De Van Gogh a Kandinsky

UNA EXPO­SI­CION EXCEP­CIO­NAL 

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

El Museo de Bellas Artes de Mon­treal (MBAM) pre­sen­ta en for­ma exclu­si­va una de las más impor­tan­tes mues­tras de este año con la pre­sen­ta­ción de la expo­si­ción De Van Gogh a Kan­dinsky: del Impre­sio­nis­mo al Expre­sio­nis­mo, 1900 – 1914 a par­tir del 11 de octu­bre de 2014 has­ta el 25 de enero de 2015.

Esta expo­si­ción excep­cio­nal reúne más de una cen­te­na de pin­tu­ras, dibu­jos y gra­ba­dos rea­li­za­dos por los artis­tas más rele­van­tes de esa épo­ca apor­tan­do una nue­va visión sobre los impor­tan­tes inter­cam­bios artís­ti­cos que se pro­du­je­ron entre Ale­ma­nia y Fran­cia hacia fines del siglo 19 has­ta el esta­lli­do de la Pri­me­ra Gue­rra Mundial.

Vincent-Van-Gogh Autoretrato

Vin­cent-Van-Gogh, Autoretrato

Sus crea­do­res han sido artis­tas renom­bra­dos en Fran­cia, entre ellos Cézan­ne, Gaughin, Matis­se, Picas­so, Sig­nac, Van Gogh y Vla­minck, y en Ale­ma­nia Hec­kel, Kan­dinsky, Kirch­ner, Klee, Nol­de, Pechs­tein yMarc. Sus obras maes­tras fue­ron las pri­me­ras del arte moderno que se dis­tin­guie­ron por su ori­gi­na­li­dad, fuer­za expre­si­va y belle­za glo­bal. En tal sen­ti­do, esta expo­si­ción per­mi­te que el públi­co pue­da tener una idea más cla­ra y pro­fun­da sobre la com­ple­ji­dad de las influen­cias inter­cul­tu­ra­les que tuvie­ron lugar en el perío­do con­si­de­ra­do y que ori­gi­nó una pro­duc­ción artís­ti­ca de excep­cio­nal valor.

Wassily Kandinsky Arab Cementerio ,1909

Was­sily Kan­dinsky, Cemen­te­rio Árabe

La mues­tra se abre con el París de 1900, que fue sin duda la capi­tal mun­dial de las artes de esa épo­ca, para pro­se­guir con lo que acon­te­ció en ese enton­ces en Ale­ma­nia antes de 1914. Aun­que no podía com­pa­rar­se con lo que suce­día en París, Ale­ma­nia con­tó con impor­tan­tes cen­tros artís­ti­cos ubi­ca­dos en Ber­lín, Dres­de, Colo­nia, Mannheim, Munich y Essen rea­li­zan­do expo­si­cio­nes o bien reci­bien­do impor­tan­tes colec­cio­nes de gran­des artis­tas a tra­vés de las obras de van­guar­dis­tas de Fran­cia en par­ti­cu­lar y Euro­pa en gene­ral gra­cias a la acti­tud asu­mi­da por los círcu­los pro­gre­sis­tas del país. De allí que esta expo­si­ción demues­tra cómo los artis­tas ale­ma­nes pudie­ron evo­lu­cio­nar por la influen­cia reci­bi­da de sus cole­gas de Francia.

Paul-Gaugin-Melancolía, 1891

Paul-Gau­gin, Melancolía

Esen­cial­men­te, el públi­co que asis­te a la pre­sen­te expo­si­ción tie­ne la opor­tu­ni­dad de apre­ciar los tra­ba­jos de impor­tan­tes neo-impre­sio­nis­tas de Fran­cia como así tam­bién el gru­po emer­gen­te del expre­sio­nis­mo ale­mán a tra­vés de los pin­to­res reagru­pa­dos en el movi­mien­to la Brüc­ke, como Kirch­ner por ejem­plo, así como el gru­po Der Blaue Reiter don­de el gran maes­tro ruso Kan­dinsky –pre­cur­sor del expre­sio­nis­mo abs­trac­to- fue uno de sus miem­bros fundadores.

