Un Acto de Compasión

MISÉ­RI­COR­DE. Sui­za-Cana­dá, 2016. Un fil­me de Ful­vio Bernasconi

Un sobrio e inti­mis­ta dra­ma es lo que se apre­cia en Misé­ri­cor­de del rea­li­za­dor sui­zo Ful­vio Ber­nas­co­ni de cuyo guión con­ce­bi­do jun­to con Antoi­ne Jac­coud emer­ge un sus­tan­cio­so rela­to en don­de la con­duc­ta irres­pon­sa­ble, la con­cien­cia cul­pa­ble y la reden­ción se fusio­nan armoniosamente.

Jonathan Zaccaï

Jonathan Zac­caï

El pro­ta­go­nis­ta de esta his­to­ria es Tho­mas Ber­ger (Jonathan Zac­caï), un poli­cía sui­zo ator­men­ta­do de media­na edad quien ha lle­ga­do a Abi­ti­bi, al nor­te de la pro­vin­cia de Que­bec, por un perío­do de tres meses para pes­car. Cuan­do está a pun­to de retor­nar a su tie­rra sus­pen­de su via­je al ente­rar­se a tra­vés de la tele­vi­sión de la muer­te de Muk­ki (Ale­xis Vollant), un ado­les­cen­te autóc­tono que habién­do­se des­pla­za­do en la ruta en bici­cle­ta fue atro­pe­lla­do por una per­so­na que con­du­cía un camión y que huyó del lugar sin pres­tar­le asis­ten­cia algu­na. Ante esta noti­cia, Tho­mas desis­te de su via­je y deci­de inves­ti­gar el hecho. Al entrar en con­tac­to con la madre (Marie-Hélè­ne Bélan­ger) del des­afor­tu­na­do mucha­cho, le pro­me­te que hará todo lo posi­ble para des­cu­brir al cul­pa­ble y traer­lo ante ella para que se dis­cul­pe del acto irres­pon­sa­ble; en esa tarea él sal­drá al encuen­tro del tío del ado­les­cen­te (Mar­co Collin) y de una camio­ne­ra (Evely­ne Bro­chu) de la región. A pesar del ges­to bien inten­cio­na­do de Tho­mas de que­rer des­cu­brir la auto­ría del irres­pon­sa­ble acci­den­te, su acti­tud des­pier­ta rece­los y sos­pe­chas por par­te de la detec­ti­ve poli­cial (Char­li Arcouet­te) encar­ga­da del caso.

Si en pri­me­ra ins­tan­cia el rela­to podría ase­me­jar­se al de un thri­ller corrien­te, la ver­da­de­ra intri­ga radi­ca en saber por­qué Tho­mas pos­ter­ga el regre­so a su hogar invo­lu­crán­do­se en una cau­sa que no le incum­be. Es allí que la tra­ma adquie­re mayor soli­dez al ana­li­zar el dra­ma que Tho­mas aca­rrea en su inte­rior ‑que no resul­ta con­ve­nien­te reve­lar- y en don­de la ayu­da a un ter­ce­ro impli­ca­rá para él una catar­sis capaz de libe­rar­lo de un des­gra­cia­do error come­ti­do y poder encon­trar una sali­da para enfren­tar el futu­ro en for­ma positiva.

Ade­más del dra­ma psi­co­ló­gi­co que a nivel indi­vi­dual plan­tea el film, el rela­to ilus­tra tam­bién algu­nos ras­gos de la comu­ni­dad autóc­to­na de Abi­ti­bi mar­gi­na­li­za­da de la pobla­ción blan­ca luga­re­ña y la exis­ten­cia de ten­sio­nes racia­les. La pues­ta en esce­na de Ber­nas­co­ni es com­pe­ten­te dotan­do a la acción con pocos diá­lo­gos y con pri­me­ros pla­nos que cap­tan la expre­si­vi­dad de sus per­so­na­jes: en tal sen­ti­do, el direc­tor ha logra­do una muy bue­na pres­ta­ción de su homo­gé­neo elen­co don­de se dis­tin­gue la actua­ción de Zac­caï quien inten­sa­men­te trans­mi­te la angus­tia inte­rior que envuel­ve a su per­so­na­je. A todo ello, la mag­ní­fi­ca foto­gra­fía de Filip Zum­brunn que per­mi­te apre­ciar la aus­te­ra belle­za de Abi­ti­mi brin­da el mar­co ideal para el cli­ma emo­cio­nal que viven los per­so­na­jes de esta historia.

