BEASTSCLAWINGATSTRAWS. Corea del Sur, 2020. Un film escrito y dirigido por Kim Yong-hoon. 109 minutos. Disponible en la plataforma cinemaduparc.com
Ya no resulta novedoso descubrir la vitalidad del cine coreano a juzgar por los títulos que se dan a conocer en Norteamérica. Además de haber cobrado notoriedad mundial por Parasite (2019), hay nuevos valores que surgen en la cinematografía de ese país como es el caso de Kim Yong-hoon ubicándose por primera vez detrás de la cámara con Beasts Clawing at Straws.
Aunque influido por algunos de los filmes de Quentin Tarantino, los hermanos Coen y Danny Boyle, el realizador valiéndose de su propio guión, basado en una novela de Keisuke Sone, demuestra poseer un estilo propio al narrar una dinámica historia circular.
Bae Sung-woo
El comienzo del relato es promisorio creando la intriga sobre lo que sucederá cuando Jung-man (Bae Sung-woo), un humilde empleado percibiendo un modesto ingreso en el hotel donde trabaja descubre en un casillero una lujosa valija repleta de dinero; sin posesionarse de la misma resuelve dejarla ‑al menos por el momento- en el depósito del establecimiento. Queda por saber qué es lo que hará este hombre que por diversas razones se encuentra en una difícil situación financiera.
Inmediatamente, se sale al encuentro de Tae-young (Jeong Woo-sung), un agente de migraciones, quien se encuentra fuertemente endeudado y retardado en la devolución del préstamo obtenido de su peligroso usurero (Jung Man-sik); nada bueno le augura si no cumple con su obligación en el plazo de una semana.
https://www.youtube.com/watch?v=DAKB-quMbXg
La tercera subtrama introduce a Mi-ran (Shin Hyun-been), una empleada de un bar que además de haber perdido una cuantiosa suma de dinero en el mercado bursátil es víctima de violencia conyugal. Cuando Jin-tae (Jung Ga-ram), uno de sus clientes, se enamora de ella y promete matar a su marido a través de un simulacro de accidente para que ella pueda cobrar el seguro de vida, nada resultará de acuerdo a lo previsto; a todo ello la actitud que adopta Yeon-hee (Jeon Do-yeon), la gerente del local, producirá consecuencias imprevistas que no conviene mencionar.
A pesar de ciertos menores desniveles, el enmarañado guión es lo suficientemente ingenioso para permitir que las tres subtramas de este thriller lleguen a entrelazarse con un desenlace que retrotrae la acción a su comienzo.
Bien dirigida y notablemente actuada, esta amoral historia criminal plagada de acción no llega a revolucionar al género, pero es lo suficientemente dinámica para mantener una permanente tensión que en última instancia resulta gratificante. Jorge Gutman
BORATSUBSEQUENTMOVIEFILM. Gran Bretaña-Estados Unidos, 2020. Un film de Jason Woliner. 95 minutos. Disponible en Amazon Prime Video
Sacha Baron Cohen que fue consagrado internacionalmente con el personaje de Borat en el film homónimo de 2006, ahora retorna con esta provocativa secuela política dirigida por ason Woliner. Si en ese entonces el falso documental lanzaba espinosos dardos a la administración Bush, esta película igualmente de pseudo ficción satiriza de manera implacable al actual gobierno americano y a la gente que comparte su ideología.
Sacha Baron Cohen
El libreto de Baron Cohen escrito con otros 7 guionistas presenta a Borat Sagdiyev, el ex importante periodista de Kazajistán caído en desgracia por haber denigrado la imagen del país. Para recuperar su respeto, el ficticio dictador que lo gobierna y ferviente admirador de Trump, le encomienda a Borat una misión especial: él deberá viajar a Estados Unidos y sobornar a su vicepresidente ofreciéndole como obsequio a Johnny, un chimpancé de elevado nivel de inteligencia que ocupa el cargo de ministro de cultura. Sin embargo, cuando el mono es eliminado del escenario es su hija Tutar (Maria Bakalova) de 15 años que Borat decide entregarle a Mike Pence; en última instancia el valioso regalo femenino tendrá como destinatario a Rudolph Giuliani, el ex intendente de Nueva York y actual abogado del presidente americano.
