Livia­na Come­dia Dramática

MY OLD LADY. Esta­dos Uni­dos, 2014. Un film escri­to y diri­gi­do por Israel Horovitz

Aun­que Israel Horo­vitz es bien cono­ci­do como autor tea­tral con más de 70 obras en su haber ade­más de guio­nis­ta cine­ma­to­grá­fi­co, en The Old Lady asu­me con sus 75 años de edad por pri­me­ra vez la direc­ción. Basa­do en su obra homó­ni­ma de 2002, el autor la ha adap­ta­do para el cine y aun­que el tema pue­da resul­tar intere­san­te, no logra ocul­tar su natu­ra­le­za tea­tral por lo que gran par­te del metra­je da la impre­sión de tea­tro fil­ma­do. Con todo, un trío de muy bue­nos acto­res com­pen­sa lo está­ti­co del rela­to insu­flan­do la huma­ni­dad nece­sa­ria como para que el públi­co sien­ta empa­tía con sus personajes.

 Kevin Kline y Maggie Smith

Kevin Kli­ne y Mag­gie Smith

Mathias (Kevin Kli­ne), un ex alcohó­li­co neo­yor­kino de 57 años que ha fra­ca­sa­do como escri­tor así como en su vida sen­ti­men­tal des­pués de tres divor­cios, lle­ga a París con la inten­ción de hacer­se car­go de un gran depar­ta­men­to rodea­do de jar­di­nes lega­do por su difun­to padre a fin de ven­der­lo y solu­cio­nar sus pro­ble­mas finan­cie­ros. Pero para su gran sor­pre­sa se encuen­tra con que el inmue­ble está habi­ta­do por Mathil­de (Mag­gie Smith), una jubi­la­da pro­fe­so­ra de inglés de 92 años, y su hija Chloe (Kris­tin Scott Tho­mas) quie­nes lo han esta­do ocu­pan­do por lar­go tiem­po y no tie­nen inten­ción de mudar­se a otro sitio; para peor, Mathias en prin­ci­pio se encuen­tra impe­di­do de ven­der la pro­pie­dad por­que de acuer­do a una tra­di­ción fran­ce­sa de lar­ga data deno­mi­na­da Via­ger  a la ancia­na le asis­te el dere­cho de habi­tar el lugar has­ta su muer­te. Tra­tan­do de resol­ver el pro­ble­ma, el frus­tra­do pro­pie­ta­rio per­ma­ne­ce unos días en el depar­ta­men­to pagan­do un alqui­ler a Mathilde.

Con la esta­día invo­lun­ta­ria de Mathias en París con­vi­vien­do con la nona­ge­na­ria y su hija, el rela­to cam­bia de foco don­de la apa­ren­te come­dia de equí­vo­cos que uno espe­ra­ría al comien­zo va trans­for­mán­do­se en un dra­ma al irse reve­lan­do secre­tos del pasa­do, a par­tir de la rela­ción amo­ro­sa extra­ma­tri­mo­nial que man­tu­vo su dis­tan­cia­do padre con Mathil­de a quien pre­ci­sa­men­te le había com­pra­do el inmue­ble en cues­tión bajo la con­di­ción de usu­fruc­to. Es fun­da­men­tal­men­te a tra­vés de los diá­lo­gos man­te­ni­dos entre los mis­mos que comien­zan a evi­den­ciar­se las razo­nes que moti­va­ron a que Mathias resin­tie­ra fuer­te­men­te a su pro­ge­ni­tor quien nun­ca le sumi­nis­tró el afec­to nece­sa­rio como tal y que ade­más ha sido el cau­san­te del sui­ci­dio de su madre; no menos impor­tan­te ha sido el trau­ma que cau­só a Chloe cuan­do a los 10 años de edad fue tes­ti­go de la infi­de­li­dad de su madre hacia su padre y el modo cómo ese hecho la ha ido trans­for­man­do en una mujer áci­da, fría y apa­ren­te­men­te des­pro­vis­ta de sentimientos.