Por lo que ante­ce­de, Ber­nas­co­ni ha logra­do un muy buen dra­ma don­de emer­ge la com­pa­sión, el pur­ga­mien­to y el per­dón. Jor­ge Gutman

Las Cos­tum­bres Ances­tra­les de Vanuatu

TAN­NA. Aus­tra­lia-Vanua­tu, 2015. Un Film de Bentley Dean y Mar­tin Butler

Esta intere­san­te pro­duc­ción aus­tra­lia­na se dis­tin­gue por dos impor­tan­tes ele­men­tos. En pri­mer lugar cons­ti­tu­ye el pri­mer film rea­li­za­do en Vanua­tu, unas islas ubi­ca­das en el Océano Pací­fi­co Sur, don­de entre ellas se encuen­tra la de Tan­na don­de trans­cu­rre su acción. El segun­do fac­tor des­ta­ca­ble es que esta pelí­cu­la ha sido una de las 5 nomi­na­das este año para el Oscar al mejor film de len­gua no inglesa.

Par­te impor­tan­te que debe ser atri­bui­da a la cali­dad del film es que los dos rea­li­za­do­res pasa­ron varios meses en Tan­na con Yakel, una de las tri­bus de la isla, don­de logra­ron fami­lia­ri­zar­se con sus cos­tum­bres ances­tra­les com­ple­ta­men­te apar­ta­das de la era moder­na para vol­car sus impre­sio­nes con com­ple­ta auten­ti­ci­dad; no menos impor­tan­te es que el guión escri­to por Dean, Butler, John Collee y con la cola­bo­ra­ción de los habi­tan­tes de dicha tri­bu, está basa­do en un lamen­ta­ble even­to ocu­rri­do en 1987 que dra­má­ti­ca­men­te impac­tó a esta comunidad.

Marie Wawa y Mungau Dain

Marie Wawa y Mun­gau Dain

En la fic­ción se apre­cia que en Tan­na habi­tan varias tri­bus con espa­cios y terri­to­rios bien deli­mi­ta­dos. Toman­do como refe­ren­cia la gen­te de Yakel, el rela­to sigue los pasos de Wawa (Marie Wawa) una joven que está pro­fun­da­men­te ena­mo­ra­da de Dain (Mun­gau Dain), el nie­to huér­fano de Char­lie (Char­lie Kah­la), el jefe de la aldea; ambos se aman secre­ta­men­te y se han pro­me­ti­do amor eterno. El con­flic­to se pro­du­ce cuan­do el cha­mán de Yakel (Albi Nan­gia) es ata­ca­do por los hom­bres de Ime­din, una hos­til tri­bu veci­na y rival de aqué­lla; a fin de eli­mi­nar las ten­sio­nes exis­ten­tes entre ambos ban­dos, final­men­te se lle­ga a un acuer­do don­de Char­lie pro­me­te al jefe del clan Ime­din (Mikum Tai­na­kou) que Wawa se casa­rá con su hijo. Fren­te a esta situa­ción, don­de los matri­mo­nios arre­gla­dos for­man par­te de la cul­tu­ra tri­bal, Wawa comu­ni­ca a su madre Yowa­yin (Linet­te Yowa­yin) que solo está dis­pues­ta a unir su vida con el hom­bre a quien ella quie­re. Dada la impo­si­bi­li­dad de ven­cer los obs­tácu­los inter­pues­tos, la mucha­cha y Dain ter­mi­nan huyen­do; a fin de que su amor pue­da con­cre­tar­se libre­men­te, los fugi­ti­vos aman­tes adop­ta­rán una fatal decisión.

Los direc­to­res, reco­no­ci­dos como exper­tos docu­men­ta­lis­tas, rela­tan con sen­ci­llez este atra­yen­te rela­to fol­cló­ri­co que adquie­re la vero­si­mi­li­tud de un docu­men­tal tenien­do en cuen­ta que la mayo­ría del elen­co inter­pre­ta con abso­lu­ta con­vic­ción sus pro­pios roles. Con todo, ade­más de esta his­to­ria ver­da­de­ra que adquie­re las carac­te­rís­ti­cas de Romeo y Julie­ta de la era actual lo que la tor­na apa­sio­nan­te es que per­mi­te al espec­ta­dor aden­trar­se en el com­por­ta­mien­to cul­tu­ral de esta gen­te que has­ta el pre­sen­te el cine no había tra­ta­do, dan­do como resul­ta­do un film que antro­po­ló­gi­ca­men­te resul­ta de gran interés.

