Después de un año en el que batió todos los récords con su película Barbie, la directora, guionista y actriz estadounidense Greta Gerwig presidirá el jurado del 77º Festival de Cannes, que se celebrará del 14 al 25 de mayo de 2024.
Greta Gerwig, una heroína de nuestros tiempos modernos, revoluciona el status quo entre una industria cinematográfica altamente codificada y una era que exige una mayor expansión.
Greata Gerwig
“Me encantan las películas, me encanta hacerlas, me encanta verlas, me encanta hablar de ellas. Como cinéfilo, Cannes siempre ha sido el pináculo de lo que puede ser el lenguaje universal del cine. Estar en un lugar vulnerable, en un cine oscuro lleno de extraños, ver una película nueva es mi lugar favorito. Me siento atónito, emocionado y honrado de ser presidente del jurado del Festival de Cine de Cannes. ¡No puedo esperar a ver qué viajes nos deparan a todos!”.
En menos de quince años, Greta Gerwig ha ganado reconocimiento en el cine americano y mundial. Originaria de Sacramento, California, pero neoyorquina de adopción, ella, que soñaba con ser dramaturga, ha trazado su propio camino, con coherencia y gusto por el riesgo, hacia las cimas de la brillantez.
Ayer, embajadora del cine independiente estadounidense, hoy en la cima del éxito de taquilla mundial, Greta Gerwig logra combinar lo que antes se consideraba incompatible: ofrecer superproducciones de autor, reducir la brecha entre el arte y la industria, explorar temas contemporáneos con habilidad como así como profundidad, y declarando su exigente ambición artística desde dentro de un modelo económico que abraza para aprovecharlo mejor.
Ya sea actuando, escribiendo o dirigiendo, su quehacer artístico tiene leitmotiv recurrentes, como la agitación familiar, los ritos de iniciación adolescentes, el miedo a la pérdida de estatus social o la emergencia de una vocación artística a través de personajes libres, a veces frágiles y marginales, pero también feroz.
Greta Gerwig comenzó como actriz y se transformó en guionista trabajando en una variedad de proyectos. Coescribió Hannah Takes the Stairs (2007) y Nights and Weekends (2008), que también codirigió, luego Frances Ha (2012), Mistress America (2015) y, por supuesto, Barbie con Noah Baumbach, su cómplice en el arte.
Su primer trabajo en solitario, Lady Bird (2017), un retrato sorprendente, tierno y melancólico de los tormentos de la adolescencia, fue nominado a cinco premios de la Academia, incluido el de Mejor Director.
Para su segunda película, Greta Gerwig retomó ambiciosamente el clásico de la literatura estadounidense de 1868 de Louisa May Alcott, Mujercitas, de nuevo con la intención de dar una nueva mirada a todas las protagonistas femeninas de la historia, para examinar mejor su emancipación en un mundo dominado por los hombres. En una doble lectura, la directora también emprende un sutil examen de su propio lugar dentro del sistema cinematográfico y de los compromisos necesarios en términos de éxito comercial para atraer a un público masivo.
Finalmente, su último largometraje, estrenado en julio de 2023, el tornado que es Barbie, abre el mismo surco de manera aún más espectacular, al enfrentarse a ese ídolo ambivalente de las niñas pequeñas, símbolo de la mujer-objeto, pero también de mujer emancipada. En esta feroz sátira sobre la condición humana, Greta Gerwig aborda el sexismo cotidiano y los estereotipos con alegre intención. Barbie, un fenómeno cultural internacional, es el mayor éxito del año y ha convertido a Greta Gerwig en la directora de cine más rentable de la historia.
La primera directora estadounidense en asumir el cargo de presidenta del jurado del Festival de Cannes, Greta Gerwig, a los 40 años, añade otro récord a su considerable palmarés: el de convertirse en la persona más joven en asumir esa tarea desde Sofia Loren solo tenía 31 años en 1966 y la segunda directora desde Jane Campion en 2014; y la segunda mujer estadounidense después de Olivia de Havilland y la primera mujer presidenta del jurado en 1965.
“Es una elección obvia, ya que Greta Gerwig encarna con tanta audacia la renovación del cine mundial, del que Cannes es cada año precursor y caja de resonancia”, afirmaron Iris Knobloch, presidenta del festival, y Thierry Frémaux, delegado general. “Más allá del Séptimo Arte, ella es también la representante de una época que está rompiendo barreras y mezclando géneros, elevando así los valores de la inteligencia y el humanismo”.
He aquí los comentarios de 7 filmes vistos en el festival Cinemania que tiene lugar en Montreal hasta el 12 de noviembre.
Hors Saison /Out of Season (Francia)
Dejando esta vez de lado el cine social que Stéphane Brizé muy bien ha tratado en varias de sus películas, ahora cambia de tono abordando una nostálgica comedia romántica basada en el guión que comparte con Marie Drucker.
Hors Saison /Out of Season
El relato presenta a Mathieu (Guillaume Canet) un reputado actor de cine que habiendo decidido actuar por primera vez como protagonista en una producción teatral en París, a cuatro semanas antes del estreno deja el ensayo en banda para alojarse por una semana en un hotel spa ubicado en una ciudad costera de la Bretaña francesa. Dado su estado de extenuación y considerable ansiedad, allí espera beneficiarse con la talasoterapia, un especial método terapéutico que el hotel le ofrece.