El modo en que la con­duc­ta de los padres pue­de con­di­cio­nar y dejar heri­das emo­cio­na­les en los hijos es algo ya vis­to en cine y por lo tan­to este film no ofre­ce mayo­res sor­pre­sas al res­pec­to. Más aún, el modo en que esta his­to­ria tra­ta de ofre­cer una visión posi­ti­va a tra­vés de una recon­ci­lia­ción que per­mi­ta ate­nuar las penas sufri­das pue­de resul­tar un poco difí­cil de acep­tar. Pero más allá de estas obser­va­cio­nes, el film se des­ta­ca por la exce­len­te carac­te­ri­za­ción de Kli­ne quien es muy elo­cuen­te en trans­mi­tir los con­flic­tos psi­co­ló­gi­cos que lo afec­tan; por su par­te la vete­ra­na Smith, cuya actua­ción siem­pre pro­du­ce pla­cer, otor­ga brío y con­vic­ción a una ancia­na mujer capaz de man­te­ner su vita­li­dad, en tan­to que Scott Tho­mas se luce como una mujer obs­ti­na­da pero al pro­pio tiem­po vul­ne­ra­ble a la hora de la verdad.

Con­clu­sión: Entre la livia­na come­dia y un dra­ma mesu­ra­do, el film sin ser tras­cen­den­te pue­de ver­se por sus des­ta­ca­dos intér­pre­tes.  Jor­ge Gutman

Reen­cuen­tro de Dos Her­ma­nos Mellizos

THE SKE­LE­TON TWINS. Esta­dos Uni­dos, 2013. Un film de Craig Johnson

Una his­to­ria de her­ma­nos dis­tan­cia­dos a tra­vés del tiem­po que por una cir­cuns­tan­cia espe­cial vuel­ven a reu­nir­se es lo que se apre­cia en The Ske­le­ton Twins, cuyo comien­zo dra­má­ti­co des­mien­te el tono de come­dia sen­ti­men­tal que pre­va­le­ce a tra­vés del metra­je. Sin agre­gar dema­sia­do a los típi­cos casos de fami­lias dis­fun­cio­na­les, la actua­ción de bue­nos come­dian­tes con­tri­bu­ye a que el film cum­pla su come­ti­do de entre­te­ner y se deje ver.

Kristen Wiig y Bill Hader

Kris­ten Wiig y Bill Hader

Cuan­do Mag­gie (Kris­tein Wiig), una higie­nis­ta den­tal de Nue­va York está a pun­to de inge­rir medi­ca­men­tos para poner fin a su vida, un ines­pe­ra­do lla­ma­do tele­fó­ni­co de un hos­pi­tal de Los Ánge­les inte­rrum­pe su deci­sión al comu­ni­cár­se­le que su her­mano geme­lo Milo (Bill Hader) del cual estu­vo sepa­ra­da por 10 años ha logra­do sobre­vi­vir des­pués de un fra­ca­sa­do sui­ci­dio. Esta dra­má­ti­ca noti­cia hace que ella via­je inme­dia­ta­men­te a Cali­for­nia para reu­nir­se con su her­mano. Allí, Mag­gie logra per­sua­dir­lo para que regre­se a Nue­va York don­de com­par­te su hogar con Lan­ce (Luke Wil­son), su afa­ble marido.

El reen­cuen­tro per­mi­te que melan­có­li­ca­men­te aflo­ren en la memo­ria de los her­ma­nos momen­tos poco pla­cen­te­ros de la infan­cia trans­cu­rri­dos en el mar­co de un hogar frac­tu­ra­do, con un padre que se sui­ci­dó y una madre (Joan­ne Glea­son) poco afec­ti­va y más preo­cu­pa­da por sí mis­ma que por sus hijos. Al pro­pio tiem­po ambos se impon­drán de lo acon­te­ci­do en los años no fre­cuen­ta­dos, ana­li­zan­do qué es lo que no andu­vo con ellos y las razo­nes de la frus­tra­ción que los han sumi­do en un esta­do depre­si­vo. En el caso de Milo que­da cla­ro que como un hom­bre gay de media­na edad no pudo has­ta el pre­sen­te lograr satis­fac­ción en el plano sen­ti­men­tal ni tam­po­co como actor frus­tra­do en el ámbi­to pro­fe­sio­nal. Por su par­te, ella tam­po­co ha alcan­za­do ple­ni­tud en su vida con­yu­gal al con­vi­vir con un mari­do que aun­que sea una per­so­na de bue­nos sen­ti­mien­tos no lo ama lo que con­lle­va a tener amo­ríos extra­ma­tri­mo­nia­les con su ins­truc­tor de buceo (Boyd Holbrook).

