ALLTHAT I AM. Noruega-Dinamarca, 2020. Un film de Tone Grottjord-Gleene
Tratado en varias oportunidades por el cine, la directora Tone Grottjord-Gleene vuelve a considerar el espinoso tema de la pedofilia en este dramático y conmovedor documental que transcurre en Noruega.
Emilie Andrea
Hace algunos años la realizadora se impuso de una serie de casos judiciales acerca del abuso de menores que tuvieron lugar en el país. Uno de los hechos que más la sorprendió es que la reacción de las víctimas se hizo notar más de una década y media después de lo acontecido. Es así que eso la ha inspirado para ubicar a alguien sobreviviente de esta dolorosa experiencia y después de conversaciones mantenidas con diferentes agencias que tratan estos casos, una de las mismas le permitió entrar en contacto con Emilie Andrea Franklin Dahl, una joven adolescente de 18 años que ha sido atormentada en su infancia.
Después de haber sido sexualmente vejada por su padrastro desde los 6 hasta los 12 años de edad ella retorna a su hogar con la esperanza de emprender un nuevo capítulo de su vida con su madre y hermanastras dejando atrás su triste infancia y adolescencia. En el trato que la documentalista mantiene con Emilie, no procura indagar en su pasado sino en el presente aunque de alguna manera es difícil dejarlo de lado. Con suma delicadeza y fina sensibilidad femenina, la directora deja que su entrevistada se exprese libremente, transmitiendo su trauma reflejado en depresión, lastimosas pesadillas, ataques de pánico y cruciales temores de que su padrastro que se encuentra en prisión pero próximo a gozar de libertad pueda emerger nuevamente persiguiéndola. El lado positivo de esta historia se manifiesta en la inclinación de Emilie hacia la escritura lo que unido a obtener una educación formal y apoyada por las sesiones de terapia le permitirán reintegrarse a la sociedad en su transición hacia la vida adulta.
En todo momento esta vulnerable adolescente obtiene la empatía del espectador al admirar su valentía para abrirse y ventilar el oprobio del cual ha sido objeto en su niñez. A todo eso, se observa cómo su madre y sus hermanastras tratan de que ella les perdone por no haber sido conscientes de ver y reaccionar en su momento lo que durante tanto tiempo Emilie ha padecido.
En esencia, All That I Am es un muy emotivo documental que merece su visión durante su presentación en la presente edición virtual de Hot Docs (hotdocs.ca).
ADULTSINTHEROOM. Grecia, 2019. Un film escrito y dirigido por Costa-Gavras (Disponible en la plataforma cinemaduparc.com)
Siempre comprometido con un cine sociopolítico, el veterano realizador Costa-Gavras retorna a Grecia para reproducir dramáticamente la crisis de 2015 que afectó al país como integrante de la Unión Europea. Con Adults in the Room el realizador permite al espectador acceder a los entretelones de ese club comunitario y observar lo que acontece durante las reuniones celebradas por quienes se encargan de dirigir y decidir los destinos de los países que forman parte del mismo.
Christos Loulis
Como es bien sabido Grecia, uno de los países económicamente menos sólidos de la Unión, en ese entonces había llegado a un estado crítico al no poder seguir aceptando las restricciones económicas impuestas a su pueblo. Es así que con el nuevo gobierno de izquierda encabezado por el Primer Ministro Alexis Tsipras (Alexandros Bourdoumis) se aguardaba que vientos sociales más favorables soplarían en el estado heleno. Es así que Yanis Varoufakis (Christos Loulis)., el ministro de finanzas designado, tuvo a su cargo la delicada y difícil misión de encarar la crisis griega y rechazar las presiones de austeridad exigidas por los burócratas de la Comunidad.
