Con­se­cuen­cias de un Embarazo

PIE­CES OF A WOMAN. Cana­dá-Hun­gría, 2020. Un film de Kor­nél Mun­druc­zó. 128 minu­tos. Dis­po­ni­ble en Net­flix.

El direc­tor hún­ga­ro Kor­nél Mun­druc­zó, bien cono­ci­do en el ámbi­to fes­ti­va­le­ro al haber obte­ni­do su film Whi­te God (2014) el pre­mio mayor en la sec­ción Un Cer­tain Regard del fes­ti­val de Can­nes retor­na aho­ra con su pri­mer tra­ba­jo efec­tua­do en inglés. Aquí con­fir­ma su talen­to de cineas­ta a pesar de que Pie­ces of a Woman no lle­ga a col­mar la expec­ta­ti­va aguardada.

El peca­do de este film, si así se le pue­de deno­mi­nar, es que ade­más de abor­dar dos temas ‑uno como con­se­cuen­cia del otro‑, aña­de otra his­to­ria sub­ya­cen­te que des­vía la aten­ción al no lograr inte­grar­se en un todo global.

Shia LaBeouf y Vanes­sa Kirby

Martha (Vanes­sa Kirby) y Sean (Shia LaBeouf) con­for­man un joven matri­mo­nio radi­ca­do en Bos­ton que aguar­dan con ansie­dad la inmi­nen­te lle­ga­da del pri­mer hijo. En las pri­me­ras esce­nas se pue­de apre­ciar el gran amor de esta pare­ja y todo hace supo­ner que será aún más refor­za­do al agran­dar­se la familia.

Des­pués de mos­trar que Sean se desem­pe­ña como capa­taz de una obra en cons­truc­ción, el desa­rro­llo del rela­to se tras­la­da al hogar de la pare­ja cuan­do ella comien­za a sen­tir suce­si­vas con­trac­cio­nes y se pro­du­ce la rup­tu­ra de la bol­sa de agua. En la medi­da que el matri­mo­nio deci­dió que el par­to se efec­túe en el hogar en lugar de una clí­ni­ca hos­pi­ta­la­ria, la ope­ra­ción es rea­li­za­da con la inter­ven­ción de Eva (Molly Par­ker), una pro­fe­sio­nal sani­ta­ria espe­cia­li­za­da en aten­der par­tos. Es aquí don­de Mun­druc­zó ofre­ce un extra­or­di­na­rio plano secuen­cia de poco más de 20 minu­tos trans­mi­tien­do la inten­sa ten­sión gene­ra­da por los fuer­tes dolo­res expe­ri­men­ta­dos por la par­tu­rien­ta antes del alum­bra­mien­to, en tan­to que Sean tra­ta de brin­dar­le el máxi­mo apo­yo emo­cio­nal. Final­men­te se pro­du­ce el momen­to de júbi­lo cuan­do la hiji­ta aso­ma a la vida, pero esa dicha se des­va­ne­ce en esca­sos segun­dos cuan­do ines­pe­ra­da­men­te pere­ce en los bra­zos de su madre.

Es fácil de con­mi­se­rar­se con la pro­fun­da pena vivi­da por los cón­yu­ges en don­de el guión de Kata Weber con­si­de­ra el dife­ren­te modo en que cada uno de ellos la trans­mi­te y las dife­ren­cias que se pro­du­cen. Martha vive su trau­ma que­rien­do eli­mi­nar cual­quier ves­ti­gio vin­cu­la­do con su hiji­ta des­apa­re­ci­da; adop­tan­do una acti­tud auto­des­truc­ti­va recha­za los estí­mu­los que su mari­do con pro­fun­do sen­ti­mien­to tra­ta de ofre­cer­le para levan­tar su deplo­ra­ble esta­do aní­mi­co. En cuan­to a Sean, él vuel­ca su pesa­dum­bre que­rien­do afe­rrar­se por com­ple­to al recuer­do del ser per­di­do y opo­nién­do­se a que su mujer des­ha­ga la habi­ta­ción espe­cial­men­te pre­pa­ra­da para quien habría de ocu­par­la. Así, en un pro­ce­so que se pro­lon­ga por espa­cio de 7 meses, el film ilus­tra la for­ma en que el estre­cho lazo de amor se va desin­te­gran­do fren­te al desin­te­rés que Martha va sin­tien­do hacia su espo­so, a pesar de los deno­da­dos esfuer­zos que él rea­li­za para que el víncu­lo no se disuelva.

