Una His­to­ria de Espionaje

THE BER­LIN FILE. Corea del Sur, 2013. Un film escri­to y diri­gi­do por Ryoo Seung-wan

A tra­vés de nom­bres impor­tan­tes como el de Kim Ki-duk, Lee Chang-dong y Hong Sang-soo, entre otros direc­to­res, el cine sur­co­reano ha ido cobran­do cada vez más gra­vi­ta­ción inter­na­cio­nal debi­do al reco­no­ci­mien­to de la crí­ti­ca en los fes­ti­va­les inter­na­cio­na­les. En este caso es el turno de Ryoo Seung-wan, un repu­tado direc­tor y escri­tor de Corea del Sur que se ha carac­te­ri­za­do por el géne­ro de acción y que se ha dado a cono­cer en el fes­ti­val Fan­ta­sia de Mon­treal en 2004 con Arahan, film que obtu­vo el pre­mio del públi­co. Aho­ra pre­sen­ta The Ber­lin File, un rela­to de espio­na­je que no esca­ti­ma en ofre­cer bas­tan­te acción y un mode­ra­do sus­pen­so.

La his­to­ria con­ce­bi­da trans­cu­rre en Ber­lín y como mar­co de refe­ren­cia tie­ne en cuen­ta la difi­cul­to­sa rela­ción exis­ten­te entre Corea del Nor­te y Corea del sur para que en su tra­ma se detec­ten las ten­sio­nes exis­ten­tes entre ambas nacio­nes. La mis­ma comien­za cuan­do un agen­te nor­co­reano lla­ma­do Jong-seong (Ha Jung-woo) se encuen­tra reu­ni­do en un hotel de Ber­lín con un ruso y su aso­cia­do ára­be para nego­ciar armas ile­ga­les, que final­men­te con­clu­ye en un rotun­do fra­ca­so. Ese encuen­tro y las con­ver­sa­cio­nes man­te­ni­das son obser­va­dos por agen­tes de la CIA y de Corea del Nor­te así como por Jin-soo (Han Suk-kyu), un jefe del ser­vi­cio de inte­li­gen­cia de Corea del Sur que habrá de per­se­guir a Jong-seong. Entre­tan­to Myung-soo (Ryoo Seung-bum), un joven agen­te nor­co­reano recién lle­ga­do de Pyong­yang, lle­ga a impli­car a Jung-hee (Gian­na Jun, foto), quien es espo­sa de Jong-seong tra­ba­jan­do como tra­duc­to­ra en la emba­ja­da de Corea del Nor­te, hacien­do creer que ella actúa como una doble agen­te y es des­leal a su patria.

Gianna Jun

El direc­tor cons­tru­ye un thri­ller sobre el mun­do de los espías, pleno de intri­gas y sos­pe­chas, des­ta­can­do el pesi­mis­mo de sus agen­tes, por lo gene­ral per­so­nas soli­ta­rias que per­ma­nen­te­men­te se des­en­vuel­ven den­tro de un ambien­te don­de nadie con­fía en nadie y en don­de las men­ti­ras y trai­cio­nes están a la orden del día.

Algu­nos pun­tos débi­les dis­mi­nu­yen la efi­ca­cia de este film. En tal sen­ti­do el den­so rela­to es obje­to de una narra­ción con­fu­sa don­de no resul­ta sen­ci­llo seguir los acon­te­ci­mien­tos en su tota­li­dad, ‑a pesar de que en mi caso par­ti­cu­lar y por dis­po­ner del DVD pude ver­lo dos veces para tra­tar de cla­ri­fi­car lo que esta­ba pre­sen­cian­do-; más aún, hay varios aspec­tos que no están cla­ra­men­te expues­tos y algu­nos per­so­na­jes secun­da­rios sufren de esca­so desa­rro­llo; ade­más, hay cier­tas secuen­cias habla­das en inglés por par­te de algu­nos acto­res que a veces resul­tan ininteligibles.

A su favor, cabe reco­no­cer que la atmós­fe­ra recrea­da cap­tan­do a la capi­tal ale­ma­na des­pués de la gue­rra fría es exce­len­te y trae a la memo­ria los exce­len­tes rela­tos sobre el tema del escri­tor bri­tá­ni­co John le Carré. El elen­co es com­pe­ten­te trans­mi­tien­do con­vic­ción a sus per­so­na­jes y como rela­to de acción, el film cuen­ta con esce­nas bien logra­das, sobre todo las luchas enta­bla­das a mano lim­pia; final­men­te, los dise­ños de pro­duc­ción, foto­gra­fía y ban­da sono­ra son de ópti­mo nivel.

Con­clu­sión: Un acep­ta­ble rela­to de intri­ga y acción aun­que de narra­ción enre­da­da  Jor­ge Gutman

Un Atri­bu­la­do Adolescente

THE PERKS OF BEING A WALL­FLO­WER. Esta­dos Uni­dos, 2012. Direc­ción y guión: Ste­pehn Chbosky. Dis­tri­bu­ción: Enter­tain­ment One (2013)

El direc­tor Stephen Chbosky es tam­bién el guio­nis­ta de The Perks of Being a Wal­flo­wer en base al libro de su auto­ría de igual nom­bre. A pesar de incur­sio­nar en el difí­cil perío­do de la ado­les­cen­cia, un tema muchas veces expues­to en el cine, el resul­ta­do obte­ni­do es amplia­men­te satis­fac­to­rio pues­to que en pocas opor­tu­ni­da­des se lo ha tra­ta­do con el nivel de pro­fun­di­dad y de afec­ción como aquí está expues­to. 

Trans­cu­rrien­do en Pit­ts­burgh en 1990, Char­lie (Logan Ler­man) es el ado­les­cen­te narra­dor que cuen­ta su expe­rien­cia duran­te su pri­mer año de ense­ñan­za media. De natu­ra­le­za intro­ver­ti­da y tími­da, el mucha­cho se sien­te un poco apar­ta­do del medio estu­dian­til y ade­más expe­ri­men­ta una gran tris­te­za por la muer­te de su úni­co buen ami­go que se sui­ci­dó recien­te­men­te. Esa sen­sa­ción taci­tur­na y de sole­dad tam­po­co es trans­mi­ti­da a sus bue­nos padres y her­ma­nos por­que cree que no lo podrían lle­gar a enten­der. Con todo, sus pri­me­ros pasos como nue­vo estu­dian­te resul­ta esti­mu­lan­te fren­te al con­tac­to que man­tie­ne con Bill (Paul Rudd), su pro­fe­sor de inglés, quien des­cu­bre en él su inte­rés por la lite­ra­tu­ra y su talen­to en ese cam­po; no menos impor­tan­te cons­ti­tu­ye la amis­tad enta­bla­da con dos estu­dian­tes de cur­sos supe­rio­res, Sam (Emma Watson) y Patrick (Ezra Miller) quie­nes son dos her­ma­nas­tros que a medi­da que trans­cu­rre el año esco­lar ayu­da­rán a Char­lie para res­ca­tar­lo de los sen­ti­mien­tos de inse­gu­ri­dad y de la depre­sión que lo aco­san. 

Chbosky refle­ja con nota­ble auten­ti­ci­dad la cri­sis exis­ten­cial de un ado­les­cen­te demos­tran­do como fac­to­res acon­te­ci­dos en los años de infan­cia pue­den reper­cu­tir hon­da­men­te en el deve­nir de una per­so­na, como acon­te­ce con el lado oscu­ro de Char­lie a tra­vés de sus recuer­dos sobre la rela­ción man­te­ni­da con una tía trá­gi­ca­men­te des­apa­re­ci­da cuan­do él cum­plió 7 años.

Tan­to el ambien­te fami­liar como el estu­dian­til están expre­sa­dos veraz­men­te, sin ape­lar a situa­cio­nes inno­cuas ni gro­se­ras, como gene­ral­men­te se ve en gran par­te de las pelí­cu­las ame­ri­ca­nas de este género.

Emma Watson y Logan Lerman

Emma Watson y Logan Lerman

El elen­co es muy bueno; Ler­man es el intér­pre­te ideal expre­san­do el esta­do emo­cio­nal de Char­lie así como la ter­nu­ra que irra­dia de su per­so­na; no menos acer­ta­do es la com­po­si­ción que rea­li­za Miller ani­man­do al encan­ta­dor y excén­tri­co Patrick en tan­to que Watson, dan­do vida al inte­rés román­ti­co de Char­lie, demues­tra que des­pués de las aven­tu­ras de Harry Pot­ter tie­ne un futu­ro pro­mi­so­rio en el cine a juz­gar por la bue­na com­po­si­ción que logra de su personaje.

En resu­men: Un muy buen dra­ma sobre el pro­ce­so de madu­rez de un atri­bu­la­do adolescente.

