El Cien­tí­fi­co y su Creación

FRAN­KENS­TEIN

Siem­pre vigen­te y repues­ta en varias oca­sio­nes, la céle­bre nove­la Fran­kens­tein de Mary She­lley ha sido obje­to de nume­ro­sas ver­sio­nes tea­tra­les. Una de las mis­mas se estre­nó en Lon­dres en Febre­ro de 2011 y trans­mi­ti­da a los cines del mun­do al mes sil­guien­te. Su cla­mo­ro­so éxi­to moti­vó que fue­se nue­va­men­te difun­di­da en Octu­bre y Noviem­bre de 2013. Aho­ra vol­ve­rá a pre­sen­tar­se esta pro­duc­ción que fue fil­ma­da en 2011 des­de el esce­na­rio del Natio­nal Theatre.

Como es bien sabi­do el tema cen­tral resi­de en el tra­ba­jo del cien­tí­fi­co Vic­tor Fran­kens­tein quien a tra­vés de un expe­ri­men­to des­cu­bre cómo dar­le vida a un cuer­po humano cons­trui­do de par­te de cadá­ve­res. Pero esa cria­tu­ra así con­for­ma­da es aban­do­na­da por su crea­dor y mar­gi­na­da en un uni­ver­so hos­til don­de final­men­te se con­ver­ti­rá en un ver­da­de­ro Mons­truo a tra­vés de su impla­ca­ble venganza.

Esta per­tur­ba­do­ra his­to­ria góti­ca de She­lley ha sido adap­ta­da por Nick Dear res­pe­tan­do el espí­ri­tu de la nove­la; de este modo que­dan resal­ta­dos los aspec­tos vin­cu­la­dos con la res­pon­sa­bi­li­dad cien­tí­fi­ca, la negli­gen­cia pater­nal, la com­ple­ji­dad de la natu­ra­le­za huma­na, la nece­si­dad de encon­trar acep­ta­ción y un lugar en el mun­do, como así tam­bién la opo­si­ción entre la fuer­za del bien y del mal.

La obra ha sido diri­gi­da por el acla­ma­do cineas­ta Danny Boy­le con un repar­to que inclu­yó a dos gran­des intér­pre­tes de la esce­na bri­tá­ni­ca como lo son Bene­dict Cum­ber­bath y Jonny Lee Miller.

Lo intere­san­te de la actual ver­sión es que ambos acto­res inter­pre­ta­ron los pape­les pro­ta­gó­ni­cos; de este modo en una de las repre­sen­ta­cio­nes Cum­ber­bath es el cien­tí­fi­co que en últi­ma ins­tan­cia reve­la su fal­ta de huma­ni­dad hacia el obje­to de su crea­ción mien­tras que Miller carac­te­ri­za al Mons­truo; en otras fechas los roles se invier­ten. De este modo el públi­co pue­de ele­gir entre las dos opcio­nes ofrecidas.

En la foto siguien­te se obser­va a Bene­dict Cum­ber­batch carac­te­ri­zan­do a Vic­tor Fra­nens­tein en tan­to que Jonny Lee Miller es el Monstruo.

La obra será difun­di­da en selec­tas salas de Cine­plex el 22 y 26 de octu­bre de 2018  . Para infor­ma­ción sobre las salas de exhi­bi­ción y sus hora­rios res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí 

Eva­lua­ción de Fil­mes del FNC (Pri­me­ra Parte)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

He aquí un comen­ta­rio de cin­co fil­mes juz­ga­dos en los pri­me­ros días del Fes­ti­val du Nou­veau Ciné­ma (FNC).

Moham­mad Rasou­lof es otro de los rea­li­za­do­res ira­níes que expe­ri­men­tan la mis­ma suer­te que su com­pa­trio­ta Jafar Panahi al estar­le prohi­bi­do salir del país por su acti­vis­mo polí­ti­co y su crí­ti­ca al gobierno impe­ran­te en la repú­bli­ca islá­mi­ca de Irán; con todo, ese obs­tácu­lo no le impi­dió seguir fil­man­do y es así que su últi­mo tra­ba­jo The­re is no Evil (Irán-Ale­ma­nia-Repú­bli­ca Che­ca) ade­más de haber sido pre­sen­ta­do en el últi­mo fes­ti­val de Ber­lín fue recom­pen­sa­do con el pre­mio máximo.