Lo que podría cons­ti­tuir un intere­san­te estu­dio de carac­te­res demos­tran­do cómo un des­di­cha­do acon­te­ci­mien­to pue­de con­du­cir a la con­clu­sión de una rela­ción con­yu­gal, el guón adop­ta una varian­te que dis­per­sa la aten­ción del foco cen­tral de esta his­to­ria. Eso acon­te­ce cuan­do Eli­za­beth (Ellen Burstyn) la entro­me­ti­da ancia­na madre de Martha, ins­ta a su hija a deman­dar judi­cial­men­te a la par­te­ra por pre­sun­ta negli­gen­cia y pue­da obte­ner una com­pen­sa­ción mone­ta­ria; en con­se­cuen­cia, el con­si­guien­te jui­cio que tie­ne lugar podría haber sido pres­cin­di­do por com­ple­to. En todo caso la pre­sen­cia de Eli­za­beth en el mar­co del rela­to es la excu­sa para demos­trar la tiran­te rela­ción exis­ten­te entre la hija y su madre así como el menos­pre­cio de esta mujer hacia su yerno.

Por razo­nes de dis­cre­ción se evi­ta­rá el comen­ta­rio de cier­tas esce­nas com­ple­ta­men­te entre­ve­ra­das que des­me­re­cen lo que huma­na­men­te el film pro­me­tía en su ini­cio. Lo más rele­van­te resi­de en su elen­co en don­de neta­men­te se des­ta­ca la des­co­llan­te actua­ción de Kirby que ya había demos­tra­do sus dotes artís­ti­cas en la per­so­ni­fi­ca­ción de la prin­ce­sa Mar­ga­ret en las pri­me­ras dos tem­po­ra­das de la exi­to­sa serie bri­tá­ni­ca The Crown; su vibran­te inter­pre­ta­ción duran­te el pro­ce­so del par­to y la con­si­guien­te furia con­te­ni­da por su fra­ca­so mater­nal le ha vali­do el pre­mio a la mejor actriz en el fes­ti­val de Vene­cia del año pasa­do. Por su par­te resul­ta enco­mia­ble la com­po­si­ción que LaBeouf rea­li­za de su per­so­na­je con el que exis­te mayor empa­tía que con el de Kirby; eso se debe a la remar­ca­ble con­vic­ción que trans­mi­te en el doble dolor que expe­ri­men­ta por la muer­te de la cria­tu­ra y por cons­ta­tar cómo su víncu­lo con­yu­gal se des­ha­ce a pesar del pro­fun­do cari­ño que sien­te por su espo­sa. En un papel secun­da­rio la vete­ra­na Burstyn sigue demos­tran­do sus qui­la­tes a pesar de com­po­ner un per­so­na­je poco agra­cia­do. En otros rubros es impor­tan­te des­ta­car la valio­sa cola­bo­ra­ción del fotó­gra­fo de Ben­ja­min Loeb, sobre todo en la minu­cio­sa fil­ma­ción de la pro­lon­ga­da esce­na del nacimiento.

Con un des­di­bu­ja­do des­en­la­ce, el film se deja ver pero de nin­gún modo tras­cien­de como retra­to de la des­com­po­si­ción de un matri­mo­nio por la pér­di­da de un ser querido.
Jor­ge Gutman

Lo Mejor de 2020

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

A la hora de efec­tuar el acos­tum­bra­do balan­ce anual sobre lo más des­ta­ca­do de lo vis­to en cine resul­ta en este caso impo­si­ble dejar de men­cio­nar la tra­ge­dia oca­sio­na­da por la pan­de­mia. Así como acon­te­ció en casi todos los sec­to­res de la acti­vi­dad pro­duc­ti­va, el cine como arte y tam­bién como indus­tria ha sufri­do con­si­de­ra­ble­men­te los efec­tos del peli­gro­so virus. Con­se­cuen­te­men­te el públi­co se ha vis­to pri­va­do de dis­fru­tar la magia del sép­ti­mo arte en una sala de cine duran­te la mayor par­te de 2020; en su lugar ha teni­do que con­for­mar­se con lo que las dife­ren­tes pla­ta­for­mas de strea­ming han veni­do ofreciendo.

En opor­tu­ni­dad de escri­bir esta colum­na nada ha cam­bia­do por el momen­to en Cana­dá don­de la mayo­ría de los cines aún per­ma­ne­cen cerra­dos. Sin embar­go es nece­sa­rio ser opti­mis­ta aguar­dan­do que muy pron­to se vuel­va a gozar de las imá­ge­nes de un film en la pan­ta­lla gran­de y en con­di­cio­nes saludables.

Dicho lo que pre­ce­de, he aquí una doce­na de títu­los lis­ta­dos alfa­bé­ti­ca­men­te que más han impre­sio­na­do a quien escri­be estas líneas, sin con­si­de­rar los que han sido vis­tos en línea en varios fes­ti­va­les y que aguar­dan su estreno duran­te el trans­cur­so de este nue­vo año.

