Una vez más los cinéfilos tendrán oportunidad de disfrutar con Le Festival International du Film sur l’Art (FIFA) que en su trigésima novena edición tendrá lugar desde el 16 hasta el 28 de marzo y por segundo año consecutivo será difundido en línea.
Después de casi cuatro décadas esta excepcional muestra creada por René Rozon, como su título lo indica, está consagrada a difundir el arte en sus diversas manifestaciones mediante valiosos documentales. Con su diversificada programación ha contribuido a enriquecer la cultura canadiense así como a promover el trabajo de los artistas en el campo del cine, video y de las artes visuales.
Este año el festival exhibirá 249 títulos en competición y en la selección oficial provenientes de 41 países que podrán ser vistos a través de todo el Canadá en la plataforma digital arts.filma partir del 29 de marzo.
Al igual que en anteriores ediciones FIFA permitirá que los festivaleros tengan acceso a numerosos artistas de todos los horizontes como así también a sus obras. Así por ejemplo, los amantes del cine tendrán ocasión de apreciar filmes sobre Charles Chaplin, Federico Fellini y Héctor Babenco, entre otros; el arte pictórico podrá apreciarse en Modigliani y sus secretos, como también en Chagall, entre dos mundos; los orígenes de la ópera están expuestos en un documental sobre Claudio Monteverdi; entre los documentales dedicados al teatro se encuentra la producción Queen Lear; la música clásica es centro de atención en las Variaciones Goldberg con la interpretación del famoso pianista Lang Lang como así también en Beethoven Reloaded; los balletómanos podrán juzgar a la gran estrella de la danza Natalia Osipova en Force of Nature Natalia así como al coreógrafo británico Lindsay Kemp en Lindsay Dances; los amantes de la ópera tendrán oportunidad de acudir a sus orígenes a través del compositor Claudio Monteverdi; la arquitectura está presente en Frank Lloyd Wright –The Phoenix From the Ashes así como en los trabajos de arquitectos japoneses mostrados en Tokyo Ride; en materia de escultura se podrá apreciar la obra de los escultores Marie-Annick Viatour y Gaétan Berthiaume en el cortometraje Créer à quatre mains; para finalizar esta rápida enumeración cabe mencionar la labor de la fotógrafa Lucero Morales y su traumática experiencia en Irak reflejada en Soldiers’ Stories from Iraq and Afghanistan.
Igualmente la programación incluye una importante selección de películas destacando a los artistas canadienses, incluyendo entre otros a Peggy Baker, Edgar Bori, Luc Bourdon, Raphaëlle de Groot, Eve Egoyan, Michel Garneau, Catherine Major, Rafael Lozano-Hemmer y Patrick Watson
Este año la muestra contará con la valiosa colaboración del Museum of Modern Art (MOMA) . a través de la participación de Sophia Cavoulacos ‑una de sus curadoras- y Brittany Shaw ‑asistente del departamento de cine- quienes han diagramado tres programas temáticos provenientes de filmes pertenecientes a la colección de dicha institución cultural y que raramente hav sido vistos en Canadá; entre las mismas se encuentran las obras de Cindy Sherman, Joseph Szkodzinski, Frank and Joan Gardner, Howard Guttenplan, Victor Ginsburg, Maria Lassnig, Mary Beams, Rose Lowder, Lynne Sachs, Nancy Holt, Robert Smithson, Joseph Cornell, Henry Hills, Deborah Stratman, Beatriz Santiago Muñoz y Karimah Ashadu.
El festival asimismo incluye conferencias gratuitas en Facebook y YouTube; una de las mismas se referirá a la gratuidad de la cultura en línea en la que habrán de participar el Museo de Bellas Artes de Montreal, la Ópera de Quebec, la Orquesta Sinfónica de Montreal y el Teatro du Nouveau Monde.
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LAND. Estados Unidos, 2020. Un film de Robin Wright. 89 minutos
La destacada actriz Robin Wright debuta como directora en un film realizado con suma delicadeza, donde ella asimismo asume el rol protagónico.
Robin Wright
Eddie (Wright), es una mujer de mediana edad cuyo rostro trasunta considerable angustia; habiendo decidido apartarse del mundanal ruido, ha optado por comprar una parcela de tierra ubicada en las Montañas Rocosas del noreste del estado de Wyoming, teniendo como vivienda una precaria cabina. En ese aislado lugar sin vecinos que la rodeen y enfrentando una vasta zona boscosa, ella ha decidido mantenerse recluida e incluso desprendiéndose de su celular.