The­re Is no Evil

Tenien­do en cuen­ta el con­si­de­ra­ble núme­ro de gen­te sen­ten­cia­da que en Irán es sen­ten­cia­da con la pena capi­tal, el rea­li­za­dor con­ci­bió un rela­to estruc­tu­ra­do en cua­tro epi­so­dios inde­pen­dien­tes aun­que liga­dos por un tema común: la pena de muer­te; al hacer­lo no con­si­de­ra a las víc­ti­mas sino a quie­nes cum­plen la fun­ción de ver­du­gos. El pri­mer epi­so­dio, sin duda el más logra­do, enfo­ca a Hesh­mat (Ehsan Mirhos­sei­ni), un abne­ga­do hom­bre de fami­lia de Tehe­rán a quien se lo con­tem­pla a lo lar­go de una jor­na­da rea­li­zan­do acti­vi­da­des coti­dia­nas vin­cu­la­das con su espo­sa e hija como así tam­bién visi­tan­do a su ancia­na madre; todo trans­cu­rre de mane­ra nor­mal has­ta lle­gar a su sor­pren­den­te des­en­la­ce don­de se reve­la la pro­fe­sión de este noble indi­vi­duo. La segun­da his­to­ria trans­cu­rre en una pri­sión de Tehe­rán don­de se lle­van a cabo las eje­cu­cio­nes; es allí que el sol­da­do Pou­ya (Kaveh Ahan­gar) tra­ta de evi­tar cum­plir la labor asig­na­da de tener que eje­cu­tar a un sen­ten­cia­do. Los dos res­tan­tes capí­tu­los no alcan­zan a tener la enver­ga­du­ra de los pre­ce­den­tes aun­que de todos modos gra­vi­ta la con­cien­cia moral plan­tea­da a quie­nes no tie­nen opción de poder deci­dir fren­te a las impo­si­cio­nes de un sis­te­ma auto­ri­ta­rio que fuer­za a sus ciu­da­da­nos a come­ter actos inhu­ma­ni­ta­rios. Aun­que sin lle­gar al nivel de A Man of Inte­grity (2017), su penúl­ti­mo tra­ba­jo pre­mia­do en el fes­ti­val de Can­nes, Rasou­lof ofre­ce aquí un dra­ma de con­si­de­ra­ble con­no­ta­ción moral con un men­sa­je a la des­obe­dien­cia civil de sus conciudadanos.

Un remar­ca­ble docu­men­tal polí­ti­co es lo que se apre­cia en Upper­ca­se Print (Ruma­nia) del direc­tor Radu Jade expo­nien­do los abu­sos sis­te­má­ti­cos come­ti­dos en la Ruma­nia comu­nis­ta de Nico­lae Ceaușescu.

Upper­ca­se Print

A tra­vés de impor­tan­tes frag­men­tos infor­ma­ti­vos de los archi­vos de la tele­vi­sión ruma­na y mate­rial fil­ma­do de esa épo­ca, Jade efec­túa una dra­ma­ti­za­ción de los acon­te­ci­mien­tos basa­dos en la pie­za tea­tral de Gia­ni­na Car­bu­na­riu quien cola­bo­ró en la con­cep­ción del guión.

La his­to­ria comien­za en sep­tiem­bre de 1981 don­de Mugur Căli­nes­cu (Şer­ban Laza­ro­vi­ci), un estu­dian­te de 16 años disin­tien­do con el gobierno expre­sa su opi­nión valién­do­se de leyen­das escri­tas en mayús­cu­la en las pare­des del par­ti­do comu­nis­ta de la sucur­sal de Boto­sa­ni; influi­do por las emi­sio­nes radia­les clan­des­ti­nas de Euro­pa Libre, efec­túa un lla­ma­do para seguir el ejem­plo del sin­di­ca­to Soli­da­ri­dad de Lech Wale­sa en Polo­nia a la vez que pre­go­na por una demo­cra­cia abier­ta al pue­blo don­de pre­do­mi­ne la jus­ti­cia y el res­pe­to de los dere­chos huma­nos. Cuan­do es dete­ni­do por las auto­ri­da­des y con­si­de­ra­do como enemi­go de la patria, es suje­to a un exhaus­ti­vo inte­rro­ga­to­rio por par­te del ofi­cial (Bog­dan Zam­fir) de la poli­cía secre­ta ruma­na. A tra­vés de este pro­ce­so que­da expues­ta la diver­gen­cia entre la armo­nía social exis­ten­te con el cul­to a la per­so­na­li­dad del dic­ta­dor rumano y la dra­má­ti­ca reali­dad imperante.

Lejos de una con­ven­cio­nal recons­truc­ción, el cineas­ta uti­li­za un méto­do con­sis­ten­te en monó­lo­gos de Mugur y de otros per­so­na­jes con­cu­rren­tes con la inter­ca­la­ción de algu­nos grá­fi­cos de pan­ta­llas tele­vi­si­vas, pro­du­cien­do un efec­to de algún modo surrea­lis­ta pero cier­ta­men­te efi­caz. Tan­to la foto­gra­fía de Marius Pan­du­ru, los remar­ca­bles dise­ños de pro­duc­ción de Iri­na Mos­cu y.el mon­ta­je de Cata­lin Cris­tu­tiu adi­cio­nan con­si­de­ra­ble valor al inte­lec­tual y fas­ci­nan­te docu­men­to de Jade.

Top­si­de (Esta­dos Uni­dos) es un sor­pren­den­te y enco­mia­ble pri­mer film de los rea­li­za­do­res y guio­nis­tas Celi­ne Held y Logan Geor­ge en el que Held tam­bién asu­me el rol protagónico.

Top­si­de

La odi­sea de una madre y su hiji­ta vivien­do en los túne­les sub­te­rrá­neos aban­do­na­dos del metro de Manhat­tan ofre­ce al espec­ta­dor un alu­ci­nan­te cua­dro de las con­di­cio­nes de vida de un impor­tan­te estra­to social vivien­do mar­gi­na­do del sis­te­ma. Zhai­la Far­mer es la pro­di­gio­sa peque­ña actriz que ani­ma a Little quien con sus 5 años de edad vive con su atri­bu­la­da dro­ga­dic­ta madre Nik­ki (Held) en ese sub­mun­do oscu­ro don­de no aso­ma la luz del sol. No hay ele­men­tos pre­vios que deter­mi­nen cómo han podi­do sub­sis­tir en ese encie­rro sub­te­rrá­neo ni tam­po­co se sabe acer­ca de qué modo Nik­ki obtie­ne el finan­cia­mien­to para man­te­ner­se ade­más de arre­glar­se para adqui­rir la dro­ga sumi­nis­tra­da por John (Fatlip), otro mar­gi­na­do que tam­bién habi­ta allí. Todo cam­bia para la madre e hija cuan­do las auto­ri­da­des ins­pec­cio­nan el lugar don­de resi­den obli­gán­do­las a huir des­pa­vo­ri­das para alcan­zar la super­fi­cie urba­na. Es ahí que para ambas comien­za la gran odi­sea al inter­nar­se en el agi­ta­do trán­si­to de Manhat­tan don­de Little des­cu­bre un mun­do que le es desconocido.

Los direc­to­res demues­tran una excep­cio­nal madu­rez del len­gua­je del cine en la con­cep­ción de este dra­ma de inten­sa ten­sión en la que se refle­ja el con­mo­ve­dor lazo de amor materno-filial. Held impe­ca­ble­men­te trans­mi­te la deter­mi­na­ción de una madre pro­te­gien­do en todo momen­to a su hija y la deses­pe­ra­ción que la inva­de en un momen­to cru­cial de esta his­to­ria; no menos impor­tan­te es el extra­or­di­na­rio desem­pe­ño de Far­mer quien refle­ja la natu­ral sen­si­bi­li­dad de una niña obser­va­do­ra y aler­ta fren­te a la des­afor­tu­na­da reali­dad que le cabe vivir. No menos impor­tan­te es la expe­rien­cia visual de este dra­ma en la que los rea­li­za­do­res han logra­do la inva­lua­ble coope­ra­ción del direc­tor de foto­gra­fía Lowell A. Meyer cap­tan­do la visión tan­to del ambien­te sub­te­rrá­neo como la del espa­cio exte­rior. Adop­tan­do el carác­ter de un docu­men­tal, el film per­mi­te que el espec­ta­dor que­de inmer­so en un sin­gu­lar via­je de pro­fun­do impac­to social.

La Hija de un Ladrón (Espa­ña) per­mi­te que el ciné­fi­lo cana­dien­se entre en con­tac­to con Belén Funes, una pro­mi­so­ria rea­li­za­do­ra que ofre­ce un buen rela­to sobre una joven mujer atri­bu­la­da por diver­sas circunstancias.