Collec­ti­ve (Ruma­nia-Luxem­bur­go)

Este vibran­te docu­men­tal de Ale­xan­der Nanau repro­du­ce las con­se­cuen­cias de un incen­dio que irrum­pió el 30 de octu­bre de 2015 en el club noc­turno Colec­tiv de Buca­rest cobran­do la vida de 27 per­so­nas e hirien­do gra­ve­men­te a más de 100. El lamen­ta­ble tra­ta­mien­to de los sobre­vi­vien­tes que cau­só la muer­te de muchos de ellos moti­vó a un deno­da­do perio­dis­ta a efec­tuar una exhaus­ti­va inves­ti­ga­ción sobre el tema; esa pes­qui­sa ter­mi­nó reve­lan­do la corrup­ción exis­ten­te por par­te de altos fun­cio­na­rios del minis­te­rio de salud así como des­ta­pó tur­bios mane­jos de la indus­tria hos­pi­ta­la­ria de Ruma­nia. El rea­li­za­dor ha logra­do un remar­ca­ble docu­men­to en el que sin efec­tuar repor­ta­je alguno con­si­guió que su cáma­ra tes­ti­mo­nia­ra la reali­dad de lo acon­te­ci­do con­tra­rian­do la infor­ma­ción ofi­cial sumi­nis­tra­da. El film cons­ti­tu­ye un noble tri­bu­to a la dig­na pro­fe­sión del perio­dis­mo por escla­re­cer la ver­dad y que muchas veces es ata­ca­da por difun­dir “fake news”. 

Crí­me­nes de Fami­lia (Argen­ti­na)

El rea­li­za­dor Sebas­tián Schin­del ofre­ce un nota­ble rela­to de sus­pen­so cen­tra­li­za­do en los con­flic­tos pro­du­ci­dos en el seno de una fami­lia bur­gue­sa de Argen­ti­na. El film se valo­ri­za por la esme­ra­da pues­ta escé­ni­ca, por la exce­len­te tra­ma capaz de sus­ten­tar una con­vin­cen­te intri­ga des­de su comien­zo has­ta su impre­vi­si­ble des­en­la­ce, como asi­mis­mo por su exce­len­te elen­co inte­gra­do por Ceci­lia Roth, Miguel Ángel Solá, Yani­na Ávi­la, Ben­ja­mín Ama­deo y Sofía Gala Cas­ti­glio­ne en los roles principales.

El Cua­derno de Tomy (Argen­ti­na)

El vete­rano cineas­ta Car­los Sorín abor­da en un rela­to de fic­ción un epi­so­dio acae­ci­do en Bue­nos Aires con una mujer de 43 años sufrien­do de un cán­cer ter­mi­nal de úte­ro. Sema­nas antes de su dece­so acae­ci­do en abril de 2015, en la clí­ni­ca en que se encuen­tra inter­na­da escri­be en un cua­derno dedi­ca­do a su hiji­to de 3 años lo que ella atra­vie­sa y el inmen­so amor que sien­te por él. Esta con­mo­ve­do­ra his­to­ria sobre la muer­te como par­te final de la vida es tra­ta­da por el rea­li­za­dor de mane­ra sutil y con suma deli­ca­de­za evi­tan­do que por su natu­ra­le­za el espec­ta­dor sea mani­pu­la­do sentimentalmente.

Été 85 (Fran­cia)

https://www.youtube.com/watch?v=Pg2l2wy3Gr8

Des­pués de haber ofre­ci­do con Grâ­ce à Dieu 2019) uno de sus más logra­dos tra­ba­jos, el rea­li­za­dor Fra­nçois Ozon retor­na con Été 85, narran­do las pri­me­ras emo­cio­nes amo­ro­sas de dos mucha­chos en una ciu­dad cos­te­ra de Nor­man­día en el verano de 1985, como lo anti­ci­pa su títu­lo. En una libre adap­ta­ción de la nove­la La dan­se du coucou de Aidan Cham­bers escri­ta en 1982 Ozon intro­du­ce aspec­tos de su expe­rien­cia per­so­nal de ado­les­cen­te de esa épo­ca y lo efec­túa con una esme­ra­da pues­ta escé­ni­ca que le per­mi­te obte­ner una obra lumi­no­sa, tier­na y nostálgica.

Father Sol­dier Son (Esta­dos Unidos)

La saga del vete­rano de gue­rra ame­ri­cano Brian Eisch y su rela­ción con sus dos hijos duran­te un lap­so de 9 años es ana­li­za­do en este excep­cio­nal docu­men­tal. El con­flic­to dra­má­ti­co del rela­to se pro­du­ce cuan­do el mili­tar retor­na mal heri­do de una de sus misio­nes en Afga­nis­tán, debien­do ser­le ampu­tado una de sus pier­nas; de allí en más comien­za a expe­ri­men­tar una inmen­sa frus­tra­ción por estar muti­la­do y no poder con­ti­nuar demos­tran­do su leal­tad, honor, sacri­fi­cio y hom­bría a su ama­da patria. El dolo­ro­so retra­to de las heri­das no cica­tri­za­das de la gue­rra es cap­ta­do mag­ní­fi­ca­men­te por las direc­to­ras Catrin Einhorn y Lesl­ye Davis ilus­tran­do de mane­ra ínti­ma y sen­si­ble cómo la depre­sión del ex com­ba­tien­te así como su pér­di­da de iden­ti­dad alte­ra emo­cio­nal y psi­co­ló­gi­ca­men­te la diná­mi­ca del núcleo familiar.

