Fan­ta­sia 2022 (Pri­me­ra Parte)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

He aquí la eva­lua­ción de cin­co fil­mes exhi­bi­dos en Fan­ta­sia que se está desa­rro­llan­do en Mon­treal has­ta el 3 de agosto.

Island of Lost Girls. (Méxi­co-Esta­dos Unidos)

Island of Lost Girls

Este film se ajus­ta per­fec­ta­men­te al pro­pó­si­to per­se­gui­do por el Fes­ti­val por ser una fan­ta­sía que sub­yu­ga a pesar de que su tra­ma no resul­te dema­sia­do cohe­ren­te des­de una visión estric­ta­men­te lógi­ca. Lo impor­tan­te a des­ta­car son sus méri­tos en mate­ria de direc­ción, inter­pre­ta­ción y su majes­tuo­sa fotografía.

Los rea­li­za­do­res Brian y Ann-Marie Sch­midt han inte­gra­do a su fami­lia para rela­tar una fábu­la inter­pre­ta­da por sus hijas, Avi­la, Autumn y Scar­let Sch­midt. Ellas ani­man a tres her­ma­ni­tas muy uni­das que aguar­dan­do ser adop­ta­das deci­den esca­par a la pla­ya; cuan­do habién­do­se inter­na­do en el mar Scar­let se encuen­tra atra­pa­da por las olas, las otras dos acu­den a su res­ca­te pero en su inten­to van ale­ján­do­se de la cos­ta. Valién­do­se de una bal­sa dan ini­cio a una arries­ga­da aven­tu­ra en la que debe­rán supe­rar las ame­na­zas del mar revuel­to. Cuan­do final­men­te arri­ban a la cos­ta de una soli­ta­ria isla, al entrar en una gru­ta deben enfren­tar a mons­truo­sos lobos mari­nos y otros sal­va­jes ani­ma­les acuá­ti­cos. Como en todo cuen­to de hadas, las inse­pa­ra­bles her­ma­nas logra­rán sobrevivir.

Dejan­do a un lado la cre­di­bi­li­dad de la his­to­ria, lo que cau­ti­va es la for­ma natu­ral y espon­tá­nea en que estas niñas actúan al haber­se pose­sio­na­do de sus per­so­na­jes atra­ve­san­do los peli­gros que arre­cian en mar abier­to. La sim­pa­tía arro­lla­do­ra del trío, espe­cial­men­te la de la peque­ña Scar­let, con­quis­ta de inme­dia­to a la audiencia.

Al pro­pio tiem­po resul­ta asom­bro­so apre­ciar cómo los cineas­tas pudie­ron fil­mar a las niñas sin que ellas expe­ri­men­ta­ran daño alguno, tenien­do en con­si­de­ra­ción que aquí no se ha recu­rri­do a dobles que las reem­pla­za­ran en las esce­nas dra­má­ti­cas.. No menos impor­tan­te es la remar­ca­ble fotó­gra­fa Heather McGrath con las fas­ci­nan­tes imá­ge­nes cap­ta­das en la cos­ta de la Baja Cali­for­nia ubi­ca­da en la región noroes­te de Méxi­co que por sí mis­mas cons­ti­tu­yen un valio­so documental.

L’Employée du mois (Bél­gi­ca)

L’Employée du mois

La cono­ci­da fra­se de Bal­ta­sar Gra­cián afir­man­do que “Lo bueno, si bre­ve, dos veces bueno” pue­de apli­car­se para la ópe­ra pri­ma de Véro­ni­que Jadin. En esca­sos 78 minu­tos ha sido capaz de ela­bo­rar una come­dia negra que ade­más de entre­te­ner adquie­re actualidad.