Basado en las memorias vertidas por Varoufakis en su libro autobiográfico Adults in the Room: My Battle With Europe’s Deep Establishment de 2017, el realizador prácticamente reproduce su contenido ilustrando el enfrentamiento de su autor con los ministros de economía de las naciones de Europa, miembros del Banco Central Europeo y funcionarios del Fondo Monetario Internacional para lograr la modificación de los términos de pago de la inmensa deuda de su país sin tener que continuar comprimiendo los bolsillos de sus conciudadanos. Todo ello tiene lugar en las innumerables reuniones realizadas por el ministro con los jerarcas de turno de la Unión Europea a fin de evitar un colapso monetario que no solo perjudicaría a Grecia sino que eventualmente podría afectar a otros miembros de la asociación de menor envergadura económica. Como en toda negociación, se produce el “tira y afloje” de los participantes involucrados donde Varoufakis debe enfrentar al “establishment” que desea seguir aplicando recortes sociales. La gran frustración del ministro se produce cuando a la postre Tsipras termina aceptando las condiciones impuestas por la Comisión Europea, el Banco Central y el Fondo Monetario, lo que condujo a la renuncia de Varoufakis después de 5 meses y medio al frente del ministerio.
En esencia, Costa-Gavras ilustra cómo la mayoría de los participantes en la sala de sesiones, ignorando todo rasgo de sensibilidad humana, se preocupa más de los fríos números arrojados por los estados financieros que de la miseria sufrida por el pueblo; en otras palabras queda evidenciado el capitalismo rampante que impera en el accionar de los burócratas de la Comunidad.
La observación que merece este documento es que su exhaustivo diálogo unido a la repetición de los continuados debates afectan en parte su ritmo; en todo caso aunque se trate de una obra menor del realizador de Z y Estado de Sitio, su honesto trabajo siempre interesa y eso es lo que realmente cuenta para el cinéfilo. Jorge Gutman
THEWAYBACK. Estados Unidos, 2020. Un film de Gavin O’Connor
El realizador Gavin O’Connor narra en The Way Back una historia personal de redención, superación y esperanza vinculado con el deporte. Sin ser excepcional, esta película reúne los elementos necesarios para que la audiencia pueda empatizar plenamente con el personaje principal.
Ben Affleck
Así como en muchos casos un film está nutrido de la experiencia vivida por su realizador, en este caso podría afirmarse que Ben Affleck como protagonista aquí vuelca los avatares atravesados en su vida personal. El actor anima a Jack Cunningham, un empedernido alcohólico que trabaja como obrero de la construcción en San Pedro, una comunidad de la ciudad de Los Ángeles. Si bien mientras estaba cursando sus estudios secundarios se destacó como brillante jugador de básquet, hoy día representa al típico hombre perdedor y frustrado por no haber logrado lo que se proponía. Eso se debe en gran parte a una triste experiencia vivida en el pasado que trajo como consecuencia la ruptura de su matrimonio al haberlo dejado su esposa (Janina Gavankar) y su fuerte dependencia del alcohol.
Inesperadamente su suerte cambia al recibir un llamado de la escuela donde estudiaba solicitándole que adiestre a sus jóvenes basquetbolistas dado que el director técnico que estaba a cargo sufrió un ataque cardíaco. Con ciertas dudas al principio, finalmente Jack acepta el cargo y es ahí que su asistente (Al Madrigal) le hace ver que el equipo escolar dista de estar en forma para poder competir. Frente a ese desafío Jack se siente estimulado en preparar a los muchachos teniendo en cuenta que existe en ellos un talento potencial pero lo que les falta es la disciplina necesaria que requiere este deporte y una estrategia clara y precisa para triunfar en los torneos.
En su tarea como novel entrenador logra que los jóvenes a través del esfuerzo que realizan se sientan incentivados y aumenten su autoestima al ir adquiriendo la confianza necesaria para competir; a todo ello, el afecto que recibe del grupo motiva a que Jack encuentre un nuevo sentido a su existencia y vuelva a recuperar la entereza perdida. En todo caso es cuestión de comprobar si realmente Jack en esta segunda oportunidad que le brinda la vida puede liberarse por completo de sus demonios interiores y lograr su redención.
Aunque el guión de Brad Ingelsby y de O’Connor transita por un terreno que resulta familiar, el mismo evita los clisés del género permitiendo en cambio que la historia narrada sin apelar a sentimentalismos forzados llegue a cundir; eso es debido en gran parte a Affleck quien adentrándose vivamente en la piel de su personaje transmite con completa convicción los momentos de desesperación así como lo que alberga la mente de un alcohólico.
