Una Pica­res­ca Historia

THE LITTLE HOURS.  Cana­dá-Esta­dos Uni­dos, 2017. Un film escri­to y diri­gi­do por Jeff Baena

Para ésta, su ter­ce­ra pelí­cu­la, el direc­tor y guio­nis­ta Jeff Bae­na se ins­pi­ró en algu­nas de las his­to­rias que con­for­man El Deca­me­rón del gran escri­tor y huma­nis­ta ita­liano Gio­van­ni Boc­cac­cio (1313 – 1375), Esta obra escri­ta en 1353 está con­fi­gu­ra­da por bre­ves rela­tos en don­de su autor abor­da, entre otros temas, el del amor adop­tan­do con inge­nio­si­dad un tono eró­ti­co mez­cla­do con des­me­su­ra­da joco­si­dad. Eso es lo que se pue­de apre­ciar en The Little Hours, una come­dia medie­val don­de excén­tri­cas mon­jas tie­nen difi­cul­tad en poder man­te­ner su voto de castidad.

Dave Fran­co y Aubrey Plaza

La acción trans­cu­rre 1347 en un con­ven­to de Ita­lia diri­gi­do por el padre Tom­mas­so (John C. Reilly) y la madre supe­rio­ra Marea (Molly Shan­non). Al comen­zar el rela­to se sale al encuen­tro de Ales­san­dra (Ali­son Brie), Fer­nan­da (Aubrey Pla­za) y Gine­vra (Kate Micuc­ci), tres atí­pi­cas jóve­nes reli­gio­sas que allí habi­tan y quie­nes no están imbui­das de una pro­fun­da fe como para vivir enclaus­tra­das; así lo demues­tra Ales­san­dra quien aguar­da que su padre (Paul Reiser) la ayu­de para que pue­da casarse.

La his­to­ria cobra impul­so cuan­do Mas­se­to (Dave Fran­co), un sir­vien­te que tra­ba­ja en un cas­ti­llo cer­cano, es pes­ca­do in fra­gan­ti por su patrón Dave (Nick Offer­man) en momen­tos en que le hace el amor a su mujer (Lau­ren Weed­man), una dama com­ple­ta­men­te insa­tis­fe­cha en su matri­mo­nio. Esca­pán­do­se pre­ci­pi­ta­da­men­te logra refu­giar­se en el con­ven­to don­de el padre Tom­mas­so, con­mi­se­rán­do­se de él, le ofre­ce tra­ba­jo como jar­di­ne­ro; para ello le impo­ne la con­di­ción de simu­lar ser sor­do­mu­do y de man­te­ner el menor con­tac­to posi­ble con las per­so­nas que resi­den en el claustro.

De lo ante­di­cho no resul­ta sor­pren­den­te com­pro­bar que la pre­sen­cia varo­nil de Mas­set­to incen­ti­va­rá las emo­cio­nes repri­mi­das de las mon­jas que sin­tién­do­se atraí­das hacia él ter­mi­na­rán sedu­cién­do­lo sexual­men­te e inclu­so lo indu­ci­rán a par­ti­ci­par en un ména­ge a trois. La come­dia alcan­za ribe­tes de far­sa cuan­do se apre­cia que algu­nas de estas her­ma­nas están invo­lu­cra­das en magia negra y no son rea­cias a las dro­gas. A todo ello, y para com­pli­car aún más la situa­ción, lle­ga de visi­ta un obis­po (Fred Armi­sen) que escan­da­li­za­do por lo que ocu­rre en el con­ven­to con­de­na a las reli­gio­sas pecadoras.

Que­da cla­ro que el film de nin­gún modo pre­ten­de brin­dar men­sa­je alguno ni tam­po­co inten­ta cri­ti­car el com­por­ta­mien­to de los mora­do­res de la Igle­sia; el úni­co pro­pó­si­to es el de diver­tir ame­na­men­te y en tal sen­ti­do logra su cometido.

