FNC 2023 (Ter­ce­ra Parte)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

He aquí otros tres comen­ta­rios de pelí­cu­las vis­tas en el Fes­ti­val du Nou­veau Ciné­ma (FNC) 

Per­di­dos en la Noche (Méxi­co-Paí­ses Bajos-Alemania)

Enmar­ca­do en el cli­ma vio­len­to don­de las des­apa­ri­cio­nes en Méxi­co no resul­tan epi­so­dios ais­la­dos, Amat Esca­lan­te en prin­ci­pio con­si­de­ra ese tema para pos­te­rior­men­te con­ver­tir­lo en un thri­ller sin mayor vuelo.

PER­DI­DOS EN LA NOCHE

La his­to­ria del rea­li­za­dor basa­da en su guión com­par­ti­do con su her­mano Mar­tin Esca­lan­te y Pau­li­na Men­do­za trans­cu­rre en un peque­ño pue­blo rural de Gua­na­jua­to don­de en su pró­lo­go se obser­va a un redu­ci­do núme­ro de acti­vis­tas pro­tes­tan­do con moti­vo del pro­yec­to de una explo­ta­ción mine­ra cana­dien­se que allí ten­drá lugar. En horas noc­tur­nas Palo­ma (Vicky Arai­co), una de las muje­res que habían par­ti­ci­pa­do en la asam­blea, es asal­ta­da bru­tal­men­te por cier­tos indi­vi­duos no identificados.

Tras una elip­sis, tres años des­pués el joven Emi­liano (Juan Daniel Gar­cia Tre­vino) que es el hijo de la mujer que había sido ata­ca­da, al no tener noti­cias de su madre des­apa­re­ci­da y sin reci­bir apo­yo por par­te de las auto­ri­da­des loca­les resuel­ve enca­rar el asun­to por su cuen­ta con la cola­bo­ra­ción de su novia Jaz­mín (María Fer­nan­da Oslo). A tra­vés de un dato pro­vis­to por un mori­bun­do poli­cía, Emi­liano logra emplear­se en el hogar de una influ­yen­te y adi­ne­ra­da fami­lia que estu­vo invo­lu­cra­da con las des­apa­ri­cio­nes; la mis­ma está inte­gra­da por Rigo (Fer­nan­do Boni­lla), un artis­ta con­cep­tual, su pare­ja Car­men (Bár­ba­ra Mori), una can­tan­te pop, y su hija Móni­ca (Ester Expó­si­to), con quien Emi­liano esta­ble­ce una espe­cial relación.

No con­vie­ne ade­lan­tar cómo cada uno de estos per­so­na­jes per­mi­ti­rá des­en­tra­ñar el mis­te­rio en torno de la suer­te corri­da por Palo­ma; pero lo cier­to es que el rela­to se nutre de una serie de situa­cio­nes que sin estar cla­ra­men­te cohe­sio­na­das son abor­da­das superficialmente.

En su inten­to de denun­ciar las falen­cias de un sis­te­ma judi­cial insu­fi­cien­te­men­te capa­ci­ta­do para resol­ver los innu­me­ra­bles casos de per­so­nas injus­ta­men­te borra­das del mapa, Esca­lan­te ofre­ce un dra­ma cri­mi­nal tibia­men­te acep­ta­ble que care­ce del vigor nece­sa­rio capaz de conmover.

Bet­ween Revo­lu­tions (Ruma­nia-Croa­cia-Qatar-Irán)

Com­pro­me­ti­do en temas de natu­ra­le­za polí­ti­ca y social, el rea­li­za­dor rumano Vlad Petri, bien recor­da­do por Whe­re are you, Bucha­rest? (2014), pre­sen­ta algo simi­lar en este híbri­do docu­men­tal refle­jan­do qué es lo que ha acon­te­ci­do cuan­do dos revo­lu­cio­nes popu­la­res cam­bia­ron el rum­bo polí­ti­co de Ruma­nia e Irán.

El argu­men­to está cen­tra­do en la rela­ción per­so­nal y pos­te­rior­men­te epis­to­lar exis­ten­te entre la ruma­na María y la ira­ní Zah­ra quie­nes en la déca­da del 70 ambas efec­tua­ron sus estu­dios en la Escue­la de Medi­ci­na de la Uni­ver­si­dad de Bucarest.

