El Mun­do del Cine en Toronto

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Una vez más Toron­to cele­bra­rá la cine­ma­to­gra­fía mun­dial en su cua­dra­gé­si­ma nove­na edi­ción que se desa­rro­lla­rá des­de el 5 has­ta el 15 de sep­tiem­bre. Con­sa­gra­do como la mues­tra de cine más impor­tan­te de Amé­ri­ca del Nor­te, el Fes­ti­val Inter­na­cio­nal de Toron­to (TIFF) ha pro­gra­ma­do 278 títu­los que inclu­yen 48 cor­to­me­tra­jes de dife­ren­tes regio­nes del mundo.

El TIFF es un tras­cen­den­te even­to cul­tu­ral que con­gre­ga a un inmen­so públi­co no sólo para asis­tir a la exhi­bi­ción de pelí­cu­las sino asi­mis­mo para fes­te­jar­lo a tra­vés de múl­ti­ples acti­vi­da­des rea­li­za­das al exte­rior de las salas de cine. Es así que uno de los acon­te­ci­mien­tos popu­la­res es el que ten­drá lugar en la calle King West que esta­rá cerra­da al trán­si­to des­de Uni­ver­sity Ave­nue has­ta la calle Peter; allí se efec­tua­rá el deno­mi­na­do Fes­ti­val Street con nume­ro­sas acti­vi­da­des gra­tui­tas para todas las eda­des, inclu­yen­do el TIFF Art Mar­ket en cola­bo­ra­ción con el Toron­to Film School, don­de habrá expo­si­cio­nes de arte.

La gran fies­ta del cine se inau­gu­ra con el estreno mun­dial de Nut­crac­kers (Esta­dos Uni­dos) de David Gor­don Green que será pre­sen­ta­do en la sec­ción Galas. Esta come­dia dra­má­ti­ca tie­ne como pro­ta­go­nis­ta al popu­lar come­dian­te Ben Sti­ller quien carac­te­ri­za a un indi­vi­duo muy adic­to a su tra­ba­jo que se ve for­za­doa a via­jar a una zona rural a fin de cui­dar de sus cua­tro sobri­nos cuyos padres han muer­to en un acci­den­te de automóvil.

NUT­CRAC­KERS

La pelí­cu­la de clau­su­ra a exhi­bir­se el 14 de sep­tiem­bre es The Deb (Aus­tra­lia), igual­men­te pro­gra­ma­da en la sec­ción Gala en don­de la actriz Rebel Wil­son efec­túa su debut detrás de la cáma­ra. Se anti­ci­pa como una diná­mi­ca come­dia musi­cal en la que una ado­les­cen­te gran­je­ra mar­gi­na­da de la escue­la secun­da­ria se une a su pri­ma de la ciu­dad para atraer la aten­ción de depor­tis­tas y chi­cas popu­la­res en el bai­le anual de debutantes.

La Sec­ción Galas, que es la de mayor visi­bi­li­dad cuen­ta con 21 fil­mes que ade­más de los de aper­tu­ra y clau­su­ra, sus­ci­tan con­si­de­ra­ble expec­ta­ti­va. Entre los mis­mos se halla Eden (Esta­dos Uni­dos) del renom­bra­do cineas­ta Ron Howard; basa­do en even­tos his­tó­ri­cos, este thri­ller inter­pre­ta­do por Jude Law y Vanes­sa Kirby rela­ta el deve­nir de una pare­ja euro­pea que bus­can­do ini­ciar una nue­va vida en una isla pre­via­men­te des­ha­bi­ta­da de Galá­pa­gos, des­cu­bre que nada se ase­me­ja al supues­to paraí­so ima­gi­na­do. Un ínti­mo retra­to del céle­bre tenor ita­liano Andrea Boce­lli más allá de su actua­ción en esce­na, es efec­tua­do en el docu­men­tal Andrea Boce­lli: Becau­se I Belie­ve (Gran Bre­ta­ña) de Cosi­ma Spen­der. Otra pelí­cu­la de con­si­de­ra­ble atrac­ción es William Tell (Ita­lia-Gran Bre­ta­ña) de Nick Hamm que cuen­ta con un elen­co este­lar enca­be­za­do por Sir Ben Kings­ley, Jonathan Pri­ce, Claes Bang y Rafe Spall; su tema se cen­tra en el legen­da­rio gue­rre­ro del siglo XIV que libe­ró a Sui­za con­vir­tién­do­se en un héroe fol­cló­ri­co a tra­vés del tiempo.