Como suple­men­tos el DVD inclu­ye comen­ta­rios en audio del director/escritor Stephen Chbosky y de los miem­bros de su elen­co, así como algu­nas esce­nas eli­mi­na­das para su pre­sen­ta­ción tea­tral. La ban­da audio es en inglés y dobla­da al fran­cés con sub­tí­tu­los opta­ti­vos en inglés Jor­ge Gutman 

Una Bala en la Cabeza

BULLET TO THE HEAD. Esta­dos Uni­dos, 2012. Un film de Wal­ter Hill

Este ruti­na­rio pro­duc­to comer­cial holly­woo­den­se está des­ti­na­do a ser dige­ri­do con gran rapi­dez y sin duda se pres­ta para que Syl­ves­ter Sta­llo­ne demues­tre que aún como actor sexa­ge­na­rio le que­da vigor sufi­cien­te para carac­te­ri­zar a un per­so­na­je que no se apar­ta mucho de los que le tocó inter­pre­tar en el pinácu­lo de su carre­ra de los años 80.

Sylvester Stallone

Syl­ves­ter Stallone

Basa­do en el comic Du plomb dans la tête, el guio­nis­ta Ales­san­dro Camon tras­la­dó el esce­na­rio de acción de la ciu­dad de Nue­va York a la de Nue­va Orleans aun­que este cam­bio de nin­gu­na mane­ra influ­ye en la his­to­ria narra­da. Bási­ca­men­te, la acción gira en torno de Jimmy Bobo (Sta­llo­ne), un sica­rio bien expe­ri­men­ta­do que en una de las pri­me­ras esce­nas del film eli­mi­na con esme­ro y rapi­dez a una de sus víc­ti­mas. Cuan­do al poco tiem­po el aso­cia­do de Jimmy (Jon Seda) es audaz­men­te ase­si­na­do por otro mer­ce­na­rio (Jason Momoa), Jimmy deci­de ven­gar­se a toda cos­ta. En for­ma para­le­la, el guión intro­du­ce a Tay­lor Kwon (Sung Kang) un joven detec­ti­ve poli­cial de ori­gen coreano que por impe­rio de cir­cuns­tan­cias for­tui­tas for­ma­rá un víncu­lo con Jimmy don­de ambos tra­ta­rán de per­se­guir a los ase­si­nos de estos dos crí­me­nes, sin que Tay­lor sepa que tie­ne a su lado a uno de ellos.

Den­tro de la muy usa­da fór­mu­la de las pelí­cu­las de com­pa­ñe­ros (buddy movies) es muy raro encon­trar un dúo inte­gra­do por un ase­sino y un poli­cía, pero como en este tipo de fil­mes el razo­na­mien­to o la lógi­ca ocu­pan poco o casi nulo espa­cio lo úni­co que res­ta es dejar­se lle­var por las ton­te­ras que el rela­to ofre­ce y asis­tir a algu­nos diá­lo­gos con dia­tri­bas racis­tas que se sus­ci­tan entre Jimmy y Tay­lor Como his­to­ria sub­si­dia­ria, el guión intro­du­ce a Lisa (Sarah Shahl), la hija de Jimmy, que ter­mi­na­rá gus­tan­do de Tay­lor, y que hacia el final será toma­da como rehén por un gru­po de empre­sa­rios mafio­sos y corrup­tos desem­bo­can­do en el clá­si­co enfren­ta­mien­to entre los “bue­nos” y los “malos”, don­de nadie pone en duda quié­nes serán los que sal­drán indemnes.

Lo que se pre­sen­cia no es para ser acep­ta­do con serie­dad, pero en lugar de ofre­cer un diver­ti­men­to cari­ca­tu­res­co sin mayor pre­ten­sión, los res­pon­sa­bles del film opta­ron por dar­le un equi­vo­ca­do tin­te rea­lis­ta. En todo caso, los aman­tes indis­cri­mi­na­dos de este tipo de géne­ro pasa­rán por alto las obser­va­cio­nes pre­ce­den­tes y verán satis­fe­chas sus expec­ta­ti­vas en mate­ria de vio­len­cia extre­ma­da don­de la mis­ma está carac­te­ri­za­da por peleas a gra­nel median­te trom­pa­da lim­pia, cuchi­llos, hachas, armas de fue­go, todo ello con el ade­re­zo de abun­dan­te sangre.

