AU POSTE! Francia, 2016. Un film escrito y dirigido por Quentin Dupieux
Si hay algo que contribuye a que un drama o una comedia agrade es cuando llega a sorprender con armas legítimas. Es así que el gran mérito de Au Poste! reside en que a través de su exposición el público se mantiene intrigado y de ninguna manera prevé su convincente desenlace imaginado por el director y guionista Quentin Dupíeux.
La acción transcurre en una de las salas de un recinto policial de algún lugar de Francia, donde el comisario Buron (Benoît Poelvoorde) se apresta a interrogar a Fugain (Grégoire Ludig); éste último descubrió un cadáver en la puerta del edificio de departamentos donde habita y decidió reportar el caso. Utilizando un tono decididamente irreverente el guión hace que el comisario, a lo largo de casi toda una noche, someta a su interlocutor a una serie de preguntas, muchas de ellas decididamente absurdas pero lo suficientemente divertidas para agradar al espectador. Cuando en un determinado momento el interrogador se ausenta por cierto tiempo de su despacho deja a Fugain a cargo de otro policía (Marc Fraize). Lo que sigue durante esa ausencia es mejor no comentarlo para no acallar el interés de quien tenga el propósito de ver este film pero sí conviene anticipar que al regresar Buron a lo suyo seguirá colmando la paciencia de su inocente interlocutor.
En un relato donde prácticamente participan dos únicos personajes y dentro de un reducto evidentemente limitado, es admirable comprobar cómo el realizador orquestó una jocosa comedia dotada de ingeniosa resolución.
Con las irreprochable actuaciones de Poelvoorde y Ludig, una buena fotografía y edición a cargo del realizador, en concisos 73 minutos Dupieux ha logrado un sonriente y efectivo entretenimiento. Si acaso el realizador aplicó la máxima popularizada por Baltazar Gracián de que “lo breve si bueno dos veces bueno”; en este caso logró que Au Poste! resulte “dos veces muy bueno”. Jorge Gutman