Visual­men­te, este muy buen dra­ma cons­ti­tu­ye un rega­lo a la vis­ta a tra­vés de la mag­ní­fi­ca foto­gra­fía logra­da por Bentley Dean cap­tan­do los res­plan­de­cien­tes pai­sa­jes que inclu­yen la exu­be­ran­te fores­ta, cata­ra­tas, bellas pla­yas cir­cun­dan­tes como así tam­bién la pre­sen­cia del impo­nen­te vol­cán Yahul que se encuen­tra acti­vo; por su par­te; la músi­ca ori­gi­nal de Antony Par­tos es otro de los ele­men­tos impor­tan­tes que con­tri­bu­yen a que el espec­ta­dor se sien­ta trans­por­ta­do al cora­zón de Vanua­tu y sea tes­ti­go de esta trá­gi­ca his­to­ria román­ti­ca. Jor­ge Gutman

El Com­por­ta­mien­to de un Buen Padre

CIGA­RET­TES ET CHO­CO­LAT CHAUD. Fran­cia, 2016. Un film escri­to y diri­gi­do por Sophie Reine

En una come­dia agri­dul­ce muy bien rea­li­za­da, la novel rea­li­za­do­ra Sophie Reine abor­da el tema de cómo debe com­por­tar­se un buen padre.

El pro­ta­go­nis­ta del rela­to es Denis (Gus­ta­ve Ker­vern), un hom­bre que habien­do per­di­do a su espo­sa asu­me la com­ple­ta res­pon­sa­bi­li­dad de sus dos hijas, Jani­ne (Héloí­se Dugas) y Mer­cre­di (Fanie Zani­ni) de 13 y 9 años de edad res­pec­ti­va­men­te. Tra­tan­do de sub­ve­nir a las nece­si­da­des de la fami­lia, y siem­pre andan­do a las corri­das, el hom­bre tie­ne dos empleos, uno diurno y otro noc­turno, por lo que su hogar no está con­ve­nien­te­men­te orga­ni­za­do. A pesar de todo, los lazos de fami­lia son lo sufi­cien­te­men­te sóli­dos tal como se apre­cia en la bue­na rela­ción man­te­ni­da entre el padre y sus hijas.

Gustave Kervern y Héloise Dugas

Gus­ta­ve Ker­vern y Héloi­se Dugas

Cuan­do des­pués de reite­ra­das veces Denis no lle­ga en hora al cole­gio para bus­car a Mer­cre­di al fina­li­zar la jor­na­da esco­lar, la direc­ción del esta­ble­ci­mien­to se comu­ni­ca con los ser­vi­cios socia­les para tomar car­tas en el asun­to. Así se intro­du­ce en el esce­na­rio Séve­ri­ne (Cami­lle Cot­tin), una visi­ta­do­ra social que le indi­ca a Denis la nece­si­dad de seguir un cur­so de res­pon­sa­bi­li­dad pater­nal por­que de lo con­tra­rio pue­de lle­gar a per­der la cus­to­dia de sus hijas.

Cuan­do des­pués de algu­nas sesio­nes, Denis aban­do­na el cur­so de apren­di­za­je y resul­ta ame­na­za­do de que­dar some­ti­do a un pro­ce­so judi­cial, la com­pren­si­va visi­ta­do­ra sal­drá en su defen­sa al com­pren­der que los cri­te­rios nor­ma­les impues­tos por el medio social en que uno vive no nece­sa­ria­men­te se corres­pon­de con el tipo de edu­ca­ción que los padres pue­den a su cri­te­rio brin­dar a sus hijos. A pesar de que el film no alcan­za un tin­te dra­má­ti­co, hay algu­nas situa­cio­nes que sus­ci­tan emo­ción como cuan­do Denis se mues­tra impo­ten­te en poder ayu­dar a Jani­ne que pade­ce del Sín­dro­me de Tou­ret­te, un tras­torno neu­ro­psi­quiá­tri­co que se carac­te­ri­za por múl­ti­ples tics físi­cos y vocales.

