A HERO. Francia-Irán, 2021. Un film escrito y dirigido por Asghar Farhadi. 127 minutos. Disponible en Amazon Prime Video
Reconocido como uno de los más remarcables directores internacionales, el cineasta Asghar Farhadi vuelve a ofrecer un admirable trabajo con A Hero que fue galardonado con el Gran Premio del Jurado (ex aequo) en Cannes 2021. Al igual que en su obra maestra A Separation (2011), premiado por la Academia de Hollywood, aquí nuevamente expone problemas éticos de difícil resolución partiendo de una situación aparentemente banal capaz de generar serias consecuencias.
El guión del realizador ubica la acción en la ciudad iraní de Shiraz donde en la primera escena se observa a Rahim Soltani (Amir Jadidi), un hombre divorciado de mediana edad quien purgando una condena en un centro penitenciario emerge del mismo por un período de 48 horas. Su encarcelamiento se debe a que él dejó de cumplir con el pago de una deuda monetaria que para efectuar un negocio contrajo con Bahram (Mohsen Tanabandeh), motivando a que él lo haya denunciado a la justicia. Es así que en el lapso que dispone durante su libertad condicional deberá reunir el dinero necesario para cancelar su obligación a fin de que su acreedor retire la denuncia y pueda quedar liberado. Después de saludar a su cuñado Hossein (Alireza Jahandideh) en su lugar de trabajo, Rahim que es divorciado se dirige a la casa de su hermana Mali (Maryam Shahdaei) para estar con Slavash (Saleh Karimaei), su hijo de 10 años, que lo tiene a su cuidado desde que él se separó de su mujer. Al propio tiempo se reencuentra con Farkhondeh (Sahar Goldust), la mujer que además de ser su enamorada con la cual contraerá enlace apenas pueda salir definitivamente de la cárcel, es la terapeuta de Slavash que lo trata por padecer de una intermitente tartamudez.
Quiere la casualidad que Farkhondeh encontró en una parada de ómnibus un bolso conteniendo 17 monedas de oro; si bien la primera intención de Rahim es venderlas y con el dinero obtenido poder saldar la deuda contraída, la idea queda desechada porque el valor de las mismas es insuficiente para satisfacer a Bahram. Por lo tanto, en un cambio de conciencia Rahim opta por ubicar a la propietaria del bolso (Fateme Tavakoli) a fin de reintegrárselo.
Ese acto de honestidad, haciendo ver que ha sido y no su novia la que había encontrado el bolso abandonado, cunde inmediatamente en la opinión pública al ser entrevistado por la televisión; además su honradez es gratamente apreciada por las autoridades del presidio. Su rectitud es también alabada por una institución de caridad, cuya representante (Fereshteh Sadre Orafaiy) convoca a una gran audiencia en un acto público donde solicita a la gente a que aporte una donación que permita pagar la deuda del homenajeado; asimismo tratará de que el organismo le consiga un puesto de trabajo. En esa ocasión Rahim agradece el tributo que se le ha hecho donde además se encuentra acompañado por su hijo, posiblemente con la intención de ganar la simpatía del público. De este modo al anteponer su situación personal, este convicto se convierte en un inesperado héroe. Sin embargo no transcurrirá mucho tiempo para que la buena suerte de Rahim se revierta..
Sin entrar en detalles adicionales sobre el posterior desarrollo de los acontecimientos, bastará señalar cómo una pequeña mentira se transforma gradualmente en una bola de nieve, generando situaciones imprevisibles y difíciles de ser superadas. Exponiendo un complejísimo problema moral A Hero demuestra la manera en que los medios de difusión entronizados por las redes sociales, pueden alterar la percepción del público. De este modo, una vez más el excelente realizador desnuda las contradicciones y sorprendentes actitudes de sus personajes que constituyen la esencia de la condición humana, donde podría aplicarse el famoso proverbio que reza “quien esté libre de culpa, que arroje la primera piedra”. Sin que queden hilos sueltos, esta historia impecablemente estructurada e imbuida de un notable suspenso conduce a un apropiado desenlace ambiguo en el que cada espectador extraerá su propia conclusión.
El remarcable guión nutrido de vibrantes diálogos, la magnífica realización de Farhadi, un nivel de elenco de calidad encabezado por la remarcable interpretación de Jadidi y la esmerada fotografía de Ali Ghazi y Arash Ramezani captando con autenticidad el ambiente social que nutre a la ciudad de Shiraz, contribuyen a la grandeza de este vigoroso drama. Por sus innegables méritos, no sería extraño que el film reciba varias nominaciones para los premios Oscar de este año. Jorge Gutman