El ánimo de Mathieu se restablece cuando recibe la inesperada visita de Alice (Alba Rohrwacher) que habita en esa región donde 16 años atrás existió entre ambos una breve aunque intensa relación sentimental cuando él estuvo allí y todo acabó cuando dejó el lugar para proseguir su carrera cinematográfica.
En el primer reencuentro cada uno se impone de la vida del otro y así se sabe que Alice está casada con un médico y consejero local (Sharif Andoura), en tanto que ella trabaja en una residencia de ancianos y tiene una hija adolescente (Emma Boissard Paumelle). Por su parte él le cuenta que está casado con su mujer periodista (Marie Ducker) que no pudo acompañarlo por razones de trabajo y que es igualmente padre de un hijo.
No es necesario ser clarividente para imaginar que donde hubo fuego cenizas quedan y que el amor de antaño será revivido. No obstante la previsibilidad de la historia, Brizé la trata con afecto y ternura y al hacerlo trae el recuerdo de otros filmes de similar temática como por ejemplo lo ha sido Un homme et une femme (1966) de Claude Lelouch.
Esencialmente esta película está centrada en sus dos personajes protagónicos y en ese aspecto tanto Canet como Rohrwacher se destacan por la autenticidad que brindan a sus personajes permitiendo que resulte creíble el amor renacido entre ellos. Sin pretenciosidad alguna, Brizé logra que este melodrama con sabor agridulce resulte agradable de contemplar.
Rien à perdre (Francia)
En su debut como realizadora Delphine Deloget demuestra un talento inusual abordando el delicado tema de una madre luchando por la tenencia de su hijo.
Asociando ese film a los muchos que el gran director Ken Loach ha ofrecido en su comprometido cine social, la novel directora conmueve en la historia que relata basada en su guión concebido con Camille Fontaine y Olivier Demangel.
Rien à perdre
La acción que transcurre en Brest presenta a Sylvie (Virginie Efira), una mujer viuda y madre de Jean-Jacques (Felix Léfebvre) de 15 años y Sofiane (Alexis Tonetti) de 8 años quienes conforman una familia unida. Trabajando en horas nocturnas en un bar, durante el día debe ocuparse de sus hijos así como a veces de su hermano Hervé (Arieh Worthalter) poco responsable.
El drama se presenta cuando estando ella ausente, Jean-Jacques traslada al hospital a su hermano Sofiane al haber sufrido quemaduras mientras preparaba papas fritas en la cocina, causando asimismo un pequeño incendio. De inmediato la noticia trasciende y en consecuencia se hace presente el servicio de protección al menor representado por una insensible oficial (India Hair); eso motiva a que el niño sea destinado a vivir en un hogar de acogida. No vale la súplica de Sylvie demostrando cuanto quiere y cuida de sus hijos, no obstante el accidente citado; pero cuanto más persiste las cosas se complican para ella a pesar de estar auxiliada por una abogada (Audrey Mikondo) y de su otro hermano Alain (Mathieu Demy) a fin de recuperar la custodia de Sofiane.
Sin apelar a sensibleros recursos emocionales, Deloget permite que su film trascienda fuertemente en la crítica que efectúa al sistema judicial imperante en la medida que la burocracia institucional permanece ciega e ignorante de cuáles son los verdaderos intereses del niño.
Si el contenido de este drama es decididamente atractivo, su valor se enriquece por la destacada interpretación de Virginie Efira; la actriz que hoy día es una de las más renombradas de la cinematografía francesa al superarse a sí misma en cada una de sus apariciones. Aquí transmite con elocuencia el tremendo esfuerzo realizado por una madre que hasta llega a perder el control de sí misma al tratar de tener nuevamente al pequeño en su hogar.
En suma, esta película de profundo contenido humanista cala hondo en el ánimo del espectador y por su remarcable realización constituye una excelente carta de presentación para nuevos proyectos de la novel cineasta.
Un Silence (Bélgica)
El realizador Joachim Lafosse que en su filmografía ha considerado las complejas relaciones que se establecen en el seno de una familia, aquí vuelve a tratar este tópico a través de una narración fragmentada aunque a la postre muy bien estructurada.
Un Silence
La historia de Lafosse y Thomas van Zuylen está basada en la verdadera tragedia acontecida en Bélgica en la década del 90 cuando Marc Paul Alain Dutroux adquirió triste notoriedad como violador de menores y en donde el abogado Victor Hissel gravitó para que el implacable pederasta fuese condenado.
En esta ficción el relato comienza cuando Astrid Schaar (Emmanuelle Devos) se encuentra en una estación policial siendo interrogada por una inspectora (Jeanne Cherhal) debido a que Raphaël (Matthieu Galoux), el hijo adoptivo de la familia dd 18 años, trató de matar a su marido abogado François Schaar (Daniel Auteuil).