La Hija de un Ladrón

El guión de la direc­to­ra con la cola­bo­ra­ción de Marçal Cebrian, intro­du­ce a Sara (Gre­ta Fer­nán­dez), de 23 años de edad y madre de un bebé cuyo padre es Danny (Alex Mon­ner), su ex pare­ja que no vive con ella. No hay ele­men­tos pre­vios que deter­mi­nen cuál ha sido su vida pasa­da; solo se sabe que muni­da de pre­ca­rios recur­sos finan­cie­ros, ella se des­en­vuel­ve rea­li­zan­do tra­ba­jos tem­po­ra­rios y en mate­ria de vivien­da dis­po­ne de los bene­fi­cios de la ayu­da social. Ade­más de su hiji­to cuen­ta con Mar­tín (Tomás Mar­tín), su peque­ño her­mano menor que se encuen­tra inter­na­do en un cen­tro de meno­res y Manuel (Eduard Fer­nán­dez), su padre que recien­te­men­te ha sali­do de la cárcel.

La direc­to­ra efec­túa una acer­ta­da sem­blan­za de la pro­ta­go­nis­ta quien deci­di­da­men­te no es feliz y lo que más anhe­la es cons­ti­tuir una ver­da­de­ra fami­lia; si bien hay cier­ta pin­tu­ra social sobre las con­di­cio­nes de vida en las que Sara está invo­lu­cra­da, el móvil más impor­tan­te del rela­to estri­ba en el con­flic­to que se gene­ra cuan­do ella desean­do guar­dar la cus­to­dia de Mar­tín se encuen­tra obs­ta­cu­li­za­da por­que su padre es quien quie­re tener­lo a su car­go; por esa razón acu­de a la jus­ti­cia para que adop­te una deci­sión al respecto.

La obser­va­ción que mere­ce la his­to­ria plan­tea­da es que la extra­ña rela­ción de amor-odio que vin­cu­la a la pro­ta­go­nis­ta con su pro­ge­ni­tor no que­da de nin­gu­na mane­ra esta­ble­ci­da. Si bien él estu­vo en pri­sión, se igno­ra qué es lo acon­te­ció en el pasa­do entre ellos, como tam­po­co se hace refe­ren­cia a la madre de Sara o qué fue de ella por­que a lo lar­go del rela­to no se la men­cio­na. Curio­sa­men­te, a pesar de la ani­mo­si­dad que la joven sien­te por su pro­ge­ni­tor, desea­ría vivir con él quien está con­vi­vien­do con otra mujer.

Lo más des­ta­ca­ble del film des­can­sa en su elen­co en el que Gre­ta Fer­nán­dez por su remar­ca­ble inter­pre­ta­ción reci­bió el pre­mio a la mejor actriz en el fes­ti­val de San Sebas­tián de 2019; el logro es aún más impor­tan­te tenien­do en cuen­ta que su per­so­na­je no es pre­ci­sa­men­te uno que per­mi­ta empa­tía con el espec­ta­dor. Aun­que el guión no per­mi­te que el dra­ma logre con­mo­ver cabe remar­car la bue­na pues­ta escé­ni­ca de Funes como así tam­bién la bue­na foto­gra­fía de Neus Ollé cap­tan­do los exte­rio­res de algu­nos sec­to­res de la bella ciu­dad de Bar­ce­lo­na don­de trans­cu­rre la acción.

El trau­ma que pue­de impac­tar la muer­te de un ser que­ri­do es lo que en prin­ci­pio se infie­re del film Mamá, Mamá, Mamá (Argen­ti­na) de la joven guio­nis­ta y direc­to­ra Sol Berrue­zo Pichon- Riviè­re. Con todo, el film se dilu­ye a medi­da que trans­cu­rre sin que real­men­te trascienda.