Paul Cezanne Las Manzanas y Las Galletas, 1895

Paul Cezan­ne, Las Man­za­nas y Las Galletas

Las obras pre­sen­ta­das en el MBAM per­te­ne­cen a impor­tan­tes colec­cio­nis­tas pri­va­dos así como a ins­ti­tu­cio­nes de museos de renom­bre mun­dial, entre otros, el Museo Metro­po­li­tano, MOMA y Solo­mon Gug­genheim de Nue­va York, el Museo de Arte de Los Ánge­les, el Museo de Arte Moderno de San Fran­cis­co, el Ins­ti­tu­to de Arte de Chica­go, la Gale­ría Nacio­nal de Arte de Washing­ton, el Museo de Orsay, el Museo de l’Orangerie y el Petit Palais de París, el Museo Brüc­ke de Ber­lin, el Kunsthaus de Zurich, la Tate Modern de Lon­dres, y el Museo Ste­de­lijk de Ámsterdam.

Franz Marc Caballeriza, 1913

Franz Marc, Caballeriza

Entre las obras expues­tas, algu­nas de las mis­mas pre­sen­ta­das exclu­si­va­men­te en el MBAM, se encuen­tran Auto­re­tra­to de Vin­cent van Gogh (1887) que es uno de los 25 rea­li­za­dos por él; El Sem­bra­dor (1888) tam­bién de van Gogh rea­li­za­do duran­te su esta­día en Arles y en don­de se apre­cia un lumi­no­so pai­sa­je de un cam­po de tri­go madu­ro detrás de la figu­ra del sem­bra­dor; La Melan­co­lía (1891) de Paul Gau­guin que el céle­bre pin­tor com­pu­so duran­te su pri­me­ra visi­ta a Tahi­tí en don­de se mues­tra a una joven chi­ca trans­mi­tien­do un aire de silen­cio y medi­ta­ción; Las Man­za­nas y Las Galle­tas (1895) de Paul Cézan­ne, La Pla­ya de Saint-Adres­se (1906) de Albert Mar­quet, Retra­to de Marie Cas­tel (1906) de Ale­xei Jaw­lensky, El Hom­bre Blan­co (1907) de Lyo­nel Fei­nin­ger, Esce­na de una Calle de Ber­lín (1913) que es una de las obras más repre­sen­ta­ti­vas del expre­sio­nis­mo ale­mán de Ernst Lud­wig Kirch­ner; Caba­lle­ri­zas (1913) de Franz Marc y Sin Títu­lo, Impro­vi­sa­ción III (1914) de Was­sily Kan­dinsky, que fue pre­cur­sor del expre­sio­nis­mo abs­trac­to y cuyos tra­ba­jos están repre­sen­ta­dos a tra­vés de for­mas geométricas.

El públi­co pue­de visi­tar esta expo­si­ción dia­ria­men­te con excep­ción de los días lunes, así como los días 25 de diciem­bre y 1 de enero en que el MBAM per­ma­ne­ce­rá cerra­do. Has­ta el 27 de diciem­bre habrá visi­tas guia­das en fran­cés e inglés los días jue­ves, vier­nes y sábado.

Para­le­la­men­te a la mues­tra se desa­rro­lla una serie de acti­vi­da­des cul­tu­ra­les alu­si­vas que abar­can con­fe­ren­cias, exhi­bi­cio­nes de fil­mes y conciertos.

Para infor­ma­ción adi­cio­nal se pue­de visi­tar en línea acu­dien­do a www.mbam.qc.ca

Un Film de Absur­do Humor Sueco

THE 100-YEAR OLD MAN WHO CLIM­BED OUT OF THE WIN­DOW AND DISAP­PEA­RED. Sue­cia, 2013. Un film de Felix Herngren

Con­si­de­ran­do que la pelí­cu­la que aquí se comen­ta ha sido la de mayor reper­cu­sión popu­lar en Sue­cia, su país de ori­gen, sur­ge la refle­xión sobre cómo las dife­ren­tes con­di­cio­nes cul­tu­ra­les pue­den influir en su valo­ra­ción. Eso vie­ne al caso por­que el humor escan­di­na­vo de este film, pue­de que no sea per­ci­bi­do del mis­mo modo en Amé­ri­ca del Nor­te. Sin entrar a con­si­de­rar el best seller sue­co de Jonas Jonas­son en el que El Anciano de 100 años que Sal­tó por la Ven­ta­na y Des­apa­re­ció está basa­do, lo cier­to es que tal como está expues­to en la pan­ta­lla en la adap­ta­ción rea­li­za­da por el rea­li­za­dor Felix Hern­gren con­jun­ta­men­te con el guio­nis­ta Hans Inge­mans­son, lo que se apre­cia es una come­dia mode­ra­da con algu­nos momen­tos bien logra­dos pero sin refle­jar el des­en­fa­do o el encan­to que en prin­ci­pio debe­ría tener.