De aquí en más, se pasa revista a lo que Astrid relata; así se sabe que ella ha estado unida con su marido por espacio de tres décadas y que al igual que el real Hissel él se dedica a defender a los padres de menores que han sido víctimas de inescrupulosos asaltantes sexuales. Además del hijo adoptivo la pareja tiene a Caroline (Louise Chevillotte), la hija biológica que no vive en el hogar y mantiene distancia de los suyos por un ominoso silencio mantenido en el seno familiar.
Al promediar el relato, se va descubriendo el motivo que impulsó a Raphaël para atentar contra la vida de su progenitor. Por discreción no conviene revelarlo salvo señalar cómo los abusos de padres hacia hijos indefensos pueden dejarles lesiones traumáticas a través de los años.
Mediante la dinámica interrelación entre los miembros de la familia Schaar, se asiste a un escabroso drama familiar en donde una vez más el talentoso Lafosse demuestra su notable dominio en la exposición de esta historia que con el respaldo de su impecable elenco mantiene una apasionante intriga hasta la escena final.
Making of (Francia)
Las vicisitudes que acontecen durante la filmación de una película es lo que Cedric Kahn trata en esta alocada comedia.
Making of
Simon (Denis Podalydes) es un reconocido cineasta que está dirigiendo una película de carácter social; su tema se centra en la huelga de obreros ocupando la fábrica en que trabajan porque la misma está a punto de cerrar. El clima creado entre los trabajadores asume un carácter caótico y no se diferencia mucho con respecto a la situación real que viven en el set de filmación los integrantes del elenco.
El rodaje alcanza un momento tenso cuando los financistas del film acompañados de un colaborador productor (Xavier Beauvois) no están de acuerdo con el desenlace del film y deciden retirar su apoyo si Simon no lo modifica, aspecto al cual él se opone porque no está dispuesto a efectuar cambio alguno.
Paralelamente el cineasta de la ficción debe soportar a Alain (Jonathan Cohen), el insoportable y arrogante protagonista del film quien rivaliza con Nadia (Souheila Yacoub), una talentosa nueva actriz que participa en la película; además Simon debe enfrenar los problemas personales con su esposa Alice (Valérie Donzelli).
A todo ello, llega al set de filmación Joseph (Stefan Crepon) un aspirante a cineasta que vive en la región a quien Simon le da la oportunidad de que filme el “making of” que implica todo lo que acontece detrás de la cámara mientras se efectúa el rodaje.
Dada la situación imperante urge encontrar nuevas fuentes de financiamiento, en tanto que la productora Vivian (Emmanuelle Bercot) debe hacer milagros para que el rodaje prosiga recortando escenas y manteniendo atrasados los salarios de las personas involucradas en el equipo de filmación.
Si bien resulta interesante la premisa de Making of, ilustrando el caos que acontece durante el rodaje del film, sucede que resulta difícil distinguir en ciertas secuencias la ficción de la real anarquía suscitada entre los miembros del elenco.
Más allá de algunas secuencias secundarias innecesarias, como es el caso del romance que surge entre Nadia y Joseph, la comedia de Kahn resulta entretenida a la vez que permite apreciar los problemas que van surgiendo durante el proceso de creación de un film, sobre todo cuando se presentan los embarazosos problemas de financiamiento.
La fiancée du poète (Bélgica-Francia)
La apreciada actriz belga Yolande Moreau se ubica por tercera vez detrás de la cámara para ofrecer una encantadora comedia donde también asume el rol protagónico. Con sencillez y sin grandilocuencia alguna resulta muy fácil empatizar con los personajes que emanan del guión escrito por ella junto con Frédérique Moreau.
La fiancée du poète
El relato presenta a Mireille (Moreau), una amante de la pintura y la poesía, quien después de una larga ausencia retorna a su hogar natal donde se hace cargo de la vetusta mansión familiar que ella ha heredado encontrándola muy abandonada y con la necesidad de refaccionarla. Con un modesto trabajo en la cafetería del museo de Charleville, ella trata de aumentar su presupuesto con la reventa de paquetes de cigarrillos y de papel higiénico que a veces sustrae de los baños públicos.
A sugerencia del afable clérigo local (William Sheller) ella sigue su consejo de alquilar algunas de las habitaciones de su casa para con el dinero obtenido poder vivir con mayor confort. Es así que su vida solitaria tenderá a cambiar con la llegada de tres locatarios. Uno de ellos es Bernard (Grégory Gadebois), el jardinero municipal que lleva una doble vida; otro es Elvis (Estéban), un refugiado que Mireille encuentra en su jardín y el tercero es el joven Cyril (Thomas Guy) quien ella lo ubicó en la escuela de bellas artes donde él como aficionado pintor se dedica a efectuar reproducciones de consagrados maestros del arte.
De esta manera Mireille logra conformar una familia singular que le ofrece nuevo aliento en su vida. Lo interesante es que sus inquilinos asumen personalidades diferentes donde cada uno de los mismos conserva secretos. En todo caso, lo cierto es que las situaciones graciosas a la vez que excéntricas que se producen durante esa convivencia familiar generan un buen humor capaz de elevar el ánimo de Mireille. A todo ello, para su gran sorpresa inesperadamente arriba Fernando (Sergi López), un antiguo amor que la había traicionado al asumir la identidad de un famoso poeta.