Este film que acababa de estrenarse en marzo, pocos días antes del cierre de las salas de cine, es factible de apreciarlo en VOD a través de diferentes plataformas de streaming así como mediante el video lanzado al mercado recientemente por Warner Bros Home Entertainment en los formatos Blu-Ray y DVD. Jorge Gutman
Debido a la dramática pandemia el Toronto Jewish Film Festival (TJFF) resolvió realizar su 28ª edición en dos partes: la primera de las mismas se difundirá en línea desde el 30 de mayo hasta el 7 de junio; la segunda mitad será ofrecida en las salas de cine entre el 22 de octubre y el 1 de noviembre próximo
En esta primera presentación se ofrecerán 39 películas, incluyendo ficción, documentales y cortometrajes, que abarcan una variedad de géneros tendientes a satisfacer las expectativas de la vasta audiencia que desde 1993 ha disfrutado de esta muestra.
He aquí una breve evaluación de algunos de los filmes que este crítico ha tenido oportunidad de ver.
El TJFF se inaugura con The End of Love/A Coeur battant (Francia-Israel), segundo film de la directora Keren Bar Rafael, igualmente autora del guión escrito con Élise Benroubi. Su trama gira en torno de la joven pareja israelí integrada por Yuval (Arieh Worthalter) y su esposa Julie (Judith Chemla) viviendo en París y recientes padres de un bebé. Como su visa de inmigrante expira Yuval debe retornar a Israel por un par de semanas a fin de renovarla. Dada esa situación, Julie además de trabajar debe ocuparse de la criatura y la comunicación con su marido se mantiene recurriendo a los medios ofrecidos por la moderna tecnología. Si en principio todo marcha sobre rieles, en la medida que el trámite del visado se prolonga mucho más de lo aguardado por razones burocráticas, el amor de la pareja es puesto a prueba; eso se debe a que Yuval, disfrutando en Tel Aviv de la compañía de sus familiares y amigos, se siente inclinado a querer permanecer en Israel en tanto que Julie se niega a volver dado que en Francia tiene un empleo estable y además no desea estar expuesta a los conflictos políticos de su tierra natal. A pesar de que la mayor parte de la acción transcurre en un espacio confinado, la directora ha insuflado al relato un dinámico ritmo donde convincentemente muestra cómo un sólido amor puede llegar a fragilizarse.
Dos películas de un mismo realizador arrojan dispares resultados. En Stripped (Israel-Alemania) el realizador y guionista Yaron Shani yuxtapone dos historias: en una de ellas muestra cómo Alice (Lativ Sivan), una exitosa escritora de aproximadamente 30 años, se encuentra atormentada por una violación que ella cree haber sufrido mientras estaba durmiendo en su hogar; en la otra se halla Ziv (Bar Gottfried), un adolescente de 17 años obsesionado por la música que confronta su masculinidad en vísperas de ser reclutado por el ejército; aunque ambos relatos llegan a fusionarse, el film flaquea porque el personaje de Alice con su descontrol en sus ataques de pánicos dista de ser creíble y además porque su desenlace resulta poco menos que incongruente. Las muy buenas actuaciones de Sivan y Gottfried no llegan a atenuar las falencias del guión.
Totalmente diferente es el caso de Chained (Israel-Alemania) donde Shani analiza magníficamente el fenómeno del machismo. El guión del realizador enfoca a Rashi (Eran Naim), un policía bien intencionado dispuesto a mantener el orden a toda costa al estar expuesto de manera permanente con la violencia del mundo que lo rodea. Cuando en un parque público comprueba que seis adolescentes sentados en el césped están fumando marihuana, él los traslada al recinto policial y allí de manera autoritaria les obliga a desnudarse por completo para comprobar si en sus cuerpos ocultan drogas; ese incidente motiva a que sus superiores lo suspendan de su trabajo dado que el padre de uno de los jóvenes, un importante funcionario político, lo denunció por abuso sexual. A la humillación sufrida se agrega los contratiempos de su vida familiar. Casado en segundas nupcias con Avigail (Stav Almagor) quien es madre de Yasmine (Stav Patay) de 13 años de edad, Rashi sufre una gran desilusión de no poder ser padre cuando se comprueba que el feto de su mujer embarazada está muerto; a ello se agrega la difícil relación mantenida con su rebelde hijastra que termina odiándolo debido a que con su actitud desmesurada de sobreprotección ella se siente disminuida y maltratada frente a sus amistades. La creciente tensión creada entre Rashi y Yasmine generando un clima hogareño asfixiante motiva a que Avigail se separe de su esposo. Frente a esta situación el policía adopta una decisión que lo conduce a un camino sin retorno. El film remarcablemente narrado asombra por su genuino realismo y por el nivel de interpretación logrado en su mayoría por actores no profesionales; en tal sentido se destaca la extraordinaria caracterización de Naim, un ex policía en la vida real transmitiendo la fuerza brutal que emerge de su personaje.