Con este mate­rial que John­son ela­bo­ró con­jun­ta­men­te con Mark Hey­man sur­ge un buen rela­to sen­ti­men­tal pro­vis­to de un efec­ti­vo humor negro y situa­cio­nes risue­ñas que emer­gen de los jugo­sos diá­lo­gos, logran­do ami­no­rar el con­te­ni­do dra­má­ti­co sub­ya­cen­te. La muy bue­na actua­ción de Kris­ten Wiig y Bill Hader y la cali­dez que emer­ge en la for­ma en que John­son rela­ta esta his­to­ria per­mi­te pasar por alto algu­nos hilos suel­tos que apa­re­cen en el guión.

Con­clu­sión: Un film sen­ci­llo que sin mayo­res pre­ten­sio­nes ilus­tra con suti­li­dad el pro­fun­do sen­ti­mien­to que une a dos her­ma­nos geme­los. Jor­ge Gutman

Una Nue­va Tem­po­ra­da de Ópe­ra Des­de el MET

MAC­BETH, LAS BODAS DE FIGARO

Comen­zan­do una nue­va tem­po­ra­da de repre­sen­ta­cio­nes en direc­to y en alta defi­ni­ción des­de el MET, dos ópe­ras serán difun­di­das en el trans­cur­so del mes de Octubre.

La pri­me­ra ópe­ra a ser difun­di­da es Mac­beth de Giu­sep­pe Ver­di. Con­tan­do con la valio­sa cola­bo­ra­ción de los libre­tis­tas Fran­ces­co Maria Pia­ve y Andrea Maf­fei basa­do en la tra­ge­dia homó­ni­ma de Sha­kes­pea­re (1606), ha sido la pri­me­ra de las ópe­ras en que el com­po­si­tor se valió del genial autor británico.

El estreno mun­dial tuvo lugar en el Tea­tro Della Per­go­la de Flo­ren­cia, en mar­zo de 1847 tenien­do en su momen­to un reso­nan­te éxi­to en toda Ita­lia. Hubo una ver­sión modi­fi­ca­da por el com­po­si­tor en 1865 que no alcan­zó la mis­ma reper­cu­sión y prác­ti­ca­men­te has­ta 1900 fue esca­sa­men­te repre­sen­ta­da. Recién, a par­tir de la cuar­ta déca­da del siglo pasa­do comen­zó a adqui­rir nue­va vigen­cia don­de en Esta­dos Uni­dos se la dio a cono­cer en 1941 en Nue­va York y recién en 1959 fue repre­sen­ta­da por pri­me­ra vez en el MET.

Anna Netrebko en MACBETH

Anna Netreb­ko en MACBETH

Esta pro­duc­ción del MET per­te­ne­cien­te a Adrian Noble es la que se ha dado a cono­cer en 2007 y la actual repre­sen­ta­ción ha obte­ni­do una exce­len­te recep­ción crí­ti­ca. En la mis­ma se des­ta­ca la gran inter­pre­ta­ción de Anna Netreb­ko en el rol de Lady Mac­beth quien a pesar de su espe­cia­li­za­ción en ópe­ras de reper­to­rio más liviano, demues­tra poseer la enver­ga­du­ra dra­má­ti­ca, la pre­sen­cia caris­má­ti­ca y una sóli­da voz para carac­te­ri­zar el difí­cil rol que le tocó asu­mir. En cuan­to al papel titu­lar, el mis­mo está a car­go del barí­tono ser­bio Zelj­ko Lucic quien asu­me igual rol que le corres­pon­dió en la pro­duc­ción de 2007 quien tam­bién ha sido elo­gia­do por su dis­tin­ti­va y ele­gan­te voz. El elen­co se com­ple­ta con el bajo René Pape carac­te­ri­zan­do al gene­ral Ban­quo y el tenor Joseph Calle­ja como el joven noble que ter­mi­na matan­do a Macbeth.

La direc­ción musi­cal está a car­go del maes­tro Fabio Lui­si. Los deco­ra­dos per­te­ne­cen a Mark Thom­pson quien tam­bién tuvo a su car­go el dise­ño del ves­tua­rio. La ópe­ra es can­ta­da en su ver­sión ori­gi­nal ita­lia­na con sub­tí­tu­los en inglés y será trans­mi­ti­da el 11 Octu­bre (12h55) y vol­ve­rá a difun­dir­se el 10 de Noviem­bre (18h30) y 15 de noviem­bre (12h00).

