Un Home­na­je a la Vida Agrícola

ALCA­RRÀS. Espa­ña-Ita­lia, 2022. Un film de Car­la Simón. 120 minutos

La exce­len­te direc­to­ra espa­ño­la Car­la Simón quien se con­sa­gró inter­na­cio­nal­men­te en 2017 con su pri­mer remar­ca­ble lar­go­me­tra­je Verano 1993 aho­ra repi­te su éxi­to en este film que fue dis­tin­gui­do con el Oso de Oro en el fes­ti­val de Ber­lín de 2022. En esta semi auto­bio­gra­fía la cineas­ta abor­da aspec­tos de su pro­pia fami­lia a tra­vés de un rela­to de fic­ción escri­to por ella con la cola­bo­ra­ción de la guio­nis­ta Arnau Vilaró.

El elen­co de ALCARRÀS

El esce­na­rio es Alca­rràs, un peque­ño pue­blo de 9000 habi­tan­tes quie­nes viven de la acti­vi­dad agrí­co­la cul­ti­van­do fru­tas de mane­ra arte­sa­nal. Es allí don­de se sale al cru­ce de tres gene­ra­cio­nes de la fami­lia Sole en un fun­do cuya tie­rra tra­ba­ja­da duran­te 80 años ha sido cedi­da por los inte­gran­tes de la acau­da­la­da fami­lia Pin­yol al bisa­bue­lo por haber­los pro­te­gi­do duran­te la cruen­ta gue­rra civil; es aho­ra que el anciano abue­lo admi­te que no ha habi­do nin­gún docu­men­to o con­tra­to escri­to. Ese hecho aca­rrea con­se­cuen­cias nega­ti­vas cuan­do los here­de­ros del clan Pin­yol deci­den implan­tar pla­cas sola­res que si bien cons­ti­tu­yen una impor­tan­te fuen­te de ener­gía pue­de en cam­bio impli­car la des­apa­ri­ción del mun­do rural.

Con gran sen­si­bi­li­dad la rea­li­za­do­ra median­te su pro­pia expe­rien­cia refle­ja qué es lo que impli­ca vivir en el cam­po y cómo los inte­gran­tes de esa gran fami­lia inte­gra­da por el abue­lo, la tía abue­la, los padres, hijos mayo­res y los más peque­ños com­par­ten con amor y ter­nu­ra su exis­ten­cia en momen­tos de ale­gría como así tam­bién las penas que emer­gen al afron­tar sus dificultades.

Para narrar esta emo­ti­va his­to­ria Simón se ha vali­do de un con­jun­to de acto­res no pro­fe­sio­na­les de la zona, entre otros, Jor­di Pujol Dol­cet, Anna Otín, Xenia Roset, Albert Bosch, Ainet Jou­nou, Josep Abad, Mon­tse Oró, Car­les Cabós y Ber­ta Pipó; todos ellos trans­mi­ten com­ple­ta auten­ti­ci­dad a los roles asig­na­dos per­mi­tien­do que el espec­ta­dor se iden­ti­fi­que con sus per­so­na­jes. Desem­bo­can­do en un cli­max deci­di­da­men­te emo­cio­nal, la direc­to­ra ha logra­do un mag­ní­fi­co retra­to de un pue­blo como así tam­bién resal­tan­do el sóli­do lazo de la fami­lia a tra­vés de esta bella pelí­cu­la que sin recu­rrir a gol­pes bajos lle­ga a con­mo­ver.  Jor­ge Gutman