En Van Goghs el director ruso Sergey Livnev enfoca la problemática relación establecida entre un padre y su hijo a través de un drama que no alcanza a impactar como debiera. Mark (Aleksey Serebryakov) es un artista torturado de 52 años radicado en Israel que está a punto de suicidarse en la medida que tanto a nivel personal como profesional no logró realizarse. Un hecho inesperado modifica su situación y lo impulsa a retornar a su hogar nativo de Letonia donde se reencuentra con Victor (Daniel Olbrychski), un renombrado director musical de Riga que experimenta los primeros estadios de demencia senil. Gradualmente se sabrá las razones por las cuales Mark decidió mudarse a Israel así como también su resentimiento a su padre que nunca se preocupó de prodigarle cariño. Como resulta previsible este viaje permite que padre e hijo se redescubran y salden las diferencias existentes. Sin que el film aporte algo distintivo sobre un tema ya tratado por el cine en numerosas oportunidades con mejor suerte, la fuerza del mismo radica en las actuaciones de Serebryakov y del veterano actor polaco Olbrychski a pesar de la endeble descripción de sus personajes.
Un emotivo drama sobre los coletazos de la Segunda Guerra se aprecia en el drama Those Who Remained (Hungría) del director Barnabas Toth. Basado en la novela de Zsuzsa F. Varkonyi publicada en 2004, el film que transcurre en Hungría en 1948 introduce a Aladar (Karoly Hajduk), un médico judío de 42 años que logró sobrevivir en el campo de concentración aunque perdió a su mujer e hijos. La rutina de este hombre se altera cuando en ocasión de un examen ginecológico practicado conoce a Klara (Abigel Szoke), una adolescente de 16 años que vive con su tía abuela (Mari Nagy) y siente gran frustración al no poder reencontrar a sus padres desaparecidos en la guerra; prontamente ella se siente atraída por el introvertido médico y decide mudarse a su casa. La soledad de Aladar y la necesidad de afecto de la triste Klara motiva a que se establezca una especie de vínculo paterno-filial; en esa convivencia que permite que ambos puedan aliviar en parte las heridas no cicatrizadas del pasado, el entusiasmado cariño de la joven hacia Aladar motiva a que sabiamente él sepa guardar la necesaria distancia para no traspasar los límites del sentimiento amistoso. El obstáculo a esa coexistencia proviene del régimen comunista vigente en Hungría donde la relación mantenida entre los dos es mal interpretada por parte de terceros llegando al punto en que el médico es sospechado de corromper a una menor. Con suma delicadeza el director que escribió el guión con Klara Muhi ofrece un film de emociones reprimidas describiendo satisfactoriamente a dos almas gemelas que buscan apoyarse mutuamente en el contexto de un asfixiante escenario político.
No muchos han llegado a saber que Winston Churchill con antelación a su actuación política fue un eficiente guionista. Eso lo devela John Fleet en su documental Churchill and the Movie Mogul (Gran Bretaña) en donde refleja el alcance del poder manipulativo ejercido por la cinematografía. Es en 1934 cuando Alexander Korda, el judío húngaro que emigró a Gran Bretaña convirtiéndose en el más importante productor de cine, contrata a Churchill en calidad de guionista y asesor histórico. Ése fue el inicio de una colaboración artística que llegaría a trascender más allá de lo que en principio se podría esperar. Teniendo en cuenta que en esos turbulentos años previos a la Segunda Guerra, el infame genocida de Hitler se valió de la directora germana Leni Riefenstahl para transmitir su mensaje mediante un cine de propaganda, Churchill consideró igualmente el potencial que puede brindar el séptimo arte como instrumento de guerra; ese aspecto quedó demostrado en los guiones que preparó para Korda en varios de sus films, como por ejemplo lo han sido Fire Over England (1937) y Lady Hamilton (1941). Esta atractiva documentada historia de la gran amistad personal y profesional del renombrado estadista con el poderoso magnate permite al propio tiempo que el cinéfilo eche un vistazo a extractos de algunos de las remarcables producciones de Korda.