Con un muy efi­caz elen­co y la ágil rea­li­za­ción de Bae­na que sabe cómo obte­ner momen­tos deci­di­da­men­te hila­ran­tes, el públi­co asis­te a un refres­can­te diver­ti­men­to luná­ti­co don­de que­da refle­ja­do el pers­pi­caz humor que Boc­cac­cio supo impri­mir a sus céle­bres cuen­tos. Jor­ge Gutman

Con Sabor Hispánico

THE TRIP TO SPAIN. Gran Bre­ta­ña, 2017. Un film escri­to y diri­gi­do por Michael Winterbottom.

Des­pués del paseo ofre­ci­do por Gran Bre­ta­ña en The Trip (2010) y por la bella Ita­lia en The Trip to Italy (2014), el trío inte­gra­do por el rea­li­za­dor Michael Win­ter­bot­tom, el actor Ste­ve Coogan y el humo­ris­ta Rob Bry­don retor­nan para tran­si­tar esta vez por Espa­ña. Como en los dos fil­mes pre­ce­den­tes, Coogan y Bry­don se per­so­ni­fi­can así mis­mos don­de a veces se entre­mez­cla la fic­ción con la realidad.

Ste­ve Coogan y Rob Brydon

En este ter­cer rela­to, con­den­sa­do de una de las seis par­tes de la serie tele­vi­si­va bri­tá­ni­ca, Coogan invi­ta a Bry­don para efec­tuar una pere­gri­na­ción turís­ti­ca en la penín­su­la ibé­ri­ca y al pro­pio tiem­po des­cu­brir su rique­za culi­na­ria que le ser­vi­rá para repor­tar al The New York Times. Bry­don acep­ta la pro­pues­ta por­que tam­bién le per­mi­ti­rá hacer lo pro­pio para el renom­bra­do dia­rio britlá­ni­co The Obser­ver.

Como en los fil­mes ante­rio­res, gran par­te del pre­sen­te seg­men­to con­sis­te en reco­rrer en el coche de Coogan, San­tan­der (la capi­tal de Can­ta­bria), el muni­ci­pio de Cuen­ca, la región autó­no­ma de La Rio­ja, y las ciu­da­des de Alme­ría y Mála­ga. En cada uno de dichos luga­res, se hace un alto para reco­rrer sus calles, alter­nar con la gen­te y fun­da­men­tal­men­te visi­tar sus res­tau­ran­tes a fin de degus­tar los pla­tos ofre­ci­dos. Acom­pa­ña­dos de selec­tos vinos para cada oca­sión, los dos ami­gos sabo­rean, entre otros ten­ta­do­res pla­tos, riquí­si­mos maris­cos a la plan­cha, sabro­sas anchoas y sar­di­nas, deli­cio­sos cho­ri­ci­llos, lan­gos­ti­nos coci­na­dos con espe­cia­les sal­sas de hier­bas y pimien­tos asa­dos en la parri­lla; esas esce­nas se alter­nan con algu­nas pin­ce­la­das mos­tran­do a los coci­ne­ros ocu­pa­dos en la pre­pa­ra­ción de los exqui­si­tos manjares.

Nue­va­men­te aquí se repi­te el esque­ma de los rela­tos ante­rio­res don­de a la hora de comer, estos comen­sa­les dan rien­da suel­ta a con­ver­sa­cio­nes impro­vi­sa­das; com­por­tán­do­se como sim­pá­ti­cos bufo­nes, cada uno tra­ta­rá de supe­rar al otro imi­tan­do a per­so­na­li­da­des del mun­do artís­ti­co inclu­yen­do entre otros a Mar­lon Bran­do, Michael Cai­ne, Sean Con­nery, Anthony Hop­kins, Woody Allen y fun­da­men­tal­men­te Mick Jag­ger y Roger Moore.