En mate­ria inter­pre­ta­ti­va quien más se luce es Sta­llo­ne ani­man­do a un per­so­na­je –mez­cla de Ram­bo y Rocky- per­fec­ta­men­te deli­nea­do a su medi­da y que sus segui­do­res habrán de apre­ciar. En lo que con­cier­ne a la direc­ción, Wal­ter Hill es vete­rano en fil­mes de acción y tra­tó de efec­tuar un retorno a las fuen­tes siguien­do con la moda­li­dad adop­ta­da hace tres déca­das con 48 horas (1982), pero en este caso sin mayor imaginación.

Con­clu­sión: Un film des­ce­re­bra­do que se olvi­da a los pocos minu­tos de ser vis­to pero que satis­fa­rá a una audien­cia de ape­ti­to insa­cia­ble en mate­ria de acción y vio­len­cia. Jor­ge Gutman

Adios a la Reina

LES ADIEUX A LA REINE. Fran­cia, 2012. Direc­ción: Benoît Jac­quot. Dis­tri­bu­ción: Enter­tain­ment One (2013) 

Ubi­cán­do­se des­de el 14 has­ta el 17 de julio de 1789, este dra­ma de épo­ca fran­cés de Benoît Jac­quot narrra las peri­pe­cias vivi­das por la rei­na Maríe Antoi­net­te a tra­vés de la visión de una de sus más devo­tas cor­te­sa­nas. 

Virginie Ledoyen y Diane Kruger

Vir­gi­nie Ledo­yen y Dia­ne Kruger

Con una exce­len­te recons­truc­ción de épo­ca, el guión de Gilles Tau­rant basa­do en la nove­la de Chan­tal Tho­mas ubi­ca al rela­to en el Pala­cio de Ver­sa­lles don­de la rei­na (Dia­ne Kru­ger) está alo­ja­da en el Petit Tria­non. Entre todo el per­so­nal dedi­ca­do a satis­fa­cer has­ta sus más míni­mos deseos, se halla Sido­nie (Léa Sey­doux), una joven sere­na e intro­ver­ti­da que ade­más de actuar como la lec­to­ra ofi­cial de Su Majes­tad, sien­te una pro­fun­da infa­tua­ción por ella. Cuan­do en la maña­na del 15 de julio lle­gan las noti­cias de París sobre la his­tó­ri­ca toma de la Bas­ti­lla, comien­za el revo­lo­teo pala­cie­go tan­to por par­te de la noble­za allí radi­ca­da que comien­za a empren­der la reti­ra­da, como por par­te de la ser­vi­dum­bre que se encuen­tra aler­ta de lo que real­men­te está pasan­do. Den­tro de esa atmós­fe­ra espe­cial de incer­ti­dum­bre sobre cómo los acon­te­ci­mien­tos habrían de evo­lu­cio­nar, la tra­ma inclu­ye una rela­ción les­bia­na entre la rei­na y la duque­sa Gabrie­lle de Polig­nac (Vir­gi­nie Ledo­yen) que es con­tem­pla­da de muy cer­ca por Sido­nie quien de algu­na mane­ra se sien­te afec­ta­da al com­pro­bar que ella sig­ni­fi­ca muy poco en la aten­ción que le dis­pen­sa Maríe Antoi­net­te. 

For­mal­men­te, la pelí­cu­la luce impe­ca­ble, pero aun­que bien fil­ma­do el rela­to care­ce de ver­da­de­ra fuer­za. A pesar de los dra­má­ti­cos acon­te­ci­mien­tos polí­ti­cos que se viven y que his­tó­ri­ca­men­te son bien cono­ci­dos, lo que el film agre­ga, enfo­ca­do des­de la pers­pec­ti­va de la ser­vi­dum­bre del pala­cio, es anec­dó­ti­co sin que sin que la orien­ta­ción sexual de la rei­na adquie­ra inte­rés dra­má­ti­co. Ade­más, tam­po­co hay per­so­na­jes par­ti­cu­lar­men­te atra­yen­tes con los que el públi­co logre iden­ti­fi­car­se. 

El DVD pre­sen­ta como mate­rial adi­cio­nal una entre­vis­ta que Kent Jones, direc­tor del fes­ti­val de cine de Nue­va York, efec­túa al rea­li­za­dor Benoît sobre el film, así como otras entre­vis­tas rea­li­za­das al direc­tor y a los acto­res (Léa Sey­doux, Vir­gi­nie Ledo­yen, Xavier Beau­vois y Noé­mie Lvovsky) en el set de fil­ma­ción. 