Eve Ash es la autora del fascinante documental Man On The Bus en donde también asume el rol de protagonista. Ella pertenece a una familia judía de Melbourne, cuyos padres Feliks y Martha ya fallecidos han sido sobrevivientes de los campos de concentración donde perdieron a sus familiares más directos incluyendo a sus respectivos cónyuges. Después del casamiento, en 1949 emigraron a Australia donde nacieron Helen, la hija mayor, y posteriormente Eve. La realizadora manifiesta haber sido integrante de una bella familia con padres que se amaron entrañablemente, transmitiendo ese mismo afecto a sus hijas que vivieron confortablemente en un hogar que podría ser calificado de “modelo”. A pesar de todo, hubo algo ciertamente inexplicable por lo cual emocionalmente Eve se sintió un poco apartada de los suyos. El motor que impulsa la acción del relato se produce cuando tiempo después de la muerte de sus progenitores, revisando películas caseras Eve observa algo que le despierta sospechas; las dudas se intensifican cuando en enero de 2008 recibe un e‑mail de una persona desconocida; eso la impulsa a iniciar una búsqueda vinculada con su identidad como así de algo más trascendente que resulta improcedente revelar. Muchas veces se han asistido a relatos de ficción donde emergen secretos de familia; sin embargo nada es comparable con lo expuesto en este sorprendente documental; lo cierto es que la investigación de la realizadora se asemeja a un complicado rompecabezas donde ella debe reordenar las distintas piezas que lo integran a fin de poder completarlo. Dado que Ash es igualmente psicóloga mucho de sus conocimientos en la materia han sido volcados en este documental remarcablemente articulado e impecablemente editado que manteniendo la intriga hasta el final asimismo logra emocionar.
Otro documental que suscita interés es Comrade Dov (Israel) del director Barak Heymann quien ha contado con la colaboración de Uri Levi para retratar al izquierdista político israelí Dov Khenin. De manera afectuosa Heymann sigue los pasos de Khenin durante un período de 13 años desde que fue electo miembro del parlamento israelí representando al partido minoritario Hadash hasta su retiro en abril de 2019. Durante ese lapso el documental ilustra la elocuencia de este activista en la Knesset defendiendo los derechos sociales de los palestinos israelíes. La batalla del ex legislador ha sido dura en la medida que resulta difícil conciliar los intereses de los árabes israelíes que bregan por la necesidad de la existencia de dos Estados simultáneos y la posición completamente opuesta de los legisladores que sustentan la ideología del partido gobernante sobre la anexión de los territorios ocupados. En esencia, este film muestra los grandes esfuerzos de un político tratando de resaltar los valores democráticos de Israel y que a pesar de los obstáculos existentes trata de no renunciar a sus ideales.
Israel, Land of the Series es el documental que clausura esta primera parte de TJFF que según se anticipa versa sobre la gran popularidad de las series de televisión realizadas en Israel. Una Información de la lista completa de filmes que serán difundidos para las audiencias de Toronto se puede obtenerpresionando aquí
He aquí el comentario de otros cinco documentales que serán difundidos en la edición virtual de Hot Docs a partir del próximo jueves 28 de mayo.
Softie (Kenia-Canadá)
Este documental de Sam Soko concentra su atención en Boniface Mwangi, un excelente fotógrafo periodista de Kenia quien durante varios años reportó los violentos sucesos políticos acaecidos en su país, sobre todo mediante las dramáticas imágenes que captó después de las elecciones de 2007 en donde parte de la población había sido abatida por las fuerzas del orden. Al aludir a esos lamentables incidentes el director ofrece una lección de historia del país africano demostrando los resabios del colonialismo colonial británico al haber implantado el sistema social del tribalismo que dividió radicalmente a sus habitantes creando a su vez dinastías políticas.
Diez años después, Mwangi con 30 años de edad, casado y padre de 3 niños, decide presentarse como candidato en las elecciones gubernamentales de 2017 a fin de lograr un sitio en el parlamento y de ese modo luchar por la injusticia imperante en Kenia. Como idealista y apasionado activista social recibe continuas amenazas que ponen en serio riesgo a su familia, por la que su devota esposa y sus hijos se exilian por 8 meses en New Jersey. El film muestra cómo el fervor impuesto por Boniface a su carrera política produce roces en la relación conyugal, aunque quedan superados por el sólido lazo que une a la pareja.
A través de un importante material de archivo sobre sucesos del pasado unido a la cámara que permanentemente sigue las alternativas que vive el protagonista de este relato el director refleja los vaivenes emocionales de un hombre íntegro y puro que imbuido de profundos valores morales continúa batallando para cambiar el corrupto sistema institucional; en ese quehacer debe mantener el delicado equilibrio de su apasionamiento político y el amor que prodiga y recibe de su núcleo familiar.
En los créditos finales se señala que la película está dedicada a todos los activistas y sus familias que ofrendaron sus vidas peleando por la democracia en Kenia, en tanto que la lucha continúa. Igualmente se informa que durante el proceso de filmación del documental se ha reportado la muerte o desaparición de 30 activistas.
Mein Vietnam (Austria-Alemania)
Las dificultades que pueden enfrentar los inmigrantes al no poder erradicar la cultura y modo de vida del país de origen son analizadas por los directores Tim Ellrich y Hien Ma en el presente documental.
El film enfoca al matrimonio vietnamita de edad madura integrado por Tam y Bay quienes viven en Alemania desde hace 30 años. Trabajando juntos en tareas de limpieza de oficinas durante las horas nocturnas, el ingreso obtenido les permite vivir dignamente sin apremios; así, aparentemente no hay obstáculo alguno que pueda empañar la vida de la pareja en el país que los ha recibido, salvo la circunstancia de que ellos no han realizado grandes esfuerzos para integrarse a la sociedad germana. Fuera de las horas de trabajo el matrimonio se comunica a través de Skype con sus familiares del país asiático, para enterarse de los pormenores que trascienden en la tierra natal.
El nudo dramático del relato se produce cuando una fuerte tormenta destruye la casa que poseen en Vietnam y Tam desesperadamente trata de que su hermano le ayude a repararla. Ese incidente genera la nota divergente del matrimonio en la medida que el deseo de Tam es eventualmente retornar a Vietnam mientras que su mujer, que está recién aprendiendo el alemán para insertarse mejor en el medio social de Alemania, no desea volver porque muy pronto nacerá aquí su nieto queriendo por lo tanto afincarse definitivamente en el país.
Ciertamente la emigración y desarraigo no constituyen fenómenos novedosos pero lo importante del documental es la forma sencilla y diáfana de transmitir las inquietudes y sentimientos que emergen del exilio así como el de la repatriación en la medida que cada persona puede experimentarlo de manera diferente.
The 8th. (Irlanda)
Las directoras Aideen Kane, Lucy Kennedy y Maeve O’Boyle consideran en esta película el urticante tópico del aborto en Irlanda vinculado con un acontecimiento que tuvo lugar en 1983. En ese entonces la mayoría del pueblo irlandés votó por la octava enmienda de la Constitución que permitió otorgar el derecho a la vida de los nonatos que se están gestando en el vientre materno. A través de las décadas siguientes los partidarios del aborto legal estuvieron luchando para la derogación de esa enmienda dentro del marco de una sociedad conservadora y católica.
La acción se desarrolla en 2017 exponiendo la lucha llevada a cabo en Irlanda por quienes abogan por el aborto en una época donde va predominando un medio social más liberal y secular. Eso ha motivado que bajo gran presión el gobierno, después de recibir las recomendaciones de un comité parlamentario, haya decido realizar un referéndum en mayo de 2018 a fin de que la ciudadanía se pronuncie al respecto.
Durante los meses previos a la crucial votación, a través de entrevistas efectuadas las realizadoras recogen las opiniones de quienes sustentan el criterio de la “pro vida” como así las de los partidarios de la “pro elección”; entre éstos últimos se destacan los esfuerzos realizados por la veterana académica feminista Ailbhe Smith y la activista Andrea Horan quienes elaboran una estrategia a fin de que el resultado del referéndum permita satisfacer el reclamo de la causa femenina en poder disponer de su propio cuerpo.
