Remar­ca­ble Ópe­ra de Verdi

IL TRO­VA­TO­RE

En el ini­cio de la tem­po­ra­da ofi­cial 2022 – 2023, la Opé­ra de Mon­tréal (ODM) pre­sen­ta­rá Il Tro­va­to­re. Esta crea­ción líri­ca en 4 actos de Ver­di tuvo su pri­me­ra repre­sen­ta­ción mun­dial en enero de 1853 en el Tea­tro Apo­llo de Roma y des­de enton­ces comen­zó un reco­rri­do triun­fal que se man­tie­ne has­ta la fecha.

NICO­LE CAR (Foto: ODM)

La intrin­ca­da y com­ple­ja tra­ma cuyo libre­to fue escri­to por Sal­va­to­re Cam­ma­rano y com­ple­ta­do por Emma­nue­le Bar­de­re ubi­ca la acción en Espa­ña a comien­zos del siglo 19 duran­te la gue­rra penin­su­lar. En el pres­ti­gio­so elen­co, la soprano aus­tra­lia­na Nico­le Car asu­me el rol de Leo­no­ra, la heroí­na que sacri­fi­ca su vida por el gran amor que sien­te por el joven tro­va­dor Man­ri­co que es inter­pre­ta­do por el tenor Luc Robert. El exi­mio barí­tono Étien­ne Dupuis encar­na al Con­de de Luna, rival de Man­ri­co y ena­mo­ra­do de Leo­no­ra, en tan­to que la vir­tuo­sa mez­zo-soprano Marie-Nico­le Lemieux  ani­ma a Azu­ce­na, la mis­te­rio­sa gita­na que guar­da un secre­to fami­liar y desea ven­gar la muer­te de su madre. En roles de apo­yo par­ti­ci­pan los can­tan­tes Matthew Tre­vino (Ferran­do), Ange­lo Moret­ti (Ruiz), Kirs­ten Leblanc (Inés) y Mike­lis Rogers (Gitan). El renom­bra­do actor y direc­tor tea­tral Michel-Maxi­me Legault tie­ne a su car­go la pues­ta escé­ni­ca de esta producción.

ÉTIEN­NE DUPUIS (Foto: ODM)

Como en todas las crea­cio­nes del gran com­po­si­tor ita­liano, la músi­ca cons­ti­tu­ye un fac­tor vital y en tal sen­ti­do la pre­sen­te cuen­ta con her­mo­sas melo­días que a tra­vés de sus dife­ren­tes arias van expre­san­do el dra­ma que se desa­rro­lla en esta historia.

MARIE-NICO­LE LEMIEUX (Foto: ODM)

El renom­bra­do maes­tro Jac­ques Lacom­be diri­ge la Orches­tre Métro­po­li­tain, la esce­no­gra­fía es de Jean Bard, la ODM es res­pon­sa­ble del ves­tua­rio y Éric Cham­poux de la iluminación.

LUC ROBERT (Foto: ODM)

La ópe­ra es can­ta­da en su ver­sión ori­gi­nal ita­lia­na con sobre­tí­tu­los en fran­cés e inglés el 10, 13 y 15 de Sep­tiem­bre (19h30) y el domin­go 18 de Sep­tiem­bre (14h00) en la Salle Wil­frid-Pelle­tier de la Pla­ce des Arts.

Para infor­ma­ción adi­cio­nal pre­sio­ne aquí

La Ver­da­de­ra Familia

LA VRAIE FAMI­LLE. Fran­cia, 2021. Un film escri­to y diri­gi­do por Fabien Gor­geart. 102 minu­tos

Des­pués de su pri­mer lar­go­me­tra­je Dia­ne a les épau­les (2017), el cineas­ta y guio­nis­ta Fabien Gor­geart retor­na para narrar una poten­te his­to­ria ins­pi­ra­da en la expe­rien­cia vivi­da duran­te su infan­cia; en ese enton­ces su fami­lia había aco­gi­do a una cria­tu­ra que per­ma­ne­ció en su seno des­de los 18 meses has­ta cum­plir los 6 años. En base a lo que ante­ce­de, La Vraie Fami­lle expo­ne con gran sen­si­bi­li­dad un dra­ma rea­lis­ta sobre cómo pue­de afec­tar peno­sa­men­te a una fami­lia bien cons­ti­tui­da la sepa­ra­ción for­zo­sa de un vás­ta­go no biológico.

Méla­nie Thierry

En su impe­ca­ble guión Gor­geart pre­sen­ta a Anna (Méla­nie Thierry) y Driss (Lyès Salem) un matri­mo­nio muy bien ave­ni­do que en las pri­me­ras esce­nas apa­re­ce dis­fru­tan­do de las vaca­cio­nes de verano con sus tres hijos, Simon (Gabriel Pavie) de 6 años y los dos mayo­res Adrien (Idris Lau­ren­tin-Khe­li­fi) y Jules (Basi­le Vio­let­te). No trans­cu­rre mucho para saber que Simon al año y medio de vida había sido ubi­ca­do en ese hogar sus­ti­tu­to al haber muer­to su madre y encon­trán­do­se su padre natu­ral Eddy (Félix Moa­ti) sumi­do en depre­sión e impo­si­bi­li­ta­do de cui­dar­lo. Demás está decir que para Anna y su espo­so no exis­te dife­ren­cia algu­na en el cari­ño pro­di­ga­do al peque­ño con rela­ción a Adrien y Jules; a su vez Simon man­tie­ne una exce­len­te rela­ción fra­ter­nal sin­tién­do­se muy ape­ga­do a sus pro­ge­ni­to­res, sobre todo al víncu­lo espe­cial hacia Anna a quien con­si­de­ra su úni­ca y legí­ti­ma mamá. Has­ta aquí se apre­cia la ima­gen de una fami­lia feliz.

La tran­qui­la ruti­na coti­dia­na del núcleo fami­liar se alte­ra cuan­do la visi­ta­do­ra social (Flo­ren­ce Muller) comu­ni­ca al matri­mo­nio que Eddie desea recu­pe­rar la guar­dia de su hijo duran­te los fines de sema­na: para Simon se pro­du­ce el males­tar de tener que com­par­tir su esta­día con su padre al que has­ta enton­ces no había cono­ci­do y con quien no guar­da afi­ni­dad algu­na. Pos­te­rior­men­te la situa­ción se com­pli­ca aún más cuan­do a pedi­do de Eddy la jue­za actuan­te (Domi­ni­que Blanc) dis­po­ne que el niño con­vi­va con su padre bio­ló­gi­co y otra fami­lia sus­ti­tu­ta; esa deci­sión deja una pro­fun­da hue­lla emo­cio­nal tan­to para el menor como para la fami­lia que lo cui­dó y protegió.

El direc­tor abor­da esta con­flic­ti­va situa­ción con suma deli­ca­de­za sin que el tras­pa­so del peque­ño de una fami­lia a otra pue­da des­bor­dar en un edul­co­ran­te sen­ti­men­ta­lis­mo. Al hacer­lo asi­mis­mo evi­ta juz­gar nega­ti­va­men­te los dere­chos que asis­ten al padre bio­ló­gi­co de que­rer recu­pe­rar la cus­to­dia de su hijo que no ha sido dado en adop­ción; cla­ro está que la narra­ción deja abier­ta la pre­gun­ta si aca­so aten­dien­do a los mejo­res intere­ses de Simon debe o no pres­cin­dir­se del pro­fun­do lazo filial que lo une a Anna y Driss.