Después del trayecto realizado vía marítima, una vez llegados a destino Borat y su hija salen al encuentro de una galería de personajes que son, fieles representantes de la América ultraconservadora. Políticamente incorrecto, de manera demoledora y apelando a un salvaje humor, el film ilustra diferentes aspectos que afectan al país como la misoginia, el racismo, el antisemitismo, la negación del Holocausto, el desprecio al traidor Obama y a la chupa sangre de Hillary Clinton, los activistas que se manifiestan contrarios al aborto y la existencia de supuestas teorías conspirativas. Como el rodaje de la película film se efectuó durante la época de la pandemia, el relato igualmente destaca las manifestaciones contrarias a la cuarentena así como el vilipendio a los científicos que asesoran “equivocadamente” a la población.
https://www.youtube.com/watch?v=YoXnZDW2900
De lo que antecede queda resaltado el sectarismo e intolerancia que predomina en un importante segmento de la población que ‑se quisiera suponer- de manera involuntaria genera el odio que agrieta a la nación más poderosa del mundo. En sus respectivos personajes, el estupendo Baron Cohen y la excelente Bakalova provocan incesante risa a través de los innumerables gags que ofrece el guión; sin embargo el corrosivo humor que se desprende de la sarta de disparates contemplados, deja en el ánimo del espectador un sabor agridulce al saber que lo exhibido no es producto de un relato utópico sino el reflejo de una lamentable realidad.
Desde la óptica estrictamente cinematográfica, el film de Woliner es ágil y suficientemente fluido, aunque algunas escenas podrían haber sido más sutiles en materia del buen gusto; sin embargo, lo que aquí trasciende es su mensaje y en tal sentido esta secuela logra plenamente su objetivo. Jorge Gutman
OLIVERSACKS: HISOWNLIFE. Estados Unidos, 2020. Un film de Ric Burns. 111 minutos. Disponible en la plataforma cinemaduparc.com
El realizador Ric Burns ofrece un merecido tributo al renombrado neurólogo y autor Oliver Sacks en este notable documental reflejando su excepcional humanidad en el vínculo mantenido con sus pacientes.
OLIVERSACKS
En 2015, pocos meses antes de su muerte por cáncer, Sacks reúne a sus más cercanos amigos y colegas a manera de despedida donde pasa revista a su intensa vida plagada de infortunios y satisfacciones. Nacido en Londres en 1933 en el seno de una ortodoxa familia judía, el deceso de uno de sus hermanos debido a la esquizofrenia motivó su interés en abordar la complejidad de la mente a través de los estudios de medicina.
Uno de los grandes golpes de su vida fue cuando su madre con quien mantuvo un lazo muy estrecho lo calificó de “abominable” al enterarse de su condición homosexual; ésa ha sido una de las razones que en 1960 lo suscitó a dejar Inglaterra para radicarse en California. Mientras completaba una residencia médica en el hospital Mt. Zion de San Francisco, al propio tiempo se vio afectado por su adicción a las anfetaminas además de sufrir una decepción sentimental.
Cuando en 1965 se traslada a Nueva York, su naturaleza autodestructiva que lo estaba consumiendo lo motivó a someterse a un tratamiento psiquiátrico con el Dr. Leonard Shengold quien lo ayudó a salir del pantano; asimismo, en su especialidad neurológica se dedicó estoicamente a establecer una comunicación singular con cada uno de sus pacientes, incluyendo los que se encontraban en estado vegetativo, en sus esfuerzos de escrudiñar qué es lo que estaba afectando a sus cerebros. La metodología por él sustentada no fue al principio apreciada por sus colegas pero a través de los años curando a numerosos enfermos, su trabajo obtuvo pleno reconocimiento en el campo de la medicina al generar cambios en la forma tradicional en que se abordaba las enfermedades neurológicas.
Dada su inclinación a la palabra escrita, Sacks transmitió su experiencia profesional en periódicos y revistas además de ser el autor de varios libros que se convirtieron en best sellers. Uno de los mismos es Awakenings, un relato autobiográfico sobre sus desvelos en ayudar a los enfermos de encefalitis letárgica para que pudiesen recuperar sus funciones neurológicas; en 1990 dicho libro fue exitosamente adaptado al cine con Robert De Niro y Robin Williams en los roles protagónicos.