Audio: Fran­cés. Sub­tí­tu­los opta­ti­vos en fran­cés e inglés.  Jor­ge Gutman

La Rue­da de la Vida

SAM­SA­RA. Esta­dos Uni­dos, 2011. Direc­ción: Ron Fric­ke. Dis­tri­bu­ción: Enter­tain­ment one (2013) 

Sam­sa­ra es, apa­ren­te­men­te, una pala­bra sáns­cri­ta que sig­ni­fi­ca la rue­da de la vida y fue uti­li­za­da por el rea­li­za­dor Ron Fric­ke y el pro­duc­tor Mark Magid­son para titu­lar a este film que pre­ci­sa­men­te alu­de al ciclo de la vida (naci­mien­to, muer­te y reen­car­na­ción) –tal como es con­ce­bi­da por varias reli­gio­nes asiá­ti­cas- y su vin­cu­la­ción con la naturaleza.

A tra­vés de este pro­yec­to ambi­cio­so que abar­có casi 5 años, Fric­ke tras­la­dó sus cáma­ras a remo­tas áreas del mun­do de 25 paí­ses dife­ren­tes visi­tan­do en gran par­te luga­res sagra­dos, cier­tas regio­nes afec­ta­das eco­ló­gi­ca­men­te por sus con­di­cio­nes desas­tro­sas, gran­des com­ple­jos indus­tria­les así como algu­nas belle­zas natu­ra­les de nues­tro pla­ne­ta. 

Visual­men­te, el film mara­vi­lla pero tam­bién pue­de frus­trar al espec­ta­dor. En la medi­da que el rea­li­za­dor pre­fi­rió que su docu­men­tal no fue­se dia­lo­ga­do, tra­tan­do de que la músi­ca uti­li­za­da pudie­ra reem­pla­zar a las pala­bras, el espec­ta­dor tie­ne la opor­tu­ni­dad de con­tem­plar estu­pen­das imá­ge­nes pero sin saber don­de fue­ron fil­ma­das. LA RUEDA DE LA VIDA

Cier­ta­men­te hay algu­nos luga­res que es posi­ble dis­tin­guir por ser bien cono­ci­dos a tra­vés del Natio­nal Geo­graphic y otras publi­ca­cio­nes simi­la­res. Así se pue­den apre­ciar las mara­vi­llo­sas tomas aéreas de un impo­nen­te tem­plo en Myan­mar, el tra­ba­jo de pin­tu­ra con are­na por par­te de mon­jes budis­tas que tie­ne lugar en un monas­te­rio de la India, una bre­ve secuen­cia enfo­can­do a reli­gio­sos oran­do en el Muro de los Lamen­tos de Jeru­sa­lén, el Hima­la­ya en Nepal o bien las rui­nas de Petra en Jor­da­nia. Sin embar­go, hay otros luga­res que a pesar de su gran inte­rés visual no resul­ta fácil saber dón­de están situa­dos. En tal sen­ti­do, la ausen­cia de narra­ción ver­bal no habría que­da­do afec­ta­da de haber recu­rri­do al empleo de títu­los indi­ca­ti­vos de cada uno de los sitios fil­ma­dos, satis­fa­cien­do de este modo la curio­si­dad de quien está con­tem­plan­do el film. 

Con las sal­ve­da­des pre­ce­den­tes, el film brin­da una expe­rien­cia sen­so­rial a la vez que trans­mi­te una pro­fun­da espi­ri­tua­li­dad tra­tan­do de demos­trar el lugar prác­ti­ca­men­te insig­ni­fi­can­te que ocu­pa el ser humano en su bre­ve trán­si­to por la vida fren­te a la fuer­za arro­lla­do­ra y per­ma­nen­te de la natu­ra­le­za. La foto­gra­fía del rea­li­za­dor es admi­ra­ble y méri­to simi­lar mere­ce la valio­sa e inven­ti­va músi­ca de Michael Stearns, Lisa Gerrard y Mar­ce­llo De Fran­cis­ci que se adap­ta muy bien a las imá­ge­nes exhi­bi­das. 

El DVD vie­ne en dos dis­cos don­de uno de ellos es el film en sí mis­mo en tan­to que el otro con­tie­ne impor­tan­te mate­rial adi­cio­nal refe­ri­do a la pro­duc­ción, edi­ción, músi­ca, tec­no­lo­gía y comen­ta­rios de los res­pon­sa­bles de este pro­yec­to.  Jor­ge Gutman