HITCHCOCK/TRUFFAUT. Francia-Estados Unidos, 2015. Un film de Kent Jones
François Truffaut, el renombrado crítico de cine de Cahiers du Cinéma de la década del 50 que se convertiría en uno de los más importantes realizadores del siglo pasado, evidenció un profundo respeto y gran admiración hacia Alfred Hitchcock. De allí que tuviese gran interés en resaltar el trabajo del bien llamado Mago del Suspenso, no solamente como un director de filmes de estricto entretenimiento sino también como un cineasta de creatividad excepcional y dueño de un estilo distintivo por su extremada rigurosidad. Es así que en 1962 logró convencer a Hitchcock para ser entrevistado; a través de 27 horas de conversación que se extendió a lo largo de una semana en una pequeña sala de los estudios Universal de Hollywood se concretó el ambicioso proyecto del cineasta francés quien durante su trabajo estuvo acompañado por su colega Helen Scott que ofició de traductora. El resultado de esta extensa entrevista se tradujo en el libro de Truffaut “Cinema According to Hitchcock” (El cine según Hitchcock) publicado en 1966. No es exagerado afirmar que este valioso texto constituye un elemento de referencia esencial para directores de cine como así también un libro vital para los cinéfilos y sobre todo para quienes aman el cine del gran cineasta.
En base a lo que precede, el director documentalista Kent Jones ofrece en Hitchcock/Truffaut un exhaustivo análisis de esa excepcional entrevista que Truffaut, en ese entonces de 30 años y en el inicio de su carrera, realizara al entonces veterano Hitchcock de 63 años, quien contaba con una filmografía de más de 40 títulos.
Es importante aclarar que en los 80 minutos que dura el film resulta imposible abarcar con minuciosidad el contenido del libro; con todo, el documental logra resaltar sus aspectos más esenciales a través de audio clips de las charlas originales de los dos directores –donde Hitchcock le señala a Truffaut acerca de la importancia que tiene el espacio para la obtención de la imagen requerida- así como por la excelente intervención de destacados realizadores modernos incluyendo a Wes Anderson, Olivier Assayas, Peter Bogdanovich, Arnaud Desplechin, David Fincher, James Gray, Kiyoshi Kurosawa, Richard Linklater, Martin Scorsese y Paul Schrader.
De los comentarios efectuados sobre la obra de Hitchcock Fincher destaca elogiosamente el trasfondo psicológico de sus filmes, como también el carácter de perversión impreso en Vértigo. Scorsese rememora cómo en sus años de juventud se maravillaba observando sus filmes, atendiendo a su cuidadosa elaboración así como a aspectos técnicos de filmación en lo que concierne a la ubicación de las cámaras para lograr un óptimo resultado. Bogdanovich resalta la importancia del libro de Truffaut al haber cambiado la imagen que se tenía del entrevistado y apreciar en su real magnitud su aporte al cine; también recuerda la reacción sorprendente del público cuando se estrenó Psycho en la antológica escena de la ducha. Para Desplechin resulta fascinante contemplar el modo en que Hitchcock considera en sus filmes la transferencia de culpa del realmente culpable al inocente, ejemplificándolo con el rol de Henry Fonda en The Wrong Man quien anima a un hombre falsamente acusado de los delitos cometidos por otra persona. Por su parte, Anderson destaca la importancia de los aspectos visuales, en tanto que Linklater sostiene que muchos de los diálogos de los filmes de Hitchcock podrían haberse prescindido debido a la expresividad de sus imágenes.
El film señala la intensa amistad forjada entre Truffaut y Hitchcock como consecuencia de la intensa entrevista y que prolongó hasta la muerte de éste último en 1980. En ese entonces, nadie podía imaginar que el entrevistador habría de morir 4 años después a la temprana edad de 52 años; en todo caso el último proyecto en vida de Truffaut fue el de actualizar su libro destacando a su gran amigo como “el artista que escribió con la cámara”.
Jones logró un luminoso documental sobre dos hombres pertenecientes a diferentes culturas y estilos de trabajo pero que tuvieron en común el haber vivido intensamente por y para el cine. Como nota final es meritorio distinguir el cuidadoso montaje de Rachel Reichman intercalando en forma armoniosa detalles de la entrevista central, los testimonios recogidos de los realizadores mencionados y extractos de más de una treintena de filmes de Hitchcock y algunos de Truffaut.
Conclusión: Aunque este notable documental no puede reemplazar al libro original es lo suficientemente fascinante como para que después de su visión el espectador que no lo haya leído se sienta estimulado a hacerlo; sin duda, habrá valido la pena. Jorge Gutman