­dor cubano Alán Gon­zá­lez; esta pro­duc­ción pro­ta­go­ni­za­da por la actriz cuba­na Lola Amo­res se cen­tra en los obs­tácu­los que afron­ta una madre tra­tan­do de lograr el amor y la acep­ta­ción de su hijo. Soli­tu­de .(Islan­dia-Eslo­va­quia-Fran­cia) es el pri­mer film de Nin­na Pál­ma­dót­tir rela­tan­do las vici­si­tu­des de un hom­bre que reluc­tan­te­men­te se muda a la ciu­dad des­pués de que el gobierno se apro­pia de su tie­rra con fines de desa­rro­llo indus­trial; en la ciu­dad encuen­tra a un niño de 10 años y su amis­tad trans­for­ma­rá la vida de ambos. Des­pier­ta curio­si­dad Andra­gogy (Indo­ne­sia-Sin­ga­pur), segun­do film de Wre­gas Bha­nu­te­ja, don­de efec­túa un estu­dio carac­te­ro­ló­gi­co a la vez que exa­mi­na el nega­ti­vo impac­to de la media social en la vida de la gen­te. La Supre­ma (Colom­bia) de Feli­pe Hol­guín Caro se anti­ci­pa como una mez­cla de dra­ma y humor en don­de una ado­les­cen­te afro­co­lom­bia­na de 16 años aspi­ra a ser boxea­do­ra en su pue­blo natal de La Supre­ma. Al pro­pio tiem­po, según lo expre­sa el rea­li­za­dor, el film ilus­tra el cora­je y la per­sis­ten­cia de una comu­ni­dad que bre­ga por lograr mejo­res con­di­cio­nes de vida y por apa­re­cer en el mapa social. En Achi­lles (Irán-Ale­ma­nia-Fran­cia), el debu­tan­te rea­li­za­dor Farhad Dela­ram exhi­be en el Irán con­tem­po­rá­neo a dos fugi­ti­vos que encuen­tran ciu­da­da­nos a tra­vés del país, todos malo­gra­dos por el sis­te­ma corrup­to del gobierno y a la vez uni­dos en su volun­tad de ayu­dar­les a sobrevivir.

BYE BYE TIBERIAS

La sec­ción de Docu­men­ta­les englo­ba 23 pelí­cu­las de 12 paí­ses, expo­nien­do una gran varie­dad de temas polí­ti­cos, his­tó­ri­cos, bio­grá­fi­cos y per­so­na­les, entre otros. Sorry/Not Sorry (Esta­dos Uni­dos) de Caro­li­ne Suh y Cara Mones se refie­re a las muje­res que acu­sa­ron de aco­so sexual a Louis Alfred Szé­kely ‑cono­ci­do bajo el seu­dó­ni­mo de Louis C.K – ., el actor, escri­tor y cineas­ta esta­dou­ni­den­se. Mr. Dres­sup: The Magic of Make-Belie­ve (Cana­dá) del docu­men­ta­lis­ta Robert McCa­llum con­si­de­ra al muy que­ri­do ani­ma­dor de la tele­vi­sión cana­dien­se que ha sabi­do con­quis­tar el cora­zón de la pobla­ción menu­da a tra­vés del país. En The Mother of All Lies (Marrue­cos-Egip­to-Ara­bia Sau­di­ta-Qatar) de Asmae El Mou­dir, un joven direc­tor de Marrue­cos con­vo­ca a su fami­lia y ami­gos para que le ayu­den a resol­ver algu­nos mis­te­rios impor­tan­tes de su infan­cia. El direc­tor Pie­rre-Hen­ri Gibert ofre­ce en Viva Var­da! (Fran­cia) nue­vas face­tas de la inol­vi­da­ble rea­li­za­do­ra Agnes Var­da. Stam­ped From the Begin­ning (Esta­dos Uni­dos) de Roger Ross Williams, exa­mi­na la his­to­ria del anti negro racis­mo en Esta­dos Uni­dos. In The Rear­view (Polo­nia-Fran­cia-Ucra­nia) de Maciek Hame­la, el direc­tor fil­ma un vehícu­lo pola­co mien­tras atra­vie­sa los cami­nos de Ucra­nia para ayu­dar a sus pasa­je­ros a esca­par de la inva­sión de Rusia. En el docu­men­tal Bye Bye Tibe­rias (Fran­cia-Bél­gi­ca-Qatar-Pales­ti­na) la direc­to­ra Lina Soua­lem retra­ta a su madre Hiam Abbass quien trein­ta años atrás deci­dió dejar su nati­va aldea pales­ti­na de Deir Han­na para con­cre­tar su sue­ño de actriz en Francia.

La sec­ción Mid­night Mad­ness dedi­ca­da espe­cial­men­te al cine de géne­ro inclu­ye 10 títu­los; el film de aper­tu­ra es Dicks: The Musi­cal (Esta­dos Uni­dos) de Larry Char­les y el de clau­su­ra Ridd­le of Fire (Esta­dos Uni­dos) de Wes­ton Razzoli.

La sec­ción Wave­lengths Fea­tu­res que pro­gra­ma pelí­cu­las expe­ri­men­ta­les, radi­ca­les y de van­guar­dia está con­for­ma­da en la pre­sen­te edi­ción por 12 fil­mes; entre los mis­mos se encuen­tran Do Not Expect Too Much from the End of the World (Ruma­nia-Luxem­bur­go-Fran­cia-Croa­cia) del direc­tor rumano Radu Jude, Pic­tu­res of Ghosts (Bra­sil) de Kie­ber Men­do­nça y Made­moi­se­lle Kenop­sia (Cana­dá) de Denis Côté.

La sec­ción Pri­me­ti­me tie­ne como pro­pó­si­to pre­sen­tar las mejo­res nue­vas series de video en la pan­ta­lla gran­de de los cines. Para esta edi­ción el TIFF ofre­ce­rá 9 series y entre ellas se des­ta­ca Expats (Esta­dos Uni­dos) de la direc­to­ra Lulu Wang pro­ta­go­ni­za­da por Nico­le Kid­man y Ji-young Yoo en la que con­si­de­ra la vida per­so­nal y pro­fe­sio­nal de un gru­po de expa­tria­dos vivien­do en Hong Kong.

Una com­ple­ta infor­ma­ción de todos los fil­mes, inclu­yen­do los cor­to­me­tra­jes, los hora­rios y salas de exhi­bi­ción se pue­den encon­trar en el sitio tiff.net/Schedule

Nota: Las fotos son cor­te­sía del TIFF