PATERSON. Estados Unidos, 2016. Un film escrito y dirigido por Jim Jarmush
Una profunda y conmovedora historia sobre las pequeñas cosas del diario vivir es Paterson de Jim Jarmush que seguramente habrá de deleitar a todo tipo de público. Estructurado en capítulos que transcurren a lo largo de una semana, desde la primera imagen el espectador queda atrapado por la notable narración efectuada por Jarmush.
Adam Driver caracteriza a Paterson, un apocado chofer de autobús que habita en la ciudad homónima de New Jersey llevando una vida metódica y cronometrada al lado de su amada y dulce pareja Laura (Golshifteh Farahani). Todos los días amanece a las 6 y 15 de la mañana, abraza a Laura en tanto que ella le relata su último sueño. El hobby de Paterson es escribir poesías (escritas realmente por el poeta Ron Padgett) en su cuaderno de notas inspirándose en las conversaciones que oye de los pasajeros mientras está viajando, como así también de lo que va observando a su alrededor. Luego de la jornada habitual de trabajo, cena con Laura y después saca a pasear a su perro al propio tiempo que aprovecha para acercarse a un bar local a fin de tomar una cerveza, hablar con el barman (Barry Shabaka Henley) y encontrarse con los clientes habituales que concurren al lugar.
Aunque dicho en palabras, lo descripto podría resultar repetitivo con el peligro de llegar a aburrir, lo cierto es que Jarmush logra el milagro de que el relato adquiera un tono lírico que contagia gratamente a la audiencia. Entre varias de las razones que contribuyen al encanto de este film se encuentran la forma simple pero efectiva en que el director tributa un homenaje a la poesía, la descripción impecable de sus dos personajes principales y el modo tierno en que se manifiesta la relación de la pareja. Driver es todo un hallazgo asumiendo por completo la personalidad de un individuo introvertido, de no muchas palabras al hablar, pero no exento de sentimientos que se manifiestan interiormente; en cuanto a Farahani, la actriz es natural y espontánea como la mujer radiante, entusiasta y optimista apoyando en todo lo que Paterson realiza, así como igualmente se siente feliz haciendo pastelitos o tocando la guitarra.
Globalmente considerado, todo lo que ofrece esta melancólica comedia resulta convincente y lo más importante es cómo Jarmush, sin recurrir a violencia alguna, acción desmesurada o al empleo de efectos especiales, ha obtenido un excelente film impregnado de optimismo al exaltar el amor por la poesía y la maravilla de vivir. Decididamente, esta película es un canto a la vida y a todas luces recomendable. Jorge Gutman