En líneas gene­ra­les la direc­ción de Reine es flui­da y la actua­ción glo­bal es muy bue­na aun­que es inne­ga­ble que las dos niñas de Denis man­te­nien­do una gran com­pli­ci­dad entre ellas se adue­ñan de la pelí­cu­la con su inne­ga­ble sim­pa­tía. El resul­ta­do es un film sen­si­ble, gra­cio­so y emo­ti­vo que deja una gra­ta sen­sa­ción al espec­ta­dor resal­tan­do el valor que adquie­re la fami­lia. Jor­ge Gutman

Una Pro­lon­ga­da Espera

PARIS CAN WAIT. Esta­dos Uni­dos, 2016. Un film diri­gi­do y escri­to por Elea­nor Coppola

La direc­to­ra Elea­nor Cop­po­la es cono­ci­da por haber rea­li­za­do el remar­ca­ble docu­men­tal Heart of Dark­ness: A Fil­ma­ma­ke­r’s Jour­ney (1991) sobre lo que acon­te­ció duran­te el roda­je del emble­má­ti­co film Apo­caly­se Now (1979) diri­gi­do por su mari­do Fran­cis Ford Cop­po­la. En esta opor­tu­ni­dad retor­na con su pri­mer film de fic­ción abor­dan­do una come­dia dema­sia­do livia­na y reiterativa.

La his­to­ria pre­sen­ta a Anne (Dia­ne Lane) una ele­gan­te y reser­va­da mujer que se encuen­tra en Can­nes acom­pa­ñan­do a su mari­do Michael (Alec Bald­win), un impor­tan­te pro­duc­tor de cine; duran­te el fes­ti­val de 2015. De lo que se obser­va, podría afir­mar­se que cons­ti­tu­yen un matri­mo­nio muy bien ave­ni­do a pesar de que él des­ti­na gran par­te de su tiem­po ape­ga­do a su celu­lar por las con­ti­nua­das lla­ma­das que recibe.

Alec Baldwin, Diane Lane y Arnaud Viard

Alec Bald­win, Dia­ne Lane y Arnaud Viard

La excu­sa que jus­ti­fi­ca la his­to­ria se pro­du­ce cuan­do Michael debe diri­gir­se a Buda­pest para ulti­mar la pro­duc­ción de un film y su espo­sa no pue­de acom­pa­ñar­lo debi­do a una infec­ción de su oído que le impi­de via­jar en avión. Eso moti­va a que ella deci­da regre­sar en tren a París a fin de reu­nir­se con su espo­so una vez que él fina­li­ce su misión; sin embar­go, los pla­nes cam­bian cuan­do Jac­ques (Arnaud Viard), aso­cia­do y ami­go de Michael, ama­ble­men­te se ofre­ce para lle­var­la a des­tino en su coche, hecho que ella acep­ta con cier­ta reluctancia.

El via­je que en prin­ci­pio se supo­nía que dura­ría no más que 7 horas, se pro­lon­ga duran­te un espa­cio de dos días por­que siem­pre exis­te una razón para que el sim­pá­ti­co y bon vivant Jac­ques efec­túe para­das en la ruta; las mis­mas ser­vi­rán para dis­fru­tar de sofis­ti­ca­das comi­das en lujo­sos res­tau­ran­tes, sabo­rear los bue­nos vinos de la región, dis­fru­tar un pic­nic cam­pes­tre como así tam­bién para visi­tar el museo de los her­ma­nos Lumiè­re en Lyon; un des­per­fec­to tran­si­to­rio del vehícu­lo en la ruta demo­ra un poco más el tra­yec­to pero ser­vi­rá para que Anne demues­tre su inge­nio­si­dad al con­duc­tor solu­cio­nan­do el inconveniente.

A medi­da que el via­je trans­cu­rre, ella logra ser con­quis­ta­da por la per­so­na­li­dad extra­ver­ti­da de Michael al pro­pio tiem­po que él tra­ta sigi­lo­sa­men­te de efec­tuar cier­tos avan­ces seduc­ti­vos. ¿Podrá el sutil flir­teo desem­bo­car en adul­te­rio por par­te de Anne? Es pre­fe­ri­ble dejar al espec­ta­dor que encuen­tre res­pues­ta por sí mis­mo a la pre­gun­ta formulada.