Simul­tá­nea­men­te esa riva­li­dad dia­léc­ti­ca se mani­fies­ta al abor­dar el tema de los logros pro­fe­sio­na­les. Así Loo­gan repi­te has­ta el can­san­cio de que obtu­vo dos nomi­na­cio­nes a los pre­mios Oscar como guio­nis­ta y pro­duc­tor del film Phi­lo­me­na (2013), en tan­to que Bry­don se ufa­na recor­dan­do que el famo­so can­tan­te y com­po­si­tor David Bowie ‑ya des­apa­re­ci­do- se había refe­ri­do a su per­so­na al haber­lo elo­gia­do como buen come­dian­te en el trans­cur­so de un pro­gra­ma radial.

Cuan­do el humor cede paso a aspec­tos más serios, tan­to Coogan como Bry­don, ambos ya cin­cuen­to­nes, no pue­den abs­traer­se de cavi­lar sobre el pasa­je del tiem­po don­de los años no pasan en vano y obvia­men­te el hori­zon­te de vida resul­ta más limi­ta­do que cuan­do se es más joven. Coogan, con su carre­ra en decli­ve, expe­ri­men­ta una mani­fies­ta frus­tra­ción por­que el estu­dio de cine encar­ga­do de apro­bar­le un guión que recién ter­mi­nó con­tra­tó a un joven libre­tis­ta espe­cia­li­za­do para que lo revi­sa­ra y pulie­ra. Por su par­te, Bry­don con dos niños peque­ños no olvi­da la edad tar­día en que se con­vir­tió en padre de familia.

Aun­que Win­ter­bot­tom es el autor del guión, aquí nue­va­men­te se per­ci­be cla­ra­men­te que el film se sos­tie­ne por los espon­tá­neos y flui­dos diá­lo­gos que los dos acto­res man­tie­nen a lo lar­go del rela­to don­de no fal­tan los momen­tos gra­cio­sos en que ambos se bur­lan ama­ble­men­te de sí mis­mos y de terceros.

La pelí­cu­la es cier­ta­men­te agra­da­ble aun­que comien­za a evi­den­ciar­se los ren­di­mien­tos decre­cien­tes de la serie. No hay duda que apre­ciar pano­ra­mas turís­ti­cos y coci­nas dife­ren­tes resul­ta gra­to pero tam­bién es impor­tan­te tener en cuen­ta la nece­si­dad de inno­var y no seguir ciñén­do­se a las imi­ta­cio­nes que per­sis­ten más allá de lo nece­sa­rio y en don­de no siem­pre se lle­ga a iden­ti­fi­car a los artis­tas refe­ri­dos. Por ejem­plo, en una esce­na en que la llu­via se hace pre­sen­te; Coogan deja caer el nom­bre de Rex Harri­son; ¿podrá el públi­co corrien­te aso­ciar al actor que pro­ta­go­ni­zó la come­dia musi­cal My Fair Lady (1964) don­de una de sus bellas can­cio­nes es The Rain in Spain?

Dejan­do apar­te la obser­va­ción for­mu­la­da y ade­más de un final absur­do, que­da como balan­ce un via­je atrac­ti­vo agra­cia­do por la pre­sen­cia de dos dota­dos come­dian­tes y tenien­do como músi­ca de fon­do el her­mo­so tema de Michel Legrand “The Wind­mills of Your Mind” que com­pu­so para la pelí­cu­la The Tho­mas Crown Affair (1968).. Solo res­ta aguar­dar que si el cuar­to capí­tu­lo de la serie lle­ga a la gran pan­ta­lla, resul­te en una aven­tu­ra turís­ti­ca que ofrez­ca mati­ces que lo dis­tin­gan de la fór­mu­la cono­ci­da a fin de no per­der la ori­gi­na­li­dad ini­cial. Jor­ge Gutman

Nabuc­co

EL REY DE BABILONIA

Cine­plex Events vol­ve­rá a difun­dir la ópe­ra Nabucco que fue trans­mi­ti­da direc­ta­men­te des­de el Met de Nue­va York a los cines cana­dien­ses el 7 de enero de este año. Esta espec­ta­cu­lar crea­ción líri­ca de Gui­sep­pe Ver­di está estruc­tu­ra­da en cua­tro par­tes en la de Milán en mar­zo de 1842 y des­de esa fecha has­ta el pre­sen­te su éxi­to ha per­du­ra­do aun­que no ha sido repre­sen­ta­do con la mis­ma fre­cuen­cia que La Tra­via­ta o Rigo­let­to, igual­men­te del gran com­po­si­tor italiano.