El guión de la rea­li­za­do­ra com­par­ti­do con Nina Vans­pranghe enfa­ti­za la des­igual­dad que afec­ta al géne­ro feme­nino en el mer­ca­do de tra­ba­jo.. Eso es lo que acon­te­ce con Inés (Jas­mi­na Douieb) que es geren­te de una com­pa­ñía dedi­ca­da a pro­duc­tos de lim­pie­za don­de ade­más de sus espe­cí­fi­cas fun­cio­nes se ocu­pa de otros menes­te­res pro­pios de una dili­gen­te secre­ta­ria. Si bien es reco­no­ci­da como la ejem­plar “emplea­da del mes”, su inep­to patrón Patrick, (Peter Van den Begin) valién­do­se de tri­via­les excu­sas le nie­ga el aumen­to sala­rial que en jus­ti­cia le corres­pon­de des­pués de varios años reci­bien­do el mis­mo suel­do. Asi­mis­mo la des­con­si­de­ra­ción de que es obje­to por par­te de sus com­pa­ñe­ros de ofi­ci­na refle­ja el tóxi­co machis­mo impe­ran­te en la fir­ma; ese com­por­ta­mien­to es aten­ta­men­te obser­va­do por Melody (Lae­ti­tia Mam­pa­ka) quien se ha incor­po­ra­do a la fir­ma para rea­li­zar una pasan­tía. Cuan­do por un infor­tu­na­do acci­den­te Patrick mue­re en su des­pa­cho, Inés y Melody deci­den encu­brir lo acon­te­ci­do, acti­tud que gene­ra­rá una suce­sión de impre­vis­tos acontecimientos.

A tra­vés de una his­to­ria muy bien cons­trui­da y nutri­da de hila­ran­tes giros, se asis­te a una deli­cio­sa sáti­ra en la que con per­so­na­jes pin­to­res­ca­men­te con­ce­bi­dos la novel cineas­ta ilus­tra el sexis­mo pre­va­le­cien­te en las ofi­ci­nas así como la miso­gi­nia y ende­ble res­pe­to hacia la mujer laburante.

En el mar­co de una ópti­ca absur­dis­ta, la come­dia de Jadin está remar­ca­ble­men­te rea­li­za­da y su diná­mi­co rit­mo per­mi­te que la aten­ción nun­ca decai­ga a pesar de que el rela­to trans­cu­rre en un esce­na­rio limi­ta­do. Con las esme­ra­das actua­cio­nes de Douieb y Mam­pa­ka man­te­nien­do una nota­ble com­pli­ci­dad y el efi­caz desem­pe­ño de Van den Begin, la direc­to­ra con­tó con un des­ta­ca­do elen­co inte­gra­do por Alex Vizo­rek, Lau­ren­ce Bibot, Phi­lip­pe Rési­mont, Ingrid Hei­ders­cheidt, Chris­tophe Bour­don y Achi­lle Ridol­fi, entre otros.

Vie­jos (Espa­ña)

Aun­que la inten­ción de los rea­li­za­do­res Raúl Cere­zo y Fer­nan­do Gon­zá­lez Gómez ha sido pre­sen­tar una his­to­ria enfo­can­do la for­ma en que tres gene­ra­cio­nes de una mis­ma fami­lia con­vi­ven en un inquie­tan­te ambien­te, el dra­ma plan­tea­do dis­ta de lograr su objetivo.

El rela­to comien­za con el sui­ci­dio de una vie­ja dama dejan­do viu­do a su mari­do Manuel (Zorion Egui­leor) que comien­za a estar afec­ta­do de demen­cia senil. Su hijo Mario (Gus­ta­vo Sal­me­rón), muy preo­cu­pa­do de que su padre viva inde­pen­dien­te­men­te, desea traer­lo a su hogar pero cuen­ta con la opo­si­ción de su mujer Lena (Ire­ne Anu­la) que se encuen­tra emba­ra­za­da. Por su par­te Naja (Pau­la Galle­go), la hija de Mario de su matri­mo­nio ante­rior, muy preo­cu­pa­da por su que­ri­do abue­lo insis­te en que el anciano debe vivir con ellos. A la pos­tre Manuel es tras­la­da­do a la casa pero el raro com­por­ta­mien­to que adop­ta con­fir­ma el res­que­mor de Lena en no haber que­ri­do que el anciano vivie­ra con ellos.

Cuan­do la vio­len­cia emer­gen­te del vie­jo pone en jaque a los res­tan­tes miem­bros del núcleo fami­liar, el rela­to cobra un giro ines­pe­ra­do; así, ape­lan­do a gol­pes de efec­to de esca­sa suti­li­dad, los rea­li­za­do­res fuer­zan a que la his­to­ria adquie­ra un cli­ma de horror inusi­ta­do median­te esce­nas poco cohe­sio­na­das que refle­jan la ins­tin­ti­va mal­dad del longevo.

En los momen­tos actua­les en que se des­plie­gan esfuer­zos para tra­tar con cari­ño y res­pe­to a la pobla­ción de la ter­ce­ra edad, este film des­afor­tu­na­da­men­te ilus­tra lo opues­to al mos­trar a tra­vés de Manuel la indig­ni­dad que con­lle­va el envejecimiento.

Con un final decep­cio­nan­te des­ti­na­do a crear una arti­fi­cial atmós­fe­ra terro­rí­fi­ca, lo res­ca­ta­ble de Vie­jos resi­de en su muy com­pe­ten­te elen­co enca­be­za­do por la magis­tral inter­pre­ta­ción de Eguileor..

Incro­ya­ble mais vrai. Fran­cia)

Incro­ya­ble mais vrai

Entre los rea­li­za­do­res repre­sen­tan­tes del cine absur­do se encuen­tra Quen­tin Dupieux en cuyas come­dias pre­do­mi­na la excen­tri­ci­dad de los per­so­na­jes que la ani­man. En este caso el cineas­ta nue­va­men­te tran­si­ta por el mis­mo carril ofre­cien­do una his­to­ria cuyo títu­lo bien indi­ca que lo que se ve resul­ta increí­ble pero indu­da­ble­men­te cier­to, ¿o no?

El guón del direc­tor intro­du­ce en sus pri­me­ras esce­nas a un matri­mo­nio de edad media inte­gra­do por Alain (Alain Cha­bat) y Marie (Léa Druc­ker) quie­nes están por adqui­rir una casa en los subur­bios de París; el agen­te inmo­bi­lia­rio les pre­vie­ne que cuan­do visi­ten el sub­sue­lo encon­tra­rán una sor­pre­sa que no quie­re deve­lar para que la pare­ja lo com­prue­be por sí mis­ma. Es así que los com­pra­do­res des­cu­bren que en el sub­sue­lo hay una puer­ta tram­pe­ra y que al des­cen­der las esca­le­ras el tiem­po se anti­ci­pa en 12 horas a la vez que sus usua­rios se vuel­ven tres días más jóve­nes. Eso fas­ci­na espe­cial­men­te a Marie y cuan­do ya viven en el inmue­ble ella está obse­sio­na­da en bajar y subir las esca­le­ras con­ti­nua­da­men­te a fin de dis­mi­nuir su ver­da­de­ra edad y evi­tar que su cuer­po envejezca.

La incre­du­li­dad se acen­túa a tra­vés de otra his­to­ria que trans­cu­rre para­le­la­men­te. Alain que tra­ba­ja en una com­pa­ñía de segu­ros invi­ta a cenar a su jefe Gérald (Benoît Magi­mel) y su novia Jean­ne (Anaïs Demous­tier). A la hora de la sobre­me­sa Gérald reve­la a sus anfi­trio­nes un jugo­so secre­to; a fin de lograr la máxi­ma satis­fac­ción sexual y evi­tar cual­quier pro­ble­ma de erec­ción él deci­dió reem­pla­zar su órgano geni­tal por otro elec­tró­ni­co que es ope­ra­do a tra­vés de una apli­ca­ción de su telé­fono celular.

Si lo anti­ci­pa­do resul­ta des­ati­na­do, el gol­pe de gra­cia se pro­du­ce cuan­do el apa­ra­to pro­du­ci­do en Japón deja de fun­cio­nar y es nece­sa­rio cam­biar un repues­to que Gérald sola­men­te pue­de adqui­rir­lo en el país de origen.