En ese enton­ces, Ruma­nia esta­ba gober­na­da por el repre­si­vo régi­men de Nico­lae Ceaușes­cu y cuan­do en 1978 se pro­du­ce la revo­lu­ción ira­ní con la fuga del sha Moham­mad Reza Pah­le­vi, Zah­ra retor­na a Irán alber­gan­do la espe­ran­za de vivir en un país dife­ren­te bajo un cli­ma más libe­ral. Es así que Maria envi­dia la situa­ción que acon­te­ce en Irán has­ta que en 1989 se pro­du­ce la caí­da de Ceau­ses­cu y en este caso ella se sola­za pen­san­do que ven­drán mejo­res tiempos.

A tra­vés de los años Zah­ra y María siguen comu­ni­ca­das median­te el inter­cam­bio de car­tas en las que que­da refle­ja­da la des­es­pe­ran­za de ambas; en un caso por la revo­lu­ción islá­mi­ca que tra­jo con­si­go un esta­do teo­crá­ti­co amor­da­zan­do la liber­tad de expre­sión y por el lado rumano la caí­da de su dic­ta­dor es reem­pla­za­da por gobier­nos incom­pe­ten­tes implan­tan­do un capi­ta­lis­mo de máxi­ma dureza.

Tan­to María como Zah­ra son per­so­na­jes fic­ti­cios y el con­te­ni­do de las car­tas está escri­to por Lavi­nia Bra­niş­te que es la auto­ra del guión com­par­ti­do con Petri. Lo más impor­tan­te es que la corres­pon­den­cia epis­to­lar sir­ve de excu­sa para refle­jar lo acon­te­ci­do entre las dos revo­lu­cio­nes de Irán y Ruma­nia y que están expues­tas en el valio­so mate­rial de archi­vo de los dos paí­ses duran­te los años 70 y 80 obte­ni­dos por el rea­li­za­dor. Si bien ambas revo­lu­cio­nes han sido dife­ren­tes, tie­nen en común el de haber decep­cio­na­do las expec­ta­ti­vas de la pobla­ción de lograr un cam­bio positivo.

Muy bien rea­li­za­do por Petri y agra­cia­do por su bue­na edi­ción efec­tua­da con la cola­bo­ra­ción de Dra­gos Ape­tri y Cata­lin Cris­tu­tiu se asis­te a un satis­fac­to­rio docu­men­to explo­ran­do los tur­bu­len­tos momen­tos del no muy lejano pasa­do his­tó­ri­co de Ruma­nia e Irán a tra­vés de la visión de dos ínti­mas amigas.

Retra­tos Fan­tas­mas (Bra­sil)

Retra­tan­do a su que­ri­da ciu­dad natal de Reci­fe y evi­den­cian­do su pasión por el cine en este docu­men­tal Kle­ber Men­do­nça Filho trans­por­ta al espec­ta­dor en un emo­ti­vo via­je hacia el pasa­do impreg­na­do de melancolía.

RETRA­TOS FANTASMAS

El rea­li­za­dor estruc­tu­ra su rela­to en tres par­tes. En la pri­me­ra se asis­te a la casa en don­de trans­cu­rrió su infan­cia, que adqui­ri­da por su madre his­to­ria­do­ra cuan­do se divor­ció de su padre fue obje­to de varias refor­mas des­pués de su muer­te en 1994; en ese hogar con­ver­ti­do en par­te en un set de fil­ma­ción es don­de él rodó más de una dece­na de cor­to­me­tra­jes y par­te de su exce­len­te pri­mer lar­go­me­tra­je O Som ao Redor (2012). Asi­mis­mo el cineas­ta nos hace cono­cer el vecin­da­rio y algu­nas vis­tas de Reci­fe inclu­yen­do un puen­te muy con­cu­rri­do que según pare­ce des­pren­de una varie­dad de olores.

Si bien resul­ta gra­to echar un vis­ta­zo a lo que hoy día es la moder­na ciu­dad que arqui­tec­tó­ni­ca­men­te está nutri­da de gran­des ras­ca­cie­los, lo más des­ta­ca­ble del docu­men­tal es lo que se ilus­tra en su segun­da y ter­ce­ra par­te que cons­ti­tu­ye un home­na­je a las salas de cine ya des­apa­re­ci­das. Las mis­mas esta­ban ubi­ca­das en el cen­tro de la ciu­dad que en la actua­li­dad está en deca­den­cia y sin el ful­gor y dina­mis­mo de anta­ño. Allí se encon­tra­ban los vie­jos cines don­de des­de los 13 has­ta los 25 años Men­do­nça Filho solía asis­tir varias veces por sema­na. Entre algu­nas de esas salas se halla­ba el cine Sāo Luiz que duran­te sus 70 años de exis­ten­cia fue visi­ta­do por 50 millo­nes de espectadores.

Otro mag­ní­fi­co cine ha sido el Art Palá­cio en don­de en un encuen­tro con el pro­yec­cio­nis­ta Ale­xan­dre (falle­ci­do en 2003), él reme­mo­ra cómo des­de su calu­ro­sa sala de pro­yec­ción sin aire acon­di­cio­na­do se pasa­ban algu­nos de los gran­des éxi­tos como lo ha sido El Padrino que se man­tu­vo 4 meses en car­tel; tam­bién el pro­yec­cio­nis­ta recuer­da que en cier­tas oca­sio­nes tuvo que lidiar con la cen­su­ra del gobierno mili­tar vigen­te en ese enton­ces; resul­ta con­mo­ve­dor cuan­do men­cio­na las lágri­mas sali­das de su ros­tro al cerrar­se defi­ni­ti­va­men­te sus puer­tas; sin duda esas esce­nas traen a la memo­ria el her­mo­so film Cine­ma Para­di­so de Gui­sep­pe Tor­na­to­re. Otro momen­to que des­ta­ca el cineas­ta ha sido la inau­gu­ra­ción en 1970 del lujo­so cine Vene­za con la pro­yec­ción de Air­port en don­de asis­tie­ron varias per­so­na­li­da­des del cine y el gober­na­dor de Pernambuco.

Ple­na nos­tal­gia pro­du­ce obser­var las mar­que­si­nas de los cines anun­cian­do Bar­ba­re­lla, Jaws y Hair, entre otros títu­los. Esas míti­cas salas que con­for­ma­ban una espe­cie de con­vi­ven­cia huma­na, son en algu­nos casos rui­nas gene­ra­das por la mudan­za urba­na que se pro­du­jo con el paso del tiem­po. En su seg­men­to final el docu­men­tal mues­tra cómo los edi­fi­cios de algu­nos cines han sido trans­for­ma­dos en igle­sias evangélicas.

Para lograr este retra­to de los fan­tas­mas de un bello pasa­do, el rea­li­za­dor se ha vali­do de su archi­vo per­so­nal, foto­gra­fías y clips de nume­ro­sos fil­mes inclu­yen­do algu­nos de su fil­mo­gra­fía y muy bien edi­ta­dos por Matheus Farias. En suma, a todas luces este es un remar­ca­ble docu­men­tal que sin reser­va algu­na ame­ri­ta su visión.

FNC 2023 (Segun­da Parte)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

He aquí el comen­ta­rio de tres fil­mes vis­tos en el Fes­ti­val du Nou­veau cine­ma (FNC) que pro­si­gue has­ta el 15 de octubre.

Totem (Méxi­co-Dina­mar­ca-Fran­cia)

En oca­sión del Fes­ti­val de Toron­to de 2018 se tuvo la opor­tu­ni­dad de des­cu­brir a Lila Avi­lés quien en su pri­mer lar­go­me­tra­je La Cama­ris­ta, demos­tró poseer un sin­gu­lar talen­to. En esta oca­sión vuel­ve a con­fir­mar­lo en este bello film que con suma deli­ca­de­za retra­ta a una niña obser­van­do el medio que la rodea en oca­sión de cele­brar­se un espe­cial evento.

TOTEM

La direc­to­ra ambien­ta la his­to­ria duran­te el perío­do de una jor­na­da en una zona rural de Méxi­co en don­de la niña Sol (Nai­ma Sen­ties) lle­ga con su madre Lucía (Lazua Larios) al case­rón de su joven padre Tona (Mateo Gar­cía Eli­zon­do) quien ese día cum­ple 27 años. El pro­pó­si­to del via­je es ofre­cer­le una fies­ta sor­pre­sa, a pesar de que se encuen­tra gra­ve­men­te enfer­mo de cán­cer y solí­ci­ta­men­te aten­di­do por Cruz (Tere­si­ta Sán­chez), una afa­ble mujer. Sol desea de inme­dia­to abra­zar a su pro­ge­ni­tor pero por el momen­to se le impi­de que entre a su cuar­to debien­do aguar­dar para ver­lo cuan­do Tona sal­ga del mis­mo para su festejo.

Es así que la peque­ña pres­ta cui­da­do­sa aten­ción a los pre­pa­ra­ti­vos en don­de la orga­ni­za­do­ra de la fies­ta es la tía Ale­jan­dra (Mari­sol Gasé) y la tía Nuri (Mon­tse­rrat Mara­ñon) quien se ocu­pa de la coci­na y estan­do tam­bién su hija Esther (Sao­ri Gur­za) quien es menor que Sol. Entre otros per­so­na­jes se encuen­tra el patriar­cal abue­lo (Alber­to Ama­dor) con pro­ble­mas voca­les, la bre­ve pre­sen­cia de una curio­sa hechi­ce­ra que vie­ne a des­pe­jar la vivien­da de los malos espí­ri­tus y res­tan­tes fami­lia­res y ami­gos par­tí­ci­pes de la celebración.

Sol no pier­de de vis­ta todo lo que acon­te­ce a su alre­de­dor evi­den­cian­do en su tris­te mira­da que lo que se está cele­bran­do es a la vez una des­pe­di­da de su muy que­ri­do padre.

Con sen­ci­llez y evi­tan­do caer en un arti­fi­cial sen­ti­men­ta­lis­mo Avi­lés logra un melo­dra­má­ti­co rela­to coral don­de ade­más de la logra­da inter­re­la­ción que se pro­du­ce entre los varios per­so­na­jes del film, a su vez impri­me una remar­ca­ble mira­da al mun­do de la infan­cia. En el mar­co de un muy buen elen­co resal­ta la exce­len­te actua­ción de Sen­ties, quien en su debut para el cine con­vin­cen­te­men­te trans­mi­te el sen­ti­mien­to de dolor de la niña que intu­ye la inmi­nen­te pér­di­da de Tona. En esen­cia, sin sal­ve­dad algu­na esta mag­ní­fi­ca pelí­cu­la ame­ri­ta su visión.

Do Not Expect Too Much From the End of the World (Ruma­nia-Luxem­bur­go-Fran­cia-Croa­cia)

Entre los más des­ta­ca­dos rea­li­za­do­res del cine rumano se encuen­tra Radu Jude quien en éste su octa­vo tra­ba­jo reafir­ma su con­di­ción de cineas­ta audaz, des­pre­jui­cia­do, nada con­ven­cio­nal y menos aún com­pla­cien­te para rela­tar aspec­tos inhe­ren­tes a su país aun­que tam­bién pue­den ser atri­bui­dos a otras regio­nes del agi­ta­do y revuel­to mun­do actual.

DO NOT EXPECT TOO MUCH FROM THE END OF THE WORLD

En un guión que le per­te­ne­ce, Jude pre­sen­ta a Ange­la Radu­ca­nu (Ilin­ca Mano­la­che), una acti­va y diná­mi­ca mujer que tra­ba­ja como asis­ten­te de pro­duc­ción para una com­pa­ñía y que dia­ria­men­te le aguar­da una jor­na­da ago­ta­do­ra debi­do a las exi­gen­cias deman­da­das por sus supe­rio­res a quie­nes poco les impor­ta el exce­so de horas que ella des­ti­na al mis­mo. En la actua­li­dad debe cum­plir con los reque­ri­mien­tos de una com­pa­ñía aus­tría­ca que enco­men­dó a su empre­sa la pro­duc­ción de un video comer­cial sobre acci­den­tes labo­ra­les. Para ello, esta mujer mane­jan­do un auto reco­rre las rutas de Buca­rest para loca­li­zar a per­so­nas que han sufri­do tales peri­pe­cias. Simul­tá­nea­men­te, Jude uti­li­za extrac­tos del film rumano de 1981 Ange­la mere mai depar­te diri­gi­do por Lucian Bra­tu en el que su pro­ta­go­nis­ta (Dori­na Lazar) es una taxis­ta que con­vi­ve en un medio patriar­cal duran­te la épo­ca del dic­ta­dor Ceaușes­cu; esa expo­si­ción adquie­re rele­van­cia para ana­li­zar en qué se dife­ren­cia o se igua­la la épo­ca ya ida con el mar­co social con­tem­po­rá­neo en don­de Ange­la no está exen­ta del machis­mo vigente.

Duran­te el día en que se desa­rro­lla el rela­to ella reco­ge en el aero­puer­to a Doris Goethe (Nina Hoss) quien es la repre­sen­tan­te de la empre­sa aus­tría­ca en don­de en el tras­la­do hacia el hotel la con­duc­to­ra le comen­ta cómo las cor­po­ra­cio­nes extran­je­ras abu­san de las com­pa­ñías loca­les, a lo que Doris repli­ca seña­lan­do que el pro­ble­ma radi­ca más bien por par­te de quie­nes se dejan explotar.

Pro­si­guien­do con su misión de ubi­car a sobre­vi­vien­tes de acci­den­tes en luga­res de tra­ba­jo, des­pués de encon­trar a posi­bles pos­tu­lan­tes Ange­la final­men­te ubi­ca al can­di­da­to ideal en la per­so­na de Ovi­diu Buca (Ovi­diu Pir­san). En un remar­ca­ble plano secuen­cia de apro­xi­ma­da­men­te 30 minu­tos se asis­te a la fil­ma­ción del cor­to “For­bid­den Pla­net” en el que Ovi­diu a cam­bio de los 500 euros que habrá de reci­bir se apres­ta a ser fil­ma­do rodea­do por sus fami­lia­res. Es allí que él deta­lla lo ocu­rri­do el 24 de noviem­bre de 2020 cuan­do des­pués de una inten­sa jor­na­da de tra­ba­jo de 17 horas al fina­li­zar la mis­ma y cuan­do se dis­po­ne a reti­rar su coche del apar­ca­mien­to del esta­ble­ci­mien­to es atro­pe­lla­do por otro vehícu­lo; como con­se­cuen­cia de ese cho­que él per­ma­ne­ce en esta­do de coma duran­te 13 meses y al des­per­tar des­cu­bre que está para­li­za­do de la cin­tu­ra has­ta las extre­mi­da­des infe­rio­res por lo que de por vida debe des­pla­zar­se en silla de rue­das. Sin embar­go el direc­tor del equi­po de fil­ma­ción le hace repe­tir las tomas varias veces seña­lán­do­le que no men­cio­ne las horas extras de labor rea­li­za­das con el pro­pó­si­to de que su tes­ti­mo­nio resul­te acep­ta­ble para la com­pa­ñía austríaca.

A todas luces esta come­dia en par­te satí­ri­ca refle­ja las irre­gu­la­ri­da­des de cor­po­ra­cio­nes que en pro­cu­ra del lucro y des­po­ja­das de con­te­ni­do humano explo­tan a sus emplea­dos afec­tan­do su salud por el exce­so de horas tra­ba­ja­das sin adi­cio­nal remu­ne­ra­ción; cla­ra­men­te que­da expues­ta una crí­ti­ca cla­ra y pre­ci­sa a los males que engen­dra el sis­te­ma capitalista.

Dicho lo que ante­ce­de, esta radi­cal, inte­lec­tual y ori­gi­nal come­dia dra­má­ti­ca imbui­da de nota­ble fran­que­za fas­ci­na­rá al ciné­fi­lo ávi­do de apre­ciar el alto nivel de cali­dad que acos­tum­bra ofre­cer el gran direc­tor rumano.

In Our Day (Corea del Sur)

Del pro­lí­fi­co rea­li­za­dor sur­co­reano Hong Sang-soo lle­ga este film que cier­ta­men­te divi­di­rá a la audien­cia tenien­do en cuen­ta que no exis­te un argu­men­to pre­ci­so ni tam­po­co cone­xión algu­na entre las dos his­to­rias narra­das que trans­cu­rren en Seúl.

IN OUR DAY

En una de las his­to­rias se obser­va a Sang­won (Kim Min-hee) una actriz que recién retor­nó a Seúl des­pués de haber tra­ba­ja­do fue­ra del país y que atra­vie­sa una cri­sis en su carre­ra al no tener mayor inte­rés en su pro­fe­sión. Alo­ján­do­se en lo de su ami­ga Jung-soo (Song Sun-mi) que vive con su gato, ambas muje­res reci­ben la visi­ta de Jisoo (Park Misoo), una joven parien­te de Sang­won, quien como aspi­ran­te actriz quie­re que le acon­se­jen sobre cier­tos aspec­tos de esta profesión.

En las tres esce­nas que con­for­man esta par­te del rela­to, lo más dis­tin­ti­vo es la des­apa­ri­ción del gato y los esfuer­zos para ubi­car­lo y traer­lo al hogar, así como la pro­po­si­ción de Jisoo de comer ram­yeon, una típi­ca comi­da sur­co­rea­na de fideos riza­dos sazo­na­dos con sal­sa picante.

https://www.youtube.com/watch?v=e16UomdIQEM

Simul­tá­nea­men­te el direc­tor inter­ca­la tres esce­nas que con­for­man la otra his­to­ria; la mis­ma trans­cu­rre en el hogar del anciano poe­ta Hong Uiji (Ki Joo-bong) en don­de se halla Kijoo (Park Miso), una joven estu­dian­te de cine que lo está fil­man­do para su pro­yec­to de gra­dua­ción; Al poco tiem­po lle­ga el joven Jae­won (Ha Seong-guk) quien es un admi­ra­dor del poe­ta y el pro­pó­si­to de su visi­ta es for­mu­lar­le algu­nas pre­gun­tas filo­só­fi­cas sobre el sig­ni­fi­ca­do de la vida, como así tam­bién acer­ca de la impor­tan­cia de la poe­sía en la era actual. Por estar afec­ta­do de una enfer­me­dad car­día­ca Hong Uiji debe abs­te­ner­se de fumar y evi­tar la bebi­da alcohó­li­ca; sin embar­go no pue­de resis­tir la ten­ta­ción de beber de la bote­lla de soju (licor coreano) que le obse­quia el visitante.

En la ausen­cia de un sig­ni­fi­ca­do pre­ci­so de estas dos inde­pen­dien­tes his­to­rias narra­das, el film se deja ver pero con­fi­gu­ra una obra infe­rior de la fil­mo­gra­fía de Sang-soo. A su favor, se des­ta­ca la natu­ral actua­ción de sus seis intér­pre­tes y la ajus­ta­da pues­ta escé­ni­ca del rea­li­za­dor, con­si­de­ran­do las limi­ta­cio­nes de espa­cio en que trans­cu­rren los dos esce­na­rios de su trama.

Un Fenó­meno Cultural

TAY­LOR SWIFT

Duran­te el lap­so de cua­tro fines de sema­na se habrá de exhi­bir el docu­men­tal Tay­lor Swift The Eras Tour en más de cua­tro mil salas de Amé­ri­ca del Norte.

Tal como se seña­la en el comu­ni­ca­do de pren­sa “el fenó­meno cul­tu­ral pro­si­gue en la gran pan­ta­lla”. Se tra­ta de Tay­lor Swift, la cele­bra­da can­tau­to­ra, pro­duc­to­ra, direc­to­ra, actriz y empre­sa­ria de Esta­dos Uni­dos quien des­de muy joven demos­tró su afi­ción por el can­to con su voz de mez­zo soprano a tra­vés de la músi­ca country, habien­do publi­ca­do su pri­me­ro de nume­ro­sos álbu­mes a los 17 años y obte­ni­do a lo lar­go de su carre­ra 12 pre­mios Grammy, ade­más de múl­ti­ples distinciones.

(Foto: John Shearer)

The Eras Tour es la sex­ta gira musi­cal de la afa­ma­da can­tan­te que comen­zó en Glen­da­le, Ari­zo­na, el 17 de mar­zo de 2023 y con­clu­yó el 5 de agos­to en Los Ánge­les. El tour resul­tó un sen­sa­cio­nal éxi­to comer­cial reci­bien­do uná­ni­mes elo­gios de crí­ti­ca y públi­co, ade­más de haber impul­sa­do una deman­da sin pre­ce­den­tes a nivel mun­dial.. Los con­cier­tos duran más de tres horas, con una lis­ta de 44 can­cio­nes divi­di­das en 10 actos dis­tin­tos que retra­tan con­cep­tual­men­te los diez álbu­mes de estu­dio de Swift.​La gira fue un gran éxi­to comer­cial y reci­bió elo­gios uná­ni­mes de la crí­ti­ca. Se con­vir­tió en un fenó­meno cul­tu­ral y eco­nó­mi­co, impul­sa­do por una deman­da sin pre­ce­den­tes a nivel mundial.

Según las pala­bras de la artis­ta mani­fes­ta­das en las redes socia­les “esta gira ha sido la expe­rien­cia más sig­ni­fi­ca­ti­va y eléc­tri­ca de mi vida has­ta el momen­to y estoy encan­ta­da de con­ta­ros que lle­ga­rá a la gran pan­ta­lla pron­to”.

El docu­men­tal que ha sido diri­gi­do por Sam Wrench y gra­ba­do en Los Ánge­les en la noche final de la gira dura 170 minu­tos y englo­ba 44 canciones.

La pre­sen­ta­ción de este even­to en Cana­dá ten­drá lugar en nume­ro­sas salas del com­ple­jo Cine­plex en 15 exhi­bi­cio­nes a rea­li­zar­se en las siguien­tes fechas: 13, 14, 15, 19, 20, 21, 22, 26, 27, 28 y 29 de octu­bre y des­de el 2 has­ta el 5 de noviem­bre.

El Remar­ca­ble Pin­tor Noruego

MUNCHLOVE GHOSTS AND LADY VAMPIRES

En el mar­co de la serie Gallery & Exhi­bi­tions de Cine­plex se podrá apre­ciar el docu­men­tal de Norue­ga e Ita­lia Munch – Love Ghosts and Lady Vam­pi­res. En el mis­mo la direc­to­ra Miche­le Mally valién­do­se de su guión escri­to con Arian­na Mare­lli enfo­ca al gran pin­tor y gra­ba­dor norue­go Edvard Munch (1863 – 1944).

Aun­que no muy cono­ci­do como otros gran­des artis­tas con­tem­po­rá­neos, los tra­ba­jos de Munch lle­ga­ron a influir cul­tu­ral­men­te en renom­bra­dos artis­tas, tales como Ing­mar Berg­man, Andy Warhol, Mari­na Abra­mo­vich y Jas­per Joh­nes, entre otros. El film se cen­tra en las obras de Munch, disec­cio­nan­do sus cua­dros más repre­sen­ta­ti­vos, fru­to de su men­te ator­men­ta­da a cau­sa de una vida mar­ca­da por la enfer­me­dad, la locu­ra y la muer­te; es así que El Gri­to (Skrik), su pin­tu­ra más famo­sa de 1893, se ha con­ver­ti­do en el sím­bo­lo icó­ni­co de las tra­ge­dias del pasa­do siglo.

EL GRI­TO

En octu­bre de 2021 se inau­gu­ró en Oslo el nue­vo museo Munch; el espec­ta­cu­lar ras­ca­cie­los de la capi­tal norue­ga alber­ga el inmen­so lega­do que el artis­ta hizo a su ciu­dad que com­pren­de 28.000 obras de arte inclu­yen­do pin­tu­ras, gra­ba­dos, dibu­jos así como obje­tos, cua­der­nos de notas y boce­tos, foto­gra­fías y expe­ri­men­tos cinematográficos.

En con­jun­to, esta pelí­cu­la que es rela­ta­da por Ingrid Bol­sø Ber­dal ofre­ce una cla­ra visión de la men­te, las pasio­nes y el arte de este artis­ta nór­di­co, que ha sido un hom­bre due­ño de un sin­gu­lar encan­to, ade­más de pre­cur­sor y gran maestro.
El docu­men­tal de 90 minu­tos de dura­ción será exhi­bi­do el 11 de octu­bre en selec­tas salas de Cine­plex.

Acci­den­ta­do Via­je Turístico

THE ROYAL HOTEL. Aus­tra­lia, 2023. Un film de Kitty Green. 91 minutos

Tenien­do como ante­ce­den­te su muy logra­do pri­mer lar­go­me­tra­je de fic­ción The Assis­tant (2019), la rea­li­za­do­ra Kitty Green retor­na con The Royal Hotel. En un guión que le per­te­ne­ce com­par­ti­do con Oscar Red­ding, enfo­ca la visi­ta de dos muje­res a una recón­di­ta región de Australia.

Jes­si­ca Hen­wick y Julia Garner

En un bre­ve pró­lo­go se con­tem­pla a las cana­dien­ses ami­gas Han­na (Julia Gar­ner) y Liv (Jes­si­ca Hen­wick), dis­fru­tan­do de una fies­ta que tie­ne lugar en un bar­co turís­ti­co alre­de­dor de la ciu­dad de Sid­ney en Australia.

Tras una elip­sis y sin mayor expli­ca­ción se obser­va que ellas arri­ban a un desér­ti­co y deso­la­do rin­cón mine­ro aus­tra­liano; allí se alo­jan en el hotel Royal, un esta­ble­ci­mien­to de ínfi­ma cate­go­ría a car­go de Billy (Hugo Wea­ving) y su aso­cia­da Carol (Ursu­la Yovich). Estas turis­tas no son sim­ple­men­te hués­pe­des del lugar sino que están emplea­das como cama­re­ras en el bar del hotel cuya clien­te­la son hom­bres que de una u otra mane­ra demues­tran un ins­tin­to per­ver­so al tra­tar de vin­cu­lar­se con ellas.

Mien­tras que Han­na, más repo­sa­da y madu­ra que su ami­ga cobra con­cien­cia de que no resul­ta con­ve­nien­te per­ma­ne­cer allí por el ries­go que atra­vie­san, Liv resul­ta más com­pla­cien­te y pre­fie­re que­dar­se. La situa­ción per­ma­ne­ce ten­sa duran­te los días que siguen en don­de la hos­ti­li­dad hacia ellas se hace sen­tir al ser moles­ta­das por varios de los parro­quia­nos (Daniel Henshall, James Fre­che­vi­lle, Toby Walla­ce); a ello se agre­ga la explo­sión vio­len­ta de Billy en momen­tos de ebriedad.

Este thri­ller se carac­te­ri­za por ani­dar per­so­na­jes extre­ma­da­men­te des­agra­da­bles don­de la úni­ca excep­ción es el de Carol que se com­pa­de­ce por la situa­ción que atra­vie­san las mucha­chas.. Como devo­ta femi­nis­ta es enco­mia­ble el pro­pó­si­to de la direc­to­ra en cri­ti­car la vio­len­cia machis­ta y la miso­gi­nia impe­ran­te, pero al hacer­lo lo ilus­tra con esca­sa suti­li­dad y por aña­di­du­ra el mis­mo cli­ma vio­len­to pre­va­le­ce entre los hom­bres del lugar. Con un des­en­la­ce ruti­na­rio y pre­de­ci­ble, la con­ven­cio­nal pues­ta escé­ni­ca de Green no per­mi­te com­pen­sar las limi­ta­cio­nes del ende­ble guión cuyo con­te­ni­do no logra impactar.

Más allá de las obje­cio­nes apun­ta­das, el film está inte­gra­do por un com­pe­ten­te elen­co, con la excep­ción de Hen­wick quien no logra res­ca­tar a su per­so­na­je poco expre­si­vo. En el rubro de los fac­to­res téc­ni­cos mere­cen elo­gio el buen dise­ño de pro­duc­ción de Leah Pople y la esme­ra­da foto­gra­fía de Michael Latham repro­du­cien­do la ambien­ta­ción de la deso­la­da región en que trans­cu­rre la acción. De todos modos, estos acier­tos no alcan­zan a com­pen­sar la media­nía del rela­to. Jor­ge Gutman