Valiéndose de fotografías, extractos de películas y especialmente de entrevistas realizadas entre otras personas al propio Sacks, el fotógrafo Bill Hayes que fue su querida pareja en sus últimos años, el periodista Robert Krulwich y la editora Kate Edgar, Burns ofrece un conmovedor retrato de este extraordinario astrónomo del cerebro que encauzó su vida destilando amor, ternura y compasión a sus enfermos. Jorge Gutman
THETRIALOFTHECHICAGO 7. Estados Unidos, 2020. Un film escrito y dirigido por Aaron Sorkin. 130 minutos. Disponible en Netflix
Nuevamente el gigante del mainstream demuestra que más allá de asumir proyectos de mero entretenimiento popular también es capaz de brindar películas de ambición superior encarados por equipos artísticos de inmejorable calidad. Ése es el caso de este excelente film dirigido por el guionista Aaron Sorkin. No obstante que ésta es su segunda experiencia como realizador después de Molly’s Game (2017) tiene en su haber inolvidables libretos como los de The Social Network (2010) que fue premiado con un Oscar y Steve Jobs (2015), entre otros títulos; por lo tanto no resulta extraño que en The Trial of the Chicago 7 vuelva a reafirmar sus condiciones de fenomenal dialoguista.
La historia que aquí se relata está basada en el juicio de 1969 al que fueron sometidos varios manifestantes acusados de haber conspirado e incitado la violencia contra la policía en la marcha organizada para oponerse a la guerra de Vietnam ante la convención del partido demócrata desarrollada del 26 al 29 de agosto de 1968 realizada en Chicago.
Frank Langella
Entre los acusados se encuentran el idealista estudiante Tom Hayden (Eddie Redmayne) y su amigo activista Rennie Davis (Alex Sharp), los representantes de la contracultura Abbie Hoffman (Sacha Baron Cohen) y Jerry Rubin (Jeremy Strong), el pacifista David Dellinger (John Carroll Lynch), el co-fundador de Black Panter Bobby Seale (Yahya Abdul Mateen II), John Froines (Daniel Flaherty) y Lee Weiner (Noah Robbins). Por el lado de la defensa se hallan el abogado William Kunstler (Mark Rylance) y Leonard Weinglass (Ben Sherikman) y por la fiscalía participa el letrado Richard Schultz (Joseph Gordon-Levitt), siendo el juicio presidido por el sesgado juez Julius Hoffman (Frank Languella).
El casting es inmejorable donde cada uno de los actores está plenamente involucrado en el rol que le ha sido asignado. Entre los mismos cabe destacar el excelente desempeño de Baron Cohen en el fogoso intercambio que su personaje sostiene con el juez Hoffman, asimismo Languella descuella como el prejuicioso e intolerante magistrado, igualmente mpresiona Gordon-Levitt en un personaje que claramente alude a su conciencia moral y en un pequeño papel Michael Keaton se luce como el antiguo procurador general Ramsey Clark quien como testigo responsabiliza a la policía en los tumultos producidos durante la convención.
https://www.youtube.com/watch?v=NbauPzHCjg4
Sorkin logra un film magníficamente construido en el que los mordaces diálogos de su relato permiten captar la plena atención del espectador. Pero lo más importante es que asistiendo a la reconstrucción de este paródico juicio mucho de lo observado adquiere hoy día vigencia, en lo referente a la violencia política, la corrupción del poder tratando de acallar las voces de la oposición y sobre todo en lo que concierne a la discriminación racial; en tal sentido, la estremecedora escena en la que el juez ordena amordazar al desafiante afroamericano Bobby Seale refleja un profundo sentimiento de repugnancia que en la actualidad sigue latente.
El mensaje que puede extraerse de esta lamentable manipulación de la justicia es lo que se enuncia en un momento del relato: “aquéllos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”.
Por sus méritos no es difícil predecir que este apasionante drama judicial será nominado por la Academia de Hollywood en varios rubros, incluyendo el de mejor film, dirección y guión. Jorge Gutman
El Reencuentro Internacional del Documental de Montreal (RIDM) celebrará su 23ª edición en línea debido a la pandemia que aflige al mundo. Este año se desarrollará durante tres semanas, desde el 12 de Noviembre hasta el 2 de Diciembre, con 109 filmes, de los cuales 48 son largometrajes provenientes de 45 países. La programación incluye 18 óperas primas como así también títulos de prestigiosos directores ya establecidos, como Frederick Wiseman, Claire Simon, Kasuhiro Soda, Laura Huertas Millán y Dieudo Hamadi.
Es importante destacar que los documentales de la presente edición están estructurados temáticamente. Los tópicos considerados están vinculados con episodios históricos, la confrontación de la naturaleza y el medio ambiente y su impacto socio-cultural, el encuentro comunitario desde la mira política y la reintegración social, reflexiones sobre la distopía, perfiles y bosquejos sobre nuestra relación con el mundo, el desafío al poder en la confrontación con pasadas y presentes injusticias, la exploración de la intimidad atendiendo a las relaciones familiares así como a los vínculos sentimentales y al estado del cuidado de la salud; el último de los aspectos considerados es el de cómo sobrevivir a la violencia.
Dado que la difusión del Festival se realizará de manera virtual, el mismo podrá ser apreciado en toda la provincia de Quebec a través deenligne.ridm.ca, la plataforma streaming impulsada por CineSend. Para información sobre la completa programación presione aquí
A continuación se anticipa el comentario de 4 filmes que serán presentados y que este cronista tuvo oportunidad de ver.
499 (Estados Unidos-México)
Teniendo en cuenta que en 2021 se conmemora el medio milenio de la conquista española de México, el director mexicano Rodrigo Reyes decidió realizar este documental que permite reflexionar sobre qué es lo que cambió desde ese entonces con lo que ahora es el país azteca.
En un guión que le pertenece el realizador adecuadamente entremezcla estupendamente la realidad con la ficción. A través de un fantasmagórico conquistador la película recrea dramáticamente el viaje de un desplazado soldado (Eduardo San Juan Breña) siguiendo la misma ruta de Hernán Cortez desde la costa de Veracruz hasta Tenochtitlan, que es hoy la ciudad de México. En un traslado hacia la época actual, el aludido personaje va recogiendo testimonios de migrantes y familiares de víctimas de un país azotado por un corrupto cartel dominando el tráfico de drogas con la consecuente violencia imperante y el considerable número de jóvenes mujeres violadas y torturadas hasta morir. Queda flotando la pregunta si el saqueo sufrido por la población autóctona que tuvo lugar con el colonialismo español es diferente a las atrocidades de la crisis humanitaria actual.
Este remarcable documental cuidadosamente construido que obtuvo el primer premio en el Festival de Tribeca, constituye una buena oportunidad para que el público de Quebec pueda juzgarlo.
Softie (Kenia-Canadá)
En este documental el realizador Sam Soko concentra su atención en Boniface Mwangi, un excelente fotógrafo periodista de Kenia quien durante varios años reportó los violentos sucesos políticos acaecidos en su país, sobre todo mediante las dramáticas imágenes que captó después de las elecciones de 2007 en donde parte de la población había sido abatida por las fuerzas del orden. Al aludir a esos lamentables incidentes el director ofrece una lección de historia del país africano demostrando los resabios del colonialismo colonial británico al haber implantado el sistema social del tribalismo que dividió radicalmente a sus habitantes creando a su vez dinastías políticas.
Diez años después, Mwangi con 30 años de edad, casado y padre de 3 niños, decide presentarse como candidato en las elecciones gubernamentales de 2017 a fin de lograr un sitio en el parlamento y de ese modo luchar por la injusticia imperante en Kenia. Como idealista y apasionado activista social recibe continuas amenazas que ponen en serio riesgo a su familia, por la que su devota esposa y sus hijos se exilian por 8 meses en New Jersey. El film evidencia que el fervor impuesto por Boniface a su carrera política produce roces en la relación conyugal, aunque quedan superados por el sólido lazo que une a la pareja.
A través de un importante material de archivo sobre sucesos del pasado unido a la cámara que permanentemente sigue las alternativas que vive el protagonista de este relato el director refleja los vaivenes emocionales de un hombre íntegro y puro que imbuido de profundos valores morales continúa batallando para cambiar el corrupto sistema institucional; en ese quehacer debe mantener el delicado equilibrio de su apasionamiento político y el amor que prodiga y recibe de su núcleo familiar.
En los créditos finales se señala que la película está dedicada a todos los activistas y sus familias que ofrendaron sus vidas peleando por la democracia en Kenia, en tanto que la lucha continúa. Igualmente se informa que durante el proceso de filmación del documental se ha reportado la muerte o desaparición de 30 activistas.
Niña Mamá / Mother Child (Argentina)
El aborto es considerado en el documental dirigido y escrito por Andrea Testa. La directora llevó su cámara a los consultorios de un hospital público del conurbano de la ciudad de Buenos Aires para considerar algunos casos de jóvenes mujeres que ya son madres o que están próximas a serlo.