Como si se tratara de una fantasía nutrida de verdades y mentiras, lo cierto es que Moreau ha logrado una encantadora fábula que destila considerable ternura resaltando el espíritu de confraternidad y solidaridad que se establece entre sus personajes; ese aspecto es altamente reconfortante dentro de un mundo predominantemente individualista.
Les Âmes sœurs (Francia)
El renombrado cineasta André Téchine quien en gran parte de su filmografía ha abordado audaces temas, en su reciente trabajo nuevamente considera un drama desestabilizador a través de la especial relación que se establece entre dos hermanos.
Les Âmes sœurs
La historia ideada por Téchine y Cédric Anger comienza con una breve escena de guerra en Mali donde participa el soldado francés David (Benjamin Voisin). Luego de una severa explosión del vehículo en que se encuentra, de inmediato se lo ve repatriado a un hospital de París en estado de coma. Es allí donde acude su hermana Jeanne (Noémie Merlant), que vive en la zona de los Pirineos, para estar en los primeros días junto a él. Es asombroso apreciar la minuciosidad de la atención médica dedicada al paciente en las marcadas heridas sufridas en su cuerpo como asimismo para que pueda emerger de su coma. Pasado varios meses de hospitalización el paciente despierta pero sin poder acceder a la memoria con antelación a su accidente.
Con inmensa paciencia y devoción, una vez que David retorna al lugar donde habita su hermana, Jeanne trata de ir despertando en él los hechos que vivió en el pasado como asimismo actúa a modo de enfermera a fin de cicatrizar sus heridas durante su convalecencia.
A medida que el tiempo transcurre, David parcialmente retorna a su previa existencia así como se produce un sentimiento que excede lo meramente fraternal. Mientras que en principio él ignora que se trata de su hermana, ella es consciente de la situación y es allí donde se llega a descubrir que ambos mantuvieron en el pasado una situación incestuosa. En consecuencia, mientras que Jeanne trata de reprimir sus deseos, su hermano desea consumar nuevamente el prohibido amor.
El octogenario realizador logra infundir considerable tensión a la relación incestuosa, la cual es favorecida por la autenticidad en que Merlant y Voisin transmiten el sentimiento de amor de sus personajes. Entre otros actores del reparto participan en roles de apoyo André Marcon animando al propietario de la casa que Jeanne arrienda y Audrey Dana como la alcaldesa local.
Entre los factores técnicos de producción cabe destacar la lograda fotografía de Georges Lechaptois captando la belleza de las montañas y lagos de los Pirineos.
Siendo el incesto un tópico urticante es loable la forma en que Téchine lo encara en la medida que su narrativa permite generar legítima emoción sin desbordar en un gratuito sensacionalismo.
Il pleut dans la maison (Bélgica-Francia)
Con el antecedente de su muy buen documental Petit Samedi (2017), la cineasta belga Paloma Sermon-Daî debuta en el largometraje de ficción con este film enfocando la situación vivida por dos adolescentes.
Il pleut dans la maison
El guión de la directora ambienta la acción en un lugar turístico de la provincia de Wallonia donde en una casa bastante venida a menos habitan Purdey (Purdey Lombet) próxima a cumplir 18 años, su hermano menor, Makenzy (Makenzy Lambet) de 15 años y la madre Leyla (Louise Manteau). El cuadro familiar no es muy armonioso en la medida que Leyla es una mujer adicta al alcohol y con frecuencia se ausenta del hogar dejando a sus hijos a la deriva dado que no hay un padre que se responsabilice por ellos.
Lejos de la seguridad y protección maternal, los hermanos tratan de aprovechar sus vacaciones estivales de la mejor forma posible, en tanto que entre ellos existe un sólido lazo fraternal. Tratando de dejar de lado la vida poco excitante que atraviesan, Purdey que trabaja como empleada de limpieza para obtener un mísero ingreso, avizora la idea de alquilar un lugar donde alojarse para vivir con su hermano y apartarse de su madre; claro está que para Purley no resulta fácil decidir en tener que dejar sus estudios de lado y postergar su sueños de llegar a ser enfermera.
Con mucha sutileza, la realizadora aborda delicadamente ese período de transición de la adolescencia hacia la vida adulta y en tal sentido ha contado como protagonistas a dos hermanos de la vida real, por lo que obviamente no han tenido dificultad para caracterizar con total autenticidad sus respectivos personajes. En el breve reparto participan además Amine Habidou como el interés romántico de Purdey y Donovan Nizet como el amigo de correrías de Makenzy.
Ciertamente el tema abordado por Sermon-Daî no es novedoso pero lo que distingue a este film es el retrato realista que ella efectúa de dos seres que deben convivir en un medio precario y sin mucho aliciente de que la situación tienda a mejorar.
Resaltando una vez más la importancia de la francofonía internacional en Quebec, la cual se refleja permanentemente en la cinematografía de esta provincia, se inicia la 29ª edición de CINEMANIA con una atractiva selección ecléctica de 101 filmes hablados en francés y subtitulados en inglés, además de 15 eventos especiales..