Para esta nue­va pro­duc­ción del Met hay dos fac­to­res rele­van­tes que la pres­ti­gian. Por una par­te, James Levi­ne quien como pro­fun­do cono­ce­dor del reper­to­rio ver­diano logró una inter­pre­ta­ción magis­tral diri­gien­do a la orques­ta, lo que le valió una mere­ci­da ova­ción por par­te del públi­co y la crí­ti­ca especializada.

Plácido Domingo (Foto de Marty Sohl-MET)

Plá­ci­do Domin­go (Foto de Marty Sohl-MET)

El otro ele­men­to que resal­ta en esta pre­sen­ta­ción es la actua­ción de Plá­ci­do Domin­go, sin duda uno de los más impor­tan­tes can­tan­tes del siglo pasa­do y comien­zos del actual. A tra­vés de su fruc­tí­fe­ra carre­ra tuvo opor­tu­ni­dad de carac­te­ri­zar 147 roles dife­ren­tes en el trans­cur­so de 3800 repre­sen­ta­cio­nes, ade­más de haber sido direc­tor orques­tal en más de 500 opor­tu­ni­da­des. Como dato adi­cio­nal, cabe des­ta­car la com­pli­ci­dad exis­ten­te con el maes­tro Levi­ne, tenien­do en con­si­de­ra­ción que ambos tuvie­ron la oca­sión de tra­ba­jar jun­tos duran­te los últi­mos 45 años en más de 300 representaciones.

(Foto de Marty Sohl-MET)

(Foto de Marty Sohl-MET)

El renom­bra­do tenor enca­be­za el elen­co tenien­do que adap­tar su voz a la de barí­tono, según lo requie­re la ópe­ra para el per­so­na­je prin­ci­pal del rey de Babi­lo­nia Nebu­chad­nez­zar quien inva­de Jeru­sa­lén y cap­tu­ra a su pue­blo antes de ter­mi­nar enlo­que­ci­do. En otros roles impor­tan­tes inter­vie­nen la dra­má­ti­ca soprano Liudmy­la Monastyrs­ka en el rol de Abi­gai­lle — la escla­va de Babi­lo­nia con­ver­ti­da en reina‑, el tenor Rus­sell Tho­mas como Ismae­le — el sobrino del rey de Jeru­sa­lén- la mez­zo soprano Jamie Bur­ton can­tan­do el per­so­na­je de la heroi­ca Fene­na ‑hija de Nabuc­co- y el bajo Dmitry Belos­sels­kiy como Zac­ca­ria ‑el sumo sacer­do­te de los israelitas-.

Como acon­te­ce en varios títu­los del reper­to­rio líri­co de Ver­di, aquí el coro adquie­re tras­cen­den­cia desem­pe­ñan­do un rol cla­ve. Así, uno de los momen­tos más emo­ti­vos de esta ópe­ra tie­ne lugar en el ter­cer acto don­de se ento­na el Coro de los Escla­vos Judíos (Va Pen­se­ro); en el mis­mo se resal­ta el ideal de inde­pen­den­cia de los habi­tan­tes de Jeru­sa­lén y una ple­ga­ria a Dios para que les trans­mi­ta la for­ta­le­za y espe­ran­za de poder retor­nar de la tie­rra de la que han sido exiliados.

La pro­duc­ción de Eli­jah Moshinsky reúne a John Napier en la esce­no­gra­fía, Andrea­ne Neo­fi­tou en el dise­ño del ves­tua­rio y Howard Harri­son res­pon­sa­ble de la iluminación.