Al exce­len­te tra­ta­mien­to rea­li­za­do por Gor­geart se agre­ga el haber con­vo­ca­do a un mag­ní­fi­co elen­co. En una de las más exi­to­sas inter­pre­ta­cio­nes de su carre­ra Thierry ofre­ce una remar­ca­ble carac­te­ri­za­ción de la apa­sio­na­da madre que no pue­de ocul­tar su que­bran­ta­do esta­do emo­cio­nal al ver que le ha sido sus­trai­do su ado­ra­do hiji­to; igual­men­te com­pe­ten­te es la labor de Salem como el abne­ga­do com­pa­ñe­ro de Anna tra­tan­do de con­for­tar­la fren­te a los hechos con­su­ma­dos. Men­ción espe­cial mere­ce la actua­ción del niño Pavie que hacien­do su debut fren­te a la cáma­ra cau­sa admi­ra­ción al haber­se iden­ti­fi­ca­do ple­na­men­te con su per­so­na­je al pun­to de hacer creer que él es el ver­da­de­ro Simon.

En esen­cia, con­si­de­ran­do este deli­ca­do tema el rea­li­za­dor ha obte­ni­do un film bello y tris­te a la vez que sin ape­lar a gol­pes bajos con­mue­ve pro­fun­da­men­te. Jor­ge Gutman

Incon­gruen­te Comedia

FUNNY PAGES. Esta­dos Uni­dos, 2022. Un film escri­to y diri­gi­do por Owen Kli­ne. 86 minutos

Des­pués de haber rea­li­za­do tres cor­tos, Owen Kli­ne ‑hijo del actor Kevin Kli­ne- efec­túa su debut como direc­tor y guio­nis­ta en Funny Pages, que tuvo su estreno mun­dial en el Fes­ti­val de Can­nes de este año. El tema está cen­tra­li­za­do en la sub­cul­tu­ra de los comics en un rela­to incon­gruen­te don­de resul­ta pro­ble­má­ti­co empa­ti­zar con su prin­ci­pal personaje.

Daniel Zolgha­dri

Robert (Daniel Zolgha­dri) es un ado­les­cen­te de 17 años que con su apti­tud de dibu­jan­te de comics aspi­ra a ser un artis­ta de ilus­tra­cio­nes grá­fi­cas. Al comen­zar el rela­to, se lo ve fren­te a Katano (Stephen Adly Guir­gis), su pro­fe­sor de arte que le acon­se­ja que desa­rro­lle su crea­ti­vi­dad abar­can­do dibu­jos más osa­dos que los que sue­le rea­li­zar; para ello invi­ta a Robert a que dibu­je su cuer­po posán­do­se fren­te a él com­ple­ta­men­te des­nu­do. Tras esta esce­na biza­rra, Katano mue­re en un acci­den­te auto­mo­vi­lís­ti­co dejan­do al mucha­cho desolado.

Dis­pues­to a seguir las reco­men­da­cio­nes de su des­apa­re­ci­do pro­fe­sor, Robert des­oyen­do a sus padres (Maria Diz­zia, Josh Pais) aban­do­na sus estu­dios secun­da­rios y deja su con­for­ta­ble hogar de Prin­ce­ton en New Jer­sey con la inten­ción de dedi­car­se ple­na­men­te a desa­rro­llar su talen­to. Des­pués de mudar­se a Tren­ton, alo­ján­do­se en una deplo­ra­ble pie­za de un edi­fi­cio veni­do a menos, logra un empleo en lo de una abo­ga­da (Mar­cia Debo­nis) y ahí cono­ce a Walla­ce (Matthew Maher), uno de sus clien­tes que había tra­ba­ja­do como colo­ris­ta en la cele­bra­da edi­to­rial Ima­ge Comics; intu­yen­do que él podrá ayu­dar­lo a mejo­rar sus dotes de dibu­jan­te en la apli­ca­ción de los colo­res; a par­tir de allí Robert no se des­pren­de de él for­ján­do­se entre los dos un frá­gil lazo de cor­to alcance.

Lo que sobre­vie­ne des­pués care­ce de cre­di­bi­li­dad en la medi­da que resul­ta difí­cil con­ce­bir que Robert idea­li­ce a un indi­vi­duo pose­si­vo y de cier­ta ines­ta­bi­li­dad men­tal como lo es Walla­ce. A un des­agra­da­ble suce­so pro­vo­ca­do por este indi­vi­duo en una far­ma­cia local, le suce­de el com­por­ta­mien­to vio­len­to que adop­ta duran­te la visi­ta que efec­túa a la casa de los padres de Robert; por razo­nes de dis­cre­ción se evi­ta­rá rela­tar lo que allí acon­te­ce y menos aún el des­ca­be­lla­do des­en­la­ce de esta historia.