La muestra que se desarrollará desde el 1 hasta el 12 de noviembre se inaugura con Le Procès Goldman que ha sido el film de apertura de la Quincena de Cineastas de Cannes; esta película que gira en torno del criminal Pierre Goldman juzgado en 1976 será exhibida con la presencia de su realizador Cédric Kahn. El film que clausurará el Festival es Second tour, comedia dramática dirigida e interpretada por Albert Dupontel cuyo tema se centra en torno de una periodista (Cécile de France) en desgracia que es solicitada para seguir la campaña presidencial del candidato favorito (Dupointel) quien es un novicio en materia política.
SECONDTOUR
La destacada actriz Emmanuelle Béart estará presente en el festival presidiendo con el renombrado realizador Philippe Falardeau el jurado de la competencia oficial Visages de la francophonie, en la que participan 10 títulos. Además de Le Procès Goldman, figuran, Àma Gloria ( Marie Ammachoukeli), Animalia (Sofia Alaoui), Foudre (Carmen Jaquier), Il pleut dans la maison (Paloma Sermon Dai), L’île rouge (Robin Camillo), Laissez-moi (Maxime Rappaz), Quitter la nuit (Delphine Girard), Rosalie (Stéphanie Di Giusto) y Sages-femmes (Léa Fehner).
ANIMALIA
Cine de Quebec
La remarcable cinematografía de Quebec estará representada por ocho filmes en competición siendo algunos de los mismos Kanaval (Henri Pardo), Le Successeur (Xavier Legrand) con la presencia del equipo del film, Quitter la nuit (Délphine Girard), y Tu ne saurais jamais (Robin Aubert).
Documentales.
En el cine de no ficción se destaca Sur l’Adamant (Nicolas Phillibert) que ha sido galardonado con el Oso de Oro en el Festival de Berlín; asimismo se verá Par couers (Benoît Jacquot) con la participación de Isabelle Huppert y Fabrice Luchini, así como Viva Varda! (Pierre-Henri Gibert) que constituye un homenaje a la gran cineasta desaparecida Agnès Varda, enfocada a través de valiosos materiales de archivo y entrevistas con miembros de su familia, amigos y colaboradores. Otros títulos incluyen Chienne de rouge (Yamina Zoulat) con la presencia del equipo del documental y Je suis la France (Sarah El Attar) que también contará con la presencia de los miembros que han participado en el film.
VIVAVARDA!
Primicias
Casi la mitad de los filmes programados serán presentados en primicia canadiense. Dentro de los mismos figuran Bernadette (Léa Domenach) protagonizado por la veterana Catherine Denueve, Bonne Conduite (Jonathan Barré) con Laura Calamy, Captives (Arnaud Des Pallières) con Mélanie Thierry, Complètement cramé (Gilles Legardinier) con John Malkovich y Fanny Ardant, La Nuit du verre d’eau (Carlos Chahine) con Nathalie Bayé, Le Livre des solutions (Michel Gondry) con Pierre Niney y Blanche Gardin, Le Temps d’aimer (Katell Quillévéré) con Anais Demmoustier y Vincent Lacoste, Un silence (Joachim Lafosse) con Émmanuelle Devos y Daniel Auteuil y Toni en famille (Nathan Ambrosioni) con Camille Cottin, Léa Lopez y Thomas Gloria.
TONIENFAMILLE
Artistas Invitados
Además de Emmanuelle Béart y Cédric Kahn, estará en Montreal la directora Catherine Corsini con el film Le Retour que tuvo su estreno mundial en Cannes, así como la cineasta Valérie Donzelli para la presentación de su film L’amour et les forêts. Se aguarda también a la directora belga Yolande Moreau para la exhibición de La Fiancée du poète que ella asimismo protagoniza junto con Sergi López y Grégory Gadebois.
El director Stéphane Brizé asistirá a la proyección de su reciente film Hors saison con un elenco integrado por Guillaume Canet, Alba Rohrwacher y Sherif Andoura. Por su parte Vincent Pérez presentará Une affaire d’honneur en su doble condición de director y actor. La muy conocida actriz Karine Viard estará presente en la exhibición de tres películas por ella protagonizadas: Magnificat de Virginie Sauveur, Nouveau départ de Philippe Lefebvre y Une Nuit de Alex Lutz.
KARINEVIARD
Suiza, País Honorado
Así como en la edición anterior lo fue Luxemburgo, este año Cinemania dedicará una sección especial a Suiza, recibiendo una importante delegación de dicho país presidida por el Presidente de la Confederación Suiza AlanBerset. Para tal ocasión el festival presentará nueve largometrajes y seis cortometrajes de Suiza, efectuará una exposición fotográfica, habrá tres mesas redondas , una jornada profesional y una instalación especial en la Place des Festival. Asimismo se exhibirá un documental especialmente producido por el festival en el que se rinde tributo a Lea Pool, la gran cineasta de Quebec nacida en Suiza.
Salas de Exhibición
Los filmes serán proyectados en el Cinéma Imperial, Cinémathèque Québécoise, Cinéma du Musée, Cinéma du Parc y Cinéma Moderne.
Para una información detallada sobre los filmes programados, horarios, salas de exhibición y actividades vinculadas con el festival presione aquí
Perdidos en la Noche (México-Países Bajos-Alemania)
Enmarcado en el clima violento donde las desapariciones en México no resultan episodios aislados, Amat Escalante en principio considera ese tema para posteriormente convertirlo en un thriller sin mayor vuelo.
PERDIDOSENLANOCHE
La historia del realizador basada en su guión compartido con su hermano Martin Escalante y Paulina Mendoza transcurre en un pequeño pueblo rural de Guanajuato donde en su prólogo se observa a un reducido número de activistas protestando con motivo del proyecto de una explotación minera canadiense que allí tendrá lugar. En horas nocturnas Paloma (Vicky Araico), una de las mujeres que habían participado en la asamblea, es asaltada brutalmente por ciertos individuos no identificados.
Tras una elipsis, tres años después el joven Emiliano (Juan Daniel Garcia Trevino) que es el hijo de la mujer que había sido atacada, al no tener noticias de su madre desaparecida y sin recibir apoyo por parte de las autoridades locales resuelve encarar el asunto por su cuenta con la colaboración de su novia Jazmín (María Fernanda Oslo). A través de un dato provisto por un moribundo policía, Emiliano logra emplearse en el hogar de una influyente y adinerada familia que estuvo involucrada con las desapariciones; la misma está integrada por Rigo (Fernando Bonilla), un artista conceptual, su pareja Carmen (Bárbara Mori), una cantante pop, y su hija Mónica (Ester Expósito), con quien Emiliano establece una especial relación.
No conviene adelantar cómo cada uno de estos personajes permitirá desentrañar el misterio en torno de la suerte corrida por Paloma; pero lo cierto es que el relato se nutre de una serie de situaciones que sin estar claramente cohesionadas son abordadas superficialmente.
En su intento de denunciar las falencias de un sistema judicial insuficientemente capacitado para resolver los innumerables casos de personas injustamente borradas del mapa, Escalante ofrece un drama criminal tibiamente aceptable que carece del vigor necesario capaz de conmover.
Comprometido en temas de naturaleza política y social, el realizador rumano Vlad Petri, bien recordado por Where are you, Bucharest? (2014), presenta algo similar en este híbrido documental reflejando qué es lo que ha acontecido cuando dos revoluciones populares cambiaron el rumbo político de Rumania e Irán.
El argumento está centrado en la relación personal y posteriormente epistolar existente entre la rumana María y la iraní Zahra quienes en la década del 70 ambas efectuaron sus estudios en la Escuela de Medicina de la Universidad de Bucarest.
En ese entonces, Rumania estaba gobernada por el represivo régimen de Nicolae Ceaușescu y cuando en 1978 se produce la revolución iraní con la fuga del sha Mohammad Reza Pahlevi, Zahra retorna a Irán albergando la esperanza de vivir en un país diferente bajo un clima más liberal. Es así que Maria envidia la situación que acontece en Irán hasta que en 1989 se produce la caída de Ceausescu y en este caso ella se solaza pensando que vendrán mejores tiempos.
A través de los años Zahra y María siguen comunicadas mediante el intercambio de cartas en las que queda reflejada la desesperanza de ambas; en un caso por la revolución islámica que trajo consigo un estado teocrático amordazando la libertad de expresión y por el lado rumano la caída de su dictador es reemplazada por gobiernos incompetentes implantando un capitalismo de máxima dureza.
Tanto María como Zahra son personajes ficticios y el contenido de las cartas está escrito por Lavinia Branişte que es la autora del guión compartido con Petri. Lo más importante es que la correspondencia epistolar sirve de excusa para reflejar lo acontecido entre las dos revoluciones de Irán y Rumania y que están expuestas en el valioso material de archivo de los dos países durante los años 70 y 80 obtenidos por el realizador. Si bien ambas revoluciones han sido diferentes, tienen en común el de haber decepcionado las expectativas de la población de lograr un cambio positivo.
Muy bien realizado por Petri y agraciado por su buena edición efectuada con la colaboración de Dragos Apetri y Catalin Cristutiu se asiste a un satisfactorio documento explorando los turbulentos momentos del no muy lejano pasado histórico de Rumania e Irán a través de la visión de dos íntimas amigas.
Retratos Fantasmas (Brasil)
Retratando a su querida ciudad natal de Recife y evidenciando su pasión por el cine en este documental Kleber Mendonça Filho transporta al espectador en un emotivo viaje hacia el pasado impregnado de melancolía.
RETRATOSFANTASMAS
El realizador estructura su relato en tres partes. En la primera se asiste a la casa en donde transcurrió su infancia, que adquirida por su madre historiadora cuando se divorció de su padre fue objeto de varias reformas después de su muerte en 1994; en ese hogar convertido en parte en un set de filmación es donde él rodó más de una decena de cortometrajes y parte de su excelente primer largometraje O Som ao Redor (2012). Asimismo el cineasta nos hace conocer el vecindario y algunas vistas de Recife incluyendo un puente muy concurrido que según parece desprende una variedad de olores.
Si bien resulta grato echar un vistazo a lo que hoy día es la moderna ciudad que arquitectónicamente está nutrida de grandes rascacielos, lo más destacable del documental es lo que se ilustra en su segunda y tercera parte que constituye un homenaje a las salas de cine ya desaparecidas. Las mismas estaban ubicadas en el centro de la ciudad que en la actualidad está en decadencia y sin el fulgor y dinamismo de antaño. Allí se encontraban los viejos cines donde desde los 13 hasta los 25 años Mendonça Filho solía asistir varias veces por semana. Entre algunas de esas salas se hallaba el cine Sāo Luiz que durante sus 70 años de existencia fue visitado por 50 millones de espectadores.
Otro magnífico cine ha sido el Art Palácio en donde en un encuentro con el proyeccionista Alexandre (fallecido en 2003), él rememora cómo desde su calurosa sala de proyección sin aire acondicionado se pasaban algunos de los grandes éxitos como lo ha sido El Padrino que se mantuvo 4 meses en cartel; también el proyeccionista recuerda que en ciertas ocasiones tuvo que lidiar con la censura del gobierno militar vigente en ese entonces; resulta conmovedor cuando menciona las lágrimas salidas de su rostro al cerrarse definitivamente sus puertas; sin duda esas escenas traen a la memoria el hermoso film Cinema Paradiso de Guiseppe Tornatore. Otro momento que destaca el cineasta ha sido la inauguración en 1970 del lujoso cine Veneza con la proyección de Airport en donde asistieron varias personalidades del cine y el gobernador de Pernambuco.
Plena nostalgia produce observar las marquesinas de los cines anunciando Barbarella, Jaws y Hair, entre otros títulos. Esas míticas salas que conformaban una especie de convivencia humana, son en algunos casos ruinas generadas por la mudanza urbana que se produjo con el paso del tiempo. En su segmento final el documental muestra cómo los edificios de algunos cines han sido transformados en iglesias evangélicas.
Para lograr este retrato de los fantasmas de un bello pasado, el realizador se ha valido de su archivo personal, fotografías y clips de numerosos filmes incluyendo algunos de su filmografía y muy bien editados por Matheus Farias. En suma, a todas luces este es un remarcable documental que sin reserva alguna amerita su visión.
En ocasión del Festival de Toronto de 2018 se tuvo la oportunidad de descubrir a Lila Avilés quien en su primer largometraje La Camarista, demostró poseer un singular talento. En esta ocasión vuelve a confirmarlo en este bello film que con suma delicadeza retrata a una niña observando el medio que la rodea en ocasión de celebrarse un especial evento.
TOTEM
La directora ambienta la historia durante el período de una jornada en una zona rural de México en donde la niña Sol (Naima Senties) llega con su madre Lucía (Lazua Larios) al caserón de su joven padre Tona (Mateo García Elizondo) quien ese día cumple 27 años. El propósito del viaje es ofrecerle una fiesta sorpresa, a pesar de que se encuentra gravemente enfermo de cáncer y solícitamente atendido por Cruz (Teresita Sánchez), una afable mujer. Sol desea de inmediato abrazar a su progenitor pero por el momento se le impide que entre a su cuarto debiendo aguardar para verlo cuando Tona salga del mismo para su festejo.
Es así que la pequeña presta cuidadosa atención a los preparativos en donde la organizadora de la fiesta es la tía Alejandra (Marisol Gasé) y la tía Nuri (Montserrat Marañon) quien se ocupa de la cocina y estando también su hija Esther (Saori Gurza) quien es menor que Sol. Entre otros personajes se encuentra el patriarcal abuelo (Alberto Amador) con problemas vocales, la breve presencia de una curiosa hechicera que viene a despejar la vivienda de los malos espíritus y restantes familiares y amigos partícipes de la celebración.
Sol no pierde de vista todo lo que acontece a su alrededor evidenciando en su triste mirada que lo que se está celebrando es a la vez una despedida de su muy querido padre.
Con sencillez y evitando caer en un artificial sentimentalismo Avilés logra un melodramático relato coral donde además de la lograda interrelación que se produce entre los varios personajes del film, a su vez imprime una remarcable mirada al mundo de la infancia. En el marco de un muy buen elenco resalta la excelente actuación de Senties, quien en su debut para el cine convincentemente transmite el sentimiento de dolor de la niña que intuye la inminente pérdida de Tona. En esencia, sin salvedad alguna esta magnífica película amerita su visión.
Do Not Expect Too Much From the End of the World (Rumania-Luxemburgo-Francia-Croacia)
Entre los más destacados realizadores del cine rumano se encuentra Radu Jude quien en éste su octavo trabajo reafirma su condición de cineasta audaz, desprejuiciado, nada convencional y menos aún complaciente para relatar aspectos inherentes a su país aunque también pueden ser atribuidos a otras regiones del agitado y revuelto mundo actual.
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En un guión que le pertenece, Jude presenta a Angela Raducanu (Ilinca Manolache), una activa y dinámica mujer que trabaja como asistente de producción para una compañía y que diariamente le aguarda una jornada agotadora debido a las exigencias demandadas por sus superiores a quienes poco les importa el exceso de horas que ella destina al mismo. En la actualidad debe cumplir con los requerimientos de una compañía austríaca que encomendó a su empresa la producción de un video comercial sobre accidentes laborales. Para ello, esta mujer manejando un auto recorre las rutas de Bucarest para localizar a personas que han sufrido tales peripecias. Simultáneamente, Jude utiliza extractos del film rumano de 1981 Angela mere mai departe dirigido por Lucian Bratu en el que su protagonista (Dorina Lazar) es una taxista que convive en un medio patriarcal durante la época del dictador Ceaușescu; esa exposición adquiere relevancia para analizar en qué se diferencia o se iguala la época ya ida con el marco social contemporáneo en donde Angela no está exenta del machismo vigente.
Durante el día en que se desarrolla el relato ella recoge en el aeropuerto a Doris Goethe (Nina Hoss) quien es la representante de la empresa austríaca en donde en el traslado hacia el hotel la conductora le comenta cómo las corporaciones extranjeras abusan de las compañías locales, a lo que Doris replica señalando que el problema radica más bien por parte de quienes se dejan explotar.
Prosiguiendo con su misión de ubicar a sobrevivientes de accidentes en lugares de trabajo, después de encontrar a posibles postulantes Angela finalmente ubica al candidato ideal en la persona de Ovidiu Buca (Ovidiu Pirsan). En un remarcable plano secuencia de aproximadamente 30 minutos se asiste a la filmación del corto “Forbidden Planet” en el que Ovidiu a cambio de los 500 euros que habrá de recibir se apresta a ser filmado rodeado por sus familiares. Es allí que él detalla lo ocurrido el 24 de noviembre de 2020 cuando después de una intensa jornada de trabajo de 17 horas al finalizar la misma y cuando se dispone a retirar su coche del aparcamiento del establecimiento es atropellado por otro vehículo; como consecuencia de ese choque él permanece en estado de coma durante 13 meses y al despertar descubre que está paralizado de la cintura hasta las extremidades inferiores por lo que de por vida debe desplazarse en silla de ruedas. Sin embargo el director del equipo de filmación le hace repetir las tomas varias veces señalándole que no mencione las horas extras de labor realizadas con el propósito de que su testimonio resulte aceptable para la compañía austríaca.
A todas luces esta comedia en parte satírica refleja las irregularidades de corporaciones que en procura del lucro y despojadas de contenido humano explotan a sus empleados afectando su salud por el exceso de horas trabajadas sin adicional remuneración; claramente queda expuesta una crítica clara y precisa a los males que engendra el sistema capitalista.
Dicho lo que antecede, esta radical, intelectual y original comedia dramática imbuida de notable franqueza fascinará al cinéfilo ávido de apreciar el alto nivel de calidad que acostumbra ofrecer el gran director rumano.
In Our Day (Corea del Sur)
Del prolífico realizador surcoreano Hong Sang-soo llega este film que ciertamente dividirá a la audiencia teniendo en cuenta que no existe un argumento preciso ni tampoco conexión alguna entre las dos historias narradas que transcurren en Seúl.
INOURDAY
En una de las historias se observa a Sangwon (Kim Min-hee) una actriz que recién retornó a Seúl después de haber trabajado fuera del país y que atraviesa una crisis en su carrera al no tener mayor interés en su profesión. Alojándose en lo de su amiga Jung-soo (Song Sun-mi) que vive con su gato, ambas mujeres reciben la visita de Jisoo (Park Misoo), una joven pariente de Sangwon, quien como aspirante actriz quiere que le aconsejen sobre ciertos aspectos de esta profesión.
En las tres escenas que conforman esta parte del relato, lo más distintivo es la desaparición del gato y los esfuerzos para ubicarlo y traerlo al hogar, así como la proposición de Jisoo de comer ramyeon, una típica comida surcoreana de fideos rizados sazonados con salsa picante.
https://www.youtube.com/watch?v=e16UomdIQEM
Simultáneamente el director intercala tres escenas que conforman la otra historia; la misma transcurre en el hogar del anciano poeta Hong Uiji (Ki Joo-bong) en donde se halla Kijoo (Park Miso), una joven estudiante de cine que lo está filmando para su proyecto de graduación; Al poco tiempo llega el joven Jaewon (Ha Seong-guk) quien es un admirador del poeta y el propósito de su visita es formularle algunas preguntas filosóficas sobre el significado de la vida, como así también acerca de la importancia de la poesía en la era actual. Por estar afectado de una enfermedad cardíaca Hong Uiji debe abstenerse de fumar y evitar la bebida alcohólica; sin embargo no puede resistir la tentación de beber de la botella de soju (licor coreano) que le obsequia el visitante.
En la ausencia de un significado preciso de estas dos independientes historias narradas, el film se deja ver pero configura una obra inferior de la filmografía de Sang-soo. A su favor, se destaca la natural actuación de sus seis intérpretes y la ajustada puesta escénica del realizador, considerando las limitaciones de espacio en que transcurren los dos escenarios de su trama.