Agri­dul­ce Relato

JUNI­PER / LE PAS­SÉ RETRO­UVÉ. Nue­va Zelan­da, 2021. Un film escri­to y diri­gi­do por Matthew Savi­lle. 95 minutos

El actor neo­ze­lan­dés Matthew Savi­lle efec­túa su debut como direc­tor en Juni­per. Aun­que el tema aquí enfo­ca­do dis­ta de ser ori­gi­nal, el film atrae por la pre­sen­cia de la vete­ra­na artis­ta Char­lot­te Rampling.

Char­lot­te Rampling

Ella encar­na a Ruth, una mujer bri­tá­ni­ca de madu­ra edad quien habien­do sufri­do un acci­den­te que inmo­vi­li­zó una de sus pier­nas, su hijo Robert (Mar­ton Cso­kas) la trae des­de Ingla­te­rra jun­to con su enfer­me­ra Sarah (Edith Poor) a Nue­va Zelan­da don­de él resi­de. En el hogar tam­bién se encuen­tra Sam (Geor­ge Ferrier), el ado­les­cen­te hijo de Robert, quien ha sido expul­sa­do del inter­na­do don­de estu­dia­ba y que, enco­men­da­do por su padre que debe ausen­tar­se del país, tie­ne que cui­dar y asis­tir a la inva­li­da dama.

El foco de aten­ción estri­ba en la rela­ción que se esta­ble­ce entre Ruth y su nie­to. Esta mujer que fue una diná­mi­ca fotó­gra­fa en tiem­pos de gue­rra, aho­ra como adic­ta alcohó­li­ca se sien­te enor­me­men­te frus­tra­da por­que depen­de de una silla de rue­das para des­pla­zar­se con el agre­ga­do de tener una muy frá­gil salud; si bien acep­ta el ser­vi­cio que le pro­cu­ra la enfer­me­ra, en cam­bio demues­tra hos­que­dad hacia Sam y no tie­ne repa­ro en moles­tar­lo de mane­ra acer­ba cuan­do Sarah está ausen­te y es él quien tie­ne que aten­der­la. Como con­tra­par­te, el mucha­cho que no pue­de dejar de sen­tir su pro­fun­da pena por la muer­te de su madre y mani­fes­tan­do una pre­dis­po­si­ción sui­ci­da, está lejos de sopor­tar a su abue­la; sin embar­go la ani­mo­si­dad y males­tar ini­cial entre estos dos seres de dife­ren­te gene­ra­ción se sub­sa­na con el correr de los días al for­jar­se una cone­xión nutri­da de cariño.

En la medi­da que no hay sor­pre­sa algu­na de lo que pos­te­rior­men­te sobre­vie­ne dado que casi todo resul­ta pre­vi­si­ble, Savi­lle obvia ese obs­tácu­lo enri­que­cien­do su rela­to a tra­vés de diá­lo­gos mor­da­ces y por la diná­mi­ca fami­liar que logra gene­rar entre la abue­la y Sam. Mien­tras que él tra­ta de que la ancia­na se aco­mo­de de la mejor mane­ra posi­ble a la con­di­ción en que se encuen­tra, ella a su vez lo ani­ma para vis­lum­brar la vida positivamente.

El vigor de este agri­dul­ce rela­to des­can­sa en las inter­pre­ta­cio­nes ofre­ci­das por sus dos pro­ta­go­nis­tas. Ram­pling, así como lo ha demos­tra­do a lo lar­go de seis remar­ca­bles déca­das de carre­ra pro­fe­sio­nal, rati­fi­ca una vez más ser una bri­llan­te actriz en la carac­te­ri­za­ción que aquí ofre­ce de su per­so­na­je; a tra­vés de sus ges­tos, mira­das, diá­lo­gos y silen­cios va sir­vien­do al rela­to has­ta su tris­te y emo­ti­vo des­en­la­ce. Por su par­te el joven Ferrier, sin sen­tir­se inti­mi­da­do, por la gran intér­pre­te, brin­da una muy gra­ta impre­sión ani­man­do al dís­co­lo y per­tur­ba­do mucha­cho que es res­ca­ta­do de su ten­den­cia auto­des­truc­ti­va gra­cias a la logra­da comu­ni­ca­ción enta­bla­da con Ruth.