La primera media hora del metraje se limita a seguir los pasos de Eddie en donde la gran pena que la envuelve al contemplar fotografías del pasado, hace presumir que ha perdido a su marido e hijito; mediante flashbacks solamente se sabe que tiene una hermana (Kim Dickens) quien con buena voluntad intenta ayudarla. En ese solitario panorama, ella no está exenta de ciertos riesgos cuando un hambriento oso asoma a su puerta; en todo caso, a través de su conducta por el sufrimiento que la agobia no se sabe a ciencia cierta si desea seguir viviendo o si acaso la idea del suicidio ronda en su mente.
Frente a este panorama desesperanzador, estando en su hogar desfalleciente ella es rescatada de una posible muerte por Miguel (Demian Bichir), un cazador local que circunstancialmente circula la zona. Con su presencia, este visitante de edad similar a la de Eddie, logra reanimarla brindándole el apoyo necesario para que vuelva a esbozar una sonrisa. De allí en más, el afable individuo en las frecuentes visitas que realiza le enseña a cazar y pescar para nutrirse de alimentos, pasea junto con ella por el bosque y llegado un momento de íntima conversación él le transmite sus propias penas de haber quedado sin familia por un dramático golpe asestado por el destino; es así que la reconfortada Eddie parece haber hallado en Miguel su alma gemela. Al ir cimentándose una genuina y cálida amistad platónica, ella encuentra el solaz necesario para el renacimiento físico y espiritual de su persona.
El guión de Jesse Chatham y Erin Dignam es escueto en donde está ausente el desarrollo de una historia convencional; en cambio, la novel directora efectúa una muy buena descripción de caracteres ilustrando a través de los mismos la vital necesidad humana de poder comunicarse y poder tener a alguien en quien confiar. El espectador contempla un convincente film minimalista en el que las contundentes expresiones de sus dos personajes compensan su escaso diálogo. A la excelente interpretación de la directora se agrega la de Bichir quien nuevamente confirma sus dotes de gran actor brindando la gran dosis de humanidad que emana de su personaje.
Un agregado final merece la excelente fotografía de Bobby Bukowski que captando la variada belleza que adquiere el paisaje en las diferentes estaciones del año, constituye un inmejorable escenario funcional al dramático relato.
Con esta historia en la que se aúna el duelo, dolor, la supervivencia y el fortalecimiento del espíritu humano, la directora ofrece una buena carta de presentación para encarar futuros proyectos. Jorge Gutman
Además del excelente documental City Hall comentado días atrás, he aquí otros títulos incluidos en la programación de Rencontres Internationales du documentaire de Montréal(RIDM) que merecen ser considerados.
Petite Fille (Francia-Dinamarca), 2020.
Un tema delicado como la disforia de género es analizado con minucioso detalle por Sebastien Lifshitz en este conmovedor documental.
La discordancia existente entre la identidad de género y el sexo físico al momento de nacer es lo que acontece con Sasha de 8 años de edad viviendo con sus padres y hermanos en una pequeña ciudad provincial del nordeste de Francia. Habiendo nacido con el cuerpo de un ser masculino, a los 3 años manifiesta a su madre Karine Novak que cuando crezca él será una chica; si bien al principio sus padres lo atribuyeron como una gracia del pequeño al año siguiente Karine evidencia que no se trata de un mero capricho sino de algo real en la medida que Sacha se identifica por completo como mujercita.
Esta mujer no puede ocultar la angustia que la aflige al recordar que durante su embarazo fervientemente aspiraba a tener una niña y que a lo mejor eso pudo haber influido en la identificación sexual de su hijo. Pero lo que más preocupa a estos padres es la situación que Sasha atraviesa en la escuela al ser marginado por sus compañeros de clase. La tensión se intensifica aún más cuando la institución escolar acusa a Karine de presionar a Sacha para ser una niña.
Después de una visita al doctor local que no es entendido en la materia, con todo el ímpetu y determinación de una madre coraje, Karine junto con Sacha viajan a París; allí se dirigen a un centro hospitalario donde reciben la atención de una abnegada doctora especializada en psicopatología infantil y adolescente. Conla gran ayuda recibida de dicha facultativa, Karine obtiene una carta oficial del hospital donde se certifica el sexo femenino de Sacha para que la escuela la registre como tal.
Además del interés didáctico que ofrece este film, merece destacar la sagacidad del realizador en retratar a esta unida familia y sobre todo el profundo amor y comprensión de los padres hacia su querida hijita. La muy buena narración de Lifshitz se complementa con la magnífica labor del director de fotografía Paul Ghilhaume captando en primeros planos el sentimiento trasuntado por la niña y su progenitora atravesando esta dificultosa odisea.
Pleno de emoción y ternura este impecable documental adquiere especial resonancia al abogar por la tolerancia y la no discriminación, albergando la esperanza de que casos similares sean tratados con la deferencia, consideración y humanidad debida.
Prière pour une mitaine perdue (Canadá)
Este documental del director canadiense Jean François Lesage se centra en los objetos que un ser humano posee y los recuerdos que los mismos generan.
La acción se desarrolla en Montreal donde se ve a diferentes personas acudiendo a la ventanilla de objetos perdidos de una estación de metro a fin de indagar sobre ciertas pertenencias que extraviaron transitando fuera de sus hogares, como pasaportes, llaves, carpetas, etc. En algunos casos la recuperación de lo extraviado produce alivio en sus propietarios, mientras que otros no tienen la misma suerte al no haber sido localizada la pérdida.
Como complemento del tema central el relato se nutre de una serie de viñetas donde se ve a algunas de estas personas en la intimidad de sus hogares comentando lo que significa para ellas haber recobrado lo perdido; así, una mujer se refiere al valor sentimental de su gorro por ella tejido, en tanto que otra revela la importancia que tiene la foto de un ser muy querido guardada en el interior de su tarjeta de transporte.
A todo ello el director expande su narración haciendo referencia a otro tipo de pérdidas, como la de un hombre de mediana edad que mucho siente la muerte de su pareja a causa del SIDA, así como otro individuo lamenta haber sido abandonado por su mujer debido a su desleal conducta.
Como escenario de fondo, la fotografía de Marianne Ploska ofrece la visión de una ciudad cubierta de nieve en pleno período invernal, lo que otorga un aire nostálgico asociado a la naturaleza del relato.
Bien filmado y caracterizado por su sencillez, Lesage ofrece en este film una visión humana y a la vez original sobre cómo valorar lo que uno posee o deja de tener.
The American Sector (Estados Unidos)
Durante 28 años el muro de Berlín controlado por la Unión Soviética separó el este del oeste de la actual capital de Alemania; su demorado desmantelamiento en 1989 significó para los habitantes de Berlín Oriental haber logrado la ansiada libertad que les había sido negada para acceder al sector occidental de la dividida ciudad como así también a los restantes países de Europa. Inspirado por ese importante acontecimiento los documentalistas Courtney Stephens y Pacho Vélez siguieron durante tres años las huellas de 60 inmensos segmentos de esa pared que han sido desplegados en Estados Unidos.
Ciertos pedazos en estado natural y otros adornados con pinturas de artistas se encuentran ubicados en sitios tan disímiles como museos, bibliotecas presidenciales, campus universitarios, estaciones de metros, una cadena de hoteles en Dallas, así como en la sede de grandes corporaciones.
Aunque en algunos casos Stephens y Vélez han captado solamente las imágenes, en otros ofrecen la palabra a moradores cercanos, transeúntes, turistas y artistas para que expresen sus opiniones al respecto: en ese sentido el documental adquiere relevancia al reflejar de qué manera estos interlocutores vinculan los fragmentos del muro con experiencias históricas vividas, como en el caso de un hombre que compara la infame pared con la política sustentada por el gobierno de Trump en lo concerniente a la separación de familias de inmigrantes. Como excepción a la regla, dos estudiantes de la Universidad de Virginia objetan el criterio moral de la instalación de esa pieza argumentando que en su lugar debería existir otro símbolo que expresase la discriminación racial que permanentemente caracterizó al país.
Con un buen montaje de Stephens y Dounia Sichov, este atractivo documental en sus escasos 70 minutos permite vislumbrar la resonancia persistente del desaparecido muro en la historia política de la nación americana.
Piedra Sola (Argentina-México-Qatar-Gran Bretaña)
Después de haber realizado varios cortometrajes, el director Alejandro Telémaco Tarraf ofrece un documental antropológico donde establece la relación del hombre con la naturaleza a través de un subyugante viaje de ensoñación en una Argentina no muy conocida.
La acción se desarrolla en la Puna del norte argentino, próxima a la frontera boliviana, donde a 4000 metros de altura reside una pequeña población rural. Valiéndose de actores no profesionales, el argumento recrea la vida de una familia humilde liderada por su patriarca Fidel (Ricardo Fidel Tolaba). Él es uno de los pastores que habita en la zona quien se ocupa de vender en el mercado carnes y pieles provenientes de su ganado de llamas. Parece ser que un puma al que no se le puede ver hace presa de los animales, a pesar de que no se llega a saber si ese aniquilador realmente existe; esa es la excusa para que el guión del realizador y Lucas Distéfano ilustre las costumbres de una comunidad atendiendo al ritual de ciertas ceremonias en las que se obedece los mandatos de la pachamama (madre-tierra); en este caso consiste en ofrendar un par de llamas al felino depredador para saciar su voracidad. Una nota adicional tiene lugar casi al final del metraje donde se observa a un grupo de extraños portando una pesada plataforma de madera con la efigie de un jinete y Fidel ayudando a ubicar dicha carga al tope de una montaña en donde será quemada.
Teniendo en cuenta que esta exploración mística no ofrece respuestas a lo que su trama plantea, queda claro que el realizador no se preocupa por ofrecer una narrativa convencional sino que su propósito es ofrecer un esplendor visual del medio natural logrando un fascinante resultado. Con una excelente fotografía de Alberto Balazs reflejando los diferentes aspectos que adopta la naturaleza, desde una nocturna tormenta eléctrica hasta un claro amanecer nublado, complementado con los efectos sonoros de Leonardo Cauteruccio, el realizador ‑quien también tuvo a su cargo la edición- obtiene un válido documento etnográfico resaltando el sólido lazo existente entre la cultura y el medio ambiente.
CITYHALL. Estados Unidos, 2020. Un film de Frederick Wiseman. 274 minutos. Visto en en línea en el Festival de Cine Documental que se está realizando en Montreal hasta el 2 de diciembre.(ridm.ca)
Con sus 90 primaveras, el extraordinario documentalista Frederick Wiseman ofrece en su último trabajo un magnífico retrato de la población de Boston, su querida ciudad natal.
Aunque el documental fue realizado entre los últimos meses de 2018 y 2019, lo que aquí se aprecia no puede resultar más oportuno. Eso viene al caso al considerar la inusitada polarización existente en Estados Unidos donde pareciera que la democracia ha quedado desnaturalizada; sin embargo, un flujo de aire fresco se asoma cuando Wiseman demuestra cómo la convivencia en Boston, más allá de las diferencias que pueden existir entre su gente, funciona muy bien a través de la férrea determinación de que la voluntad de la mayoría predomine.
Dentro del riguroso estilo que lo caracteriza, el cineasta se abstiene de efectuar entrevistas para lo que desea exponer; en cambio y contando con la valiosa ayuda de su camarógrafo John Davey adopta un tono observacional, tal como lo ha venido haciendo en la mayoría de su filmografía.
El alcalde Martin J. Walsh
Como el título lo adelanta, el foco primario de atención es el ayuntamiento de la ciudad, aunque en las cuatro horas y media de metraje se aprecia mucho más que eso. Desde 2014 el progresista demócrata Martin J. Walsh de 53 años de edad lidera la alcaldía de la ciudad; así, durante los primeros 25 minutos se asiste a los diferentes problemas que él a diario debe encarar interactuando con su equipo colaborador donde su gran virtud es saber transmitir las ideas y su sapiencia en escuchar. Además de actuar en su despacho, Walsh entra en contacto con sus conciudadanos estableciendo con ellos una gran empatía a través de sus alocuciones, prestando atención a las inquietudes planteadas y tratando de buscar medidas para solucionarlas de la mejor manera posible. Al considerar el tema de las perniciosas adicciones, el alcalde remarca la importancia de la comunicación humana como medio de atenuarlas, transmitiendo su propia experiencia de alcohólico recuperado.
En otros aspectos del documental es importante destacar la manera en que Wiseman va reflejando el pulso de la ciudad a través de diferentes secuencias en las que se asiste a debates, asambleas y reuniones de diferente naturaleza. Entre las mismas, se aprecia a veteranos de guerra relatando sus experiencias, un encuentro de agentes policiales, un inspector municipal visitando un edificio en plena construcción, conductores tratando de clarificar y evitar el pago de multas en la oficina de reclamos por indebido estacionamiento, una boda entre mujeres, un comité escolar discutiendo sobre la conveniencia de ampliar una escuela de enseñanza media para incrementar el número de alumnos discapacitados, el desfile citadino festejando la victoria del célebre equipo de béisbol Boston Red Sox, o bien una comida de Thanksgiving para los necesitados. Uno de los momentos de mayor impacto tiene lugar durante una reunión en la que los residentes de un humilde distrito de la ciudad se oponen con firmeza a los dueños de una franquicia de cannabis dispuestos a solicitar un permiso para operar en ese medio.
El propósito de Wiseman no es el de ofrecer una visión rosada de la capital de Massachusetts; dentro de un cambio demográfico registrado en las últimas décadas donde la población latina y de otras minorías étnicas adquiere mayor preponderancia, persisten algunos de los males que afectan igualmente al resto del país en materia de tensión racial, desigualdad en la distribución del ingreso así como la diferencia de genero existente en la remuneración salarial. Por todo ello, la gestión del popularísimo alcalde es la de predicar y tomar acción para mejorar esos problemas a fin de que su ciudad llegue a ser un modelo de integración racial, igualdad en materia socio-económica y equiparación sexual.
Esencialmente, Wiseman demuestra cómo se consolida una legítima democracia tomando como ejemplo la actuación de Walsh; al hacerlo, el eminente documentalista ofrece al público una clase magistral de educación cívica. Jorge Gutman
He aquí el comentario de otros títulos adicionales de la selección
Deux (Francia-Luxemburgo-Bélgica)
En su primer trabajo de ficción el joven director italiano Filippo Meneghetti ofrece un melodrama cautivante sobre el amor oculto de dos mujeres que durante décadas se han amado y a pesar de haber querido permanecer unidas por diversos motivos no pudieron concretarlo.
Martine Chevallier y Barbara Sukowa en DEUX
En la hora actual Madeleine (Martine Chevalier) es una mujer viuda con dos hijos adultos quienes ignoran la larga relación mantenida por ella con Nina (Barbara Sukowa) que habita en París en un departamento frente al suyo. Las dos mujeres maduras están realizando planes para mudarse a Roma y vivir plenamente el resto de sus vidas pero un inesperado accidente cardiovascular de Madeleine la deja parcialmente inmóvil y sin habla. Es allí que surgirán las dificultades por parte de Nina quien queriendo cuidar de su amada se encuentra obstaculizada por la presencia de la hija (Léa Drucker) quien naturalmente asiste a su progenitora y solamente considera a esta mujer como una buena vecina.
Mediante el excelente guión de Meneghetti escrito con Malysone Bovorasmy, el realizador narra con profunda ternura el lazo que une a estas dos ancianas dispuestas a superar los prejuicios sociales como así también las limitaciones físicas para que el amor perdure en el crepúsculo de sus vidas.
Esta delicada así como audaz historia de secretos y mentiras se plasma en un bello poema romántico realzado por las maravillosas caracterizaciones brindadas por la veterana actriz alemana Sukowa y la estupenda intérprete del teatro francés que es Chevalier. Ciertamente, este es uno de los mejores filmes programados por el festival.
Police (Francia)
La rutina policial de tres agentes del orden trabajando en una comisaría de París es lo que se aprecia en este trabajo de la directora Anne Fontaine, sin que agregue algo diferente a lo ya tratado por el cine en otras oportunidades. Estructurada de manera curiosa, en su primera parte las escenas van repitiéndose según los puntos de vista de cada policía. Así se sabe que Virginie (Virginie Efira) es madre de un bebé y que a pesar de estar casada guarda muy buena relación con su colega Aristide (Omar Sy) no solamente profesional sino también de carácter íntimo; estando de él embarazada, se la ve gestionando el trámite para abortar. Por su parte Aristide es el prototipo del individuo machista aunque es sensible con su amante. El último del equipo es Erik (Grégory Gadebois), un hombre de mediana edad un tanto iracundo y con cierta inclinación a la bebida, quien no disimula su frustración por problemas conyugales.
Omar Sy y Virginie Efira en POLICE
Adaptado de la novela homónima de Hugo Boris, el guión de la directora y Claire Barré introduce tardíamente el factor que motoriza la esencia del film. Así, los tres agentes tienen como misión de transportar hasta el aeropuerto a Tohirov (Payman Maadi), un refugiado que será reportado a Tayikistán, su país de origen, donde ha sido torturado antes de llegar a Francia y en donde nada bueno le espera a su regreso. He aquí el conflicto moral que surge en el trío sobre si cumplir con la misión encomendada o tratar de liberarlo para evitar su repatriación. Aunque esta disyuntiva ofrece suficiente campo para el suspenso y la emoción, su irrealista resolución afecta la credibilidad del relato.
La directora ofrece un drama que encuentra su mayor aliento en el muy buen desempeño de Efira, Sy y Gadebois y en los satisfactorios diseños de producción.
La face cachée du baklava (Canadá)
Esta comedia tiene como propósito describir el comportamiento de la comunidad libanesa a través de la descripción de una familia de clase media, sus parientes y amigos que viven en Montreal. No obstante que su directora y guionista Maryanne Zéhil nacida en Beirut sienta afecto por sus compatriotas, el retrato que efectúa de los mismos deja que desear.
Claudia Ferri y Jean Nicolas Verreault en LAFACECACHÉEDUBAKLAVA
El principal personaje es Houwayda (Claudia Ferri) una mujer libanesa casada con Pierre (Jean Nicolas Verreault), oriundo de Quebec. Ambos llevan una armoniosa vida conyugal y están a cinco días de distancia para viajar a París con la intención de residir un año. Los planes se ven alterados con la aparición de Joélle (Raia Jaidar), la excéntrica y alocada hermana de Houwayda, quien descaradamente se entromete en su vida. A todo ello, Houwayda está preparando un desayuno-almuerzo (brunch) para los suyos a realizarse un día antes de la programada partida.
Lo que podía haber sido una agradable comedia multicultural reseñando las costumbres y valores de libaneses canadienses y los contrastes entre ambas culturas, la directora recurre al empleo de trazos gruesos en una narración sin mayor sutileza que la desmerece. Lo que agrava el panorama es la manera caricaturesca en que presenta a sus personajes con el propósito de generar hilaridad. Con situaciones forzadas nutridas de diálogos insulsos, el resultado es un film muy mediocre que poco favor le hace a la noble colectividad libanesa de Montreal.
Le miracle de saint inconnu (Marruecos-Francia-Qatar)
Mediante un lenguaje sencillo y sin mayor pretensión, el joven director marroquí Alaa Eddine Aljem propone una historia en la que se entremezcla la religión, la espiritualidad y la codicia personal.
Younes Bouab y Salah Bensalah en LEMIRACLEDUSAINTINCONNU
En un desértico lugar pleno de arenas y dunas en el sur de Marruecos, el ladrón Amine (Younes Bouab) antes de ser capturado por la policía, trepa una colina para enterrar una cuantiosa suma de dinero. Cuando años más tarde sale de la prisión encuentra que en ese escondite se ha construido un mausoleo que es concurrido por los habitantes de la aldea. El problema consiste en cómo recuperar el botín sepultado; para ello Amine recurre a la ayuda de Ahmed (Salah Bensalah) recién salido de la prisión.
Además del tema central, el satisfactorio guión del cineasta echa una mirada a algunos de los pintorescos aldeanos incluyendo el guardián nocturno del santuario (Abdelghani Kitab) acompañado de su fiel perro, el barbero que también es dentista (Ahmed Yarziz), el recién llegado médico (Anas El Baz) y su enfermero (Hassan Ben Bdida).
Haciendo gala de un efectivo humor seco, Aljem considera un tópico serio que adoptando un tono liviano va reflejando cómo la ciega fe juega un rol importante en una sociedad tradicional hasta llegar a la veneración de un santo desconocido. Bien articulada e impecablemente narrada, el director ha logrado una encantadora fábula.