Islá­mi­ca Radicalización

AMAL. Bél­gi­ca, 2023. Un film de Jawad Rha­lib. 107 minutos

En el mar­co de un film de fic­ción con tono docu­men­tal el rea­li­za­dor Jawad Rha­lib efec­túa una seve­ra crí­ti­ca al fun­da­men­ta­lis­mo islá­mi­co a la vez que abo­gan­do por la liber­tad de expresión

Lub­na Azabal

El guión del cineas­ta escri­to con David Lam­bert y Chloe Léo­nil ubi­ca la acción en Bru­se­las intro­du­cien­do a Amal (Lub­na Aza­bal), una pro­fe­so­ra de lite­ra­tu­ra en un esta­ble­ci­mien­to de ense­ñan­za media. Apa­sio­na­da del ejer­ci­cio de la docen­cia, tra­ta de ins­pi­rar en sus alum­nos la impor­tan­cia de la lec­tu­ra como así tam­bién el dere­cho a expre­sar su opi­nión sin tapu­jo alguno.

Sin embar­go el ambien­te estu­dian­til en la sala de cla­se se encuen­tra un tan­to enra­re­ci­do a cau­sa de la diver­si­dad de opi­nio­nes, sobre todo en mate­ria de la reli­gio­si­dad musul­ma­na y en lo que a la homo­se­xua­li­dad se refie­re; eso se mani­fies­ta con la intros­pec­ti­va alum­na Monia (Ken­za Ben­bouch­ta) de con­fe­sión musul­ma­na; con­fron­tan­do su dife­ren­te orien­ta­ción sexual, ella está suje­ta al des­pre­cio y aco­so por par­te de algu­nos de sus com­pa­ñe­ros de aula musul­ma­nes, sobre todo por Jali­la (Ethe­lle Gon­zá­lez Lar­dued), que es la más agre­si­va y nutri­da de nefas­to extre­mis­mo en su cre­do religioso.

Aun­que Amal es res­pe­ta­da por la direc­to­ra de la escue­la (Cathe­ri­ne Salée) y por varios de sus cole­gas, no obs­tan­te man­tie­ne un enfren­ta­mien­to no disi­mu­la­do con el pro­fe­sor Nabil (Fabri­zio Ron­gio­ne) quien tenien­do a su car­go la cáte­dra de reli­gión es un imán con­ver­so, adoc­tri­nan­do a sus alum­nos con una odio­sa inter­pre­ta­ción de los prin­ci­pios sus­ten­ta­dos en el Corán.

La situa­ción alcan­za un alto nivel de ten­sión cuan­do Amal pre­sen­ta en su cla­se algu­nas de las obras de Abu Nuwas, renom­bra­do poe­ta hedo­nis­ta musul­mán del octa­vo siglo que hacien­do refe­ren­cia a la liber­tad sexual desa­fió a las auto­ri­da­des reli­gio­sas de su épo­ca. Eso ori­gi­na una espe­cie de revuel­ta en algu­nos de los estu­dian­tes moti­van­do que las que­jas lle­ga­ran a oído de sus padres quie­nes no desean que sus hijos pue­dan ser influi­dos con los pre­cep­tos sus­ten­ta­dos por el escri­tor. Si bien la escue­la rehú­sa en prin­ci­pio a acep­tar el pedi­do de dichos padres de no seguir abor­dan­do al autor, en últi­ma ins­tan­cia la direc­to­ra soli­ci­ta a Amal que deje de con­si­de­rar a Nuwas para cal­mar los áni­mos. Con todo, en la medi­da que la pro­fe­so­ra es una ardien­te defen­so­ra del lai­cis­mo y con­ven­ci­da de que la edu­ca­ción esco­lar cons­ti­tu­ye la vía para que los alum­nos pue­dan abor­dar al mun­do en que viven con mayor tole­ran­cia y ampli­tud, la cen­su­ra adop­ta­da la des­co­ra­zo­na creán­do­le un pode­ro­so impac­to emocional.

Jawaad Rha­lib que es musul­mán, de modo alguno ata­ca al Islam sino a quie­nes lo des­vir­túan des­tru­yen­do los pre­cep­tos del mis­mo. En tal sen­ti­do. su sobria narra­ción expues­ta con nota­ble auten­ti­ci­dad ilus­tra has­ta dón­de pue­de con­du­cir el cie­go fana­tis­mo de la fe cuan­do el odio se impo­ne a la razón. Den­tro del cali­fi­ca­do elen­co, la actriz Aza­bal que se con­sa­gró con su inter­ven­ción en el emo­ti­vo film marro­quí Le Bleu du Caf­tan (2022) aquí nue­va­men­te demues­tra su talen­to trans­mi­tien­do con­mo­ve­do­ra­men­te los ava­ta­res de una hones­ta docen­te que por sus con­vic­cio­nes de libre pen­sa­do­ra que­da ais­la­da del medio que la rodea.

En con­clu­sión, el espec­ta­dor asis­te a un vibran­te rela­to que resul­ta muy opor­tuno en el momen­to actual en que se vive don­de el denun­ciar la for­ma que pue­de adop­tar el oscu­ran­tis­mo reli­gio­so, sir­va en últi­ma ins­tan­cia como medio de com­ba­tir la isla­mo­fo­bia. Jor­ge Gutman

Las Tres Hijas

HIS THREE DAUGH­TERS. Esta­dos Uni­dos, 2023. Un film escri­to y diri­gi­do por Aza­zel Jacobs. 101 minu­tos. Dis­po­ni­ble en Netflix

Como ya se ha vis­to en ante­rio­res opor­tu­ni­da­des, Net­flix no solo ofre­ce pelí­cu­las con­ven­cio­na­les, sino que al pro­pio tiem­po apor­ta fil­mes de un supe­rior nivel de cali­dad, como His Three Daugh­ters, un remar­ca­ble dra­ma fami­liar escri­to y diri­gi­do por Aza­zel Jacobs.

Más de una vez el cine ha con­si­de­ra­do las difi­cul­ta­des que pue­den gene­rar­se entre los inte­gran­tes de una fami­lia y aun­que en este film el direc­tor tran­si­ta por ese tema, al hacer­lo ha teni­do la pre­cau­ción de efec­tuar una exce­len­te des­crip­ción del trío pro­ta­gó­ni­co per­mi­tien­do que en momen­to alguno se per­ci­ba que su rela­to sea ficcional.

La tra­ma que se desa­rro­lla en un depar­ta­men­to del bajo Manhat­tan de New York reúne a tres her­ma­nas adul­tas que sin haber­se fre­cuen­ta­do lo sufi­cien­te, la enfer­me­dad ter­mi­nal de su padre Vin­cent (Jay O. San­ders) las reúne para asis­tir­lo en lo que se supo­ne que serán los últi­mos días de su existencia.

Natasha Lyon­ne, Eli­za­beth Olsen y Carrie Coon

Las hijas del títu­lo son la mayor Katie (Carrie Coon), la del medio Rachel (Natasha Lyon­ne) y Chris­ti­na (Eli­za­beth Olsen), la menor. Cada una de ellas res­pon­de a una per­so­na­li­dad deci­di­da­men­te dife­ren­te. Katie, una pro­fe­sio­nal y madre de una ado­les­cen­te vivien­do en Brooklyn, es quien asu­me las deci­sio­nes y per­ma­ne­ce en eter­na con­fron­ta­ción con Rachel, en tan­to que par­te del tiem­po man­tie­ne con­tac­tos tele­fó­ni­cos con su ado­les­cen­te hija rebel­de; Rachel lle­va una vida caó­ti­ca y des­or­de­na­da con la pro­pen­sión a fumar porros y ver pro­gra­mas depor­ti­vos en la tele­vi­sión y es quien habi­ta con su padre y lo cui­da; por su par­te Chris­ti­na, que pasa par­te del tiem­po comu­ni­cán­do­se por telé­fono con su mari­do y su peque­ña hija resi­dien­do en la zona oes­te del país, es quien tra­ta de adop­tar un tono más repo­sa­do y de con­ci­lia­ción fren­te a los roces pro­du­ci­dos entre sus dos her­ma­nas. Hay otros per­so­na­jes secun­da­rios que inter­vie­nen, entre ellos el pro­fe­sio­nal (Rudy Gal­van) que tie­ne a su car­go los cui­da­dos palia­ti­vos del enfer­mo y el novio (Jovan Ade­po) de Rachel, que Katie no ve con bue­nos ojos que visi­te el hogar.