Nabuc­co será difun­di­da nue­va­men­te el 17 de agos­to de 2017 en las salas de Cine­plex. Para infor­ma­ción sobre los cines de Cine­plex que par­ti­ci­pa­rán en la trans­mi­sión a tra­vés de Cana­dá y las res­pec­ti­vas horas loca­les pre­sio­ne aquí 

Intri­ga Internacional

UN CLÁ­SI­CO DE HITCHCOCK

Den­tro de la serie de Clas­sic Films y pro­yec­ta­do en el for­ma digi­tal, CINE­PLEX pre­sen­ta­rá North by North­west, una de las obras maes­tras de Alfred Hitch­cock fil­ma­da en 1959.. Este extra­or­di­na­rio film de sus­pen­so reúne lo nece­sa­rio y mucho más para man­te­ner en vilo al espec­ta­dor duran­te los 136 minu­tos de dura­ción. Las exce­len­tes actua­cio­nes, el empleo de una téc­ni­ca estu­pen­da para la épo­ca, un gran sen­ti­do del humor dis­tin­gui­do por su tono iró­ni­co y una his­to­ria atra­pan­te con­ce­bi­da por el guio­nis­ta Ernest Leh­man con­tri­bu­yen a valo­ri­zar a esta producción.

Cary Grant y Eva Marie Saint (de espalda)

En una abre­via­da sinop­sis, sin reve­lar su des­en­la­ce, se pue­de anti­ci­par que Cary Grant ani­ma a Roger Thor­nill, un publi­cis­ta eje­cu­ti­vo de Manhat­tan, que al ser erró­nea­men­te con­fun­di­do por un encu­bier­to agen­te de la CIA es secues­tra­do por una orga­ni­za­ción de espías lide­ra­da por un sinies­tro indi­vi­duo (James Mason). Las com­pli­ca­cio­nes se irán suce­dien­do, don­de Roger se verá per­se­gui­do por los agen­tes de espio­na­je que tra­tan de ase­si­nar­lo y a su vez por la poli­cía que lo cree criminal.

Como es habi­tual en los fil­mes del maes­tro del sus­pen­so aquí nue­va­men­te la his­to­ria man­tie­ne con­sis­ten­cia lógi­ca cui­dan­do los míni­mos deta­lles para que nin­gún hilo que­de suel­to o pen­dien­te de reso­lu­ción: más aún, el rea­li­za­dor siem­pre per­mi­te que el públi­co se invo­lu­cre acti­va­men­te en el rela­to sor­pren­dién­do­lo gra­ta­men­te con las con­vin­cen­tes vuel­tas de giro que introduce.

Cary Grant

Aun­que en prin­ci­pio Hitch­cock había pen­sa­do en James Ste­wart para asu­mir el rol pro­ta­gó­ni­co, final­men­te fue Grant quien lo inter­pre­tó y a decir ver­dad, el actor sin mucho esfuer­zo logra dis­tin­guir­se por su natu­ral pre­sen­cia, espe­cial encan­to y sim­pa­tía habi­tual; a su lado, Eva Marie Sant apor­ta suges­tión y encan­to a su per­so­na­je de con­tra­es­pía y que se con­ver­ti­rá en el inte­rés román­ti­co de Roger, en tan­to que el vete­rano y con­su­ma­do James Mason es total­men­te per­sua­si­vo carac­te­ri­zan­do al villano del rela­to. En los roles de apo­yo se des­ta­can el recien­te­men­te des­apa­re­ci­do actor Mar­tin Lan­dau y Jes­sie Roy­ce Lands.

Si hay un ele­men­to que ubi­ca a este film den­tro de los gran­des clá­si­cos del cine es una esce­na anto­ló­gi­ca, mara­vi­llo­sa­men­te fil­ma­da, en don­de Roger es per­se­gui­do por un ame­na­zan­te heli­cóp­te­ro en un cam­po de maíz; es en esa secuen­cia don­de Hitch­cock ha logra­do un remar­ca­ble cli­ma de sus­pen­so, secun­da­do mara­vi­llo­sa­men­te por la ban­da sono­ra com­pues­ta por el maes­tro Ber­nard Herrmann. Por su nota­ble cali­dad el Ame­ri­can Film Ins­ti­tu­te lo ha con­si­de­ra­do como uno de los 100 títu­los ame­ri­ca­nos más relevantes.

