NORMAN: THE MODERATE RISE AND TRAGIC FALL OF A NEW YORK FIXER. Estados Unidos, 2016. Un film dirigido y escrito por Joseph Cedar.
Abordando un personaje singular, el realizador Joseph Cedar ofrece una comedia dramática que permite el amplio lucimiento de Richard Gere.
El relato presenta a Norman Oppenheimer (Gere), un judío neoyorkino solitario que trata desesperadamente de trascender buscando el reconocimiento ajeno. Para disimular su condición de don nadie, asume ante terceros la personalidad de un hombre que es director de una firma consultora cuya ocupación consiste en actuar como mediador de negociaciones entre influyentes personas del mundo comercial y de las finanzas de Nueva York. . Obviamente, este antihéroe dista de ser el gestor importante que quiere aparentar y su consultoría no es más que un fantasma inexistente.
La suerte de Norman cambia el día en que conoce a Micha Eshel (Lior Ashkenzai), un ministro israelí que se encuentra en la ciudad asistiendo a una conferencia. Para impresionarlo y motivado por la posibilidad de hacer una conexión importante con este político, trata de ganar su amistad obsequiándole un par de zapatos de considerable valor.
Cuando tres años después Eshel se convierte en el Primer Ministro de Israel, Norman trata de sacar partido de esta situación en la prosecución de su actividad como mediador; sin embargo y a pesar de que en principio todo resultaría gratificante para este peculiar personaje, su empeño de mezclarse con el mundo político, donde la falta de escrúpulos y la corrupción suelen hacerse presentes, comienza a desestabilizarlo; en consecuencia, el panorama imaginado por Norman, divorciado de la dura realidad que lo circunda, implicará su irremediable caída en desgracia.
Si bien la segunda parte del relato resulta un tanto confusa con situaciones no siempre bien clarificadas, el hecho no desdibuja el interés del film con una intriga bien urdida en su primera mitad. En gran parte ello es debido a que Cedar efectúa un buen estudio caracterológico de Norman habiendo encontrado en Gere al actor ideal para darle vida; su actuación permite que el público empatice con este bonachón de naturaleza ambivalente que por una parte recurre al engaño y a la manipulación para ganarse el sustento que le permita vivir y por la otra manifiesta facetas altruistas. A pesar de que Gere es el centro de un relato que indudablemente le pertenece, igualmente se lucen en papeles secundarios Steve Buscemi como un rabino de la comunidad que cree que Norman puede ayudarlo a recaudar fondos para su sinagoga y Michael Scheen como el sobrino del protagonista; el homogéneo elenco se completa con la participación de Charlotte Gainsbourg. Hank Azaria y Dan Stevens.
En suma, he aquí un film cálido y melancólico no exento de momentos graciosos que permite reflexionar sobre la necesidad del ser humano de lograr un lugar en el mundo donde ser querido y apreciado; ese es el caso de Norman que a pesar de su contradictoria naturaleza resulta un ser entrañable. Jorge Gutman