EDEN

El pro­gra­ma de Spe­cial Pre­sen­ta­tions inclu­ye pelí­cu­las de dife­ren­tes géne­ros y esti­los de gran cali­dad artís­ti­ca y algu­nas de las mis­mas con­sa­gra­das en fes­ti­va­les inter­na­cio­na­les. Entre las 57 pelí­cu­las selec­cio­na­das se encuen­tra Daho­mey (Benín- Fran­cia-Sene­gal) de Mati Diop que obtu­vo el Oso de Oro en Ber­lín; su tra­ma gira en torno de valio­sos teso­ros que en 1892 Fran­cia saqueó del pala­cio real de Daho­mey y que des­pués de varios años de ape­la­cio­nes, en 2021 se lle­gó a un acuer­do para su res­ti­tu­ción a la repú­bli­ca de Benín. Tam­bién en este pro­gra­ma se halla Ano­ra (Esta­dos Uni­dos), la pelí­cu­la de Sean Baker gana­do­ra de la Pal­ma de Oro en el fes­ti­val de Can­nes; la román­ti­ca come­dia se cen­tra en una tra­ba­ja­do­ra sexual de Brooklyn que cono­ce y se casa con el hijo de un pode­ro­so oli­gar­ca, pero su cuen­to de hadas corre peli­gro de nau­fra­gar cuan­do sus sue­gros pro­ve­nien­tes de Rusia lle­gan a New York con el pro­pó­si­to de anu­lar el matri­mo­nio. Igual­men­te en Can­nes fue calu­ro­sa­men­te reci­bi­da Emi­lia Pérez (Fran­cia-Esta­dos Uni­dos-Méxi­co) que ganó el Pre­mio del Jura­do así como el de la mejor inter­pre­ta­ción feme­ni­na en con­jun­to (Zoé Sal­da­ña, Sele­na Gómez y Adria­na Paz); su rea­li­za­dor Jac­ques Audiard con­si­de­ra un dra­ma social nutri­do de músi­ca rela­tan­do las vici­si­tu­des del líder de un car­tel mexi­cano ansio­so de que­rer cam­biar­se de sexo. Des­pier­ta gran inte­rés The Room Next Door (Espa­ña) que es el pri­mer lar­go­me­tra­je fil­ma­do en inglés por el genial Pedro Almo­dó­var con las actua­cio­nes pro­ta­gó­ni­cas de Julian­ne Moo­re y Til­da Swinton.

Por noveno año con­se­cu­ti­vo el TIFF inclu­ye el pro­gra­ma com­pe­ti­ti­vo Plat­form cuyo pro­pó­si­to es el de resal­tar a talen­to­sos e inno­va­do­res direc­to­res emer­gen­tes. Entre los 10 fil­mes repre­sen­tan­do a 17 paí­ses se encuen­tra Danie­la Fore­ver (Espa­ña-Bél­gi­ca) del cineas­ta espa­ñol Nacho Viga­lon­do; su tema gira en torno de un des­con­so­la­do hom­bre que se invo­lu­cra en el tra­ta­mien­to de una dro­ga que le per­mi­ti­rá reu­nir­se con su per­di­do amor a tra­vés de lúci­dos sue­ños. En Daughter’s Daugh­ter (Tai­wán) de Huang Xi, se asis­te al dra­ma de una madre que des­pués de haber per­di­do a su hija más joven a cau­sa de un fatal acci­den­te aho­ra debe con­fron­tar a su hija mayor a quien cedió cuan­do que­dó emba­ra­za­da en su ado­les­cen­cia. Vik­tor (Ucra­nia-Esta­dos Uni­dos) es un docu­men­tal de Oli­vier Sar­bil quien como direc­tor y vete­rano fotó­gra­fo de gue­rra ofre­ce su visión per­so­nal acer­ca de la inva­sión rusa a Ucra­nia. En The Wol­ves Always Come at Night. (Aus­tra­lia-Mon­go­lia-Ale­ma­nia) la direc­to­ra y gujo­nis­ta aus­tra­lia­na Gabrie­lle Bra­di con­si­de­ra las rup­tu­ras pro­du­ci­das por el fuer­te cam­bio cli­má­ti­co y la migra­ción urba­na de pas­to­res de Mon­go­lia, a tra­vés de las expe­rien­cias de una familia.