La segun­da de las ópe­ras a ser difun­di­da corres­pon­de a Las Bodas de Fíga­ro. Esta ópe­ra bufa de 4 actos, es la pri­me­ra de las tres que com­pu­so el com­po­si­tor aus­tría­co quien con­tó con la cola­bo­ra­ción del libre­tis­ta ita­liano Loren­zo da Pon­te. Fue con­ce­bi­da entre 1785 y 1786 y tuvo su estreno en la ciu­dad de Vie­na el 1 de mayo de 1786. Como ha ocu­rri­do con otras crea­cio­nes del géne­ro, en su momen­to fue obje­to de varia­das crí­ti­cas aun­que con el correr del tiem­po logró una extra­or­di­na­ria popu­la­ri­dad y en la actua­li­dad nadie duda del genio de Mozart y en con­si­de­rar­la como una de las más impor­tan­tes ópe­ras que se hayan com­pues­to has­ta la fecha.

Basa­da en la pie­za de Pie­rre Augus­tin Caron de Beau­mar­chais, Le Maria­ge de Figa­ro, su diver­ti­da tra­ma gira en torno de Susa­na, una agra­da­ble cama­re­ra que tra­ba­ja para el don­jua­nes­co Con­de de Alma­vi­va, quien pre­ten­de hacer valer cier­tos dere­chos feu­da­les que han sido abo­li­dos. Si bien la ver­sión ori­gi­nal de esta ópe­ra trans­cu­rre en Sevi­lla en la épo­ca pos­me­die­val, esta nue­va pro­duc­ción del MET, cuya pues­ta en esce­na per­te­ne­ce al direc­tor bri­tá­ni­co Richard Eyre, trans­cu­rre en 1930 con ves­tua­rios apro­pia­dos para esa época.

Peter Mattei en LE NOZZE DI FIGARO

Peter Mat­tei en LE NOZ­ZE DI FIGARO

El atra­yen­te elen­co cuen­ta en los pape­les cen­tra­les con la soprano Mar­lis Peter­sen can­tan­do el rol de Susa­na, el barí­tono Peter Mat­tei como el Con­de Alma­vi­va, el bajo Ildar Abdra­za­kov da vida a su valet Fíga­ro en tan­to que la joven soprano Aman­da Majes­ki inter­pre­ta a la Con­de­sa Alma­vi­va. En otros pape­les par­ti­ci­pan la mez­zo­so­prano Isa­bel Leo­nard (Che­ru­bino), el bajo barí­tono John Del Car­lo (Doc­tor Bar­to­lo), la mez­zo­so­prano Susan­ne Men­tzer (Mar­ce­lli­na) y la soprano Ying Frang (Bar­ba­ri­na).

James Levi­ne, el gran direc­tor musi­cal del MET quien estu­vo duran­te un tiem­po ausen­te por razo­nes de salud, vuel­ve al podio para diri­gir la orques­ta. Los deco­ra­dos y ves­tua­rios per­te­ne­cen a Rob Howell, la ilu­mi­na­ción es de Pau­le Cons­ta­ble, en tan­to que Sara Erde es res­pon­sa­ble de la coreografía

La ópe­ra es can­ta­da en su idio­ma ori­gi­nal ita­liano y se pre­sen­ta con sub­tí­tu­los en inglés. La trans­mi­sión será efec­tua­da el 18 de octu­bre (12:55) y redi­fun­di­da (el 6 de diciem­bre (12h) y 15 de diciem­bre (18h30). 

Como se ha veni­do rea­li­zan­do en tem­po­ra­das ante­rio­res, las salas de difu­sión per­te­ne­cen al cir­cui­to de exhi­bi­ción CINE­PLEX. Si bien los hora­rios sumi­nis­tra­dos per­te­ne­cen a la hora local de Nue­va York, tenien­do en cuen­ta los dife­ren­tes husos hora­rios de Cana­dá, es con­ve­nien­te con­sul­tar el sitio www.cineplex.com/Events/MetOpera para saber cuá­les son los tea­tros par­ti­ci­pan­tes y sus res­pec­ti­vos horarios.