North by North­west será exhi­bi­do el 13 y 16 de agos­to de 2017 en varias salas cana­dien­ses de CINE­PLEX. Para infor­ma­ción sobre los cines par­ti­ci­pan­tes y hora­rios loca­les res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí.

Una Atrac­ti­va Ópe­ra de Bizet

LES PÉCHEURS DE PERLES

CINE­PLEX vol­ve­rá a difun­dir la ópe­ra Les Pécheurs de Per­les (Los Pes­ca­do­res de Per­las), crea­ción líri­ca de Geor­ges Bizet y libre­to en fran­cés de Eugè­ne Cor­mon y Michel Carré, que fue trans­mi­ti­da en direc­to des­de el MET en enero de 2016. .

Diana Damrau

Dia­na Damrau

Estre­na­da en sep­tiem­bre de 1863 en el Théâ­tre Lyri­que de París en 1863 no alcan­zó la fama uni­ver­sal de Car­men aun­que tie­ne méri­tos pro­pios que la des­ta­can por su belle­za, colo­ri­do, exo­tis­mo y por varias arias que la han popu­la­ri­za­do como Au fond du Tem­ple Sain­te, Je crois enten­dre enco­re y Com­me autre fois .

Si bien la pri­me­ra repre­sen­ta­ción en el Met tuvo lugar en noviem­bre de 1916, un siglo des­pués vol­vió a ser can­ta­da a tra­vés de la visión con­ce­bi­da por la direc­to­ra bri­tá­ni­ca Penny Wool­cock, ori­gi­nal­men­te crea­da por la English Natio­nal Ope­ra de Lon­dres y pre­sen­ta­da en 2010. En esta pro­duc­ción, la his­to­ria trans­cu­rre en tiem­pos moder­nos en un lugar asiá­ti­co no espe­ci­fi­ca­do don­de dos pes­ca­do­res de per­las que han sido gran­des ami­gos des­de la infan­cia lle­gan a ser riva­les al com­pe­tir por el amor de una her­mo­sa sacer­do­ti­sa hindú.

Diana Damrau y Matthew Polenzani

Dia­na Dam­rau y Matthew Polenzani

Esta pro­duc­ción se des­ta­ca por la exce­len­te pues­ta escé­ni­ca de Wool­cock quien con­tri­bu­yó a trans­mi­tir toda la rique­za inhe­ren­te de esta ópe­ra así como tam­bién por la sen­si­bi­li­dad del direc­tor musi­cal Gia­nan­drea Nose­da quien con gran inten­si­dad logró que la orques­ta brin­da­ra el roman­ti­cis­mo que emer­ge de la músi­ca de Bizet acom­pa­ña­da por el exce­len­te coro del Met.

Otro aspec­to que valo­ri­za a la actual pro­duc­ción es el excep­cio­nal elen­co inte­gra­do por el barí­tono Mariusz Kwie­cien ani­man­do a Zur­ga, el jefe de los pes­ca­do­res, el tenor Matthew Polen­za­ni en el rol del pes­ca­dor Nadir, la soprano Dia­na Dam­rau que ofre­ce su rica colo­ra­tu­ra can­tan­do el papel de la vir­gi­nal sacer­do­ti­sa Lei­la y el bajo barí­tono Nico­las Tes­té como el sumo sacerdote.

La esce­no­gra­fía es de Dick Bird, el ves­tua­rio es res­pon­sa­bi­li­dad de Kevin Pollard en tan­to que la ilu­mi­na­ción está a car­go de Jen Schrie­ver.

La ópe­ra vol­ve­rá a ser difun­di­da el jue­ves 10 de agos­to de 2017. Para cono­cer los cines par­ti­ci­pan­tes y los hora­rios loca­les res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí