Dis­pa­ra­ta­da Come­dia de Acción

POLI­TE SOCIETY. Gran Bre­ta­ña, 2023. Un film escri­to y diri­gi­do por Nida Man­zoor. 104 minutos

Des­pués de haber incur­sio­na­do con varios cor­tos, la direc­to­ra Nida Man­zoor debu­ta en el lar­go­me­tra­je con Poli­te Society, dis­pa­ra­ta­da come­dia de acción refe­ri­da a la comu­ni­dad pakis­ta­ní que resi­de en Londres.

Pri­ya Kan­sa­ra y Ritu Arya

No obs­tan­te las bue­nas inten­cio­nes de la novel rea­li­za­do­ra, su guión poco sutil des­cri­be a sus per­so­na­jes de mane­ra cari­ca­tu­res­ca de modo que resul­ta difí­cil con­gra­ciar­se con los mismos.

La his­to­ria pre­sen­ta a Ria (Pri­ya Kan­sa­ra), una joven aman­te de las artes mar­cia­les que aspi­ra a tener éxi­to en esa carre­ra, aun cuan­do sus padres pakis­ta­níes de humil­de con­di­ción eco­nó­mi­ca hubie­sen pre­fe­ri­do que ella estu­dia­ra medi­ci­na. Por su par­te, Lena (Ritu Arya), la her­ma­na mayor de Ria, se dedi­ca a la pintura.

La armo­nio­sa rela­ción fra­ter­nal lle­ga a afec­tar­se cuan­do Lena se ena­mo­ra del apues­to Salim (Akshay Khan­na) y por él deja sus estu­dios de arte estan­do dis­pues­ta a casar­se y via­jar a Sin­ga­pur don­de habrán de resi­dir. Furio­sa a más no poder, Ria que ado­ra a su her­ma­na no pue­de con­ce­bir que ella una su vida a Salim, hecho que se inten­si­fi­ca más al saber la influen­cia que ejer­ce en él su pro­tec­to­ra y villa­na madre Rahee­la (Nim­ra Bucha).

De allí en más, Ria des­plie­ga sus esfuer­zos para impe­dir que esa boda se con­cre­te. Con ese pro­pó­si­to el guión intro­du­ce una serie de encuen­tros de lucha mar­cial con esce­nas muy bien coreo­gra­fia­das aun­que exce­si­va­men­te vio­len­tas gene­ra­das por los gol­pes que a dies­tra y sinies­tra son pro­pi­na­dos por Ria y sus adver­sa­rias mujeres.

Has­ta pro­me­diar el rela­to no que­da cla­ro la razón por la que esta joven se des­vi­ve para que Lena deje a su novio; es por ello que la his­to­ria intro­du­ce en su par­te final un moti­vo un tan­to teñi­do de horror y bien tira­do de los pelos, para jus­ti­fi­car su comportamiento.

Si bien hubie­ra sido intere­san­te ofre­cer ras­gos típi­cos de la cul­tu­ra pakis­ta­ní de Gran Bre­ta­ña, Mon­zoor se abs­tie­ne de hacer­lo en la medi­da que lo que pare­ce inte­re­sar­le es hacer reír a base de ton­te­ras imi­tan­do pobre­men­te a los clá­si­cos Bolly­wood de la cine­ma­to­gra­fía india. En resu­men, ésta es una des­lu­ci­da come­dia deci­di­da­men­te pres­cin­di­ble. Jor­ge Gutman