Con un ritmo decididamente ágil, el espectador acude a un debate apasionado donde finalmente el 66 % de la ciudadanía irlandesa se inclinó por la supresión de la cuestionada enmienda. El resultado obtenido además de reivindicar los derechos de la mujer significa un hito de los nuevos vientos que soplan en Irlanda tratando de superar el autoritarismo patriarcal tan arraigado en dicho país.
Niña Mamá / Mother Child (Argentina)
Nuevamente el aborto es considerado en la programación de Hot Docs en el documental dirigido y escrito por Andrea Testa. La directora llevó su cámara a los consultorios de hospitales públicos del conurbano de la ciudad de Buenos Aires para considerar algunos casos de jóvenes mujeres que ya son madres o que están próximas a serlo.
Mediante entrevistas realizadas por visitadoras sociales y a veces por enfermeras a quienes nunca se les ve el rostro se sabe de la suerte corrida por las entrevistadas que en general provienen de sectores humildes. En este documental filmado en blanco y negro, probablemente para la lograr una expresión más natural y realista de las mujeres, se llega a saber de una variedad de casos vinculados con la maternidad así como la provocación del aborto. Entre algunos de los mismos se encuentran el de una futura mamá que a las 38 semanas de embarazo ha sido objeto de crueles ataques por su pareja; la situación de una madre de 4 hijos que no puede afrontar a tener otro más o bien quien ha quedado embarazada por haber sido violada. En las manifestaciones de estas mujeres queda reflejado el descuido de no utilizar anticonceptivos o bien la ausencia de educación sexual como en el caso de una futura mamá de tan solo 12 años de edad.
Es aleccionador el propósito de Testa en mostrar cómo la vulnerabilidad, el abandono así como el endeble contexto familiar pueden originar embarazos no deseados. Sin embargo, su enfoque no resulta del todo satisfactorio por carecer de la profundidad necesaria en la interacción establecida entre las visitadoras sociales y las entrevistadas; eso motiva a que cada entrevista finalice de manera inconclusa. Con todo es loable la conducta asumida por las entrevistadoras al tratar de ofrecer a estas “niñas madres” el estímulo necesario para que puedan avizorar un halagüeño porvenir.
El Último Arquero / The Last Archer (España)
Un film cálido y humano es el que la novel directora Dácil Manrique de Lara ofrece en este homenaje tributado a su querido abuelo, el renombrado pintor y acuarelista español Alberto Manrique.
Después de haber permanecido 23 años en Madrid la realizadora retorna a la Gran Canaria, el hogar de sus antecesores, con el propósito de devolverle al viejo artista la memoria perdida en 1992 a causa de un accidente cerebrovascular.
En un viaje de exploración de la memoria Dácil pasa revista a la vida personal y profesional del pintor a través de las conversaciones mantenidas con él y con su querida abuela violinista Yeya Millares, como asimismo repasa los diarios de ambos, acude a un álbum de viejas fotografías y ve cintas hogareñas filmadas en Súper 8.
Lo que especialmente destaca la directora es que habiendo sido hija de madre soltera, cuyo padre biológico se negó a ofrecerle el apellido por largo tiempo ‑aunque finalmente ella lo rechazó‑, fue criada por sus abuelos quienes le ofrecieron su entrañable amor en el marco de un fascinante universo que ellos supieron forjar. Mediante los recuerdos que van surgiendo en Dácil hay algunas instancias tristes vividas en su adolescencia que le han dejado agobiantes pesadillas, pero ha sido el arte de su abuelo que la ha ayudado a superarlas. Si hay algo que la directora lamenta profundamente es que el artista no haya podido contemplar su documental debido a su deceso acaecido en marzo de 2018. Con un final conmovedor e impregnado de poesía Dácil manifiesta haber elegido un padre que fue su abuelo como así también de haber elegido un legado que es el de su mundo mágico que tiene el poder de cambiar la realidad.
En esencia, el público asiste a un hermoso documental donde además de haberlo dirigido su autora igualmente participó en el guión, la fotografía y en el montaje.
Una lista completa de los documentales se obtiene en www.hotdocs.ca