First Cow (Esta­dos Unidos)

Basa­do en la nove­la de Jonathan Ray­mond, la rea­li­za­do­ra Kelly Reichard ofre­ce un intere­san­te wes­tern ubi­ca­do en una zona rural de Ore­gón a prin­ci­pios del siglo 19. El rela­to gira en torno de dos aven­tu­re­ros que tra­tan de sobre­vi­vir apro­ve­chan­do las opor­tu­ni­da­des que el sal­va­je oes­te ame­ri­cano pue­de ofre­cer­les a medi­da que se va pro­du­cien­do la expan­sión de la fron­te­ra. El públi­co asis­te a una his­to­ria huma­na­men­te sen­si­ble, bien diri­gi­da e irre­pro­cha­ble­men­te actua­da por John Maga­ro y Orion Lee. Muy bue­na es la foto­gra­fía de Chris­topher Blau­velt cap­tan­do los pai­sa­jes en que trans­cu­rre la acción. 

La Trin­che­ra Infi­ni­ta (Espa­ña)

https://www.youtube.com/watch?v=6RWoZBeAA4Y

Un epi­so­dio de la Gue­rra Civil de Espa­ña basa­do en el caso del topo Manuel Cor­tes Que­ro, últi­mo alcal­de repu­bli­cano de la ciu­dad mala­gue­ña de Mijas, es con­si­de­ra­do por el trío de direc­to­res vas­cos inte­gra­do por Jon Gara­ño, Aitor Arre­gi y José Mari Goe­na­ga. Cuan­do el con­flic­to comien­za en 1936 un acti­vis­ta repu­bli­cano (Anto­nio de la Torre) para sal­var su vida huye del régi­men fran­quis­ta; ocul­tán­do­se en el sótano de su casa y con­tan­do con el apo­yo incon­di­cio­nal de su espo­sa (Belén Cues­ta) logra des­pis­tar a la guar­dia civil que patru­lla la zona.

Este for­za­do auto-secues­tro que per­du­ra has­ta 1969 está pon­de­ra­ble­men­te narra­do tenien­do en cuen­ta que su desa­rro­llo trans­cu­rre en un redu­ci­do ambien­te sin que la sen­sa­ción de encie­rro lle­gue a miti­gar el inte­rés de lo que acon­te­ce. En esta nota­ble expo­si­ción don­de la para­noia, la frus­tra­ción, el des­alien­to y la ansie­dad corroen el alma de sus pro­ta­go­nis­tas que muchas veces deben comu­ni­car­se en estric­to silen­cio a fin de sobre­vi­vir, se agre­ga la con­cep­ción de un hijo al que se debe­rá sal­va­guar­dar en el mar­co de ese tétri­co esce­na­rio. El lumi­no­so des­en­la­ce expo­ne bri­llan­te­men­te lo que expe­ri­men­ta un topo cuan­do final­men­te sale de su escon­di­te para adqui­rir la per­so­na­li­dad de un ser humano.

Nadia But­terfly (Cana­dá)

Este sóli­do dra­ma de Pas­cal Plan­te con­si­de­ra de mane­ra ínti­ma los vai­ve­nes emo­cio­na­les de una joven atle­ta de nata­ción que ha deci­di­do reti­rar­se de su carre­ra pro­fe­sio­nal. Con minu­cio­si­dad el direc­tor efec­túa una autén­ti­ca ilus­tra­ción sobre el mun­do del depor­te apo­ya­do en gran par­te por la muy bue­na com­po­si­ción logra­da por Kate­ri­ne Savard ani­man­do a la pro­di­gio­sa nada­do­ra Nadia en vís­pe­ras de su trán­si­to hacia un nue­vo rum­bo de su existencia.

Never Rarely Some­ti­mes Always (Esta­dos Unidos)

Este cau­ti­van­te dra­ma se cen­tra en una ado­les­cen­te de 17 años sol­te­ra quien estan­do grá­vi­da des­de hace 10 sema­nas, al no tener con­sen­ti­mien­to paren­tal des­de su peque­ña ciu­dad de Pen­sil­va­nia se tras­la­da a Nue­va York para tener acce­so a un abor­to. Con gran deli­ca­de­za y sen­si­bi­li­dad la direc­to­ra y guio­nis­ta Eli­za Hitt­man logra un film que impac­ta emo­cio­nal­men­te en el áni­mo del espec­ta­dor. El rela­to ofre­ce más de una lec­tu­ra por­que resal­tan­do un emba­ra­zo no desea­do y el dere­cho que asis­te a una mujer de dis­po­ner de su cuer­po, igual­men­te deja tras­lu­cir la vio­len­cia mas­cu­li­na aun­que la mis­ma no esté grá­fi­ca­men­te expues­ta. Mere­ci­da­men­te el film ha obte­ni­do el Gran Pre­mio del Jura­do en el Fes­ti­val de Berlín.