Aun­que el rela­to de Kli­ne se nutre de algu­nas situa­cio­nes joco­sas, el gran pro­ble­ma resi­de en su enfo­que abso­lu­ta­men­te irrea­lis­ta. Si bien el joven rea­li­za­dor tie­ne como pro­pó­si­to ilus­trar el pro­ce­so de madu­rez de Robert a tra­vés de su voca­ción, el resul­ta­do es el opues­to en la medi­da que este ado­les­cen­te se mues­tra com­ple­ta­men­te inma­du­ro al con­si­de­rar al repul­sio Walla­ce como su nue­vo men­tor artís­ti­co en reem­pla­zo de su falle­ci­do maes­tro; tam­po­co resul­ta cla­ra la ani­mo­si­dad del joven hacia sus padres, al no evi­den­ciar­se moti­vo alguno que lo justifique.

Sin que lle­gue a des­lum­brar, la rea­li­za­ción de Kli­ne supera amplia­men­te al guión con­ce­bi­do; en todo caso, la soli­dez de esta absur­da come­dia resi­de en su correc­to elen­co en el que se des­ta­can Zolgha­dri y en espe­cial Maher a pesar del des­agra­da­ble per­so­na­je que le corres­pon­dió ani­mar. Jor­ge Gutman

Un Mila­gro­so Rescate

THIR­TEEN LIVES. Gran Bre­ta­ña, 2022. Un film de Ron Howard. 142 minu­tos. Dis­po­ni­ble en Ama­zon Pri­me Video.

Esta pelí­cu­la recrea el extra­or­di­na­rio res­ca­te de 13 per­so­nas arrin­co­na­das duran­te 18 días en una cue­va tai­lan­de­sa. No obs­tan­te que en 2021 el dra­má­ti­co even­to fue obje­to del remar­ca­ble docu­men­tal The Res­cue, el tra­ta­mien­to fic­cio­nal del rea­li­za­dor Ron Howard adquie­re en Thir­teen Lives com­ple­ta autenticidad.

Una esce­na de THIR­TEEN LIVES

El rela­to basa­do en el guión de William Nichol­son comien­za el 23 de junio de 2018 en el que 12 chi­cos ‑entre 11 y 16 años- de un equi­po de fút­bol y su entre­na­dor (James Tee­ra­don Supa­pun­pin­yo) des­pués de una prác­ti­ca depor­ti­va se aven­tu­ran a pene­trar en la cue­va Tham Luang Nang Non ubi­ca­da en un par­que natu­ral del nor­te de Tai­lan­dia; nada hace pre­sa­giar que ese día apa­ci­ble ceda lugar a las torren­cia­les llu­vias que comien­zan pos­te­rior­men­te; eso moti­vó a que la cue­va se inun­da­se de agua impi­dien­do la sali­da del gru­po. Inme­dia­ta­men­te sur­ge el natu­ral páni­co en los fami­lia­res de los atra­pa­dos como asi­mis­mo de la comu­ni­dad en su con­jun­to que recu­rren a la fe en pro­cu­ra de un mila­gro; en tan­to, el gober­na­dor Naron­sack (Saha­jak Boontha­na­kit) tra­tan­do de cal­mar­los, no pue­de ocul­tar su genui­na preo­cu­pa­ción fren­te a la gra­ve situación.

