Ópe­ra Pre­sen­ta­da por la OCM

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

AS ONE. Músi­ca: Lau­ra Kaminsky — Libre­to: Mark Camp­bell y Kim­berly Road – Direc­ción Escé­ni­ca: Eda Hol­mes — Orques­tre clas­si­que de Mon­tréal diri­gi­da por Gene­viè­ve Leclair e inte­gra­da por Marc Djo­kic (pri­mer vio­lín), Alex Lozows­ki (segun­do vio­lín), Annie Parent (vio­la) y Chloé Domín­guez (vio­lon­che­lo) – Can­tan­tes: Phi­llip Addis (barí­tono), Sara Bis­son­net­te (mez­zo soprano) — Ilu­mi­na­ción: Anne-Cathe­ri­ne Simard Deras­pe — Pro­yec­cio­nes fil­ma­das: Kim­berly Reed. Dura­ción: 90 minu­tos — Difu­sión en línea: Des­de el 20 de Noviem­bre al 4 de Diciem­bre de 2020.

Un vien­to de aire fres­co sopla en estos difí­ci­les momen­tos de pan­de­mia al poder asis­tir a un impor­tan­te even­to artís­ti­co como el pre­sen­ta­do por la Orques­tre clas­si­que de Mon­tréal como inau­gu­ra­ción de su tem­po­ra­da 2020 – 2021. Median­te una apro­xi­ma­ción sen­ci­lla pero efec­ti­va, esta orga­ni­za­ción musi­cal incur­sio­na por pri­me­ra vez en el géne­ro líri­co con As One, una ópe­ra que abor­da el deli­ca­do tema del tran­se­xua­lis­mo. Al hacer­lo, el momen­to no pue­de resul­tar más opor­tuno en la medi­da que el 20 de Noviem­bre se cele­bra el día de la tran­se­xua­li­dad. para recor­dar a todos aqué­llos que han pade­ci­do la transfobia.

Phi­llip Addis y Sarah Bis­son­net­te (Foto: Annet­te B. Woloshen)

En prin­ci­pio pare­ce­ría difí­cil ima­gi­nar que un con­jun­to musi­cal pue­da estar al ser­vi­cio de una ópe­ra; sin embar­go la com­po­si­to­ra Lau­ra Kaminsky y los libre­tis­tas Mark Camp­bell y Kim­berly Road han logra­do una armo­nio­sa fusión. La his­to­ria se cen­tra en Han­nah, una mujer trans­gé­ne­ro luchan­do por lograr un espa­cio vital en un mun­do don­de impe­ra el mie­do, el odio y la fal­ta de acep­ta­ción. En ese pro­ce­so, está la Han­nah de antes y la que aho­ra es, resal­tan­do la psi­quis de dos face­tas de una mis­ma per­so­na, tal como lo sugie­re el títu­lo de esta ópera.

La remar­ca­ble pues­ta escé­ni­ca de Eda Hol­mes ‑actual direc­to­ra del Tea­tro Cen­taur de Mon­treal- y la acer­ta­da direc­to­ra musi­cal Gene­viè­ve Leclair diri­gien­do el cuar­te­to de cuer­das per­mi­ten una ade­cua­da cohe­sión entre los ins­tru­men­tis­tas y los cantantes.

El barí­tono Phi­llip Addis impre­sio­na con su vigo­ro­sa voz dan­do vida al niño y ado­les­cen­te mucha­cho en tan­to que la mez­zo soprano Sara Bis­son­net­te, igual­men­te nutri­da de exce­len­te orna­men­to vocal, expre­sa los sen­ti­mien­tos de la actual mujer en pro­cu­ra de su ver­da­de­ra iden­ti­dad sexual; pero ade­más del can­to lo que real­men­te impre­sio­na es el talen­to acto­ral de este dúo artís­ti­co quie­nes alcan­zan una per­fec­ta sim­bio­sis al invo­lu­crar­se en cuer­po y alma en la piel de la atri­bu­la­da mujer.