Su pro­ta­go­nis­ta es Allan Karis­son, un exper­to dina­mi­te­ro en su juven­tud, quien es uno de los pocos mor­ta­les que lle­ga a cum­plir 100 años de exis­ten­cia con­ser­van­do aún el dina­mis­mo y entu­sias­mo de vivir. Pre­ci­sa­men­te, el día de su cen­te­na­rio logra esca­par­se de la resi­den­cia para ancia­nos don­de habi­ta sal­tan­do por la ven­ta­na, tal como su títu­lo lo indi­ca, en pro­cu­ra de una liber­tad que le está fal­tan­do. Ya libre, se las inge­nia para lle­gar a la esta­ción local de auto­bu­ses, com­prar un pasa­je para ale­jar­se de la ciu­dad y des­apa­re­cer, no sin antes apo­de­rar­se sin saber­lo de una male­ta ple­na de dine­ro en su inte­rior. De allí en más comien­za su gran aven­tu­ra don­de tra­ta­rá de ser loca­li­za­do por un ins­pec­tor poli­cial no muy efi­cien­te, a la vez que per­se­gui­do por par­te de unos mafio­sos que quie­ren recu­pe­rar la vali­ja sus­traí­da. Las peri­pe­cias que atra­vie­sa Allen, acom­pa­ña­do de cier­tos per­so­na­jes excén­tri­cos que se le unen en la ruta –con un ele­fan­te incluido‑, ori­gi­nan una come­dia dis­pa­ra­ta­da y absur­da que evi­den­te­men­te está dis­tan­cia­da de cual­quier realidad.

Los momen­tos más intere­san­tes de la tra­ma se pre­sen­tan a tra­vés de los recuer­dos de Allan sobre acon­te­ci­mien­tos his­tó­ri­cos que le tocó vivir a lo lar­go del siglo pasa­do y que mar­ca­ron su exis­ten­cia de modo sin­gu­lar. Entre algu­nas figu­ras polí­ti­cas que lle­gó a cono­cer se encuen­tra la de Fran­co duran­te su paso por Espa­ña duran­te la gue­rra civil y con quien man­tie­ne una ama­ble rela­ción; alter­na con el vice­pre­si­den­te Tru­man; logra atraer la aten­ción de Sta­lin al saber­lo par­tí­ci­pe de la inven­ción de la bom­ba ató­mi­ca, aun­que ter­mi­na irri­tán­do­lo cuan­do se ente­ra que man­tu­vo bue­nas migas con Fran­co envián­do­lo como cas­ti­go a Gulag para rea­li­zar tra­ba­jos for­za­dos con el inep­to her­mano de Albert Eins­tein; incur­sio­na en Fran­cia duran­te la cade­na de pro­tes­tas que tuvo lugar en Fran­cia en mayo de 1968, para final­men­te entre­cru­zar­se con Reagan y Gorbachev.

El rela­to trae remi­nis­cen­cias de The Grand Buda­pest Hotel de Wes Ander­son juz­ga­do este año que ade­más de trans­cu­rrir entre pre­sen­te y pasa­do tam­bién hace refe­ren­cia a epi­so­dios vivi­dos por sus pro­ta­go­nis­tas en Euro­pa duran­te el mis­mo perío­do; sin embar­go, en la rea­li­za­ción de Hern­gren no están pre­sen­tes el espí­ri­tu lúdi­co, la remar­ca­ble iro­nía, exce­len­tes diá­lo­gos, fas­ci­nan­te deli­rio y la indis­cu­ti­da rique­za visual de la encan­ta­do­ra come­dia de Ander­son. Hay cier­ta­men­te situa­cio­nes que des­pier­tan car­ca­ja­das con su humor irre­ve­ren­te (los bai­les de Fran­co y de Sta­lin), pero son las menos y en muchos casos care­cen de la suti­le­za nece­sa­ria para que real­men­te la intri­ga del film lle­gue a sedu­cir. Eso pue­de ser atri­bui­do a un guión no muy satis­fac­to­rio así como a una dura­ción exce­si­va don­de el rela­to se tor­na repetitivo.