El film no tie­ne pre­ten­sión algu­na de pro­fun­di­zar en sus per­so­na­jes ni tam­po­co se pres­ta a emo­cio­nes inten­sas; más allá de una con­fe­sión que Anne efec­túa a Jac­ques acer­ca de la pér­di­da de su hijo, no hay den­si­dad con­flic­ti­va que mue­va las fibras del espec­ta­dor. Cop­po­la recu­rrió a todos los cli­chés habi­dos en este tipo de his­to­rias don­de nada resul­ta sor­pren­den­te. A pesar de que este rela­to se pro­lon­ga más allá de lo nece­sa­rio, el mis­mo per­mi­te que se apre­cie los bellos pai­sa­jes de la región de la Pro­ven­za que se va atra­ve­san­do en la ruta.

Dejan­do de lado la bre­ve apa­ri­ción de Bald­win, tan­to Lane como Viard se desem­pe­ñan correc­ta­men­te sin que resul­te gran esfuer­zo trans­mi­tir lo que sus per­so­na­jes les exi­gen. A pesar del ende­ble guión, la octo­ge­na­ria direc­to­ra per­mi­te que esta come­dia resul­te vis­to­sa aun­que sin poder ocul­tar su super­fi­cia­li­dad. Jor­ge Gutman

Un Visio­na­rio Genio

MICHE­LAN­GE­LO: LOVE AND DEATH

Pro­si­guien­do con la serie de gran­des maes­tros del Rena­ci­mien­to, des­pués de haber­se pro­yec­ta­do el mes pasa­do Rapahel-Lord of the Arts, los cines de Cine­plex pre­sen­ta­rán Miche­lan­ge­lo-Love and Death.

David

David

Coin­ci­dien­do con una extra­or­di­na­ria nue­va expo­si­ción de la Natio­nal Gallery de Lon­dres, este film bri­tá­ni­co diri­gi­do por David Bic­kers­taff ofre­ce una bio­gra­fía com­ple­ta de Miche­lan­ge­lo (1475 – 1564), uno de los más gran­des artis­tas del Rena­ci­mien­to y posi­ble­men­te de todos los tiempos.

Pietà

Pie­tà

A tra­vés de mani­fes­ta­cio­nes rea­li­za­das por exper­tos del arte como así tam­bién de los escri­tos deja­dos por el artis­ta, el docu­men­tal per­mi­te cono­cer más pro­fun­da­men­te la per­so­na­li­dad de este vir­tuo­so crea­dor cuya iden­ti­dad ha que­da­do impreg­na­da en cada mar­ca y tra­zo que reali­zó en sus obras de escul­tu­ra, pin­tu­ra y arquitectura.

Creación de Adán

Crea­ción de Adán

En el film el rea­li­za­dor ilus­tra algu­nos de los tra­ba­jos más impo­nen­tes de Miche­lan­ge­lo como la uni­ver­sal­men­te acla­ma­da esta­tua de David de 5.17m de altu­ra que se encuen­tra en la Gale­ría de la Aca­de­mia de Flo­ren­cia, la Madon­na expues­ta en la Natio­nal Gallery y la pro­fun­da­men­te con­mo­ve­do­ra Pie­tà en la Basí­li­ca de San Pedro. No menos impor­tan­te es con­tem­plar los fres­cos rea­li­za­dos en la Capi­lla Six­ti­na, entre los mis­mos La Crea­ción de Adán, que cau­sa admi­ra­ción por par­te de la mul­ti­tud de visi­tan­tes al lugar y que son con­si­de­ra­dos como una de las obras cum­bres de la his­to­ria de la pintura.

En esen­cia, la pelí­cu­la trans­por­ta al espec­ta­dor en un via­je fíl­mi­co, des­de las salas de dibu­jo e impre­sión de Euro­pa, a tra­vés de las gran­des capi­llas y museos de Roma, Flo­ren­cia y El Vati­cano explo­ran­do la tem­pes­tuo­sa vida de un ser cuya con­tri­bu­ción artís­ti­ca ha sido excep­cio­nal. La fuer­za gigan­tes­ca de este genio con el inva­lua­ble lega­do que ha deja­do a la pos­te­ri­dad moti­va que sea uno de los crea­do­res más que­ri­dos del mundo.

Miche­lan­ge­lo-Love and Death será exhi­bi­do a tra­vés de Cana­dá en selec­cio­na­das salas del cir­cui­to Cine­plex el 14 y el 18 de junio de 2017. Para infor­ma­ción sobre los cines par­ti­ci­pan­tes y hora­rios res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí.