Cele­bran­do a Bus­ter Keaton

THE GREAT BUS­TER: A CELE­BRA­TION. Esta­dos Uni­dos, 2018. Un film escri­to y diri­gi­do por Peter Bogdanovich

El direc­tor Peter Gog­da­no­vich ofre­ce en este docu­men­tal un mere­ci­do tri­bu­to a Bus­ter Kea­ton. Cier­ta­men­te el film habrá de satis­fa­cer a los estu­dio­sos del cine como así tam­bién a las nue­vas gene­ra­cio­nes de ciné­fi­los des­cu­brien­do al gran cómi­co y rea­li­za­dor americano.

Bus­ter Keaton

Naci­do en 1895, con tan solo 4 años ya enfren­ta­ba al públi­co en un espec­tácu­lo de vode­vil que ani­mó jun­to a sus padres, don­de pasó a ser la estre­lla del mis­mo, demos­tran­do des­de enton­ces su inna­ta des­tre­za visual.

Su carre­ra cine­ma­to­grá­fi­ca comien­za en Nue­va York en 1917 cuan­do entra en con­tac­to con Ros­coe Arbuc­kle que era un direc­tor muy popu­lar de ese enton­ces, y jun­to a él efec­túa su debut como actor en cortometrajes.

Ape­lan­do a la come­dia físi­ca y con su ros­tro inex­pre­si­vo por el que fue apo­da­do “cara de pie­dra”, Kea­ton des­ple­ga­ba un humor pecu­liar a la vez que en algu­nos casos arries­ga­ba su pro­pio cuer­po efec­tuan­do gigan­tes­cos sal­tos don­de hoy día podría haber sido uno de los increí­bles acró­ba­tas del Cir­que du Soleil. Si bien los fac­to­res cita­dos con­tri­bu­ye­ron a su gran éxi­to en esa épo­ca del cine mudo, su pres­ti­gio se reafir­ma cuan­do des­de 1923 a 1928 ade­más de su con­di­ción de actor se ubi­ca detrás de la cáma­ra como rea­li­za­dor demos­tran­do su crea­ti­vi­dad y madu­rez pro­fe­sio­nal. Entre esas remar­ca­bles pelí­cu­las en las que diri­ge y actúa se des­ta­can The Navi­ga­tor, Seven Chan­ces, Go West, Battling But­ter y fun­da­men­tal­men­te The Gene­ral, con­si­de­ra­da su obra maestra.

Al perío­do de glo­ria men­cio­na­do segui­ría otro muy dife­ren­te en el que el gran artis­ta admi­tió haber come­ti­do un gra­ve error ´por haber acep­ta­do un con­tra­to con la MGM; ese víncu­lo sig­ni­fi­có la inca­pa­ci­dad de diri­gir sus pelí­cu­las y haber per­di­do su liber­tad artís­ti­ca en el con­trol de las mis­mas; ade­más, con el adve­ni­mien­to del cine sono­ro no supo cómo adap­tar­se a ese gran cam­bio y eso le pro­du­jo una gran frus­tra­ción lo que uni­do a situa­cio­nes no gra­tas de su vida fami­liar moti­vó su adic­ción a la bebi­da. Con todo, las difi­cul­ta­des apun­ta­das no impi­die­ron que Kea­ton pro­si­guie­ra su carre­ra aun­que sin la rele­van­cia logra­da duran­te la épo­ca del cine mudo; así par­ti­ci­pó en un cameo en Sun­set Bou­le­vardLime­light don­de por pri­me­ra y úni­ca vez actuó al lado de Char­les Cha­plin, el otro inmor­tal genio de la come­dia, Around the World in Eighty Day inte­gran­do un repar­to mul­ti­es­te­lar, has­ta su apa­ri­ción final en A Funny Thing Hap­pe­ned on the Way to the Forum.

Ade­más del rela­to bio­grá­fi­co, Bog­da­no­vich lo com­ple­men­ta con impor­tan­te mate­rial de archi­vo y sobre todo con extrac­tos de varias de las pelí­cu­las de su abun­dan­te fil­mo­gra­fía que inclu­ye 149 cor­tos y lar­go­me­tra­jes como actor. Simul­tá­nea­men­te, el direc­tor se nutre de los tes­ti­mo­nios de varias cabe­zas par­lan­tes quie­nes elo­gio­sa­men­te se refie­ren al gran cómi­co. Entre los comen­ta­ris­tas se encuen­tran entre otros, Orson Welles, Quen­tin Taran­tino, Dick Van Dyke, Richard Lewis, Carl Reiner, Cybill Shepherd, Nor­man Lloyd, Mel Brooks y Wer­ner Herzog,

Final­men­te el rea­li­za­dor resal­ta la últi­ma apa­ri­ción públi­ca de Kea­ton en el Fes­ti­val de Vene­cia en sep­tiem­bre de 1965 don­de reci­bió una extra­or­di­na­ria ova­ción de los asis­ten­tes, a esca­sos cin­co meses antes de su muer­te acae­ci­da el 1 de febre­ro de 1966 a los 70 años de edad.

He aquí, un muy buen docu­men­tal que adquie­re la for­ma de una car­ta de amor de Bog­da­no­vich al remar­ca­ble cómi­co que no supo reír pero que pro­vo­ca­ba gran­des car­ca­ja­das del públi­co que lo con­tem­pla­ba. Sin duda, des­de el más allá Bus­ter Kea­ton le que­da agra­de­ci­do. Jor­ge Gutman