Robert Gustafsson

Robert Gus­tafs­son

Lo más remar­ca­ble de esta pelí­cu­la es la nota­ble inter­pre­ta­ción de Robert Gus­tafs­son que a pesar de ser un actor muy popu­lar en Sue­cia, es des­co­no­ci­do en Cana­dá. Con sus 49 años de edad, gra­cias a un exce­len­te tra­ba­jo de maqui­lla­je brin­da la apa­rien­cia físi­ca del per­so­na­je cen­tral duran­te dife­ren­tes eta­pas de su vida y espe­cial­men­te como anciano; en tal sen­ti­do, trans­mi­te muy bien la huma­ni­dad de un hom­bre imper­tur­ba­ble de la reali­dad que lo rodea y dis­pues­to a hacer lo que desea.

Con­clu­sión: La vida fan­ta­sio­sa de un indi­vi­duo cen­te­na­rio en una come­dia de humor sue­co que podrá satis­fa­cer a una audien­cia capaz de apre­ciar­lo. Jor­ge Gutman

Una Sim­pá­ti­ca Come­dia Familiar

ALE­XAN­DER AND THE TERRI­BLE, HORRI­BLE, NO GOOD, VERY BAD DAY. Esta­dos Uni­dos, 2014. Un film de Miguel Arteta

No siem­pre la adap­ta­ción de libros popu­la­res alcan­za a trans­mi­tir satis­fac­to­ria­men­te su con­te­ni­do en su tras­la­do al cine; afor­tu­na­da­men­te ese no es el caso del libro de Judith Viorst que dedi­ca­do al públi­co infan­til logró inmen­sa reper­cu­sión popu­lar des­de su apa­ri­ción en 1972 con varios millo­nes de copias ven­di­das. Aho­ra, tan­to el sec­tor al cual va diri­gi­do como así tam­bién los adul­tos pue­den dis­fru­tar de una pelí­cu­la que, aun­que abso­lu­ta­men­te ino­fen­si­va, sim­ple y direc­ta, cum­ple su obje­ti­vo de entretener.

Tenien­do en cuen­ta que el cuen­to no con­tie­ne más que 32 pági­nas, el film podría aco­mo­dar­se a un cor­to­me­tra­je, sin embar­go la adap­ta­ción rea­li­za­da por el guio­nis­ta Rob Lie­ber ha per­mi­ti­do que su metra­je se haya exten­di­do razo­na­ble­men­te a 80 minutos.

 Steve Carell

Ste­ve Carell

El rela­to se desa­rro­lla en el trans­cur­so de dos días don­de en el pri­me­ro de ellos Ale­xan­der (Ed Oxen­bould), el ter­ce­ro de los 4 hijos de la fami­lia inte­gra­da por su padre Ben (Ste­ve Carell), madre Kelly (Jen­ni­fer Gar­ner), sus dos her­ma­nos ado­les­cen­tes Anthony (Dylan Min­net­te), Emily (Kerris Dor­sey) y el bebe Tre­vor de esca­sos meses, se sien­te un poco de lado al ver que a los suyos todo les sale bien, cosa que no ocu­rre con él; eso se debe en par­te por­que un com­pa­ñe­ro de la escue­la está por rea­li­zar una fies­ta jus­to en el mis­mo día en que pen­sa­ba reu­nir a sus ami­gui­tos para cele­brar su duo­dé­ci­mo cumpleaños.

En todo caso, el terri­ble, horri­ble y no muy buen día acon­te­ce al día siguien­te des­de el pre­ci­so momen­to en que se des­pier­ta y una suce­sión de peque­ños acci­den­tes le acon­te­cen. Sin embar­go, eso no solo le ocu­rre a él sino a todos los miem­bros de la fami­lia. Así su madre se apre­su­ra para lle­gar a su tra­ba­jo en una impor­tan­te edi­to­rial en la cual debe super­vi­sar un even­to en el que las cosas no resul­tan de acuer­do a lo pla­nea­do por un error come­ti­do en la edi­ción de un cuen­to infan­til; su padre, que es un inge­nie­ro des­em­plea­do, acu­de con su bebé a cues­tas a una entre­vis­ta de tra­ba­jo para un pues­to de dise­ña­dor de video jue­gos don­de en prin­ci­pio los resul­ta­dos de la mis­ma son poco pro­me­te­do­ras para con­se­guir el empleo bus­ca­do; Anthony fra­ca­sa en el examen para lograr su licen­cia de con­du­cir a fin de poder lle­var en coche a su engreí­da ami­ga (Bella Thor­ne) a la cere­mo­nia de gra­dua­dos; por su par­te, Emily debe­rá supe­rar su res­frío para par­ti­ci­par en la obra Peter Pan lle­va­da a cabo en su escue­la. A pesar de las cala­mi­da­des y desas­tres que se suce­den en este día atroz, se sabe de ante­mano que todos los pro­ble­mas ten­drán una posi­ti­va solu­ción y es así que no cau­sa sor­pre­sa algu­na com­pro­bar que Ale­xan­dre pue­da cele­brar su cum­plea­ños en com­pa­ñía de sus ami­gui­tos en un cli­ma de radian­te felicidad.

Par­te de lo que se pre­sen­cia resul­ta poco plau­si­ble des­de una visión rea­lis­ta, pero el rela­to es en esen­cia una fábu­la inge­nua don­de los acon­te­ci­mien­tos “dra­má­ti­cos” pre­sen­ta­dos son indo­lo­ros evi­tan­do crear preo­cu­pa­ción a los padres sobre los que sus hiji­tos obser­van en la pan­ta­lla. Juz­ga­do bajo esa ópti­ca que­da como balan­ce un cuen­to ino­cen­te don­de el direc­tor Miguel Arte­ta ha sabi­do impri­mir­le la ener­gía y flui­dez nece­sa­ria para que su visión resul­te amena.

El film cuen­ta con un elen­co homo­gé­neo que sin des­ple­gar his­trio­nis­mo alguno cada uno de los acto­res cum­ple satis­fac­to­ria­men­te con los roles asig­na­dos. Como sor­pre­sa, se apre­cia la par­ti­ci­pa­ción del vete­rano come­dian­te Dick Van Dyke en una de las esce­nas del rela­to inter­pre­tán­do­se a sí mis­mo; eso trae una dosis de nos­tal­gia para el públi­co que tuvo opor­tu­ni­dad de apre­ciar­lo en su épo­ca de auge, sobre todo en la come­dia musi­cal Mary Pop­pins.(1964)

Con­clu­sión: Un apa­ci­ble entre­te­ni­mien­to fami­liar. Jor­ge Gutman

Los Niños Per­di­dos de Sudán

THE GOOD LIE. Esta­dos Uni­dos, 2014. Un film de Phi­lip­pe Falardeau

El direc­tor cana­dien­se Phi­lip­pe Falar­deau quien con enor­me sen­si­bi­li­dad brin­da­ra hace tres años Mon­sieur Lazhar incur­sio­na aho­ra en el cine de los Esta­dos Uni­dos tra­yen­do otro rela­to de gran huma­ni­dad. En este caso, el rea­li­za­dor optó por incur­sio­nar en la tra­ge­dia que azo­tó a Sudán duran­te la gue­rra tri­bal en la déca­da del 80, con espe­cial refe­ren­cia a “los niños per­di­dos” que ha sido tes­ti­mo­nia­do en el exce­len­te docu­men­tal God Grew Tired of Us: The Story of Lost Boys of Sudan (1987). El inte­rés del rea­li­za­dor ha sido narrar a tra­vés de un rela­to de fic­ción lo que acon­te­ció con algu­nos de esos niños ino­cen­tes que vie­ron su fami­lia e infan­cia des­trui­da por estar sumi­dos invo­lun­ta­ria­men­te en el horren­do con­flic­to bélico.