En la mila­gro­sa ope­ra­ción de res­ca­te en don­de par­ti­ci­pa­ron más de 5000 per­so­nas de 17 paí­ses ade­más de miem­bros del ejér­ci­to y de la arma­da naval de Tai­lan­dia, las auto­ri­da­des soli­ci­ta­ron la coope­ra­ción de dos exper­tos bucea­do­res de cue­vas; uno de ellos es el bri­tá­ni­co Rick Stan­ton (Vig­go Mor­ten­sen), un jubi­la­do bom­be­ro, en tan­to que el otro es su com­pa­trio­ta John Volanthen (Colin Farrell) quien ade­más es con­sul­tor infor­má­ti­co. Cuan­do lide­ran­do la ope­ra­ción de res­ca­te ambos logran ubi­car a los miem­bros del gru­po, aún sub­sis­te la difi­cul­tad en poder trans­por­tar­los a la super­fi­cie sin expo­ner sus vidas; a todo ello el tiem­po apre­mia tenien­do en cuen­ta que es la tem­po­ra­da de los mon­zo­nes. Con la lle­ga­da del pres­ti­gio­so doc­tor y anes­te­sis­ta aus­tra­liano Richard Harris (Joel Edger­ton) el dra­ma adop­ta un giro deci­si­vo; con cier­to res­que­mor moral el médi­co acce­de al arries­ga­do pro­ce­di­mien­to de sedar a los niños para trans­por­tar­los a la super­fi­cie y evi­tar de este modo cual­quier movi­mien­to en fal­so que pue­da resul­tar fatal.

Aun­que el feliz des­en­la­ce de este encie­rro es bien cono­ci­do lo impor­tan­te es el efi­cien­te tra­ta­mien­to brin­da­do por el vete­rano rea­li­za­dor. Así como ha sido res­pon­sa­ble de otro remar­ca­ble dra­ma de res­ca­te en Apo­llo 13 (1995), Howard en esta oca­sión gene­ra un cli­ma de abso­lu­ta ten­sión en don­de la audien­cia que­da com­ple­ta­men­te sumer­gi­da en la ries­go­sa aven­tu­ra atra­ve­sa­da por los pro­ta­go­nis­tas de esta historia.

La actua­ción del elen­co es inta­cha­ble; tan­to Mor­ten­sen, Farrell y Edger­ton, acom­pa­ña­dos de Tom Bate­man y Paul Glee­son ofre­cen estu­pen­das carac­te­ri­za­cio­nes rea­lis­tas par­ti­ci­pan­do en los acuá­ti­cos túne­les sin haber recu­rri­do a dobles. En los aspec­tos téc­ni­cos resul­ta enco­mia­ble la exce­len­te foto­gra­fía de Sayombhu Muk­dee­prom así como la rea­li­za­da acuá­ti­ca­men­te por Simon Chris­ti­dis y .el buen tra­ba­jo de edi­ción de James Wilcox.

La sobria rea­li­za­ción de Howard per­mi­te apre­ciar en toda su dimen­sión esta exi­to­sa misión de haber sal­va­do 13 vidas des­pués de 18 días de claus­tro­fó­bi­co con­fi­na­mien­to, resal­tan­do el espí­ri­tu de soli­da­ri­dad, heroís­mo y gran­de­za del espí­ri­tu humano que emer­ge de la impre­sio­nan­te e his­tó­ri­ca saga.

Como nota adi­cio­nal en los cré­di­tos fina­les se comu­ni­ca que des­pués del sal­va­ta­je les fue con­ce­di­da la ciu­da­da­nía tai­lan­de­sa al entre­na­dor del equi­po y a 3 chi­cos apá­tri­das. Jor­ge Gutman

Un Sin­gu­lar Experimento

UN ÉTÉ COM­ME ÇA / THAT KIND OF SUM­MER. Cana­dá, 2022. Un film escri­to y diri­gi­do por Denis Côté. 137 minutos.

El pro­lí­fi­co direc­tor Denis Côté carac­te­ri­za­do por ofre­cer fil­mes de fic­ción y docu­men­ta­les de varia­da temá­ti­ca, en esta opor­tu­ni­dad abor­da la hiper­se­xua­li­dad feme­ni­na, un tópi­co rara­men­te fre­cuen­ta­do por el cine. El rea­li­za­dor una vez más acep­ta el desa­fío de asu­mir ries­gos a tra­vés de una visión deci­di­da­men­te audaz que pro­ba­ble­men­te podrá inco­mo­dar a cier­to sec­tor del públi­co que juz­gue Un été com­me ça. 