Sin caer en un gra­tui­to sen­ti­men­ta­lis­mo el novel direc­tor brin­da un peque­ño film gra­to de ver y valo­ri­za­do visual­men­te por la foto­gra­fía de Marty Williams cap­tan­do los inte­rio­res don­de trans­cu­rre la mayor par­te de rela­to y la belle­za pano­rá­mi­ca de Nue­va Zelan­da. Jor­ge Gutman

Un Enig­má­ti­co Viaje

RETURN TO SEOUL. Fran­cia-Bél­gi­ca-Ale­ma­nia, 2022. Un film escri­to y diri­gi­do por Davy Cou. 117 minutos

Abor­dan­do el tema de la adop­ción y la bús­que­da iden­ti­ta­ria, el direc­tor Davy Cou efec­túa en Return to Seoul un estu­dio carac­te­ro­ló­gi­co del per­so­na­je protagónico.

Park Ji-min

Estruc­tu­ra­do en 3 par­tes y un epí­lo­go, el guión intro­du­ce a Fred­die (Park Ji-Min) una joven de 25 años que dejó Seúl cuan­do peque­ña al haber sido dada en adop­ción por sus padres corea­nos a un matri­mo­nio fran­cés; de allí que toda su exis­ten­cia trans­cu­rrió en Fran­cia y por lo tan­to está com­ple­ta­men­te arrai­ga­da a su cul­tu­ra. Al regre­sar por pri­me­ra vez a la capi­tal de Corea del Sur, es su inten­ción de que­rer cono­cer a sus ver­da­de­ros pro­ge­ni­to­res; igno­ran­do la len­gua del país cuen­ta con la ayu­da de Tena (Guka Hari), una chi­ca corea­na a quien cono­ció en el hos­tal don­de se hos­pe­da que domi­na muy bien el fran­cés; a tra­vés de ella logra con­tac­tar a la agen­cia que en su momen­to inter­vino en la adop­ción y es así que con­si­gue loca­li­zar a su padre (Oh Kwang-rok) aun­que no a su madre que no con­vi­ve con él.

La recep­ción de su padre y su tía (Kim Sun-young) es muy cáli­da y a pesar de que ellos no domi­nan el fran­cés, el obs­tácu­lo es supe­ra­do por la efi­caz cola­bo­ra­ción de Tena actuan­do de intér­pre­te. En esa reu­nión sor­pren­de que Fred­die no retri­bu­ya el afec­to de la fami­lia a la vez que mani­fies­ta abier­ta­men­te que de nin­gún modo desea­ría radi­car­se en Seúl ya que se sien­te legí­ti­ma­men­te fran­ce­sa y en con­se­cuen­cia es en Fran­cia don­de pre­fie­re seguir vivien­do. Una acti­tud de evi­den­te des­dén hacia su padre hace que la con­duc­ta de Fred­die resul­te extra­ña moti­van­do a que uno se pre­gun­te cuál era el pro­pó­si­to de que­rer ubi­car­lo. Asi­mis­mo pue­de obser­var­se que en la bre­ve comu­ni­ca­ción en línea con su madre adop­ti­va que bien la quie­re y se preo­cu­pa por ella, Freddy no demues­tra ser muy ama­ble en el diá­lo­go mantenido.

Sin pro­gre­sión dra­má­ti­ca la acción se desa­rro­lla dos años des­pués sin saber cier­ta­men­te si Fred­die duran­te ese lap­so había regre­sa­do a Fran­cia o si siguió per­ma­ne­cien­do en Corea; lo cier­to es que en este seg­men­to ella se invo­lu­cra en la vida noc­tur­na de Seúl y no tie­ne repa­ro alguno en man­te­ner casua­les rela­cio­nes ínti­mas a tra­vés de un com­por­ta­mien­to un tan­to alo­ca­do. Cin­co años más tar­de se encuen­tra nue­va­men­te en Seúl, como una mujer de nego­cios invo­lu­cra­da en el nego­cio de arma­men­tos que según ella mani­fies­ta lo hace para pro­te­ger a Corea del Sur del país nor­te­ño. Ya más esta­bi­li­za­da sen­ti­men­tal­men­te con su novio pari­sino (Louis-Do de Lenc­que­saing), a tra­vés de la agen­cia final­men­te cono­ce a su madre de san­gre, sin que ese hecho la con­mue­va dema­sia­do. El epí­lo­go que se desa­rro­lla un año des­pués enfo­can­do a una melan­có­li­ca Fred­die, no per­mi­te cono­cer los moti­vos que la impul­sa­ron a efec­tuar un retorno a su tie­rra natal.

A pesar de una meticu­losa rea­li­za­ción, la pelí­cu­la des­con­cier­ta por­que es muy difí­cil com­pren­der la per­so­na­li­dad del per­so­na­je pro­ta­gó­ni­co, no obs­tan­te la remar­ca­ble carac­te­ri­za­ción que Park efec­túa del mis­mo. Su mane­ra errá­ti­ca e impre­de­ci­ble de actuar des­orien­ta con su anti­pa­tía, egoís­mo y mani­pu­lan­do a quie­nes la rodean; más aún, en pro­cu­ra de una iden­ti­dad que va cam­bian­do a tra­vés de los ocho años en que trans­cu­rre el rela­to, ella mis­ma igno­ra lo que real­men­te bus­ca o anhe­la en su vida.

Glo­bal­men­te con­si­de­ra­do, el film atrae la aten­ción aun­que impi­de que uno pue­da sumer­gir­se o empa­ti­zar con una per­so­na enig­má­ti­ca que en su inte­rior se sien­te asfi­xia­da al no saber lo que quie­re. El final abier­to per­mi­te que cada espec­ta­dor extrai­ga su pro­pia con­clu­sión. Jor­ge Gutman

La Quie­ta Niña

THE QUIET GIRL. Irlan­da, 2022. Un film escri­to y diri­gi­do por Colm Bai­read. 94 minutos

Pre­ce­di­do por los bue­nos ante­ce­den­tes de haber sido pre­mia­do como mejor film en la sec­ción Gene­ra­tion Kplus del fes­ti­val de Ber­lín 2022 y por su nomi­na­ción como uno de los cin­co títu­los para optar al Oscar de este año en la cate­go­ría de mejor film inter­na­cio­nal, The Quiet Girl es una lumi­no­sa pelí­cu­la que a nadie deja­rá insensible.

El film del novel rea­li­za­dor Colm Bai­read es un ejem­plo de cómo se pue­de expre­sar a tra­vés de las imá­ge­nes un rela­to ínti­mo, sereno y con­te­ni­do que lle­ga a emo­cio­nar por la inmen­sa ter­nu­ra que des­ti­la y agra­cia­do por su exce­len­te repar­to lide­ra­do por una sobre­sa­lien­te actriz.

Cathe­ri­ne Clinch

El quión del direc­tor está basa­do en el cuen­to “Fos­ter” de la escri­to­ra irlan­de­sa Clai­re Kee­gan, cuya acción se desa­rro­lla en una zona rural de Irlan­da. Tal como lo anti­ci­pa su títu­lo el film cen­tra su aten­ción en la quie­ta niña Cáit (Cathe­ri­ne Clinch). Esta peque­ña de 8 años es reser­va­da y calla­da a la vez que su natu­ra­le­za intros­pec­ti­va se debe a que es igno­ra­da por su humil­de y nume­ro­sa fami­lia, en don­de su madre (Kate Nic Cho­nao­naigh) aguar­da un nue­vo hijo en tan­to que su indi­fe­ren­te padre (Michael Patric) es pro­pen­so a la bebi­da y al jue­go; en el ámbi­to esco­lar tam­po­co es gra­ti­fi­ca­da por sus com­pa­ñe­ros de aula.

La vida de esta chi­qui­lla expe­ri­men­ta un sor­pren­den­te giro cuan­do es envia­da a pasar el verano a la casa de una pri­ma de su madre. En ese nue­vo hogar es reci­bi­da por el matri­mo­nio de edad madu­ra inte­gra­do por Eibh­lin (Carrie Crow­ley) y Sean (Andrew Ben­nett) que no pudie­ron tener hijos. Si bien al prin­ci­pio Cáit adop­ta una cir­cuns­pec­ta acti­tud, gra­dual­men­te va cam­bian­do su mane­ra de actuar a medi­da que reci­be de sus parien­tes el cari­ño y amor que has­ta enton­ces no había expe­ri­men­ta­do. Es así como su sole­dad y tris­te­za van des­apa­re­cien­do para ceder paso a la niña que res­plan­de­ce al sen­tir el calor humano que toda per­so­na requie­re; de este modo el rela­to ilus­tra cómo el amor de fami­lia pue­de gene­rar­se aun­que no exis­tan lazos biológicos.

Den­tro de un esti­lo sen­ci­llo y evi­tan­do gran­di­lo­cuen­cia algu­na, Bai­read esbo­zó mag­ní­fi­ca­men­te la psi­co­lo­gía de los per­so­na­jes de esta his­to­ria muy bien carac­te­ri­za­dos por su cali­fi­ca­do elen­co don­de se des­ta­ca la pro­di­gio­sa inter­pre­ta­ción de Cathe­ri­ne Clinch; en tal sen­ti­do, el cineas­ta ha encon­tra­do a la artis­ta ideal que ha sido capaz de haber­se invo­lu­cra­do por com­ple­to en la per­so­na­li­dad de Cáit, trans­mi­tien­do mag­ní­fi­ca­me­te con su expre­si­vo ros­tro la desa­zon con­te­ni­da en su inte­rior sin nece­si­dad de hablar demasiado.

A los valo­res apun­ta­dos de direc­ción e inter­pre­ta­ción se agre­gan la esme­ra­da foto­gra­fía de Kate McCu­llough y el tra­ba­jo de mon­ta­je de John Murphy que con­tri­bu­yen a ele­var el nivel narra­ti­vo de Bairead.

Con un con­mo­ve­dor des­en­la­ce el espec­ta­dor tie­ne opor­tu­ni­dad de juz­gar una bella, vibran­te y muy huma­na pelí­cu­la, a la vez que cons­ti­tu­ye una vale­de­ra car­ta de pre­sen­ta­ción del debu­tan­te cineas­ta quien con este tra­ba­jo demues­tra poseer una inusual madu­rez. Jor­ge Gutman

Oscars Nomi­na­dos a Mejor Cor­to­me­tra­je de Documentales

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

He aquí los cin­co cor­to­me­tra­jes de docu­men­ta­les­no­mi­na­dos para el Oscar de 2023.

1. The Martha Mit­chell Effect (Esta­dos Uni­dos) 40 minutes

Una his­to­ria de intri­ga polí­ti­ca es la que las docu­men­ta­lis­tas Anne Alver­gue y Debra McClutchy Levi­son brin­dan en este fas­ci­nan­te cor­to­me­tra­je. A tra­vés de mate­rial de archi­vo, clips como asi­mis­mo entre­vis­tas rea­li­za­das a quie­nes estu­vie­ron direc­ta o indi­rec­ta­men­te vin­cu­la­dos con Martha Mit­chell, se lle­ga a saber cómo la actua­ción de esta mujer con­tri­bu­yó a la renun­cia de Nixon como pre­si­den­te de Esta­dos Uni­dos por el escán­da­lo Watergate.

¿Pero quién fue Martha Mit­chell? Ella ha sido la espo­sa de John Mit­chell quien ha sido el pro­cu­ra­dor gene­ral de Nixon duran­te su pri­mer man­da­to, así como acti­vo pro­mo­tor en la cam­pa­ña de reelec­ción para el segun­do perío­do, desem­pe­ñan­do nue­va­men­te el car­go ejer­ci­do ante­rior­men­te. En una épo­ca en que las espo­sas de altos fun­cio­na­rios polí­ti­cos ejer­cían un rol más bien deco­ra­ti­vo, Martha demos­tró ser una mujer que no tenía repa­ros en denun­ciar a la pren­sa hechos que podían afec­tar al par­ti­do republicano.

https://www.youtube.com/watch?v=NsK08ZRcV4U

El docu­men­tal adquie­re relie­ve a par­tir del alla­na­mien­to de la sede del Comi­té del Par­ti­do Demó­cra­ta en el com­ple­jo Water­ga­te de Washing­ton D.C.efectuado el 17 de junio de 1972. Cuan­do tiem­po des­pués Martha se impo­ne que uno de los cin­co res­pon­sa­bles del asal­to era James McCord ‑ex guar­da­es­pal­das del matri­mo­nio- y que fue enco­men­da­do por su mari­do para efec­tuar la ope­ra­ción, ella se con­vier­te en una viru­len­ta opo­si­to­ra del gobierno; eso moti­va a que denun­cie a su mari­do y a Nixon así como lo hicie­ron los perio­dis­tas Bob Wood­ward y Carl Berns­tein en el Washing­ton Post. Ya sepa­ra­da de John, tan­to él como el pre­si­den­te cali­fi­ca­ron a esta mujer de alcohó­li­ca y men­tal­men­te enfer­ma, aun­que es bien sabi­do que ella esta­ba en lo cier­to expo­nien­do la alta corrup­ción polí­ti­ca. Resul­ta intere­san­te lo que en 1975 el ex pre­si­den­te expre­só en una entre­vis­ta perio­dís­ti­ca seña­lan­do que si Martha Mit­chell no hubie­se exis­ti­do, no habría habi­do el caso “Water­ga­te”.

Alta­men­te elo­gia­da por su cora­je y valen­tía en deve­lar la ver­dad de lo que había ocu­rri­do, cuan­do Martha Mit­chell falle­ce en 1976 a cau­sa de una gra­ve enfer­me­dad san­guí­nea, en su fune­ral hubo una coro­na de flo­res con las pala­bras “Martha tenía Razón”.

Exce­len­te­men­te rea­li­za­do y com­pa­gi­na­do, el docu­men­tal de Alver­gue y McClutchy tie­ne reso­nan­cia actual al dilu­ci­dar la res­pon­sa­bi­li­dad de los auto­res de la vio­len­ta inva­sión al Capi­to­lio de Esta­dos Uni­dos efec­tua­do el 6 de enero de 2021.

2. The Elephant Whis­pe­rers (India) 40 minutos

Este docu­men­tal de Kar­ti­ki Gon­sal­ves per­mi­te tener una visión más cla­ra del mun­do de los paqui­der­mos y cómo en espe­cia­les cir­cuns­tan­cias pue­den cons­ti­tuir ani­ma­les que al igual que los cani­nos son capa­ces de apre­ciar el cari­ño sus­ten­ta­do por sus amos.

La cáma­ra de Gon­sal­ves sigue los pasos de Bom­man y Bellie, un matri­mo­nio autóc­tono de media­na edad que vive en Tamil Nadu al sur de India ocu­pán­do­se de cui­dar a los ele­fan­tes que cir­cu­lan en los amplios espa­cios de la vida sil­ves­tre del San­tua­rio del Cam­pa­men­to de ele­fan­tes de Theppakadu.

La aten­ción espe­cial se cen­tra en la aten­ción dis­pen­sa­da a Raghu, un ele­fan­ti­to aban­do­na­do que ha sido heri­do por perros erran­tes. Con mucha dedi­ca­ción el ani­mal es nutri­do con­ve­nien­te­men­te recu­pe­ran­do pron­ta­men­te su vita­li­dad; de allí en más, a tra­vés de la dia­ria ruti­na el lazo entre Raghu y la pare­ja se inten­si­fi­ca nota­ble­men­te, en don­de se evi­den­cia la inte­li­gen­cia y la rique­za emo­cio­nal de estos ani­ma­les. En tal sen­ti­do Bellie mani­fies­ta la mane­ra en que los ele­fan­tes han cam­bia­do gra­ta­men­te su vida, seña­lan­do que la comu­ni­ca­ción con Raghu es simi­lar a la que man­tie­ne con un humano con la sola excep­ción de que le fal­ta hablar; por su par­te Bom­man reve­la que para él el ani­mal cons­ti­tu­ye un rega­lo de Dios.

Al poco tiem­po se uni­rá al gru­po Ammu, otro ele­fan­te bebé libra­do al azar, en don­de Raghu apren­de a con­vi­vir con él. Con­se­cuen­te­men­te el matri­mo­nio ve col­ma­da su ale­gría con la pre­sen­cia de Raghu y Ammu que según se lee en los cré­di­tos fina­les en la actua­li­dad tie­nen 7 y 3 años respectivamente.

En esen­cia, la bue­na narra­ción uni­da al satis­fac­to­rio mon­ta­je con­tri­bu­yen a valo­ri­zar este satis­fac­to­rio y emo­ti­vo documental.

3. How do you Mea­su­re a Year?(Esta­dos Uni­dos) 29 minutes

El reco­no­ci­do docu­men­ta­lis­ta ame­ri­cano Jay Rosen­blatt deci­dió fil­mar a su hija Ella en cada cum­plea­ños, des­de los dos has­ta los 18 años, for­mu­lán­do­le pre­gun­tas con­di­cio­na­das a la madu­rez pro­pia de su edad. Evi­den­te­men­te el ritual prac­ti­ca­do en cada oca­sión hace que algu­nas de las pre­gun­tas que él le for­mu­la a Ella se repi­tan a tra­vés de los años, como por ejem­plo cuá­les son sus sue­ños, qué es lo que más le gus­ta o bien lo que más le asus­ta, qué es lo que desea ser cuan­do crez­ca, etc..

El docu­men­tal muy bien ensam­bla­do a lo lar­go del tiem­po ilus­tra el entra­ña­ble amor de un padre hacia su hija que cier­ta­men­te es corres­pon­di­do por su pri­mo­gé­ni­ta; así el momen­to más emo­ti­vo tie­ne lugar cuan­do Ella cum­ple 18 años y trans­mi­te sus sen­ti­mien­tos de pena por la con­clu­sión del ritual anual al tener que ale­jar­se de la fami­lia para seguir sus estu­dios universitarios.

Tan­to Jay como Ella son per­so­nas agra­da­bles de ver y apre­ciar en esta sen­ci­lla pelí­cu­la case­ra des­ti­na­da prin­ci­pal­men­te a la fami­lia Rosenblatt.

4. Hau­lout (Gran Bre­ta­ña-Rusia) 25 minutes

Este bre­ve pero efec­ti­vo docu­men­tal tie­ne el pro­pó­si­to de con­cien­ti­zar al espec­ta­dor sobre los efec­tos dra­má­ti­cos que pro­du­cen los cam­bios cli­má­ti­cos en el medio ambiente.

Con este pro­pó­si­to los her­ma­nos Maxim y Evge­nia Arbu­gae­va han fil­ma­do un impac­tan­te docu­men­tal enfo­can­do la expe­rien­cia vivi­da por el repu­tado cien­tí­fi­co ruso Maxim Cha­ki­lev quien obser­va la vida de las mor­sas mari­nas en un ais­la­do sitio de la cos­ta del Árti­co en Siberia.

https://www.youtube.com/watch?v=UZf6K6v7tWA

Den­tro de un rela­to mini­ma­lis­ta vemos a este bió­lo­go marino vivien­do tres meses por año en una caba­ña azo­ta­da por el vien­to, en don­de se sien­te abru­ma­do por la situa­ción expe­ri­men­ta­da por cen­te­na­res de mor­sas; debi­do al calen­ta­mien­to de los mares; este fenó­meno pro­vo­ca que estos ani­ma­les encuen­tren obs­tácu­los en lograr ali­men­ta­ción, dejen de migrar y mue­ran debi­do al calor.

En suma, las imá­ge­nes del film son sufi­cien­te­men­te expre­si­vas cons­ti­tu­yen­do un toque de alar­ma sobre los cala­mi­to­sos efec­tos que el des­hie­lo de las aguas pro­du­ce en la vida marina.

5. Stran­ger at the Gate (Esta­dos Unidos)

Cómo el odio pue­de trans­for­mar­se en un ver­da­de­ro sen­ti­mien­to huma­ni­ta­rio capaz de trans­for­mar por com­ple­to la vida y men­ta­li­dad de una per­so­na es lo que se apre­cia en el remar­ca­ble docu­men­tal de Joshua Seftel.

En lo que podría ase­me­jar­se a un film de fic­ción, el rea­li­za­dor tuvo la opor­tu­ni­dad de cen­trar la aten­ción en Richard (Mac) Mckin­ney un vete­rano mari­ne esta­dou­ni­den­se que luchó en Irak y Afga­nis­tán; este hom­bre había cose­cha­do un vis­ce­ral odio a los musul­ma­nes con­si­de­rán­do­los terro­ris­tas y ese sen­ti­mien­to se acen­tuó por los acon­te­ci­mien­tos del 11 de sep­tiem­bre de 2001. Es así que en su retorno a la vida civil en la peque­ña ciu­dad de Mun­cie de India­na, cons­tru­yó una bom­ba con el pro­pó­si­to de depo­si­tar­la en la mez­qui­ta del cen­tro islá­mi­co local con la inten­ción de matar a 200 fie­les de dicho credo.

Cuan­do Mac se impu­so que su hiji­ta tenía como com­pa­ñe­ro de escue­la a un chi­co musul­mán, deci­dió visi­tar la ins­ti­tu­ción islá­mi­ca y allí se sor­pren­dió por el afec­to reci­bi­do por algu­nos de sus inte­gran­tes, inclu­yen­do al doc­tor Saber Bah­ra­mi, Bibi Bah­ra­mi y Zaki Bah­ra­mi, inmi­gran­tes que habían lle­ga­do hace varias déca­das al país y que logra­ron encon­trar paz y con­fort en Esta­dos Uni­dos. Des­pués de ocho sema­nas de asis­tir a dicho cen­tro don­de siguió sien­do obje­to de sin­ce­ras mues­tras de amis­tad, logró remo­ver por com­ple­to su isla­mo­fo­bia al reco­no­cer el nivel de huma­ni­dad de esta gente.

En los cré­di­tos fina­les se lee que Mac ejer­ció la pre­si­den­cia del cen­tro islá­mi­co de Mun­cie por 2 años y anual­men­te empren­de un via­je a tra­vés del país rela­tan­do su sin­gu­lar expe­rien­cia de haber tran­si­ta­do un camino que lo tras­la­dó del odio hacia la comprensión.

Este cau­ti­van­te docu­men­tal de Sef­tel cons­ti­tu­ye un exce­len­te ejem­plo demos­tran­do que es posi­ble supe­rar los pre­jui­cios reli­gio­sos, al pro­pio tiem­po que ofre­ce una luz de espe­ran­za para lograr un mun­do mejor.

Tri­bu­to de la ODM a Gar­cía Lorca

AINA­DA­MAR

En la ter­ce­ra pro­duc­ción de la pre­sen­te tem­po­ra­da la Ope­ra de Mon­treal (ODM) pre­sen­ta­rá Aina­da­mar, la crea­ción líri­ca del com­po­si­tor argen­tino Osval­do Goli­jov con libre­to de David Henry Hwang.

Osval­do Goli­jov (Foto de ODM)

Esta ópe­ra rin­de tri­bu­to al inmor­tal poe­ta y dra­ma­tur­go espa­ñol Fede­ri­co Gar­cía Lor­ca. Como es bien sabi­do en la Espa­ña de 1936 comien­za la nefas­ta gue­rra civil que opo­ne los repu­bli­ca­nos a los nacio­na­lis­tas. El poe­ta deve­ni­do revo­lu­cio­na­rio es aba­ti­do el 19 de agos­to de ese año por los fas­cis­tas par­ti­da­rios del gene­ral Fran­cis­co Franco.

El rela­to de Hwang se cen­tra en el recuen­to efec­tua­do por la excep­cio­nal actriz Mar­ga­ri­ta Xir­gu que ha sido su musa y pró­xi­ma cola­bo­ra­do­ra que estan­do de due­lo lo recuer­da a tra­vés de sus ideas y de su lucha.

Nico­le Paie­ment (Foto: The Dalls Opera)

A dife­ren­cia de lo que se apre­cia en una ópe­ra tra­di­cio­nal, Aina­da­mar pre­sen­ta tres imá­ge­nes ilus­tran­do un perío­do cru­cial de la vida del poe­ta, a tra­vés de una inten­sa y febril orques­ta­ción remar­can­do la gue­rra civil. Es impor­tan­te des­ta­car que su narra­ción enfa­ti­za los acen­tos del fla­men­co anda­luz refle­jan­do la voz y dolor del már­tir que serán inter­pre­ta­dos por un can­tor y bai­la­ri­nas a las que recu­rrió el com­po­si­tor para obte­ner una com­ple­ta dimen­sión de esta obra.

El elen­co está inte­gra­do por Emily Doron (Mar­ga­ri­ta Xir­gu), Lui­gi Schi­fan­to (Fede­ri­co Gar­cía Lor­ca), Eli­za­beth Pole­se (Nuria), Alfre­do Teja­da (Ramón Ruíz Alon­so), Alain Cou­lom­be (José Tri­pal­di), Jai­me San­do­val (Tore­ro) y Geof­frey Sche­llen­berg (Maes­tro).

El direc­tor Brin Stau­fen­biel es el res­pon­sa­ble de la pues­ta escé­ni­ca, en tan­to que Nico­le Paie­ment diri­gi­rá la Orques­ta Sin­fó­ni­ca de Mon­treal con la par­ti­ci­pa­ción del Coro de la Ópe­ra de Montreal.

La esce­no­gra­fía está a car­go de Brian Stau­fen­bielPie­rre Mas­soud, el ves­tua­rio es de  Domi­ni­que Guin­don, la ilu­mi­na­ción corres­pon­de a Clau­de Acco­las, David Mura­ka­mi es res­pon­sa­ble del video y la coreo­gra­fía per­te­ne­ce a Rocio.

La ópe­ra será can­ta­da en espa­ñol con sobre­tí­tu­los en inglés y fran­cés el 18, 21 y 23 de mar­zo (19h30) y el 26 de mar­zo (14h) en la sala del Théâ­tre Maisonneuve.

Como es habi­tual, los deten­to­res de entra­das podrán asis­tir una hora antes de cada repre­sen­ta­ción a una pre­sen­ta­ción gra­tui­ta ani­ma­da por el musi­có­lo­go Pie­rre Vachon que ten­drá lugar en el Espa­ce Sain­te-Cathe­ri­ne de la Pla­ce des Arts.

Infor­ma­ción adi­cio­nal pue­de obte­ner­se en el sitio web operademontreal.com