En for­ma sen­ci­lla pero efec­ti­va, el guión de Mar­ga­ret Nagle se basa en los even­tos men­cio­na­dos dra­ma­ti­zan­do la odi­sea de un gru­po de chi­cos huér­fa­nos de Sudán quie­nes en 1987 sufrien­do ham­bre y mise­ria y fren­te al con­ti­nua­do ata­que de sol­da­dos rebel­des, huyen de sus aldeas para bus­car refu­gio en Ken­ya a tra­vés de una cami­na­ta de más de 1000 kiló­me­tros sufrien­do los ava­ta­res del can­san­cio físi­co que impli­ca esa tris­te aven­tu­ra más el impac­to emo­cio­nal de saber­se aco­sa­dos por ame­tra­lla­do­ras ase­si­nas. La acción se tras­la­da a 2001 cuan­do algu­nos de esos refu­gia­dos, ya ado­les­cen­tes, reci­ben la noti­cia de que se les ofre­ce la opor­tu­ni­dad de tras­la­dar­se a los Esta­dos Uni­dos para radi­car­se allí. Ellos son Jere­miah (Ger Duany), Paul (Emma­nuel Jal), Mame­re (Arnold Oceng) y su her­ma­na Abi­tal (Kuoth Wiel). Al momen­to de arri­bar al aero­puer­to Ken­nedy de Nue­va York, se les comu­ni­ca que los mucha­chos serán envia­dos a Kan­sas City en tan­to que Abi­tal vivi­rá en Bos­ton en el hogar de una fami­lia que acep­tó dar­le aco­gi­da; esa sepa­ra­ción pro­du­ci­rá una gran pesa­dum­bre entre los inte­gran­tes del grupo.

Reese Witherspoon y Ger Duany en THE GOOD LIE

Reese Withers­poon y Ger Duany en THE GOOD LIE

De allí en más el rela­to se con­cen­tra en Paul, Mame­re y Jere­miah a par­tir del momen­to en que son reci­bi­dos en Mis­sou­ri por Carrie (Reese Withers­poon) quien desem­pe­ñán­do­se en una agen­cia de empleos tie­ne como misión de con­se­guir­les trabajo.

La adap­ta­ción a las nue­vas con­di­cio­nes de vida no será fácil en la medi­da que la tie­rra ame­ri­ca­na pro­du­ci­rá como es natu­ral una fuer­te coli­sión cul­tu­ral para estos jóve­nes al vivir en un medio social mucho más avan­za­do que el del cual pro­vie­nen y que obvia­men­te pro­du­ce algu­nos momen­tos de fran­co humor.

Así como en Mon­sieur Lazhar Falar­deau retra­tó muy bien la expe­rien­cia de un inmi­gran­te en Que­bec, nue­va­men­te aquí logra infun­dir emo­ción en la saga de los expa­tria­dos refu­gia­dos quie­nes a pesar de expe­ri­men­tar un nivel de vida mucho más ele­va­do del que esta­ban acos­tum­bra­dos no pue­den olvi­dar sus raí­ces así como algu­nos recuer­dos vivi­dos en el pasado.

Sin entrar en mayo­res deta­lles de lo que acon­te­ce en el res­to del film, se pue­de ade­lan­tar que en todo momen­to su rela­to des­ti­la el pro­fun­do amor fra­ter­nal que rei­na en el gru­po, a pesar de algu­nos peque­ños sin­sa­bo­res, y sobre todo el enor­me sen­ti­do de fami­lia here­da­do de sus padres. Pre­ci­sa­men­te, eso se des­ta­ca fun­da­men­tal­men­te en el per­so­na­je de Mame­re, capaz de rea­li­zar un sacri­fi­cio enco­mia­ble que des­ta­ca sus altos valo­res humanos.

Falar­deau ofre­ce un film de gran ins­pi­ra­ción don­de el públi­co logra un sen­ti­mien­to de empa­tía tan­to con los per­so­na­jes como con sus pro­ta­go­nis­tas; en tal sen­ti­do cabe seña­lar que la mayo­ría de sus acto­res están liga­dos pro­fun­da­men­te con Sudán dado que se tra­ta de acto­res no pro­fe­sio­na­les don­de algu­nos de ellos son hijos de refu­gia­dos suda­ne­ses y otros tuvie­ron par­ti­ci­pa­ción como “niños sol­da­dos” según lo que se da a cono­cer en los cré­di­tos fina­les. De allí que no resul­ta sor­pren­den­te que todos ellos se desem­pe­ñen con máxi­ma natu­ra­li­dad lo que otor­ga gran auten­ti­ci­dad a lo que se está exhi­bien­do al pun­to tal de creer que se tra­ta de un docu­men­tal antes que un rela­to de ficción.

