PLAYING FOR KEEPS. Estados Unidos, 2012. Un film de Gabriele Muccino
El director italiano Gabriele Muccino retorna a Hollywood para incursionar en una comedia romántica que además trata de reforzar los lazos familiares entre padre e hijo. El problema con esta producción es que no ofrece variante alguna sobre lo ya visto en otras oportunidades y que además está empañada con un guión poco coherente.
Gerard Butler anima a George Dryer un jugador de fútbol que veinte años atrás tuvo su momento de gloria pero que ahora sin la fama que lo rodeó decide retornar a Virginia donde viven su ex esposa Stacie (Jessica Biel) e hijito Lewis (Noah Lomax). Apretado por situaciones financieras que hasta le impiden pagar el alquiler donde vive, siente la imperiosa necesidad de buscar trabajo y la oportunidad se le presenta cuando el equipo de fútbol en el que Lewis participa requiere un experto entrenador para que los chicos que forman parte del mismo puedan llegar a convertirse en buenos deportistas.
De este modo, su ocupación hace que George tome diario contacto con su hijo lo que le facilita cimentar un más estrecho vínculo que pueda compensar la carencia afectiva del padre ausente durante largo tiempo. Más difícil es para George reconquistar el afecto de Stacie porque aunque la relación mantenida es civilizada y cordial, ella no puede perdonarle su actitud donjuanesca que fue lo que arruinó la relación de pareja y el abandono de hogar; además, ella está viviendo con su novio (James Tupper) con quien piensa casarse en poco tiempo más.
Lo que estropea al relato es la introducción de personajes femeninos que poco tienen que ver con el tema central propuesto. Con poca imaginación, el guión hace que George tenga que soportar el asedio de 3 mujeres que son madres de los chicos que juegan al fútbol y que aparecen aquí como explotadoras sexuales. Así se aprecia a Barb (Judy Greer), una llorosa divorciada que con poca sutilidad se arroja a los brazos de George, otra acosadora es Denise (Catherine Zeta-Jones) quien como locutora de televisión tratará de utilizar sus influencias para que el entrenador pueda ser contratado por el canal como comentarista de fútbol; finalmente se encuentra Patti (Uma Thurman) quien es la frustrada mujer del adinerado auspiciador del equipo (Dennis Quaid) que trata de encontrar en George lo que su marido no le brinda. De haber sido los mencionados personajes mejor desarrollados y no unidimensionales, es probable que el resultado habría sido más convincente, pero tal como aquí están presentados adquieren una dimensión caricaturesca.
El desenlace del film no ofrece sorpresa alguna. Todo es previsible desde el comienzo y de este modo se verá que en forma milagrosa George finalmente logra el objetivo que se ha propuesto, o sea llegar a convertirse en una persona más madura, fortaleciendo el cariño y afecto de su hijo y consiguiendo que Stacie le brinde una segunda oportunidad amorosa.
No hay mucho que se pueda hablar sobre el nivel del elenco. Frente a las limitaciones del guión, los actores hacen lo que pueden; a pesar de todo, Gerard Butler logra destacarse brindando vulnerabilidad, sensibilidad y afecto en la caracterización de su personaje.
Conclusión: Un film que aunque se deje ver es en última instancia prescindible y fácilmente olvidable. Jorge Gutman