Ordi­nary Love (Gran Bretaña)

https://www.youtube.com/watch?v=P6ihjNXgMdk&feature=emb_title

En un con­mo­ve­dor rela­to los cineas­tas Lisa Barros D’Sa y Glenn Ley­burn con­si­de­ran las vici­si­tu­des de un matri­mo­nio sexa­ge­na­rio uni­do por un pro­fun­do amor cuan­do un cán­cer comien­za a irrum­pir a uno de sus inte­gran­tes. Este tema con­fron­tan­do la mor­ta­li­dad que por su natu­ra­le­za podría des­bor­dar en un arti­fi­cial melo­dra­ma es tra­ta­do con sin­gu­lar saga­ci­dad y ter­nu­ra. La exce­len­te direc­ción, el mag­ní­fi­co guión de Owen McCaf­ferty y la admi­ra­ble actua­ción de Liam Nee­son y Les­ley Man­vi­lle gene­ran un remar­ca­ble drama.

The Assis­tant (Esta­dos Unidos)

A tra­vés de una narra­ción mini­ma­lis­ta la direc­to­ra y guio­nis­ta Kitty Green enfo­ca con gran sen­si­bi­li­dad feme­ni­na las expe­rien­cias vivi­das por una joven asis­ten­te a tra­vés de su desem­pe­ño en una impor­tan­te empre­sa. Este cau­ti­van­te dra­ma adquie­re amplia reso­nan­cia denun­cian­do el aco­so sexual que vul­ne­ra­bles muje­res sufren en un des­hu­ma­ni­za­do ambien­te labo­ral por par­te de ines­cru­pu­lo­sos mal­he­cho­res que se encuen­tran ampa­ra­dos por el poder que disponen.

The Trial of the Chica­go 7 (Esta­dos Unidos)

https://www.youtube.com/watch?v=NbauPzHCjg4

Este apa­sio­nan­te dra­ma se cen­tra en el jui­cio de 1969 al que fue­ron some­ti­dos varios mani­fes­tan­tes acu­sa­dos de haber cons­pi­ra­do e inci­ta­do la vio­len­cia con­tra la poli­cía en la mar­cha orga­ni­za­da en Chica­go para opo­ner­se a la gue­rra de Viet­nam. El direc­tor Aaron Sor­kin logra un film mag­ní­fi­ca­men­te cons­trui­do y mara­vi­llo­sa­men­te dia­lo­ga­do en don­de la recons­truc­ción de este pro­ce­so judi­cial alcan­za hoy día ple­na vigen­cia en lo refe­ren­te a la vio­len­cia polí­ti­ca, la corrup­ción del poder y sobre todo en lo que con­cier­ne a la dis­cri­mi­na­ción racial. Por sus méri­tos, este valio­so tra­ba­jo de Sor­kin es un serio can­di­da­to a ser nomi­na­do por la Aca­de­mia de Holly­wood en varias cate­go­rías, inclu­yen­do el de mejor film, direc­ción y guión.

Con Gus­to a Odio

THE HATER. Polo­nia, 2020. Un film de Jan Koma­sa. 135 minu­tos. Dis­po­ni­ble en Netflix

Des­pués de haber impre­sio­na­do gra­ta­men­te en Cor­pus Chris­ti (2019) abor­dan­do el deli­ca­do pro­ble­ma de la fe, el direc­tor Jan Koma­sa retor­na con The Hater, un nota­ble segun­do film que aun­que temá­ti­ca­men­te dife­ren­te tie­ne amplia reso­nan­cia en los tiem­pos actua­les. Nue­va­men­te ha con­ta­do con la valio­sa par­ti­ci­pa­ción del guio­nis­ta Mateusz Pace­wicz quien con­ci­bió una his­to­ria que ate­rra por sus con­no­ta­cio­nes rea­lis­tas demos­tran­do has­ta dón­de el empleo de la moder­na tec­no­lo­gía digi­tal pue­de oca­sio­nar inco­men­su­ra­bles daños. Por sus inne­ga­bles méri­tos la pelí­cu­la fue pre­mia­da como la mejor en el Fes­ti­val Inter­na­cio­nal de Tri­be­ca de este año, a pesar de haber sido can­ce­la­do por la pandemia.

Maciej Musia­lows­ki

El pro­ta­go­nis­ta del rela­to es Tomasz (Maciej Musia­lows­ki), un joven estu­dian­te pola­co de abo­ga­cía cuyo ros­tro de nin­gún modo refle­ja su per­so­na­li­dad mal­sa­na y maquia­vé­li­ca. En la pri­me­ra esce­na se lo ve fren­te a las auto­ri­da­des de la uni­ver­si­dad don­de es recri­mi­na­do por la gra­ve fal­ta éti­ca come­ti­da al haber pla­gia­do un tra­ba­jo que tenía a su car­go; sin­tién­do­se arrin­co­na­do y al ser­le dene­ga­do una segun­da opor­tu­ni­dad no pue­de impe­dir el ser des­pe­di­do del establecimiento.

Habien­do sido sus estu­dios finan­cia­dos por Robert y Zofia (Jacek Koman y Danu­ta Sten­ka), un matri­mo­nio ami­go de la fami­lia, en la cena que com­par­te ese día con ellos y con su hija Gabi (Vanes­sa Alek­san­der), él les ocul­ta lo suce­di­do actuan­do como si nada hubie­se pasa­do. Median­te un inge­nio­so ardid con­sis­ten­te en ocul­tar su telé­fono celu­lar, Tho­masz lle­ga a ente­rar­se de que sus bene­fac­to­res lo des­pre­cian y que Gaby, de quien está ena­mo­ra­do des­de su tem­pra­na edad, no está intere­sa­da en su per­so­na. El des­pe­cho pro­du­ci­do así como su expul­sión uni­ver­si­ta­ria cons­ti­tu­yen los fac­to­res que incen­ti­va­rán el pro­fun­do sen­ti­mien­to de resen­ti­mien­to y odio gene­ra­do en este joven.

Para imple­men­tar su ven­gan­za, Tomasz se vin­cu­la con una tur­bia agen­cia de rela­cio­nes públi­cas cuya emplea­do­ra (Aga­ta Kules­za) lo con­tra­ta gra­cias a sus cono­ci­mien­tos de infor­má­ti­ca y a su sagaz mane­jo de las redes socia­les. Su pri­me­ra tarea es deni­grar a una figu­ra de la tele­vi­sión mos­tran­do cómo pro­mo­cio­na una bebi­da que deja ras­tros en las manos de los con­su­mi­do­res, sin que eso sea cier­to. El paso siguien­te es el lan­za­mien­to de una cam­pa­ña de des­in­for­ma­ción ten­dien­te a des­pres­ti­giar y sabo­tear a Pawel Rud­nic­ki (Maciej Stuhr), un polí­ti­co libe­ral que en su cam­pa­ña elec­to­ral aspi­ra a ocu­par el pues­to de alcal­de de Var­so­via y que ade­más es el can­di­da­to al que Robert y Zofia apoyan.

Si bien la tra­ma de Pace­wicz alcan­za momen­tos de fir­me ten­sión lo que más gra­vi­ta en la mis­ma es la for­ma en que ilus­tra cómo pue­de resul­tar sen­ci­llo mano­sear las infor­ma­cio­nes trans­mi­ti­das. Eso es real­men­te alar­man­te en la medi­da que una noti­cia fal­sa pue­de adqui­rir visos reales según cómo se difun­da y la mane­ra en que lle­ga a pro­pa­gar­se a tra­vés de los medios de comu­ni­ca­ción que hoy día se emplean. Hilan­do fino, lo que pre­ce­de podría per­fec­ta­men­te apli­car­se a las esta­dís­ti­cas refe­ri­das al núme­ro de infec­cio­nes y víc­ti­mas oca­sio­na­das por la actual pan­de­mia don­de cier­tos gober­nan­tes pare­cie­ran no estar de acuer­do con la infor­ma­ción sumi­nis­tra­da por los agen­tes de salud pública.

A pesar de que algu­nos per­so­na­jes secun­da­rios no están sufi­cien­te­men­te des­crip­tos, los valo­res de este per­tur­ba­dor film están sus­ten­ta­dos por la acer­ta­da pues­ta escé­ni­ca de Koma­sa quien impri­me un rit­mo febril a su narra­ción como así tam­bién al exce­len­te guión de Pace­wicz por haber con­ce­bi­do una intri­ga que esti­mu­la per­ma­nen­te­men­te la ansie­dad del espec­ta­dor. A todo ello cabe remar­car la excep­cio­nal inter­pre­ta­ción de Musia­lows­ki intro­du­cién­do­se en la per­so­na­li­dad de un indi­vi­duo moral­men­te repu­dia­ble quien con su infa­me odio no tie­ne rece­lo alguno en difa­mar y des­truir la vida de ter­ce­ros con tal de satis­fa­cer sus mez­qui­nos intereses.

En esen­cia, a pesar de no basar­se en una his­to­ria real, este inquie­tan­te dra­ma adquie­re hoy más que nun­ca ple­na vigen­cia. Jor­ge Gutman

Con­mo­ve­dor Pro­ce­so de Madurez

HOU­SE OF HUM­MING­BIRD. Corea del Sur, 2019. Un film escri­to y diri­gi­do por Bora Kim. 139 minu­tos. Dis­po­ni­ble en VOD en la pla­ta­for­ma de cinemamoderne.com

Tras el gran espal­da­ra­zo que el cine de Corea del Sur reci­bió con Para­si­te, film difun­di­do con estruen­do­so éxi­to en todo el mun­do, tam­bién es jus­to remar­car que otras nota­bles pro­duc­cio­nes pro­vie­nen de este país asiá­ti­co como es el caso de Hou­se of Hum­ming­bird. En un impre­sio­nan­te debut como direc­to­ra y guio­nis­ta Kim Bora demues­tra poseer una espe­cial sen­si­bi­li­dad feme­ni­na al explo­rar con suma deli­ca­de­za el difí­cil perío­do de la ado­les­cen­cia a tra­vés de su per­so­na­je principal.

Saeb­yeo Kim and Jihu Park

La acción trans­cu­rre en Seúl en 1994 don­de algu­nos acon­te­ci­mien­tos tuvie­ron lugar pre­ci­sa­men­te en ese año al cual el film alu­de. Allí habi­ta Eunhee (Jihu Park) de 14 años de edad con su padre abu­si­vo (Ingi Jeong), su madre ocu­pa­da e indi­fe­ren­te tra­tan­do de man­te­ner el sta­tu quo del hogar (Seung Lee), su rebel­de her­ma­na Suhee (Suyeon Bak) y su bru­tal her­mano mayor Daehoon (Sang­yeon Son) que en más de una oca­sión la abofetea.

En el mar­co de un cua­dro fami­liar dis­fun­cio­nal, Eunhee se sien­te extra­ña a la vez que mar­gi­na­da por la fal­ta de amor y la nece­sa­ria aten­ción que un hogar bien cons­ti­tui­do debe­ría pro­di­gar­le. Es así que ella tra­ta de encon­trar solaz con su ami­ga Jisuk (Sae­yun Park), su novie­ci­to Jiwan (Yun­seo Jeong) ‑don­de expe­ri­men­ta­rá los pri­me­ros sín­to­mas de su sexua­li­dad- y pos­te­rior­men­te con Yuri (Hyein Seol), una com­pa­ñe­ra de escue­la con quien man­tie­ne una ambi­gua rela­ción. Sin embar­go lo que más habrá de recon­for­tar­la aní­mi­ca­men­te es su víncu­lo con Youn­gi Kim (Saeb­yeok Kim), su pro­fe­so­ra pri­va­da de chino-man­da­rín, quien a tra­vés de las cla­ses va com­pe­ne­trán­do­se con la sole­dad que la embar­ga brin­dán­do­le el ver­da­de­ro afec­to y cari­ño de las cua­les ella care­cía has­ta ese enton­ces; en su tra­to coti­diano esta docen­te le ofre­cer a su alum­na la con­fian­za y la auto­es­ti­ma nece­sa­ria, que inclu­ye su aspi­ra­ción de artis­ta como dibu­jan­te, para que apre­cie el amor por la vida.

A tra­vés de poco más de dos horas, la nota­ble rea­li­za­do­ra ‑basán­do­se en algu­nas de sus pro­pias expe­rien­cias– brin­da una inme­jo­ra­ble pin­tu­ra de las cosas de la vida por las que Eunhee atra­vie­sa en su pro­ce­so de madu­rez; en ese tran­ce, ade­más de lidiar con su com­ple­ja fami­lia, expe­ri­men­ta­rá la pér­di­da de un fami­liar, afron­ta­rá el ries­go de some­ter­se a una ope­ra­ción por un tumor apa­re­ci­do deba­jo de su ore­ja dere­cha, así como la des­ilu­sión pro­du­ci­da por el aban­dono de algu­nas de sus amis­ta­des; con todo lo más tras­cen­den­te resi­de en la for­ta­le­za asu­mi­da al reci­bir una muy tris­te noti­cia rela­cio­na­da con la tra­ge­dia oca­sio­na­da por el derrum­be de un puen­te col­gan­te de Seúl, acon­te­ci­da en octu­bre de ese año. Simul­tá­nea­men­te Bora Kim no deja de refle­jar los atis­bos del machis­mo exis­ten­te y la dis­cri­mi­na­ción que con­se­cuen­te­men­te gene­ra el tra­to des­igual del géne­ro sexual.

La mag­ní­fi­ca inter­pre­ta­ción de la joven Park per­mi­te que el espec­ta­dor empa­ti­ce por com­ple­to con su per­so­na­je que por pri­me­ra vez en su vida logra que alguien la con­si­de­re en su ver­da­de­ra con­di­ción huma­na. Ade­más de la irre­pro­cha­ble direc­ción de Kim, que man­tie­ne un bajo per­fil emo­cio­nal en su narra­ción, se des­ta­ca la impe­ca­ble foto­gra­fía de Gookh­yun Kang cap­tan­do en pri­me­ros pla­nos los sen­ti­mien­tos con­flic­ti­vos evi­den­cia­dos por Eunhee.