Mediante entrevistas realizadas por visitadoras sociales y a veces por enfermeras a quienes nunca se les ve el rostro se sabe de la suerte corrida por las entrevistadas que en general provienen de sectores humildes. En este documental filmado en blanco y negro, probablemente para la lograr una expresión más natural y realista de las mujeres, se llega a saber de una variedad de casos vinculados con la maternidad así como la provocación del aborto. Entre algunos de los mismos se encuentran el de una futura mamá que a las 38 semanas de embarazo ha sido objeto de crueles ataques por su pareja; la situación de una madre de 4 hijos que no puede afrontar a tener otro más o bien quien ha quedado embarazada por haber sido violada. En las manifestaciones de estas mujeres queda reflejado el descuido de no utilizar anticonceptivos o bien la ausencia de educación sexual como en el caso de una futura mamá de tan solo 12 años de edad.
Es aleccionador el propósito de Testa en mostrar cómo la vulnerabilidad, el abandono así como el endeble contexto familiar pueden originar embarazos no deseados. Sin embargo, su enfoque no resulta del todo satisfactorio por carecer de la profundidad necesaria en la interacción establecida entre las visitadoras sociales y las entrevistadas; eso motiva a que cada entrevista finalice de manera inconclusa. Con todo es loable la conducta asumida por las entrevistadoras al tratar de ofrecer a estas “niñas madres” el estímulo necesario para que a pesar de todo puedan avizorar un halagüeño porvenir.
En este penetrante documental escrito y dirigido Michèle Stephenson la realizadora de raza negra Michèle Stephenson, oriunda de Haití permite que el público conozca algo no muy difundido que acontece en la República Dominicana.
En el inicio de Stateless se informa que Haití y la República Dominicana que comparten la isla Española han estado sujetos a tensiones raciales desde la época colonial. Así, en 1937 como medio de controlar la frontera dominicana y “emblanquecer” a Dominicana, el dictador Rafael Trujillo ordenó una masacre genocida de miles de haitianos viviendo en dicho país, medida que incluyó a los dominicanos de piel oscura.
En función de lo que antecede Stephenson aborda esta compleja situación enfocando principalmente a tres personas viviendo en la República Dominicana. Una de ellas es Rosa Iris Diendomi-Álvarez, que como abogada y activista defensora de los derechos humanos lucha denodadamente para revertir esta aviesa decisión política que injustamente afecta a los dominicanos de ascendencia haitiana.
En este quehacer, Rosa Iris trata de ayudar a su primo Juan Teófilo Murat quien es una de las personas que han sido perjudicadas por la decisión de 2013; en tal sentido, al ser considerado extranjero en su tierra él presenta su certificado de nacimiento dominicano a la autoridad competente a fin de otorgarle su ciudadanía, pero lamentablemente se enfrenta a escollos burocráticos donde siempre falta algún dato adicional para solucionar su statu quo.
Empeorando la situación, en 2013 la corte constitucional dominicana dispuso la revocación de la ciudadanía a los dominicanos descendientes de haitianos retroactivamente a 1929, convirtiéndolos de este modo en apátridas.
El tercer personaje de esta historia es Gladys Feliz, una persona que pertenece al partido nacionalista y sostiene que el gobierno debería construir un muro fronterizo a fin de evitar que los migrantes haitianos lleguen y se instalen en el país. Lo curioso del caso es que esta mujer admite que tanto sus hijos como su ex marido son negros y al propio tiempo reconoce la contribución importante aportada por los haitianos a la sociedad dominicana.
El remarcable trabajo de cámara de la realizadora y su adecuado montaje permiten que la narración de esta historia real resulte fluida y mantenga permanentemente la atención del espectador. Así en los créditos finales el documental señala que debido a la actividad desplegada por Rosa Iris ella es objeto de continuas amenazas de violencia; también aclara que la situación de Juan Teófilo permanece irresuelta en tanto que Gladys continúa su trabajo con el movimiento nacionalista de discriminación y segregación de las 200 mil personas que a pesar de ser dominicanas son consideradas apátridas.
A través de este cuadro opresivo la directora demuestra cómo está arraigada la casta racial en la comunidad latina. Al hacerlo, denuncia las consecuencias de un sistema que subyuga y divide a la población dominicana debido a los efectos nocivos de la supremacía blanca y del racismo.
Este encomiable documento de Stephenson no puede ser más oportuno y aleccionador teniendo en cuenta que el mundo entero se encuentra consternado por el horrendo homicidio de George Floyd acaecido en mayo de este año por el único “delito” de haber sido negro.