Con el trans­cur­so del rela­to la ten­sión va aumen­tan­do en la medi­da que se pro­lon­ga la con­vi­ven­cia for­za­da entre las her­ma­nas, don­de van sur­gien­do resen­ti­mien­tos y frus­tra­cio­nes vin­cu­la­dos con situa­cio­nes del pasa­do que no han que­da­do resuel­tas; es así que lle­ga el momen­to de sal­dar esas deu­das y eso acon­te­ce con el dece­so del padre que­dan­do abier­to el camino de la reconciliación.

El rela­to trans­cu­rre prác­ti­ca­men­te en el depar­ta­men­to de Rachel, sal­vo en los esca­sos momen­tos en que ella sale al exte­rior para fumar sus ciga­rros. .Si bien el film se ase­me­ja al de una obra tea­tral fil­ma­da, la claus­tro­fo­bia jamás es per­ci­bi­da; eso se debe a que el guión de Jacobs está nutri­do de enri­que­ce­do­res diá­lo­gos que per­mi­ten que el inter­cam­bio que se sus­ci­ta entre las tres her­ma­nas resul­ten con­vin­cen­te­men­te realistas .

El cineas­ta ha con­vo­ca­do a tres talen­to­sas actri­ces don­de tan­to Coon, como Lyon­ne e igual­men­te Olsen se han des­per­so­na­li­za­do por com­ple­to para asu­mir en cuer­po y alma el rol que les ha toca­do carac­te­ri­zar; eso que­da aún más resal­ta­do por la mag­ní­fi­ca foto­gra­fía de Sam Levy cap­tan­do las expre­sio­nes de cada una de las her­ma­nas mien­tras interactúan.

Dicho lo que pre­ce­de, Jacobs ofre­ce un autén­ti­co aná­li­sis de la com­ple­ji­dad que pue­den adop­tar las rela­cio­nes de fami­lia y con tal pro­pó­si­to logra una muy bue­na pelí­cu­la que emo­cio­na y cau­ti­va al espec­ta­dor. Jor­ge Gutman

Un Ver­gon­zo­so Pasado

SUGAR­CA­NE. Esta­dos Uni­dos-Cana­dá, 2024. Un docu­men­tal de Julian Bra­ve Noi­se­Cat y Emily Kas­sie. 106 minutos.

Den­tro de los mejo­res docu­men­ta­les estre­na­dos en el año en cur­so, cier­ta­men­te Sugar­ca­ne es uno de ellos. Remar­ca­ble­men­te diri­gi­do por Julian Bra­ve Noi­se­Cat y Emily Kas­sie el film cala hon­da­men­te en el áni­mo de la audien­cia al abor­dar un abo­mi­na­ble tema vin­cu­la­do con la comu­ni­dad autóc­to­na de Canadá.

Una esce­na de SUGARCANE

Comen­zan­do en 1894, el gobierno cana­dien­se sepa­ró a chi­cos indí­ge­nas de sus fami­lias for­zán­do­los a asis­tir a las escue­las resi­den­cia­les.. Dichos esta­ble­ci­mien­tos tenían el pro­pó­si­to de des­arrai­gar a sus asis­ten­tes de la cul­tu­ra nati­va para ser adoc­tri­na­dos a la cul­tu­ra pre­va­le­cien­te en Cana­dá. Cabe seña­lar que esos cole­gios estu­vie­ron mane­ja­dos por la Igle­sia Cató­li­ca y que por muchos años, los alum­nos se refi­rie­ron sobre com­pa­ñe­ros desaparecidos.

Lo ate­rra­dor de esta situa­ción es que los crí­me­nes de la Igle­sia no habían sido ocul­ta­dos y sin embar­go el civi­li­za­do mun­do occi­den­tal no se pro­nun­ció al res­pec­to has­ta que en 2021 se des­cu­brie­ron en Cana­dá fosas clan­des­ti­nas no iden­ti­fi­ca­das don­de fue­ron sepul­ta­dos muchos niños de dichas escuelas.

Dicho lo que ante­ce­de es impor­tan­te des­ta­car que el rea­li­za­dor Noi­se­Cat ha sido uno de los que indi­rec­ta­men­te sufrie­ron el escar­nio vivi­do por sus fami­lia­res dado que su padre Ed, naci­do en 1959, ha sido el úni­co sobre­vi­vien­te de quie­nes fue­ron intro­du­ci­dos en el ces­to de basu­ra des­ti­na­do a la incineración.

A tra­vés de la minu­cio­sa labor de inves­ti­ga­ción rea­li­za­da por Whit­ney Spea­ring y Char­le­ne Belleau el docu­men­tal se cen­tra espe­cial­men­te en los tes­ti­mo­nios ofre­ci­dos por anti­guos alum­nos de la misión St. Joseph de Williams Lake en la pro­vin­cia de Bri­tish Colum­bia. Es así que se tie­ne opor­tu­ni­dad de asis­tir al tes­ti­mo­nio brin­da­do por varios sobre­vi­vien­tes de dicha misión inclu­yen­do entre otros a Larry Emi­le, Jean William, Laird Archie, Ceci­lia Paul y el del tes­ti­go Wes­ley Jackson.

En el rela­to adquie­ren gra­vi­ta­ción espe­cial los comen­ta­rios de Roger Gil­bert (apo­da­do Rick), anti­guo jefe de las Pri­me­ras Nacio­nes y devo­to cató­li­co, quien se refie­re sobre los crue­les pro­ce­di­mien­tos que han sido some­ti­dos los esco­la­res, inclu­yen­do la tor­tu­ra, infan­ti­ci­dio e inclu­so la vio­la­ción ejer­ci­da por los sacer­do­tes de turno; así, el mani­fes­tó que nació como con­se­cuen­cia de que su madre había sido abu­sa­da sexual­men­te por un repre­sen­tan­te de la San­ta Iglesia.

Como ges­to de recon­ci­lia­ción el Vati­cano invi­tó en 2022 a repre­sen­tan­tes de las nume­ro­sas comu­ni­da­des autóc­to­nas inclu­yen­do a Gil­bert, para una audien­cia con el Papa. En dicho encuen­tro el Sumo Pon­tí­fi­ce expre­sa su pesar de que miem­bros de la Igle­sia hayan come­ti­do seme­jan­tes crí­me­nes; en todo caso no obs­tan­te que para Rick eso cons­ti­tu­ye un cier­to con­sue­lo, lo expre­sa­do por el San­to Padre no es más que un ges­to polí­ti­ca­men­te correc­to pero sin que ofre­cie­ra com­pen­sa­ción algu­na por los igno­mi­nio­sos peca­dos del clero.

Denun­cian­do una atroz reali­dad, los docu­men­ta­lis­tas brin­dan un con­mo­ve­dor docu­men­to inob­je­ta­ble­men­te rea­li­za­do que gene­ra un sen­ti­mien­to de pro­fun­da indig­na­ción fren­te a los atro­pe­llos cometidos.

En los cré­di­tos fina­les se lee que hubo 139 escue­las resi­den­cia­les fede­ral­men­te finan­cia­das en Cana­dá y 408 en Esta­dos Uni­dos en don­de recién en 1997 se pro­du­jo el cie­rre del últi­mo refor­ma­to­rio. La inves­ti­ga­ción rea­li­za­da reve­ló una ten­den­cia de infan­ti­ci­dio que real­men­te estremece.

El docu­men­tal está dedi­ca­do a todos los niños y niñas que fue­ron envia­dos a la misión St. Joseph per­te­ne­cien­tes a las nume­ro­sas comu­ni­da­des autóc­to­nas y a la memo­ria de Rick Gil­bert que falle­ció poco des­pués de haber con­clui­do la fil­ma­ción. Jor­ge Gutman

Una Excep­cio­nal Fotógrafa

LEE. Gran Bre­ta­ña, 2023. Un film de Ellen Kuras. 116 minutos

Para quie­nes no oye­ron hablar de Eli­za­beth Lee Miller (1907 – 1977), este pri­mer lar­go­me­tra­je de Ellen Kuras per­mi­te cono­cer impor­tan­tes aspec­tos de la vida de esta gran fotó­gra­fa ame­ri­ca­na que se des­ta­có foto­gra­fian­do las horro­ro­sas imá­ge­nes de la segun­da gue­rra mun­dial que azo­tó a Europa.

Kate Wins­let en LEE

La galar­do­na­da actriz Kate Wins­let encar­na a Lee, quien en la déca­da del 20 había sido una exi­to­sa mode­lo en la ciu­dad de Nue­va York, pero que pre­fi­rió abor­dar la foto­gra­fía, tras­la­dán­do­se pos­te­rior­men­te a París. El guión de Liz Han­nah, John Collee y Marion Hume ubi­ca la acción en 1977 en una peque­ña ciu­dad de Ingla­te­rra don­de la artis­ta vivió sus últi­mos años; allí ella es repor­tea­da por un joven perio­dis­ta (Josh O’ Con­nor), curio­so de impo­ner­se sobre su vida per­so­nal y pro­fe­sio­nal. Pasan­do revis­ta a su memo­ria la madu­ra mujer comien­za su rela­to que está expues­to a tra­vés de flashbacks.

En 1938 la fotó­gra­fa se halla en Fran­cia dis­fru­tan­do de los días solea­dos y almor­zan­do con sus amis­ta­des inclu­yen­do a Nusch (Noé­mie Mer­lant), Solan­ge (Marion Coti­llard) y el crí­ti­co y colec­cio­nis­ta de arte Roland Pen­ro­se (Ale­xan­der Skars­gard) quien lle­ga­ría a ser su mari­do. La situa­ción cobra un vuel­co deci­si­vo con la ame­na­za de gue­rra que se ave­ci­na y cuan­do la mis­ma comien­za a esta­llar, ella y Roland se tras­la­dan a Ingla­te­rra. En Lon­dres Lee comien­za a tra­ba­jar como fotó­gra­fa para la edi­ción bri­tá­ni­ca de la revis­ta Vogue don­de su super­vi­so­ra Audrey (Andrea Rise­bo­rough) le enco­mien­da cap­tar lo que está ocu­rrien­do en Ingla­te­rra; si bien sien­te frus­tra­ción al no ser­le per­mi­ti­do actuar como fotó­gra­fa perio­dis­ta en el fren­te béli­co, su deter­mi­na­ción y empu­je hará que even­tual­men­te sea acre­di­ta­da como corres­pon­sal de gue­rra y repor­te­ra de lo que está aconteciendo.

De retorno a París sin la com­pa­ñía de su mari­do, en los cam­pos de bata­lla cono­ce al fotó­gra­fo David Scher­man (Andy Sam­berg), corres­pon­sal de la revis­ta Life, con quien enta­bla una cor­dial rela­ción como asi­mis­mo tra­ba­jan­do con­jun­ta­men­te. Entre las pro­mi­nen­tes imá­ge­nes que Lee va cap­tan­do figu­ran las con­se­cuen­cias del napalm en el ase­dio de Saint Malo, la bata­lla de Alsa­cia, la atro­ci­dad regis­tra­da en los cam­pos de con­cen­tra­ción de Dachau y Buchen­wald así como la libe­ra­ción de París al final del con­flic­to. A todo ello, una icó­ni­ca foto es la regis­tra­da por Scher­man cap­tan­do a Lee en la bañe­ra de Hitler, pre­ci­sa­men­te el 30 de abril de 1945, el día en que él se sui­ci­dó en Berlín.

Sin entrar a con­si­de­rar cómo con­clu­ye esta his­to­ria en don­de se pro­du­ce una sor­pren­den­te reve­la­ción que no resul­ta con­du­cen­te con lo que se ha vis­to al prin­ci­pio del film, el mis­mo es meri­to­rio, espe­cial­men­te en lo con­cer­nien­te al nivel de actua­ción: Den­tro de un com­pe­ten­te elen­co sobre­sa­le la extra­or­di­na­ria inter­pre­ta­ción que Wins­let ofre­ce de la pro­ta­go­nis­ta de esta his­to­ria. La talen­to­sa intér­pre­te trans­mi­te con devo­ción la apa­sio­na­da labor des­ple­ga­da por la caris­má­ti­ca y cáli­da Lee que no se deja ame­dren­tar en un mun­do gene­ral­men­te reser­va­do a su con­tra­par­te mas­cu­li­na; mos­tran­do una vita­li­dad y un cora­je a toda prue­ba. Wins­let asi­mis­mo refle­ja la fra­gi­li­dad que Lee evi­den­cia en su ros­tro por la reper­cu­sión emo­cio­nal gene­ra­da al haber tes­ti­mo­nia­do los horro­res de la guerra.

Glo­bal­men­te con­si­de­ra­do, sin lle­gar a un nivel de excep­ción, la novel direc­to­ra ofre­ce un buen retra­to femi­nis­ta evi­den­cian­do el cora­je y valen­tía de la pro­ta­go­nis­ta, al pro­pio tiem­po que demues­tra que no exis­te dife­ren­cia gené­ri­ca algu­na para asu­mir ries­go­sos desa­fíos. Jor­ge Gutman

Un Can­to a la Amistad

WILL & HAR­PER. Esta­dos Uni­dos, 2024. Un docu­men­tal de Josh Green­baum. 114 min­lu­tos. Dis­po­ni­ble en Netflix

La face­ta lumi­no­sa de la con­di­ción huma­na que­da resal­ta­da en Will & Har­per, el can­do­ro­so docu­men­tal de Josh Greenbaum.

Will Ferrell y Har­per Steele

El docu­men­ta­lis­ta enfo­ca a Will Ferrell y Har­per Stee­le, dos per­so­nas que han cimen­ta­do un gran víncu­lo amis­to­so des­de que en 1995 el popu­lar actor adqui­rió gran popu­la­ri­dad en el emble­má­ti­co pro­gra­ma tele­vi­si­vo Satur­day Night Live agra­cia­do en gran par­te por los jugo­sos libre­tos escri­tos por Stee­le. Des­pués de que en 2022 Har­per, a la sazón de 61 años, le comu­ni­ca a su ami­go su tran­si­ción gené­ri­ca, ambos resuel­ven efec­tuar un via­je en carre­te­ra a tra­vés de Esta­dos Uni­dos comen­zan­do en New York y tenien­do como des­tino final Los Ángeles.

Ese via­je de 16 días con Har­per con­du­cien­do su vehícu­lo gene­ra un víncu­lo ínti­mo en don­de ella en una nue­va visión de sí mis­ma le va expo­nien­do cómo des­de lar­go tiem­po deseó adop­tar esa dife­ren­te iden­ti­dad gené­ri­ca, en tan­to que él median­te pre­gun­tas sutil­men­te expues­tas va iden­ti­fi­cán­do­se con la moti­va­ción y emo­cio­nes que aho­ra vive su gran ami­ga. Todo ese pro­ce­so en el que Har­per obser­va el mun­do que la rodea en su nue­va con­di­ción adquie­re en el rela­to momen­tos de con­si­de­ra­ble ter­nu­ra. Si bien los via­je­ros mati­zan el tra­yec­to median­te situa­cio­nes joco­sas en el inter­cam­bio de chis­tes, los mis­mos están inter­ca­la­dos con temas más serios como cuan­do ella le lee extrac­tos de su dia­rio per­so­nal escri­to antes de su tran­si­ción don­de refle­ja su vul­ne­ra­bi­li­dad fren­te a la deci­sión adoptada.

Sin nece­si­dad de deta­llar las alter­na­ti­vas vivi­das en cada para­da que rea­li­zan a lo lar­go de ese reco­rri­do, inclu­yen­do bares y res­tau­ran­tes en las ciu­da­des que atra­vie­san, ese peri­plo nutri­do de con­fi­den­cias recí­pro­cas adquie­re un carác­ter deci­di­da­men­te ínti­mo en don­de que­da refren­da­do la pro­fun­da amis­tad que les envuelve.

El film des­ti­la con­si­de­ra­ble emo­ción que que­da resal­ta­da en una con­mo­ve­do­ra esce­na cuan­do al visi­tar el Grand Can­yon se topan con una tera­peu­ta que lamen­ta no haber sido de gran ayu­da hacia un clien­te transgénero.

En momen­tos en que la tran­se­xua­li­dad adquie­re una ten­sión que se va incre­men­tan­do en la épo­ca en que vivi­mos es esti­mu­lan­te apre­ciar la exis­ten­cia de pelí­cu­las como la comen­ta­da que con­tri­bu­ye a huma­ni­zar y empa­ti­zar con quie­nes habien­do expe­ri­men­ta­do la desa­zón de no poder iden­ti­fi­car­se con el sexo asig­na­do al nacer adop­tan la audaz reso­lu­ción del cam­bio genérico.

Median­te una sen­ci­lla a la vez que entra­ña­ble narra­ti­va Green­baum ha logra­do un film de cabal hones­ti­dad per­mi­tien­do que la audien­cia pue­da ple­na­men­te iden­ti­fi­car­se con dos seres dis­pues­tos a soli­da­ri­zar y apo­yar­se incon­di­cio­nal­men­te cua­les­quie­ra sean las situa­cio­nes que deban enfren­tar. En últi­ma ins­tan­cia, este docu­men­tal cons­ti­tu­ye un bello tri­bu­to a la amis­tad. Jor­ge Gutman