Con­clu­sión: Una dra­má­ti­ca his­to­ria de super­vi­ven­cia en un film pro­fun­da­men­te humano. Jor­ge Gutman

Un Esplén­di­do y Absor­ben­te Thri­ller Psicológico

GONE GIRL. Esta­dos Uni­dos, 2014. Un film de David Fincher

Des­de el vamos pue­de cali­fi­car­se a Gone Girl como un film apa­sio­nan­te. Superan­do las expec­ta­ti­vas, el nue­vo opus de David Fin­cher, uno de los más impor­tan­tes rea­li­za­do­res con­tem­po­rá­neos, ade­más de ser un dra­ma sofis­ti­ca­do capaz de satis­fa­cer a audien­cias selec­ti­vas con­tie­ne los ingre­dien­tes nece­sa­rios para que el gran públi­co tam­bién pue­da dis­fru­tar­lo. El rela­to está basa­do en el best seller del mis­mo nom­bre de Gillian Flynn quien tam­bién se ocu­pó de adap­tar­lo a la pan­ta­lla; al así hacer­lo con­den­só lo más impor­tan­te de su libro per­mi­tien­do al rea­li­za­dor trans­mi­tir en casi dos horas y media de metra­je el inten­so thri­ller que lo ani­ma de mane­ra tal que quie­nes hayan leí­do la nove­la no se sien­tan de nin­gún modo desilusionados.

En esen­cia el tema gira en torno a la his­to­ria de un matri­mo­nio y sobre lo que no andu­vo bien en el mis­mo. La acción trans­cu­rre en North Car­na­ge, una peque­ña loca­li­dad del esta­do de Mis­sou­ri, don­de habi­tan Nick (Ben Affleck) y su espo­sa Amy (Rosa­mund Pike) y comien­za en el día que habrán de cele­brar el quin­to ani­ver­sa­rio del casa­mien­to. Cuan­do Nick regre­sa a su casa com­prue­ba que su mujer ha des­apa­re­ci­do y en el salón de estar se evi­den­cia que hubo algu­nos indi­cios de vio­len­cia refle­ja­dos por un vaso de una mesa de café des­trui­do con sus peda­zos de vidrio cubrien­do el sue­lo así como por man­chas de san­gre. Infor­man­do a la poli­cía sobre el hecho, el mari­do cuen­ta con el incon­di­cio­nal apo­yo fami­liar de su her­ma­na Mar­go (Carrie Coon) y en un prin­ci­pio con el de la detec­ti­ve ins­pec­to­ra Rhon­da Boney (Kim Dic­kens) y su taci­turno asis­ten­te Jim Gil­pin (Patrick Fugit).

 Ben Affleck

Ben Affleck

El desa­rro­llo del rela­to, que en su pri­me­ra mitad trans­cu­rre entre el pre­sen­te y el pasa­do, per­mi­te que median­te flash­backs uno se impon­ga a tra­vés del dia­rio escri­to por Amy sobre cómo comen­zó su noviaz­go color de rosa en la ciu­dad de Nue­va York para cul­mi­nar en boda.  En tan­to, la inves­ti­ga­ción poli­cial pro­si­gue sin resul­ta­dos con­cre­tos por­que no hay señal algu­na de la esfu­ma­da mujer. Avan­zan­do en la lec­tu­ra del dia­rio, Amy des­cri­be las grie­tas matri­mo­nia­les reve­lan­do la infi­de­li­dad de Nick al pro­pio tiem­po que deta­lla su carác­ter vio­len­to al extre­mo tal de temer­lo y de tener que pro­veer­se de un arma para pro­te­ger­se de él en el caso que qui­sie­ra matarla.