La sec­ción Cen­ter­pie­ce cuyo pro­pó­si­to es el de refle­jar el pano­ra­ma de la actual pro­duc­ción cine­ma­to­grá­fi­ca, pre­sen­ta 44 fil­mes de cineas­tas repre­sen­tan­do a 41 paí­ses. Uno de los títu­los es El Joc­key (Argen­ti­na-Méxi­co-Espa­ña-Dina­mar­ca-Esta­dos Uni­dos) del direc­tor argen­tino Luis Orte­ga y pro­ta­go­ni­za­do por Nahuel Pérez Bis­ca­yart, Daniel Gimé­nez Cacho y Úrsu­la Cor­be­ró; el rela­to se cen­tra en Remo Man­fre­di­ni, una leyen­da de las carre­ras de caba­llos cuya excén­tri­ca y des­truc­ti­va con­duc­ta empie­za a nublar su talen­to; Abril, su pare­ja e igual­men­te una jine­te, espe­ra un hijo suyo y debe deci­dir entre con­ti­nuar su emba­ra­zo o seguir corrien­do, don­de ambos tra­ba­jan para el empre­sa­rio Sire­na; la situa­ción se com­pli­ca cuan­do Remo sufre un acci­den­te y des­apa­re­ce del hos­pi­tal sin dejar hue­lla. En Une part man­quan­te (Bél­gi­ca-Fran­cia), el rea­li­za­dor Gui­llau­me Senez rela­ta la deses­pe­ra­da bús­que­da de un padre por su hiji­ta a quien no ha vis­to des­pués de haber trans­cu­rri­do 9 años des­de que se sepa­ró de su mujer sin haber sido capaz de lograr su cus­to­dia; la situa­ción adquie­re un giro dra­má­ti­co cuan­do cir­cuns­tan­cial­men­te lle­ga a pro­du­cir­se un encuen­tro en don­de ella no lo reco­no­ce. The Mother and the Bear (Cana­dá-Chi­le) de Johnny Ma pre­sen­ta a una madre sobre­pro­tec­to­ra que vue­la de Seúl a Cana­dá para estar al lado de su hija de 26 años quien se encuen­tra en esta­do de coma tras haber sufri­do un acci­den­te en las hela­das calles de Win­ni­peg duran­te el rigu­ro­so invierno; cuan­do la mujer se entro­me­te en la vida de su hija a tra­vés de un app de citas, su vida cobra­rá un ines­pe­ra­do giro. Seven Days (Ale­ma­nia) de Ali Sama­di Aha­di se cen­tra en una mujer ira­ní de 46 años de edad que es una fer­vien­te acti­vis­ta de los dere­chos huma­nos y ha esta­do en pri­sión duran­te los últi­mos 6 años; cuan­do por razo­nes de salud se le otor­ga un per­mi­so de una sema­na en liber­tad, ella tie­ne la opor­tu­ni­dad de huir pero eso impli­ca­ría tener que clau­di­car en su lucha por la igual­dad y democracia.

EL JOC­KEY

La sec­cion Dis­co­very englo­ba 26 títu­los resal­tan­do los pri­me­ros y segun­dos tra­ba­jos de una nue­va gene­ra­ción de rea­li­za­do­res. En su debut detrás de la cáma­ra, Ryan Cooper y Eva Tho­mas rela­tan en Aber­deen (Cana­dá) la tur­bu­len­ta vida de una mujer luchan­do por la esta­bi­li­dad de sus que­ri­dos nie­tos. En Boong (India) Laksh­mi­pri­ya Devi abor­da una tier­na his­to­ria de reuni­fi­ca­ción fami­liar; en la mis­ma un niño esco­lar, desa­fian­do lar­gas dis­tan­cias y lími­tes fron­te­ri­zos, deja su hogar en Moreh, ciu­dad india pró­xi­ma a Myan­mar, para tra­tar de loca­li­zar a su padre que habien­do par­ti­do en pro­cu­ra de mejo­res opor­tu­ni­da­des labo­ra­les dejó de man­te­ner con­tac­to con su fami­lia. Un exci­tan­te thri­ller pro­me­te The Quiet Ones (Dina­mar­ca) del rea­li­za­dor y guio­nis­ta danés Fre­de­rik Louis Hviid quien se ha basa­do en la ver­da­de­ra his­to­ria de uno de los más gran­des robos regis­tra­dos en Dina­mar­ca resal­tan­do el pro­fe­sio­na­lis­mo de hom­bres ope­ran­do al mar­gen de la ley.

