Una Fami­lia en Transición

L’IMMENSITÁ. Ita­lia-Fran­cia, 2022. Un film de Ema­nue­le Cria­le­se. 97 minutos

Nue­va­men­te la estu­pen­da Pené­lo­pe Cruz vuel­ve a fas­ci­nar en un film ita­liano como ya lo ha hecho en el pasa­do con Non Muo­ve­re (2004), To Rome with Love (2012) y Venu­to al Mun­do (2012). Con L’Immensitá, quin­to tra­ba­jo del direc­tor Ema­nue­le Cria­le­se, la actriz vuel­ca su his­trio­nis­mo en una his­to­ria que se desa­rro­lla en la ciu­dad de Roma en la déca­da del 70.

Pené­lo­pe Cruz

La his­to­ria con­ce­bi­da por el rea­li­za­dor jun­to con Fran­ces­ca Manie­ri y Vit­to­rio Moro­ni se cen­tra en Cla­ra (Cruz) quien jun­to con su mari­do Feli­ce (Vin­cen­zo Ama­to) se han muda­do recien­te­men­te de piso. El matri­mo­nio vive en cri­sis y a pesar de las infi­de­li­da­des del tem­pe­ra­men­tal jefe de fami­lia, son sus tres hijos lo que moti­va a Cla­ra a no des­ha­cer el lazo conyugal.

No obs­tan­te el pro­ta­go­nis­mo de Cruz, a su vez es impor­tan­te el rol que desem­pe­ña Lua­na Giu­lia­ni ani­man­do a Adria­na, la hija mayor de 12 años que comien­za a iden­ti­fi­car­se como un varón y es por ello que pre­fie­re cam­biar de nom­bre por el de Andrea (en Ita­lia dicho nom­bre per­te­ne­ce al géne­ro mas­cu­lino). Así ella ve que una luz se aso­ma cuan­do cono­ce a la joven Sara (Pene­lo­pe Nie­to Con­ti) y comien­za con ella un ten­ta­ti­vo romance.

Aun­que Cla­ra, men­tal­men­te frá­gil y con un comien­zo de depre­sión, se halla des­con­ten­ta al igual que Andrea, eso se ate­núa a tra­vés de la pre­sen­cia per­ma­nen­te de la músi­ca que brin­da la tele­vi­sión ‑aún en blan­co y negro- difun­dien­do las can­cio­nes de la famo­sa estre­lla Rafae­lla Carrà; así, la entra­ña­ble madre y sus tres hijos se embar­can en ani­ma­dos jue­gos musi­ca­les en los que Cla­ra con pelu­ca hace las veces de la popu­lar cantautora.

Cria­le­se ofre­ce un buen retra­to de la socie­dad misó­gi­na de su épo­ca a tra­vés del per­so­na­je de Cla­ra, la repri­mi­da ama de casa menos­ca­ba­da por su mari­do machis­ta, así como abor­da el tema de la cri­sis de iden­ti­dad de Andrea como con­se­cuen­cia de la dis­fo­nía de géne­ro, en esa épo­ca poco menos que tabú; en tal sen­ti­do el rea­li­za­dor refle­ja su pro­pia expe­rien­cia, habien­do decla­ra­do que él es hom­bre trans­gé­ne­ro, en oca­sión de la pre­sen­ta­ción de su film en el fes­ti­val de Vene­cia de 2022.

La subli­me Cruz, actuan­do bai­lan­do y can­tan­do resal­ta el amor incon­di­cio­nal de una mam­ma ita­lia­na hacia sus tres vás­ta­gos: en tan­to que la joven Giu­lia­ni es una gran reve­la­ción en su pro­mi­so­rio debut mode­lan­do su com­ple­jo per­so­na­je con suma precisión.

Con un meticu­loso cui­da­do en la pues­ta escé­ni­ca, en esta pelí­cu­la auto­bio­grá­fi­ca el direc­tor logra un film per­so­nal y dis­tin­ti­vo que nutri­do de momen­tos suma­men­te emo­ti­vos per­mi­te que el públi­co se sumer­ja en los temas enfo­ca­dos. Jor­ge Gutman