La his­to­ria con­te­ni­da en el guión del cineas­ta se desa­rro­lla duran­te el verano en un apa­ci­ble rin­cón del nor­te de Que­bec en don­de se halla ins­ta­la­da una caso­na pró­xi­ma a un lago. En ese idí­li­co mar­co tres muje­res que no se cono­cen entre sí pero que tie­nen en común una avi­dez sexual fue­ra de lo común, acep­tan volun­ta­ria­men­te par­ti­ci­par en un pro­yec­to con­ce­bi­do por la tera­peu­ta Mathil­de (Marie-Clau­de Gué­rin); la con­di­ción es que debe­rán per­ma­ne­cer en el lugar duran­te 26 días con­se­cu­ti­vos abs­te­nién­do­se de con­su­mir dro­ga algu­na pero sí el uso mode­ra­do de alcohol, podrán uti­li­zar sus celu­la­res dia­ria­men­te duran­te 90 minu­tos y tener la opor­tu­ni­dad de dis­po­ner por úni­ca vez de un día libre.

Aude Mathieu y Laris­sa Corriveau

Las asis­ten­tes son Léo­nie (Laris­sa Corri­veau), una mujer de 30 años que ha sido abu­sa­da por su padre deján­do­le como trau­ma una fuer­te com­pul­sión sexual, Geisha (Aude Mathieu) de 20 años quien es una des­inhi­bi­da tra­ba­ja­do­ra sexual y Eugé­nie (Lau­ra Giap­pi­co­ni) quien con sus cua­ren­ta años es una mujer de tem­pe­ra­men­to artís­ti­co, con pro­ble­mas men­ta­les y adic­ta a la mas­tur­ba­ción. Dado que Mathil­de se encuen­tra emba­ra­za­da e impe­di­da de diri­gir al gru­po, su reem­pla­zan­te es Octa­via (Anne Rat­te Polle), una psi­co­te­ra­peu­ta en visi­ta pro­ce­den­te de Ale­ma­nia, quien es asis­ti­da por Sami (Samir Gues­mi), un afa­ble tra­ba­ja­dor social. El pro­pó­si­to de este sin­gu­lar expe­ri­men­to no es el de pro­cu­rar una cura a la adic­ción de estas muje­res insa­tis­fe­chas por lo que sien­ten sino más bien lograr que al final de la esta­día pue­dan con­vi­vir mejor con las ansie­da­des, obse­sio­nes y el estrés que les sofocan.

Median­te la exa­mi­na­ción rea­li­za­da por Côte se asis­te a la inter­ac­ción gene­ra­da tan­to por el trío como tam­bién con sus coor­di­na­do­res quie­nes por su par­te se sien­ten influi­dos por la expe­rien­cia vivi­da. En ese deve­nir el rea­li­za­dor no juz­ga a sus per­so­na­jes ni tam­po­co se pri­va de pro­vo­car algu­nas esce­nas sado­ma­so­quis­tas y en par­ti­cu­lar una de las mis­mas enfo­can­do el com­por­ta­mien­to asu­mi­do por Geisha en un par­ti­do de fút­bol masculino.

No hay un men­sa­je cla­ro o espe­cí­fi­co que el direc­tor desee trans­mi­tir, sal­vo el expo­ner des­de su par­ti­cu­lar ópti­ca las diver­sas moda­li­da­des que pue­de adop­tar la con­duc­ta huma­na con rela­ción al motor capaz de gene­rar un irre­fre­na­ble deseo sexual. No obs­tan­te la radi­ca­li­za­ción y trans­gre­sión de esta per­tur­ba­do­ra fan­ta­sía que a veces adop­ta la for­ma de una pesa­di­lla, Côté per­mi­te que el febril uso de su cáma­ra logre trans­mi­tir la irre­fre­na­ble ener­gía que ani­ma a sus heri­dos per­so­na­jes. Jor­ge Gutman