ABER­DEEN

El pro­gra­ma Tiff Docs está inte­gra­do por 21 docu­men­ta­les pro­ve­nien­tes de 24 paí­ses que cubren una amplia varie­dad de temas polí­ti­cos, his­tó­ri­cos, bio­grá­fi­cos y per­so­na­les, entre otros. En Mis­tress Dis­pe­ller (Chi­na-Esta­dos Uni­dos) que se ambien­ta en Chi­na, la direc­to­ra Eli­za­beth Lo enfo­ca a una mujer cono­ci­da como Tea­cher Wang, cuyo tra­ba­jo es el de inter­ve­nir cuan­do un matri­mo­nio atra­vie­sa una cri­sis, como es el caso de una espo­sa cuyo mari­do está salien­do con una mujer más joven. El docu­men­tal Men of War (Esta­dos Uni­dos-Cana­dá) de Billy Cor­ben y Jen Gatien se cen­tra en mer­ce­na­rios ame­ri­ca­nos tra­tan­do de derro­car al gobierno de Vene­zue­la. En Blue Road – The Edna O’Briens Story (Irlan­da-Gran Bre­ta­ña) la direc­to­ra Sinéad O’Shea cen­tra su aten­ción en la renom­bra­da nove­lis­ta irlan­de­sa quien desa­fió tabús con su can­do­ro­sa sexua­li­dad. El docu­men­tal Sudan, remem­ber us (Fran­cia-Túnez-Qatar) de Hind Med­deb cap­ta un momen­to de ale­gría por par­te de jóve­nes acti­vis­tas de Sudán cuan­do en 2019 el dic­ta­dor Omar Al-Bashir había sido derro­ca­do del gobierno cuyo régi­men estu­vo impreg­na­do de geno­ci­da vio­len­cia en Dar­fur; sin embar­go esa espe­ran­za de liber­tad se esfu­ma con la gue­rra infer­nal que sobre­vino en los años siguientes.

La sec­ción Mid­night Mad­ness inclu­ye 10 títu­los cele­bran­do lo mejor del cine de acción, horror, shock y fan­ta­sía. Entre los mis­mos figu­ra Esca­pe from the 21st. Cen­tury (Chi­na) del direc­tor chino Yang Li enfo­can­do un rela­to fan­tás­ti­co don­de en 1999 tres ado­les­cen­tes trans­fie­ren sus almas al año 2019, sal­van­do así al mun­do por acci­den­te. En Friendship (Esta­dos Uni­dos) el rea­li­za­dor Andrew DeYoung narra las vici­si­tu­des de un hom­bre que tra­ta de pro­te­ger a su fami­lia, cuan­do la lle­ga­da de un nue­vo vecino ame­na­za su tran­qui­la vida.

La sec­ción Wave­lengths que se carac­te­ri­za por pro­gra­mar fil­mes expe­ri­men­ta­les, radi­ca­les y de van­guar­dia pre­sen­ta en esta edición11 lar­go­me­tra­jes y 3 cor­tos. Entre lo más des­ta­ca­ble se encuen­tra Pepe (Repú­bi­ca Domi­ni­ca­na-Ale­ma­nia-Fran­cia-Nami­bia) del cineas­ta domi­ni­cano Nel­son Car­lo de los San­tos Airas que en Ber­lín ganó el Oso de Pla­ta al mejor direc­tor; su tema gira en torno del hipo­pó­ta­mo Pepe que es el pri­me­ro y últi­mo de su espe­cie muer­to en Amé­ri­ca, con­tan­do su historia.

Una com­ple­ta infor­ma­ción de todos los fil­mes de las dife­ren­tes sec­cio­nes inclu­yen­do las de los Cor­to­me­tra­jesPri­me­ti­me sobre las nue­vas series de video, así como los hora­rios y salas de pro­yec­ción se podrá encon­trar en el sitio tiff.net/schedule.

Logra­da Come­dia de Fantasía

ABA­BOUI­NÉ. Cana­dá, 2024. Un film de André For­cier. 94 minutos

A tra­vés de algu­nos rela­tos de su fil­mo­gra­fía el renom­bra­do cineas­ta André For­cier no esca­ti­mó refe­rir­se a la atmós­fe­ra impe­ran­te en la pro­vin­cia de Que­bec duran­te la Gran­de Noir­ceur, el Perío­do Negro que se exten­dió des­de 1944 a 1959 en don­de la Igle­sia osten­ta­ba un rol prin­ci­pal con­tro­lan­do la vida de los habi­tan­tes de la pro­vin­cia. Es así que aho­ra en Aba­boui­né, su déci­mo sép­ti­mo tra­ba­jo, vuel­ve a ambien­tar la tra­ma duran­te esa épo­ca a tra­vés de una muy bue­na come­dia de fantasía.

Éric Bru­neau

La acción trans­cu­rre en 1957 en un barrio popu­lar de Mon­treal don­de habi­ta Michel Paquet­te (Rémi Bri­deau), él es un chi­co de 12 años afec­ta­do de polio, gran aman­te de la poe­sía, que ayu­da a su ami­go y edi­tor Archan­ge Saint-Amour (Gas­ton Lépa­ge), quien sufre de Par­kin­son, a tipo­gra­fiar un pan­fle­to deci­di­da­men­te anti­cle­ri­cal deno­mi­na­do Vive Le Qué­bec Lai­co. Cuan­do ese docu­men­to es dis­tri­bui­do en la cla­se con el per­mi­so del anar­quis­ta pro­fe­sor de fran­cés André Rochet­te (Mar­tin Dubreuil) y lle­ga a cono­ci­mien­to del auto­ri­ta­rio vica­rio Cot­noir (Éric Bru­neau), éste no pue­de evi­tar lo que con­si­de­ra un escán­da­lo, comu­ni­can­do de lo que suce­de al pin­to­res­co car­de­nal Mado­re (Rémy Girard); en con­se­cuen­cia Cot­noir tra­ta de evi­tar la publi­ca­ción de Aba­boui­né, una obra edi­ta­da por Archan­ge basa­da en pala­bras olvi­da­das escri­tas por Rochet­te. Eso moti­va a que Michel, enemi­go jura­do del pre­la­do, hará lo impo­si­ble por ven­gar­se de él con el apo­yo de sus cama­ra­das de clase.

For­cier se ha vali­do del guión por él escri­to jun­to con Fra­nçois P. For­cier, Renaud Pinet-For­cier, Lau­rie Perron y Jean Boi­leau, que nutri­do de sabro­sos diá­lo­gos entre­mez­cla un espe­cial sen­ti­do de humor a tra­vés de situa­cio­nes con­vin­cen­te­men­te absur­das sin que ello impi­da la seve­ra crí­ti­ca al oscu­ran­tis­mo de la “sagra­da igle­sia” de la épo­ca. En tal sen­ti­do, hay una muy fuer­te esce­na de pedofi­lia que Fon­cier expo­ne para reite­rar el infa­me com­por­ta­mien­to de algu­nos miem­bros del cle­ro; lamen­ta­ble­men­te ese repu­dia­ble hecho tan común en los orfa­na­tos cató­li­cos, que­dó evi­den­cia­do en el seno de las escue­las residenciales.

Den­tro del inme­jo­ra­ble elen­co cabe des­ta­car a Bru­neau quien remar­ca­ble­men­te se aden­tra en la psi­co­lo­gía del detes­ta­ble ecle­siás­ti­co, al igual que Bri­deau quien con gran con­vic­ción se aden­tra en la per­so­na­li­dad del joven con­tes­ta­ta­rio de la vigen­te jerar­quía clerical.

En esen­cia, Fon­cier denun­cian­do el des­me­su­ra­do accio­nar de la igle­sia, ha sabi­do hábil­men­te equi­li­brar el dra­ma con la sáti­ra en una his­to­ria de fan­ta­sía impreg­na­da de un mági­co rea­lis­mo. Jor­ge Gutman

Sin­gu­lar Come­dia Romántica

BET­WEEN THE TEM­PLES. Esta­dos Uni­dos, 2024. Un film de Nathan Sil­ver. 112 minutos.

Una come­dia sen­ti­men­tal mos­tran­do cómo dos per­so­nas de dife­ren­te edad pue­den cimen­tar un lazo afec­ti­vo que les pro­vea un nue­vo sen­ti­do a sus vidas es lo que se apre­cia en Bet­ween The Tem­ples del direc­tor Nathan Silver.

Jason Sch­war­tz­man y Carol Kane

La his­to­ria ela­bo­ra­da por el cineas­ta jun­to al guio­nis­ta Chris. Mason Wells gira en torno de una comu­ni­dad judía de New York en don­de Ben Gottlieb (Jason Sch­war­tz­man) de 40 años es un jazán de una sina­go­ga local. Debi­do a que poco tiem­po atrás ha muer­to su que­ri­da mujer en un malo­gra­do acci­den­te, eso lo ha afec­ta­do pro­fun­da­men­te, habien­do per­di­do su voz para can­tar como asi­mis­mo expe­ri­men­tan­do una cri­sis de fe, a pesar del apo­yo reci­bi­do por sus dos madres Judith (Dolly de Leon) y Mei­ra (Caro­li­ne Aaron).

Prác­ti­ca­men­te mal­tre­cho y des­ali­ña­do, estan­do una noche en un bar sale al encuen­tro de Car­la Kess­ler (Carol Kane) de apro­xi­ma­da­men­te 70 años de edad, quien fue su pro­fe­so­ra de músi­ca en la escue­la pri­ma­ria. Esta mujer lle­na de vida aho­ra desea que Ben le pre­pa­re para su Bat Mitz­vah; cuan­do tuvo 13 años no pudo con­cre­tar su pro­pó­si­to por­que sus padres judíos que habían inmi­gra­do a Esta­dos Uni­dos eran comu­nis­tas y por lo tan­to no bien­ve­ni­dos en el tem­plo; a todo ello su pos­te­rior casa­mien­to con su falle­ci­do mari­do cris­tiano hizo que se ale­ja­ra de la reli­gión judía. Si bien en un prin­ci­pio Ben se resis­te a com­pla­cer el pedi­do de Car­la, final­men­te acep­ta la proposición.

A tra­vés de la comu­ni­ca­ción enta­bla­da duran­te la pre­pa­ra­ción para dicha cere­mo­nia, sur­ge entre ambos una corrien­te amis­to­sa en la medi­da que ella asi­mi­la de él los cono­ci­mien­tos judai­cos que igno­ra­ba en tan­to que el depri­mi­do Ben se encuen­tra alen­ta­do en la tarea que rea­li­za con Car­la por­que esa expe­rien­cia le per­mi­te gra­dual­men­te recu­pe­rar su voz. Sin embar­go la estre­cha rela­ción man­te­ni­da no es bien vis­ta por el hijo de Car­la (Matthew Shear) quien con­si­de­ra que ella bien podría haber sido la madre de Ben.

La situa­ción se com­pli­ca cuan­do el afa­ble rabino (Robert Smi­gel) que man­tie­ne un muy buen víncu­lo con Ben le pre­sen­ta a su hija Gabby (Made­li­ne Weins­tein) con el pro­pó­si­to de que pue­da emer­ger un víncu­lo amo­ro­so, situa­ción a la que Ben tra­ta de elu­dir dado que es Car­la su cen­tro de atracción.

Ape­lan­do a un clá­si­co esti­lo de narra­ción, Sil­ver más que enfa­ti­zar el aspec­to reli­gio­so ape­la a resal­tar la cone­xión huma­na gene­ra­da entre dos seres que dejan­do de lado la edad que los sepa­ra tie­nen muchos aspec­tos en común lo que en últi­ma ins­tan­cia gene­ra un amor platónico.

Con todo, la pelí­cu­la no pue­de evi­tar cier­tos este­reo­ti­pos y situa­cio­nes en que tra­tan­do de enfa­ti­zar la sen­si­bi­li­dad de Ben pudie­ron haber­se evi­ta­do como la que acon­te­ce en una cena fami­liar de sha­bat que resul­ta inapro­pia­do deta­llar. De todos modos, los mejo­res momen­tos del film son los que com­par­ten Sch­war­tz­man y Kane; ambos artis­tas mara­vi­llo­sa­men­te trans­mi­ten las emo­cio­nes de dos almas soli­ta­rias que han encon­tra­do la razón para que la vida les vuel­va a sonreír.

Si algún men­sa­je deja esta his­to­ria es el que nun­ca se debe sub­es­ti­mar el poder de un sin­ce­ro y cas­to amor. Jor­ge Gutman

Sen­si­ble y Emo­ti­vo Documental

DAUGH­TERS. Esta­dos Uni­dos, 2024. Un film de Nata­la Rae y Ange­la Pat­ton. 102 minu­tos. Dis­po­ni­ble en Netflix

Habien­do sido galar­do­na­do en el fes­ti­val de Sun­dan­ce de este año, aho­ra lle­ga a cono­ci­mien­to del públi­co ‑median­te Net­flix- Daugh­ters, un sen­si­ble y emo­ti­vo docu­men­tal que con remar­ca­ble sobrie­dad expo­nen las rea­li­za­do­ras Nata­lie Rae y Ange­la Patton.

Una esce­na de DAUGHTERS

La pelí­cu­la se cen­tra en un pro­gra­ma car­ce­la­rio deno­mi­na­do “Date with Dad” (Cita con Papá) que fue ori­gi­na­do en Rich­mond, Vir­gi­nia, en don­de los pre­si­dia­rios pue­den reci­bir las visi­tas de sus hijas de menor edad y en tales encuen­tros tie­nen la opor­tu­ni­dad de abra­zar­se, comer jun­tos, bai­lar y sobre todo conec­tar­se humanamente.

Las direc­to­ras ubi­can la acción en un cen­tro peni­ten­cia­rio de Washing­ton D.C. en 2019 don­de 4 pre­si­dia­rios, Keith, Mark, Frank y Alon­zo se han ins­crip­to en ese pro­gra­ma para que sus res­pec­ti­vas hijas Aubrey de 5, San­ta­na de 10, Ja’Ana de11 y Raziah de 15 años pue­dan visi­tar­los. El pro­gra­ma requie­re que pre­via­men­te, duran­te un lap­so de 10 sema­nas, los pri­sio­ne­ros se some­tan a un cur­so pre­pa­ra­to­rio diri­gi­dos por el entre­na­dor Chad Morris. Duran­te el trans­cur­so de esas reunio­nes que adquie­ren el carác­ter de una tera­pia gru­pal, cada par­ti­ci­pan­te va expre­san­do sus inquie­tu­des, zonas erró­neas, fal­tas come­ti­das, arre­pen­ti­mien­tos y sobre todo las expec­ta­ti­vas de poder estre­char pron­ta­men­te a sus hijitas.

Para­le­la­men­te el docu­men­tal enfo­ca a las meno­res que han cre­ci­do ale­ja­das de la figu­ra pater­nal y cómo cada una de ellas ha expe­ri­men­ta­do dicha ausen­cia. Así, el film resal­ta la gran pena sufri­da por la peque­ña Aubrey cuan­do rela­ta cuán­to extra­ña a su padre, quien había sido arres­ta­do en mitad de la noche en momen­tos en que ella dor­mía sin saber que ya no esta­ría pre­sen­te en su hogar.

El docu­men­tal alcan­za su cli­max cuan­do las chi­cas se diri­gen a la pri­sión sien­do reci­bi­das por los padres que dejan­do de lado la ves­ti­men­ta regla­men­ta­ria se encuen­tran ata­via­dos de tra­je y cor­ba­ta apro­pia­da para cele­brar una fies­ta en don­de se la ve a San­ta­na bai­lan­do con su padre. La nota más emo­ti­va la vuel­ve a brin­dar Aubrey cuan­do sabe que a su padre Keith le res­tan aún 7 años de pri­sión y que ella ten­drá 12 años para poder gozar per­ma­nen­te­men­te con su presencia.

Con sumo esme­ro y pon­de­ra­ble hones­ti­dad las docu­men­ta­lis­tas logran trans­mi­tir las emo­cio­nes sus­ci­ta­das en los encuen­tros cita­dos per­mi­tien­do que el espec­ta­dor empa­ti­ce ple­na­men­te con lo que la pelí­cu­la expo­ne, sin impor­tar­le saber cuá­les han sido los moti­vos por los que los pre­sos han sido con­de­na­dos. Lo que gra­vi­ta en este con­mo­ve­dor dra­ma es el de resal­tar el obje­ti­vo fun­da­men­tal de este noble pro­gra­ma tra­tan­do de que los sen­ten­cia­dos refuer­cen su pater­ni­dad median­te un sóli­do lazo de amor con sus hijas para evi­tar que cuan­do la pena haya sido cum­pli­da vuel­van a incu­rrir en nue­vos delitos.

En los cré­di­tos fina­les se infor­ma que en este pro­gra­ma que ya lle­va 12 años fun­cio­nan­do, el 95% de los reclu­sos que se adhi­rie­ron al mis­mo nun­ca vol­vie­ron a ser encarcelados.

En esen­cia, Daugh­ters es un elo­cuen­te docu­men­tal enri­que­ce­dor del espí­ri­tu que cau­ti­va por su pro­fun­da huma­ni­dad y que en con­se­cuen­cia ame­ri­ta su visión sin reser­va algu­na. Jor­ge Gutman

El Cua­dro Robado

LE TABLEAU VOLÉ. Fran­cia, 2024. Un film de Pas­cal Bonitzer. 91 minutos.

Cier­ta­men­te ori­gi­nal es la pro­pues­ta que el afa­ma­do guio­nis­ta y rea­li­za­dor Pas­cal Bonitzer some­te al públi­co en Le Tableau Volé. El guión de Ilia­na Lolic y Bonitzer tie­ne como tema cen­tral la des­apa­ri­ción de una obra pic­tó­ri­ca acae­ci­da duran­te la Segun­da Gue­rra y en su entra­ma­do se entre­mez­cla la diná­mi­ca inter­re­la­ción exis­ten­te entre los per­so­na­jes que direc­ta o indi­rec­ta­men­te inter­vie­nen en su esclarecimiento.

La his­to­ria ambien­ta­da en Fran­cia pre­sen­ta a André Mas­son (Alex Lutz), un ambi­cio­so subas­ta­dor pari­sino que tra­ba­ja en una pres­ti­gio­sa empre­sa de rema­tes de obras artís­ti­cas. Con él cola­bo­ra Auro­re (Loui­se Che­vi­llot­te), una joven rea­li­zan­do una pasan­tía con quien man­tie­ne una rís­pi­da rela­ción laboral.

Léa Druc­ker y Alex Lutz

La acti­vi­dad habi­tual de André se alte­ra cuan­do a tra­vés de Suza­ne Eger­man (Nora Ham­za­wi), una abo­ga­da de la ciu­dad de Mulhou­se, se ente­ra que en el hogar de Mar­tin Keller (Arca­di Radeff), un joven obre­ro que habi­ta con su madre viu­da (Law­ren­ce Cðté), se encuen­tra un cua­dro per­te­ne­cien­te a Egon Schie­le (1890 – 1918), renom­bra­do pin­tor aus­tría­co cono­ci­do por sus obras pic­tó­ri­cas expre­sio­nis­tas. Fren­te a tal impor­tan­te noti­cia, André jun­to con su ex espo­sa Ber­ti­na (Léa Druc­ker) e igual­men­te exper­ta en la mate­ria, se diri­gen a Mulhou­se y com­prue­ban la auten­ti­ci­dad de Sun­flo­wer, una impor­tan­te pin­tu­ra de Schie­le de 1911 que en 1939 se había con­si­der­do per­di­da. Ese cua­dro había per­te­ne­ci­do a un colec­cio­nis­ta judío que le fue sus­traí­do por los nazis duran­te el con­flic­to béli­co y que­dó aban­do­na­da en la vivien­da de Mar­tin. Natu­ral­men­te esa noti­cia asi­mis­mo aler­ta a la fami­lia Wahl­berg resi­den­te en Esta­dos Uni­dos que es la here­de­ra de quien fue­ra el due­ño del cuadro.

A par­tir de ese des­cu­bri­mien­to, el afán de André es poder subas­tar­lo a un buen pre­cio que con­tri­bui­rá a ele­var el pres­ti­gio de su com­pa­ñía como así tam­bién su carre­ra pro­fe­sio­nal. En ese pro­ce­so habrá quie­nes tra­ta­rán de sub­va­luar el pre­cio de ven­ta pero allí inter­vie­ne Auro­re, quien como com­pul­si­va men­ti­ro­sa, idea un inge­nio­so plan a fin de lograr que la apre­cia­da pin­tu­ra incre­men­te su valor. Des­pués de varios obs­tácu­los el cua­dro es subas­ta­do por un valor de 25 millo­nes de euros don­de par­te de ese impor­te le per­mi­ti­rá al humil­de obre­ro com­prar­le una con­for­ta­ble casa a su madre.

A tra­vés de dife­ren­tes giros que adop­ta el guión no siem­pre que­da cla­ro el víncu­lo del tira y aflo­je entre André y su apren­diz Auro­re como tam­po­co se sabe la for­ma en que se com­par­te el bene­fi­cio obte­ni­do en el rema­te; asi­mis­mo es com­ple­ta­men­te inne­ce­sa­ria una bre­ve esce­na les­bia­na entre dos per­so­na­jes de esta his­to­ria. En todo caso, aun­que su tra­ma no esté com­ple­ta­men­te estruc­tu­ra­da eso no ami­no­ra el inte­rés de esta dra­má­ti­ca come­dia refle­jan­do las peri­pe­cias que se sus­ci­tan en el mun­do del mer­ca­do del arte como asi­mis­mo per­mi­te refle­xio­nar sobre cuán­tas obras de arte han que­da­do dila­pi­da­das duran­te la horro­ro­sa era del Ter­cer Reich.

Sin lle­gar a impac­tar, Bonitzer brin­da una entre­te­ni­da come­dia dra­má­ti­ca, dis­tin­gui­da por su cui­da­do­sa pues­ta escé­ni­ca y por su com­pe­ten­te elen­co lide­ra­do por Lutz y muy bien secun­da­do por Druc­ker, Che­vi­llot­te y Radeff. Jor­ge Gutman