Un Emo­ti­vo Rela­to Romántico

BRIEF ENCOUN­TER

Resul­ta intere­san­te apre­ciar este her­mo­so film de David Lean y com­pro­bar cómo a poco más de 71 años de su estreno con­ser­va sus valo­res cine­ma­to­grá­fi­cos con­vir­tién­do­lo de este modo en un clá­si­co. En Brief Encoun­ter el rea­li­za­dor abor­da exi­to­sa­men­te el géne­ro román­ti­co que años des­pués vol­ve­ría a con­sa­grar­lo en fil­mes tales como Sum­mer­ti­me (1955), Doc­tor Zhi­va­go (1965) y Ryan’s Daugh­ter (1970. Lo que en este caso resul­ta sor­pren­den­te es la for­ma en que la pie­za tea­tral de Noel Coward en la que está basa­do, logra en su tras­la­do al cine un len­gua­je pro­pio, en gran par­te gra­cias al inte­li­gen­te mane­jo de cáma­ra de Lean.

Celia Johnson y Trevor Howard

Celia John­son y Tre­vor Howard

El rela­to que trans­cu­rre en Ingla­te­rra y adap­ta­do por el direc­tor con­jun­ta­men­te con Coward y Anthony Have­lock Alan se cen­tra­li­za en Lau­ra (Celia John­son) y Alex (Tre­vor Howard), dos per­so­nas de media­na edad que viven en la mis­ma loca­li­dad, están casa­dos sepa­ra­da­men­te y son res­pe­ta­bles padres de fami­lia. Quie­re la coin­ci­den­cia que ella como ama de casa toma el tren para efec­tuar sus com­pras en una zona veci­na, en tan­to que él como médi­co abor­da el mis­mo vehícu­lo diri­gién­do­se a un hos­pi­tal para un reem­pla­zo pro­fe­sio­nal. Del pri­mer bre­ve encuen­tro en el café de la esta­ción, comien­za una rela­ción que se va inten­si­fi­can­do a medi­da que trans­cu­rren las sema­nas has­ta que la mis­ma se trans­for­ma en un sen­ti­mien­to amo­ro­so impo­si­ble de disimular.

Como se apre­cia­rá el tema es intem­po­ral y muchas veces resul­ta impo­si­ble elu­dir las capri­cho­sas juga­rre­tas del des­tino; pero en todo caso tan­to Coward como Lean evi­tan que esta román­ti­ca his­to­ria pue­da con­ver­tir­se en un lacri­mó­geno melo­dra­ma. Por el con­tra­rio, el film es capaz de ahon­dar en la inti­mi­dad de sus per­so­na­jes expre­san­do la gran pasión que sien­ten a tra­vés de un len­gua­je sobrio y mesu­ra­do que logra emocionar.

 Celia Johnson y Trevor Howard


Celia John­son y Tre­vor Howard

Sin duda, los acto­res –des­co­no­ci­dos qui­zás para los jóve­nes de esta gene­ra­ción- trans­mi­ten pro­fun­da­men­te los sen­ti­mien­tos de sus per­so­na­jes. Así, John­son cau­ti­va como la intro­ver­ti­da espo­sa y madre de fami­lia alber­gan­do un gran sen­ti­mien­to de cul­pa cada vez que retor­na a su hogar al enfren­tar a su mari­do e hijos tan que­ri­dos quie­nes igno­ran lo que le está suce­dien­do; por su par­te Howard es com­ple­ta­men­te con­vin­cen­te como el caris­má­ti­co médi­co que si bien no pue­de ven­cer los impul­sos de sen­tir­se fuer­te­men­te ena­mo­ra­do de Lau­ra es cons­cien­te que ese amor prohi­bi­do se tor­na impo­si­ble de continuar.

La exce­len­te mane­ra en que la his­to­ria está rela­ta­da y la mag­ní­fi­ca actua­ción con­vier­ten a este film en una de las mejo­res expre­sio­nes román­ti­cas que el cine haya brin­da­do a tra­vés de los años. Y si algo más habría que agre­gar es que aun­que el con­di­cio­na­mien­to social de la épo­ca en que trans­cu­rre resul­te muy dife­ren­te de lo que acon­te­ce en la actua­li­dad, este film per­mi­te refle­xio­nar sobre la mane­ra en que sus dos per­so­na­jes prin­ci­pa­les son capa­ces de pri­vi­le­giar los fuer­tes víncu­los que los unen a sus res­pec­ti­vas fami­lias dejan­do de lado cual­quier egoís­mo humano que pudie­ra impli­car la adop­ción de una acti­tud diferente.

Para quie­nes no hayan vis­to este gran film o quie­nes deseen vol­ver a hacer­lo, la cade­na exhi­bi­do­ra Cine­plex lopre­sen­ta­rá en for­ma­to digi­tal los días 19, 22 y 27 de junio. Tan­to los cines par­ti­ci­pan­tes de Cana­dá como los hora­rios loca­les pue­den ser con­sul­ta­dos pre­sio­nan­do aquí.
Jor­ge Gutman