Esta bella ópe­ra pri­ma, que ha mere­ci­do tres impor­tan­tes pre­mios en la cate­go­ría inter­na­cio­nal del Fes­ti­val de Tri­be­ca de 2019 (mejor direc­ción, actua­ción pro­ta­gó­ni­ca y foto­gra­fía), cons­ti­tu­ye una exce­len­te car­ta de pre­sen­ta­ción para Bora Kim a la vez que crea con­si­de­ra­ble expec­ta­ti­va para los futu­ros pro­yec­tos que ella deci­da enca­rar. Jor­ge Gutman

En Pro­cu­ra de la Redención

THE WAY BACK. Esta­dos Uni­dos, 2020. Un film de Gavin O’Connor

El rea­li­za­dor Gavin O’Con­nor narra en The Way Back una his­to­ria per­so­nal de reden­ción, supera­ción y espe­ran­za vin­cu­la­do con el depor­te. Sin ser excep­cio­nal, esta pelí­cu­la reúne los ele­men­tos nece­sa­rios para que la audien­cia pue­da empa­ti­zar ple­na­men­te con el per­so­na­je principal.

Ben Affleck

Así como en muchos casos un film está nutri­do de la expe­rien­cia vivi­da por su rea­li­za­dor, en este caso podría afir­mar­se que Ben Affleck como pro­ta­go­nis­ta aquí vuel­ca los ava­ta­res atra­ve­sa­dos en su vida per­so­nal. El actor ani­ma a Jack Cun­ningham, un empe­der­ni­do alcohó­li­co que tra­ba­ja como obre­ro de la cons­truc­ción en San Pedro, una comu­ni­dad de la ciu­dad de Los Ánge­les. Si bien mien­tras esta­ba cur­san­do sus estu­dios secun­da­rios se des­ta­có como bri­llan­te juga­dor de bás­quet, hoy día repre­sen­ta al típi­co hom­bre per­de­dor y frus­tra­do por no haber logra­do lo que se pro­po­nía. Eso se debe en gran par­te a una tris­te expe­rien­cia vivi­da en el pasa­do que tra­jo como con­se­cuen­cia la rup­tu­ra de su matri­mo­nio al haber­lo deja­do su espo­sa (Jani­na Gavan­kar) y su fuer­te depen­den­cia del alcohol.

Ines­pe­ra­da­men­te su suer­te cam­bia al reci­bir un lla­ma­do de la escue­la don­de estu­dia­ba soli­ci­tán­do­le que adies­tre a sus jóve­nes bas­quet­bo­lis­tas dado que el direc­tor téc­ni­co que esta­ba a car­go sufrió un ata­que car­día­co. Con cier­tas dudas al prin­ci­pio, final­men­te Jack acep­ta el car­go y es ahí que su asis­ten­te (Al Madri­gal) le hace ver que el equi­po esco­lar dis­ta de estar en for­ma para poder com­pe­tir. Fren­te a ese desa­fío Jack se sien­te esti­mu­la­do en pre­pa­rar a los mucha­chos tenien­do en cuen­ta que exis­te en ellos un talen­to poten­cial pero lo que les fal­ta es la dis­ci­pli­na nece­sa­ria que requie­re este depor­te y una estra­te­gia cla­ra y pre­ci­sa para triun­far en los torneos.

En su tarea como novel entre­na­dor logra que los jóve­nes a tra­vés del esfuer­zo que rea­li­zan se sien­tan incen­ti­va­dos y aumen­ten su auto­es­ti­ma al ir adqui­rien­do la con­fian­za nece­sa­ria para com­pe­tir; a todo ello, el afec­to que reci­be del gru­po moti­va a que Jack encuen­tre un nue­vo sen­ti­do a su exis­ten­cia y vuel­va a recu­pe­rar la ente­re­za per­di­da. En todo caso es cues­tión de com­pro­bar si real­men­te Jack en esta segun­da opor­tu­ni­dad que le brin­da la vida pue­de libe­rar­se por com­ple­to de sus demo­nios inte­rio­res y lograr su redención.

Aun­que el guión de Brad Ingelsby y de O’Con­nor tran­si­ta por un terreno que resul­ta fami­liar, el mis­mo evi­ta los cli­sés del géne­ro per­mi­tien­do en cam­bio que la his­to­ria narra­da sin ape­lar a sen­ti­men­ta­lis­mos for­za­dos lle­gue a cun­dir; eso es debi­do en gran par­te a Affleck quien aden­trán­do­se viva­men­te en la piel de su per­so­na­je trans­mi­te con com­ple­ta con­vic­ción los momen­tos de deses­pe­ra­ción así como lo que alber­ga la men­te de un alcohólico.

Este film que aca­ba­ba de estre­nar­se en mar­zo, pocos días antes del cie­rre de las salas de cine, es fac­ti­ble de apre­ciar­lo en VOD a tra­vés de dife­ren­tes pla­ta­for­mas de strea­ming así como median­te el video lan­za­do al mer­ca­do recien­te­men­te por War­ner Bros Home Enter­tain­ment en los for­ma­tos Blu-Ray y DVDJor­ge Gutman