Las sos­pe­chas de que Nick pudie­ra ser el vic­ti­ma­rio de su espo­sa comien­zan a sur­gir a tra­vés de las apre­cia­cio­nes rea­li­za­das dia­ria­men­te por una sen­sa­cio­na­lis­ta ani­ma­do­ra de la tele­vi­sión (Missy Pyle) quien deja entre­ver que se tra­ta de un acto de homi­ci­dio come­ti­do por el mari­do de la víc­ti­ma; a pesar de que la opi­nión públi­ca, fuer­te­men­te influi­da por los medios de difu­sión, va desa­rro­llan­do un sen­ti­mien­to de duda que avan­za gra­dual­men­te has­ta trans­for­mar­se en una fran­ca anti­pa­tía hacia Nick, las auto­ri­da­des no pue­den dete­ner­lo por­que al no encon­trar­se el cadá­ver de la víc­ti­ma no hay evi­den­cia con­cre­ta de que él la haya asesinado.

Lo ante­rior cons­ti­tu­ye una muy esque­má­ti­ca sinop­sis de lo que suce­de en la pri­me­ra mitad del film don­de úni­ca­men­te el espec­ta­dor se impo­ne sobre lo acon­te­ci­do con Amy y que obvia­men­te no se habrá de deve­lar. Con todo, el giro impre­vis­to de los acon­te­ci­mien­tos pos­te­rio­res va crean­do una nota­ble ten­sión don­de resul­ta difí­cil pre­de­cir sobre cómo el rela­to habrá de con­ti­nuar. Lo cier­to es que la his­to­ria que se va desa­rro­llan­do a dife­ren­tes nive­les se den­si­fi­ca con­si­de­ra­ble­men­te y a dife­ren­cia de otras de géne­ro simi­lar, la com­ple­ji­dad de la mis­ma no va en detri­men­to de su com­pren­sión; por el con­tra­rio, lo úni­co que se requie­re es man­te­ner­se aten­to y obser­var cómo los per­so­na­jes secun­da­rios van gra­vi­tan­do en el com­por­ta­mien­to de los prin­ci­pa­les carac­te­res; todo ello per­mi­te que la intri­ga del film se sos­ten­ga con recur­sos legítimos.

Ade­más de lo que en tér­mi­nos de entre­te­ni­mien­to el film ofre­ce, lo que se cons­ta­ta es cómo los medios de difu­sión van mani­pu­lean­do la opi­nión públi­ca des­per­tan­do serias dudas sobre si lo que se lle­ga a cono­cer refle­ja la reali­dad de los hechos; cier­ta­men­te ese aspec­to no es nove­do­so, pero aquí adquie­re rele­van­cia en fun­ción de las carac­te­rís­ti­cas espe­cia­les que adop­ta el rela­to. Tam­bién cabe men­cio­nar que mos­tran­do al públi­co la for­ma corro­si­va y áci­da que pue­de asu­mir la vida matri­mo­nial deja abier­ta la pre­gun­ta sobre si por más inti­mi­dad que exis­ta entre las par­tes uno pue­de lle­gar a cono­cer bien a su cón­yu­ge. Final­men­te, el des­en­la­ce de este dra­ma deja un extra­ño sabor amar­go al demos­trar cómo la caren­cia de valo­res mora­les pue­de crear un pro­fun­do vacío exis­ten­cial refle­jan­do el lado lúgu­bre de la con­di­ción humana.

En adi­ción a su rique­za argu­men­tal, el film está nota­ble­men­te inter­pre­ta­do comen­zan­do con Affleck don­de nun­ca se ha desem­pe­ña­do mejor que aquí; no menos impor­tan­te es la reve­la­ción de Pike como con­su­ma­da actriz y sobre todo la par­ti­ci­pa­ción de Coon quien como la devo­ta her­ma­na de Nick asu­me con con­vic­ción la voz de su con­cien­cia; en los roles de apo­yo se des­ta­can Neil Patrick Harris ani­man­do al ex novio de Amy, Lisa Banes y David Clen­non como los padres de Amy y Tyler Perry como el abo­ga­do defen­sor de Nick. Para con­cluir, dis­tin­ción espe­cial mere­ce Fincher;:gracias al meticu­loso cui­da­do impre­so por el rea­li­za­dor en cada uno de los pla­nos así como la flui­dez logra­da en su pues­ta escé­ni­ca y direc­ción de acto­res, el públi­co apre­cia un film de gran cali­dad a pesar de su exten­sa duración.

Con­clu­sión: Un absor­ben­te thri­ller psi­co­ló­gi­co que sin duda Alfred Hitch­cock habría apro­ba­do incon­di­cio­nal­men­te. Jor­ge Gutman