Median­te la his­to­ria pro­pues­ta, podría refle­xio­nar­se sobre lo bien que ven­dría obte­ner un sus­ti­tu­to de la fuen­te de la juven­tud que ase­gu­re la inmor­ta­li­dad, así como a tra­vés de la van­guar­dis­ta tec­no­lo­gía se podría evi­tar la inse­gu­ri­dad mas­cu­li­na en el momen­to de inti­mar sexual­men­te. Lo cier­to es que el pro­pó­si­to de Dupieux no va más allá que el de pro­vo­car la son­ri­sa a su públi­co median­te un humor asor­di­na­do gene­ra­do por esta fan­ta­sio­sa his­to­ria. Sin que sea el mejor tra­ba­jo de su fil­mo­gra­fía, el rea­li­za­dor logra una agra­da­ble ton­te­ría agra­cia­da por la. sóli­da actua­ción de sus cua­tro protagonistas.

Con­fes­sion (Corea del Sur)

Con­fes­sion

En su segun­da incur­sión detrás de la cáma­ra el direc­tor sur­co­reano Yoon Jong-seok logra un film remar­ca­ble. Esta mues­tra de cine negro impreg­na­do de cau­ti­van­te mis­te­rio man­tie­ne en ascuas al espec­ta­dor has­ta el momen­to final per­mi­tien­do que las expec­ta­ti­vas gene­ra­das a lo lar­go de su desa­rro­llo se jus­ti­fi­quen plenamente.

Basa­do en su pro­pio guión, el rea­li­za­dor pre­sen­ta en la pri­me­ra esce­na a Yoo Min-ho (So Ji-sub), un rico hom­bre de nego­cios, quien des­pier­ta en la habi­ta­ción de un hotel en don­de su aman­te Kim Se-hee (Nana) yace muer­ta en el sue­lo; en prin­ci­pio todo haría supo­ner que él la ase­si­nó y es por esa razón que la poli­cía lo arres­ta a pesar de decla­rar­se ino­cen­te. La influen­cia ejer­ci­da por su afluen­te fami­lia per­mi­te que él se encuen­tre libe­ra­do has­ta el momen­to en que comien­ce el pro­ce­so judicial.

Mien­tras se halla en su cabi­na, el acu­sa­do es visi­ta­do por una abo­ga­da (Kim Yun-jiin) que está dis­pues­ta a defen­der­lo con la con­di­ción de que Yoo no ocul­te deta­lle alguno de lo que real­men­te acon­te­ció entre él y Kim.

A tra­vés de flash­backs se van recons­tru­yen­do los acon­te­ci­mien­tos en don­de Yoo está con­ven­ci­do de que alguien desea ven­gar­se de él y de su aman­te al haber esta­do impli­ca­dos en un acci­den­te de auto­mó­vil que pro­du­jo invo­lun­ta­ria­men­te la muer­te de una per­so­na; en lugar de dar avi­so a la poli­cía como Yoo lo sugi­rió, en aquel momen­to su com­pa­ñe­ra lo per­sua­dió de no hacer­lo para en cam­bio ocul­tar el cadáver.

Con varias idas y veni­das y sin agre­gar más deta­lles por obvias razo­nes, cabe anti­ci­par que en esta his­to­ria nutri­da de una espe­sa narra­ti­va nada resul­ta pre­vi­si­ble de lo que suce­de­rá; en todo caso el rea­li­za­dor la estruc­tu­ró exce­len­te­men­te para con­du­cir­la a un des­en­la­ce ines­pe­ra­do que reme­mo­ra al remar­ca­ble film Wit­ness for the pro­se­cu­tion (1957) basa­do en la anto­ló­gi­ca nove­la de Agatha Christie.

No obs­tan­te que esta his­to­ria de ver­da­des y men­ti­ras cons­ti­tu­ye una nue­va ver­sión del exi­to­so film espa­ñol Con­tra­tiem­po (2016) de Oriol Pau­lo, Yoon Jong-seok impri­mió su pro­pia visión, sobre todo en lo con­cer­nien­te a su últi­ma parte.

Con las mag­ní­fi­cas actua­cio­nes pro­ta­gó­ni­cas de So Ji-sub y Kim Yun-jiin quien car­ga sobre sus espal­das el peso del rela­to, el direc­tor con­fir­ma su talen­to de madu­ro cineas­ta a la vez que rati­fi­ca la impor­tan­te gra­vi­ta­ción que por su cali­dad el cine sur­co­reano ejer­ce en el con­tex­to internacional.