A tra­vés del desa­rro­llo de esta crea­ción líri­ca se asis­te a situa­cio­nes que sus­ci­tan la empa­tía del públi­co. Entre las mis­mas cabe men­cio­nar la lec­tu­ra que efec­túa Han­nah del poe­ma de John Don­ne “No Man is an Island”, expre­san­do meta­fó­ri­ca­men­te que nadie es inmu­ne al medio social impe­ran­te. Vis­ce­ral­men­te impac­tan­te es la alu­sión a la vio­len­cia sufri­da por la mujer actual al ser ata­ca­da en un par­que de esta­cio­na­mien­to. Como con­se­cuen­cia de ese atroz asal­to, ella via­ja a Norue­ga; es allí, en un lugar com­ple­ta­men­te apar­ta­do del mun­da­nal rui­do, al ampa­ro de la auro­ra boreal, los impre­sio­nan­tes fior­dos y res­plan­de­cien­tes lagos, don­de Han­nah encuen­tra su libe­ra­ción para final­men­te lograr una vida ple­na, exen­ta de daños y en com­ple­ta armo­nía con­si­go misma.

Sin duda, este esti­mu­lan­te y emo­ti­vo espec­tácu­lo imbui­do de hon­do con­te­ni­do espi­ri­tual abre las puer­tas para que median­te la dimen­sión del arte líri­co se pue­da trans­mi­tir el bello men­sa­je de tole­ran­cia huma­na acep­tan­do al ser humano tal como es, cual­quie­ra fue­se su iden­ti­dad sexual.

Fina­men­te cabe men­cio­nar que al con­cluir la repre­sen­ta­ción, el públi­co pue­de asis­tir a un intere­san­te deba­te sobre el con­te­ni­do de la obra, actuan­do como anfi­trio­na la des­ta­ca­da come­dian­te y can­tan­te tran­se­xual Tran­na Win­tour con la inter­ven­ción de la direc­to­ra Edda Hol­mes y los can­tan­tes Phi­lip Addis y Sarah Bis­son­net­te.

Para tener acce­so al espec­tácu­lo pre­sio­ne aquí.

Un Ejem­plar Ayuntamiento

CITY HALL. Esta­dos Uni­dos, 2020. Un film de Fre­de­rick Wise­man. 274 minu­tos. Vis­to en en línea en el Fes­ti­val de Cine Docu­men­tal que se está rea­li­zan­do en Mon­treal has­ta el 2 de diciem­bre.(ridm.ca)

Con sus 90 pri­ma­ve­ras, el extra­or­di­na­rio docu­men­ta­lis­ta Fre­de­rick Wise­man ofre­ce en su últi­mo tra­ba­jo un mag­ní­fi­co retra­to de la pobla­ción de Bos­ton, su que­ri­da ciu­dad natal.

Aun­que el docu­men­tal fue rea­li­za­do entre los últi­mos meses de 2018 y 2019, lo que aquí se apre­cia no pue­de resul­tar más opor­tuno. Eso vie­ne al caso al con­si­de­rar la inusi­ta­da pola­ri­za­ción exis­ten­te en Esta­dos Uni­dos don­de pare­cie­ra que la demo­cra­cia ha que­da­do des­na­tu­ra­li­za­da; sin embar­go, un flu­jo de aire fres­co se aso­ma cuan­do Wise­man demues­tra cómo la con­vi­ven­cia en Bos­ton, más allá de las dife­ren­cias que pue­den exis­tir entre su gen­te, fun­cio­na muy bien a tra­vés de la férrea deter­mi­na­ción de que la volun­tad de la mayo­ría predomine.

Den­tro del rigu­ro­so esti­lo que lo carac­te­ri­za, el cineas­ta se abs­tie­ne de efec­tuar entre­vis­tas para lo que desea expo­ner; en cam­bio y con­tan­do con la valio­sa ayu­da de su cama­ró­gra­fo John Davey adop­ta un tono obser­va­cio­nal, tal como lo ha veni­do hacien­do en la mayo­ría de su filmografía.

El alcal­de Mar­tin J. Walsh

Como el títu­lo lo ade­lan­ta, el foco pri­ma­rio de aten­ción es el ayun­ta­mien­to de la ciu­dad, aun­que en las cua­tro horas y media de metra­je se apre­cia mucho más que eso. Des­de 2014 el pro­gre­sis­ta demó­cra­ta Mar­tin J. Walsh de 53 años de edad lide­ra la alcal­día de la ciu­dad; así, duran­te los pri­me­ros 25 minu­tos se asis­te a los dife­ren­tes pro­ble­mas que él a dia­rio debe enca­rar inter­ac­tuan­do con su equi­po cola­bo­ra­dor don­de su gran vir­tud es saber trans­mi­tir las ideas y su sapien­cia en escu­char. Ade­más de actuar en su des­pa­cho, Walsh entra en con­tac­to con sus con­ciu­da­da­nos esta­ble­cien­do con ellos una gran empa­tía a tra­vés de sus alo­cu­cio­nes, pres­tan­do aten­ción a las inquie­tu­des plan­tea­das y tra­tan­do de bus­car medi­das para solu­cio­nar­las de la mejor mane­ra posi­ble. Al con­si­de­rar el tema de las per­ni­cio­sas adic­cio­nes, el alcal­de remar­ca la impor­tan­cia de la comu­ni­ca­ción huma­na como medio de ate­nuar­las, trans­mi­tien­do su pro­pia expe­rien­cia de alcohó­li­co recuperado.

En otros aspec­tos del docu­men­tal es impor­tan­te des­ta­car la mane­ra en que Wise­man va refle­jan­do el pul­so de la ciu­dad a tra­vés de dife­ren­tes secuen­cias en las que se asis­te a deba­tes, asam­bleas y reunio­nes de dife­ren­te natu­ra­le­za. Entre las mis­mas, se apre­cia a vete­ra­nos de gue­rra rela­tan­do sus expe­rien­cias, un encuen­tro de agen­tes poli­cia­les, un ins­pec­tor muni­ci­pal visi­tan­do un edi­fi­cio en ple­na cons­truc­ción, con­duc­to­res tra­tan­do de cla­ri­fi­car y evi­tar el pago de mul­tas en la ofi­ci­na de recla­mos por inde­bi­do esta­cio­na­mien­to, una boda entre muje­res, un comi­té esco­lar dis­cu­tien­do sobre la con­ve­nien­cia de ampliar una escue­la de ense­ñan­za media para incre­men­tar el núme­ro de alum­nos dis­ca­pa­ci­ta­dos, el des­fi­le cita­dino fes­te­jan­do la vic­to­ria del céle­bre equi­po de béis­bol Bos­ton Red Sox, o bien una comi­da de Thanks­gi­ving para los nece­si­ta­dos. Uno de los momen­tos de mayor impac­to tie­ne lugar duran­te una reu­nión en la que los resi­den­tes de un humil­de dis­tri­to de la ciu­dad se opo­nen con fir­me­za a los due­ños de una fran­qui­cia de can­na­bis dis­pues­tos a soli­ci­tar un per­mi­so para ope­rar en ese medio.

El pro­pó­si­to de Wise­man no es el de ofre­cer una visión rosa­da de la capi­tal de Mas­sa­chu­setts; den­tro de un cam­bio demo­grá­fi­co regis­tra­do en las últi­mas déca­das don­de la pobla­ción lati­na y de otras mino­rías étni­cas adquie­re mayor pre­pon­de­ran­cia, per­sis­ten algu­nos de los males que afec­tan igual­men­te al res­to del país en mate­ria de ten­sión racial, des­igual­dad en la dis­tri­bu­ción del ingre­so así como la dife­ren­cia de gene­ro exis­ten­te en la remu­ne­ra­ción sala­rial. Por todo ello, la ges­tión del popu­la­rí­si­mo alcal­de es la de pre­di­car y tomar acción para mejo­rar esos pro­ble­mas a fin de que su ciu­dad lle­gue a ser un mode­lo de inte­gra­ción racial, igual­dad en mate­ria socio-eco­nó­mi­ca y equi­pa­ra­ción sexual.

Esen­cial­men­te, Wise­man demues­tra cómo se con­so­li­da una legí­ti­ma demo­cra­cia toman­do como ejem­plo la actua­ción de Walsh; al hacer­lo, el emi­nen­te docu­men­ta­lis­ta ofre­ce al públi­co una cla­se magis­tral de edu­ca­ción cívi­ca. Jor­ge Gutman

La Míti­ca Sophia

LA VIDA ANTE  . Ita­lia, 2020. Un film de Edoar­do Pon­ti. 94 minu­tos. Dis­po­ni­ble en Netflix

Basa­do en el libro La vie devant soi de Romain Gary, Edoar­do Pon­ti vuel­ve a diri­gir a su madre, la míti­ca Sophia Loren, des­pués de varios años de estar ausen­te del cine. Ella es la bri­llan­te pro­ta­go­nis­ta de este dra­ma, que ya había sido tras­la­da­do a la pan­ta­lla por Moshé Miz­rahi en 1977; en aquel enton­ces, la inol­vi­da­ble Simo­ne Sig­no­ret fue pre­mia­da con el Cesar a la mejor actriz en tan­to que el film en 1978 fue galar­do­na­do con el Oscar a la mejor pelí­cu­la extranjera.

Ibrahi­ma Gue­ye y Sophia Loren

Esta adap­ta­ción del rea­li­za­dor y Ugo Chi­ti tra­ta de con­ser­var el espí­ri­tu de la nove­la ori­gi­nal aun­que con algu­nos cam­bios impor­tan­tes rea­li­za­dos aun­que no siem­pre afor­tu­na­dos. La acción de la ver­sión actual trans­cu­rre en la por­tua­ria ciu­dad ita­lia­na de Bari en don­de resi­de Mada­me Rosa (Loren), una ancia­na judía que ha sobre­vi­vi­do en el cam­po de con­cen­tra­ción de Ausch­witz; habien­do aban­do­na­do la pros­ti­tu­ción ejer­ci­da en su mejor épo­ca aho­ra dedi­ca su tiem­po a cui­dar y brin­dar amor a niños aban­do­na­dos de la mano de Dios. Al comen­zar la tra­ma se la ve en el mer­ca­do local por­tan­do un bol­so con can­de­la­bros cuan­do ines­pe­ra­da­men­te un chi­co se lo arre­ba­ta; él es Momo (Ibrahi­ma Gue­ye), un huér­fano de 12 años pro­ce­den­te de Sene­gal que está al cui­da­do del doc­tor Cohen (Rena­to Car­pen­tie­ri) quien es el facul­ta­ti­vo de Rosa. Cuál será la gran sor­pre­sa de esta mujer cuan­do el médi­co le pide que se ocu­pe de Momo y ella se enfren­ta con el ladron­zue­lo. A pesar de su reluc­tan­cia en acep­tar­lo final­men­te cede para com­pla­cer a Cohen.

A dife­ren­cia del film ori­gi­nal, Momo no ha sido cria­do por Rosa des­de peque­ño sino que aquí es un pre­ado­les­cen­te ira­cun­do con cier­tas explo­sio­nes vio­len­tas, que no se adap­ta con faci­li­dad a su nue­vo hogar; a todo ello, el pillo se dedi­ca a ven­der dro­gas a tra­vés de un tra­fi­can­te que lo explo­ta sin que Rosa lo sepa. A pesar de la bue­na dis­po­si­ción de la ancia­na, Momo se mues­tra poco dis­pues­to a acep­tar sus bue­nos con­se­jos, man­te­nien­do con ella una rela­ción tirante.

De lo que ante­ce­de resul­ta difí­cil sim­pa­ti­zar con Momo ‑no obs­tan­te la exce­len­te actua­ción de Gue­ye– y más aún de acep­tar el vuel­co que se pro­du­ce en él quien de indo­ma­ble pre­ado­les­cen­te se con­vier­te repen­ti­na­men­te en un ser cari­ño­so con la mujer que le ofre­ció su hogar y que sabrá velar por ella en momen­tos en que su salud se dete­rio­ra y comien­za a per­der su luci­dez. Aun­que correc­ta­men­te rea­li­za­do, Pon­ti no logra una ade­cua­da pro­gre­sión dra­má­ti­ca en su narra­ción, ade­más de ape­lar a un sen­ti­men­ta­lis­mo for­za­do que no lle­ga a emo­cio­nar como debie­ra. Con todo, el film se apre­cia por el pla­cer que resul­ta de ver nue­va­men­te a la incom­pa­ra­ble Sophia quien con sus 86 años y des­pués de casi sie­te déca­das de exce­len­te tra­ba­jo pro­fe­sio­nal sigue demos­tran­do su gran talen­to de actriz de pura raza.  Jor­ge Gutman

Remar­ca­ble Acti­vis­ta Ambiental

I AM GRE­TA Sue­cia, 2020. Un docu­men­tal de Nathan Gross­man. 98 minu­tos. Dis­po­ni­ble en Apple TV +

El nom­bre de este docu­men­tal del direc­tor sue­co Nathan Gross­man es el de la remar­ca­ble acti­vis­ta ambien­tal Gre­ta Thun­berg, una figu­ra que a la hora actual es mun­dial­men­te cono­ci­da por razo­nes bien jus­ti­fi­ca­das. Antes de comen­tar el con­te­ni­do de este meri­to­rio docu­men­to es nece­sa­rio acla­rar que Gre­ta está afec­ta­da por el sín­dro­me de Asper­ger que en prin­ci­pio se carac­te­ri­za por las difi­cul­ta­des que una per­so­na pue­de expe­ri­men­tar en la inter­ac­ción social. Sin embar­go, esta pro­di­gio­sa ado­les­cen­te no refle­ja incon­ve­nien­te alguno para que su men­sa­je haya lle­ga­do al mun­do entero.

Gre­ta Thunberg

Gross­man sor­pren­di­do por la per­so­na­li­dad de Gre­ta deci­dió enca­rar­la siguien­do sus pasos duran­te varios meses en todos sus via­jes, ade­más de refle­jar algu­nas face­tas per­so­na­les al mar­gen de los encuen­tros y expo­si­cio­nes efec­tua­das. Todo comien­za en agos­to de 2018 con la huel­ga esco­lar que ella con sus 15 años rea­li­za por la cam­pa­ña ambien­tal ubi­cán­do­se en el exte­rior del edi­fi­cio sue­co y cul­mi­na en sep­tiem­bre de 2019 con su encen­di­do dis­cur­so de pro­tes­ta pro­nun­cia­do un año des­pués en las Nacio­nes Uni­das. Duran­te ese perío­do su mili­tan­te acti­vis­mo abo­gan­do por el cam­bio cli­má­ti­co y urgien­do a los líde­res del mun­do para que sal­ven el pla­ne­ta Tie­rra ha reper­cu­ti­do de tal mane­ra que su men­sa­je ha moti­va­do a que millo­nes de per­so­nas la sigan.

Lo que lla­ma la aten­ción es la segu­ri­dad y natu­ra­li­dad con que ella se des­en­vuel­ve en pre­sen­cia del pre­si­den­te de Fran­cia, el Secre­ta­rio Gene­ral de las Uni­das, el Papa Fran­cis­co, así como su pre­sen­ta­ción en la sede de la Unión Euro­pea y en sus con­tac­tos con los medios de comu­ni­ca­ción.. Asom­bra igual­men­te lo exi­gen­te que es en la pre­pa­ra­ción de sus tex­tos don­de no admi­te error orto­grá­fi­co alguno. En todo el peri­plo rea­li­za­do se la ve acom­pa­ña­da por su padre Svan­te don­de en algu­nos casos la recri­mi­na por la fal­ta de aten­ción que pres­ta a su ali­men­ta­ción, como así tam­bién a su com­ple­ta devo­ción por el futu­ro del pla­ne­ta. En tal sen­ti­do, el docu­men­tal cap­ta el lado frá­gil de esta heroí­na como así tam­bién el con­si­de­ra­ble des­gas­te emo­cio­nal que sufre, pero su inque­bran­ta­ble con­vic­ción por la lucha empren­di­da la moti­va a con­ti­nuar la lucha emprendida.

Gross­man ade­más de con­si­de­rar a los fer­vien­tes segui­do­res de Gre­ta tam­bién pres­ta aten­ción a quie­nes se le opo­nen tra­tan­do de defe­nes­trar­la o bien a cri­ti­car­la fuer­te­men­te como acon­te­ce por par­te de los pre­si­den­tes Trump y Bol­so­na­ro y de Fox News.

Como bien afir­ma Gre­ta, no valen úni­ca­men­te los exal­tan­tes dis­cur­sos de los esta­dis­tas que se esme­ran en efec­tuar reco­men­da­cio­nes para com­ba­tir la cri­sis del medio ambien­te sino que lo que impor­ta es imple­men­tar esa acción para que las futu­ras gene­ra­cio­nes pue­dan res­pi­rar un aire más puro.

Los vas­tos incen­dios que hace poco ocu­rrie­ron en Cali­for­nia y Aus­tra­lia afec­tan­do los cam­bios cli­má­ti­cos del pla­ne­ta jus­ti­fi­can ple­na­men­te la rea­li­za­ción de este esme­ra­do docu­men­tal ofre­cien­do el men­sa­je de esta admi­ra­ble ado­les­cen­te. Jor­ge Gutman

Tie­rra de Nadie

NO MAN’S LAND 

En otra de las obras per­te­ne­cien­tes a la serie Natio­nal Thea­ter live, el públi­co cana­dien­se ten­drá opor­tu­ni­dad de juz­gar nue­va­men­te la exce­len­te obra No Man’s Land del Pre­mio Nobel de Lite­ra­tu­ra Harold PInter.

Foto de Johan Persson

(Foto de Johan Persson)

Des­pués de una exi­to­sa repre­sen­ta­ción que tuvo lugar en Broad­way en 2015, Sir Ian McKe­llen y Sir Patrick Ste­wart retor­nan al West End de Lon­dres para su repre­sen­ta­ción en el esce­na­rio del Tea­tro Wyndham. Este clá­si­co tea­tral escri­to en 1975 cuyos pape­les pro­ta­gó­ni­cas habían sido con­ce­bi­dos para dos excep­cio­na­les acto­res como John Giel­gud y Ralph Richard. La pie­za fue repues­ta en varias oca­sio­nes pero nin­gu­na de las mis­mas logró el mis­mo impac­to has­ta la pre­sen­te pro­duc­ción de Sean Mathias que ade­más de su des­ta­ca­da direc­ción ha con­ta­do con dos gigan­tes de la esce­na y del cine como lo son McKe­llen y Ste­wart; ambos intér­pre­tes ade­más de lograr nota­bles carac­te­ri­za­cio­nes en sus res­pec­ti­vos roles logran asi­mis­mo una muy bue­na alquimia.

(Foto de Johan Persson)

(Foto de Johan Persson)

La his­to­ria se pue­de resu­mir en esta bre­ve sinop­sis. En una noche de verano Hirst (Ste­wart), un escri­tor alcoho­li­za­do de cla­se alta cono­ce en una taber­na de Ham­ps­tead a Spoo­ner (McKe­llen), un escri­tor fra­ca­sa­do. Des­pués de com­par­tir varios tra­gos de whisky y vod­ka, Hirst invi­ta al recién cono­ci­do a con­ti­nuar la vela­da en su vas­ta man­sión que se encuen­tra a cer­ca­na dis­tan­cia de don­de se hallan. En la medi­da que trans­cu­rren las horas, va sur­gien­do una con­ver­sa­ción entre el anfi­trión y su hués­ped pla­ga­da de his­to­rias deci­di­da­men­te fan­ta­sio­sas. Así, la ela­bo­ra­da con­cep­ción de Pin­ter, ori­gi­na un reve­la­dor jue­go de poder entre los dos hom­bres don­de un tono un poco maca­bro se entre­mez­cla con situa­cio­nes de excén­tri­ca comicidad.

Ian Mc Kellen y Patrick Stewart. (Foto de Johan Persson)

Ian Mc Kellen y Patrick Ste­wart. (Foto de Johan Persson)

No es mucho lo que real­men­te suce­de en tér­mi­nos de acción tra­di­cio­nal o desa­rro­llo argu­men­tal pero sí es más que sufi­cien­te para que su autor des­ti­le lo absur­do y caó­ti­co que pue­de asu­mir la exis­ten­cia huma­na en los años cre­pus­cu­la­res enfren­tan­do el adve­ni­mien­to de la pér­di­da de memo­ria. Si bien el tex­to de Pin­ter es rele­van­te, el mis­mo que­da aún más real­za­do por su elen­co, don­de ade­más de McKe­llen y Ste­wart, se des­ta­can Owen Tea­le en el per­so­na­je de Briggs y Damien Molony como Fos­ter apor­tan­do su soli­dez pro­fe­sio­nal para brin­dar de este modo una ópti­ma vela­da teatral.

Esta obra que fue trans­mi­ti­da en Diciem­bre de 2016 en las salas de Cine­plex será difun­di­da nue­va­men­te el 19 de Noviem­bre de 2020. Para infor­ma­ción sobre los cines que trans­mi­ti­rán esta pie­za y los hora­rios loca­les corres­pon­dien­tes pre­sio­ne aquí