Mamá, Mamá, Mamá

En un rela­to que se desa­rro­lla duran­te el verano en una casa con pis­ci­na, Cleo (Agus­ti­na Mils­tein) de 12 años sufre la pér­di­da de su her­ma­ni­ta Erín acae­ci­da recien­te­men­te. Allí está rodea­da de sus pri­mas Neri­na (Chloé Cherchyk) de 15 años, Manue­la (Cami­la Zolez­zi) de 11 años y Leon­cia (Matil­de Crei­mer Chia­bran­do) de 6 años quie­nes jun­to a la tía tra­tan de con­for­tar­la aní­mi­ca­men­te. Duran­te su desa­rro­llo se pue­de apre­ciar cier­ta diná­mi­ca esta­ble­ci­da entre las chi­cas con esce­nas que inclu­yen un fune­ral ima­gi­na­rio, la pri­me­ra mens­trua­ción de Cleo, la cele­bra­ción del cum­plea­ños de Leon­cia y su sim­pa­tía hacia un cone­ji­to apa­re­ci­do en el jar­dín; en otras secuen­cias apa­re­cen la madre de Cleo y la abue­la que lle­ga con su emplea­da domés­ti­ca y su hija en medio de un ambien­te un poco revuel­to. La pre­sen­cia mas­cu­li­na se mani­fies­ta espo­rá­di­ca­men­te a tra­vés de dos tra­ba­ja­do­res que efec­túan cier­tos arre­glos en el jar­dín, echan­do una mira­da suges­ti­va hacia la ado­les­cen­te Nerina.

No obs­tan­te las nobles inten­cio­nes de la direc­to­ra de refle­jar la angus­tia refle­ja­da por un due­lo, así como la ilus­tra­ción del mun­do infan­til, la tran­si­ción a la ado­les­cen­cia y el pro­ce­so de madu­rez, su rela­to de esca­sos 60 minu­tos de dura­ción no logra impac­tar; aun­que cuen­ta con correc­tas actua­cio­nes de su elen­co, la ausen­cia de un rit­mo flui­do y la caren­cia de un enfo­que pre­ci­so, impi­den que el film adquie­ra mayor relevancia.

La Vida Bohemia

LA BOHĖ­ME

Para quie­nes no han teni­do opor­tu­ni­dad de asis­tir a la repre­sen­ta­ción de La Bohè­me pre­sen­ta­da por la Opé­ra de Mon­tréal (ODM) en mayo de 2017, podrán apre­ciar­la en línea des­de el 22 de Octu­bre de 2020 a las 19h 30 (EDT) has­ta el 5 de Noviem­bre .

Con­si­de­ra­da como una de las crea­cio­nes más popu­la­res del reper­to­rio líri­co, está ópe­ra de Gia­co­mo Puc­ci­ni y liber­to en ita­liano de Gliu­sep­pe Gia­co­sa y Lui­gi Illi­ca tuvo su estreno en el Tea­tro Regio de Turín, el 1 de febre­ro de 1896 y fue diri­gi­da por el joven maes­tro Artu­ro Tos­ca­ni­ni. Su pri­me­ra repre­sen­ta­ción inter­na­cio­nal tuvo lugar en el Tea­tro Colón de Bue­nos Aires, Argen­ti­na, el 16 de junio de 1896. De allí en más, fue can­ta­da en los más impor­tan­tes esce­na­rios del mun­do don­de fue cele­bra­da como una de las mejo­res ópe­ras román­ti­cas; es así que en la actua­li­dad ocu­pa el cuar­to lugar entre las más representadas.

ODM. Poster de LA BOHEMEHay varias razo­nes que expli­can la noto­rie­dad y admi­ra­ción de esta ópe­ra. En pri­mer lugar, esta crea­ción al igual que en las otras que le per­te­ne­cen, Puc­ci­ni retra­ta el alma huma­na de mane­ra excep­cio­nal. Ins­pi­ra­do en la nove­la Scè­nes de la vie de bohê­me en don­de se ilus­tra a jóve­nes bohe­mios vivien­do en la pobre­za en el barrio latino de París en la déca­da de 1840, el com­po­si­tor cap­tó en toda su dimen­sión la vida bohe­mia de los mis­mos; de este modo, las vici­si­tu­des del joven poe­ta Rodol­fo, su frá­gil veci­na Mimí, la del pin­tor Mar­ce­llo y su com­pa­ñe­ra Muset­ta son trans­mi­ti­das en bellas meló­di­cas arias, como por ejem­plo “Che géli­da mani­na” y “Si, mi chia­mano Mimi”, don­de vibran las emo­cio­nes pal­pa­bles que les embarga.

France Bellemare (Foto de la ODM)

Fran­ce Belle­ma­re (Foto de la ODM)

Esta ópe­ra ha sido repre­sen­ta­da por la ODM en 2011 y en esta repo­si­ción el direc­tor escé­ni­co Alain Gauthier, cuyas pues­tas escé­ni­cas se carac­te­ri­zan por su remar­ca­ble crea­ti­vi­dad como lo demos­tra­rá en 2015 con Elek­tra, ha reu­ni­do un cali­fi­ca­do elen­co de artis­tas cana­dien­ses. El rol de Mimí es can­ta­do por la soprano Fran­ce Belle­ma­re, quien en junio de 2015 ha sido lau­rea­da en la Com­pe­ten­cia Musi­cal Inter­na­cio­nal de Mon­treal. El papel de Rodol­fo ha sido asig­na­do al tenor que­be­quen­se Luc Robert quien ya tuvo opor­tu­ni­dad de demos­trar sus con­di­cio­nes líri­cas en el Metro­po­li­tan Ope­ra de Nue­va York. Por su par­te la soprano Lucia Cesa­ro­ni y el barí­tono Jus­tin Welsh, quie­nes tuvie­ron acti­va par­ti­ci­pa­ción en el Ate­lier lyri­que de l’O­pe­ra de Mon­tréal, can­tan res­pec­ti­va­men­te los per­so­na­jes de Muset­ta y Mar­ce­llo. El repar­to se com­ple­ta con el barí­tono Chris­topher Dunham, el bajo Ale­xan­dre Sil­ves­tre, el tenor Isa­beau Proulx-Lemi­re, el barí­tono bajo Cler­mont Trem­blay, el bajo Clau­de Gre­nier y el bajo Alain Duguay.

Luc Robert (Foto de la ODM)

Luc Robert (Foto de la ODM)

La esce­no­gra­fía del espec­tácu­lo per­te­ne­ce a Oli­vier Lan­dre­vi­lle, la ilu­mi­na­ción es de Clau­de Acco­las. El maes­tro James Mee­na tuvo a su car­go la direc­ción musi­cal de la Orches­tre Métro­po­li­tain y el Coro de la ODM

La ópe­ra es can­ta­da en su ver­sión ori­gi­nal ita­lia­na con sobre­tí­tu­los en fran­cés e inglés. Para obte­ner acce­so a la difu­sión gra­tui­ta de este even­to pre­sio­ne aquí

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Mada­ma Butterfly

Debi­do a la pan­de­mia que afli­ge al mun­do el Metro­po­li­tan Ope­ra Hou­se ha can­ce­la­do la tem­po­ra­da 2020 – 2021; no obs­tan­te duran­te ese lap­so Cine­plex difun­di­rá varias ópe­ras que habían sido trans­mi­ti­das en direc­to y en alta defi­ni­ción des­de dicha emble­má­ti­ca ins­ti­tu­ción cul­tu­ral de Nue­va York. La pri­me­ra de las ópe­ras de este ciclo es Mada­me But­terfly, una de las más her­mo­sas de Gia­co­mo Puc­ci­ni con libre­to en ita­liano de Giu­sep­pe Gia­co­sa y Lui­gi Illica.

Esta crea­ción líri­ca con­for­ma­da en tres actos que tuvo su estreno en 1904 en La Sca­la de Milán es hoy día una de las más repre­sen­ta­das del reper­to­rio ope­rís­ti­co y con­si­de­ra­da la más popu­lar de Puc­ci­ni des­pués de La bohè­me y Tosca.

MADAME BUTTERFLY (1)

Una de las razo­nes que moti­van el éxi­to de esta ópe­ra es que ade­más de su rique­za musi­cal y sus cau­ti­van­tes arias, exis­te una dra­má­ti­ca y con­mo­ve­do­ra his­to­ria de amor. La his­to­ria que trans­cu­rre en Naga­sa­ki a prin­ci­pios del siglo pasa­do pre­sen­ta a Mada­ma But­terfly, tam­bién cono­ci­da con el cari­ño­so apo­do de Cio-Cio, una ino­cen­te joven quien a tra­vés de un arre­glo mari­tal es des­po­sa­da por Pin­ker­ton, un tenien­te de la mari­na de Esta­dos Uni­dos que se encuen­tra en Japón. Cuan­do des­pués de la boda y de una pri­me­ra noche de inti­mi­dad amo­ro­sa, el marino debe retor­nar a su país, But­terfly aguar­da ansio­sa­men­te su regre­so. Si bien para ella ese víncu­lo es algo sagra­do y per­ma­nen­te, a medi­da que pasa el tiem­po su fiel cria­da Suzu­ki tra­ta de con­ven­cer­la que él no retor­na­rá. A los tres años, el marino regre­sa casa­do con una mujer ame­ri­ca­na sin saber que But­terfly tuvo un hijo de él en esa úni­ca y apa­sio­na­da noche román­ti­ca. Al ente­rar­se de la trai­ción del hom­bre con quien se había casa­do y acep­tan­do su trá­gi­co des­tino, la frá­gil y vul­ne­ra­ble Cio-Cio deci­de defen­der su honor optan­do por el suicidio.

MADAME BUTTERFLY (2)

En esta opor­tu­ni­dad la ópe­ra que se trans­mi­tió el 2 de abril de 2016 con­tó con la sóli­da pro­duc­ción de Anthony Minghe­lla rea­li­za­da en 2006 y que fue uno de los gran­des éxi­tos del MET de la últi­ma déca­da. Los papa­les pro­ta­gó­ni­cos están a car­go de dos exce­len­tes can­tan­tes. La mag­ní­fi­ca soprano Kris­ti­ne Opo­lais ani­ma el rol títu­lar en tan­to que el con­sa­gra­do tenor Rober­to Alag­na encar­na al ofi­cial marino Pinn­ker­ton que rom­pió el cora­zón de la aban­do­na­da geisha; en otros pape­les impor­tan­tes par­ti­ci­pan la mez­zo­so­prano María Zif­chak como Suzu­ki y el barí­tono Dway­ne Croft como el cón­sul esta­dou­ni­den­se en Naga­sa­ki. La direc­ción musi­cal está a car­go del maes­tro Karel Mark Chi­chon, en su debut en el MET.

La ópe­ra que es can­ta­da en ita­liano con sub­tí­tu­los en inglés será difun­di­da en selec­tas salas de Cine­plex el 17 de octu­bre de 2020. Para infor­ma­ción adi­cio­nal de los cines par­ti­ci­pan­tes y hora­rios res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí

La Bella Durmiente

THE SLEE­PING BEAUTY 

Aun­que bien cono­ci­do por su gran popu­la­ri­dad siem­pre resul­ta gra­to vol­ver a con­tem­plar el ballet The Slee­ping Beauty, en esta oca­sión a car­go del Aus­tra­lian Ballet. 

(Foto: Daniel Boud)

Este cuen­to de hadas con­for­ma­do por un pró­lo­go y tres actos tuvo su estreno mun­dial en 1890 en el tea­tro Mariinsky de San Peters­bur­go. Con músi­ca de Pyotr Tchai­kovsky com­pues­ta en 1889 ésta es la segun­da de sus tres gran­des crea­cio­nes para la dan­za cuya coreo­gra­fía ini­cial corres­pon­dió al legen­da­rio coreó­gra­fo Marius Petipa.

(Foto: Daniel Boud)

El ballet que cuen­ta con libre­to de Ivan A. Vse­vo­loisky está basa­do en el popu­lar cuen­to ori­gi­nal de Char­les Perrault La Bella Dur­mien­te del Bos­que y en La Bella Dur­mien­te de los Her­ma­nos Grimm. Su tra­ma gira en torno de la prin­ce­sa Auro­ra quien al nacer, un hada malig­na la mal­di­ce hacien­do saber a sus padres que al cum­plir 16 años mori­rá al pin­char­se con un huso de hilar. Afor­tu­na­da­men­te, la pre­sen­cia de un hada bue­na modi­fi­ca­rá par­cial­men­te la sen­ten­cia seña­lan­do que la prin­ce­sa habrá de caer en un pro­fun­do sue­ño del que des­per­ta­rá cuan­do reci­ba un beso de amor.

La pro­duc­ción del Aus­tra­lian Ballet cuen­ta con la ver­sión coreo­grá­fi­ca de David McA­llis­ter  rete­nien­do los pasa­jes cla­ves de la coreo­gra­fía ori­gi­nal de Marius Peti­pa. En su elen­co se des­ta­can la bai­la­ri­na Misty Cope­land ani­man­do a la prin­ce­sa Auro­ra y el bai­la­rín Kevin Jack­son como el prín­ci­pe. Los mis­mos son acom­pa­ña­dos por otros pres­ti­gio­sos solis­tas de la com­pa­ñía así como por el cuer­po de ballet.

Este ballet será difun­di­da en Cana­dá en selec­tas salas de la cade­na de exhi­bi­ción Cine­plex el 17 de octu­bre de 2020. Para infor­ma­ción adi­cio­nal  pre­sio­ne aquí